20
KOBIE (Serie Paleoantropología). Bilbao Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia N.º XXVII, pp. 131-150, año 2003/7. ISSN 0214-7971 MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBI Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR, GIPUZKOA): VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA De bois carbonisé dans les fonds du cabane d'Arrubi et d'Esnaurreta (Chafne d'Aralar, Gipuzkoa): végétation et ressources forestieres au MoyenAge Ruiz Alonso, M. * RESUMEN Este trabajo supone una aportación desde la arqueobotánica al conocimiento del entorno de los yacimientos de Arrubi y Esnaurreta y también a la utilización de las cabañas y de la cultura pastoril de fas áreas de monta- ña del entorno desde la Alta Edad Media. Palabras clave: Antracología. Fondos de cabaíia (Esnaurreta, Arrubi). País Vasco. Sierra de Aralar. Edad Media. RÉSUMÉ Ce travail suppose un apport del' archeobotanique a la connaissance de l' entourage des gisements d' Arrubi et d'Esnaurreta aussi qu'a l\1tilisation des cabanes et a la culture pastorale des zones de montagne de l'entou- rage depuis le Haut Moyen Age. Mots-clefs: Anthracologie. Fonds de cabanes (Esnaurreta, Arrubi). Pays Rasque. Chafne D'Aralar. Mayen A.ge. LABURPENA Lan arkeobotaniko hau ekarri bat da Arrubi eta Esnaurreta aztarnategien ingurugiroa ezagueran. Gainera Erdi Aroko artzain kulturaz eta mendi etxolen erabilpenari buruzko datuak ere eskaintzen ditugu. Hitz gakoak: Antrakologia. Etxola hondoak (Esnaurreta, Arrubi). Euskal Herria. Aralar mendilerroa. Erdi A roa. * Dpto. de Geografía, Prehistoria y Arqueología. Facultad de Filología, Geografía e Historia. Universidad del País Vasco. C/ Tomás y Valiente s/n. O 1.006. Vitoria/Gasteiz (Álava)

De bois carbonisé dans les fonds du cabane d'Arrubi et …€¦ · La finalidad de estas intervenciones es ampliar el ... procedente de carbones obtenidos en una profundidad

  • Upload
    dokiet

  • View
    214

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

KOBIE (Serie Paleoantropología). Bilbao Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia N.º XXVII, pp. 131-150, año 2003/7. ISSN 0214-7971

MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBI Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR,

GIPUZKOA): VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA

De bois carbonisé dans les fonds du cabane d'Arrubi et d'Esnaurreta (Chafne d'Aralar, Gipuzkoa): végétation et ressources forestieres au

MoyenAge

Ruiz Alonso, M. *

RESUMEN

Este trabajo supone una aportación desde la arqueobotánica al conocimiento del entorno de los yacimientos de Arrubi y Esnaurreta y también a la utilización de las cabañas y de la cultura pastoril de fas áreas de monta­ña del entorno desde la Alta Edad Media.

Palabras clave: Antracología. Fondos de cabaíia (Esnaurreta, Arrubi). País Vasco. Sierra de Aralar. Edad Media.

RÉSUMÉ

Ce travail suppose un apport del' archeobotanique a la connaissance de l' entourage des gisements d' Arrubi et d'Esnaurreta aussi qu'a l\1tilisation des cabanes et a la culture pastorale des zones de montagne de l'entou­rage depuis le Haut Moyen Age.

Mots-clefs: Anthracologie. Fonds de cabanes (Esnaurreta, Arrubi). Pays Rasque. Chafne D'Aralar. Mayen A.ge.

LABURPENA

Lan arkeobotaniko hau ekarri bat da Arrubi eta Esnaurreta aztarnategien ingurugiroa ezagueran. Gainera Erdi Aroko artzain kulturaz eta mendi etxolen erabilpenari buruzko datuak ere eskaintzen ditugu.

Hitz gakoak: Antrakologia. Etxola hondoak (Esnaurreta, Arrubi). Euskal Herria. Aralar mendilerroa. Erdi A roa.

* Dpto. de Geografía, Prehistoria y Arqueología. Facultad de Filología, Geografía e Historia. Universidad del País Vasco. C/ Tomás y Valiente s/n. O 1.006. Vitoria/Gasteiz (Álava)

132 RUIZ ALONSO, M.

l. INTRODUCCIÓN

En este trabajo se presentan los resultados del estudio arqueobotánico de los macrorrestos vegetales recuperados en los yacimientos de Arrubi y Esnaurre­ta (Aralar, Gipuzkoa). Este análisis se planteó con el objetivo general de proporcionar datos que permitie­ran valorar la composición del paisaje vegetal del entorno de los yacimientos así como su utilización por parte del ser humano.

La finalidad de estas intervenciones es ampliar el conocimiento y valorar la importancia del poblamien­to humano en áreas montañosas, prestando atención a los vestigios y actividades económicas que allí se desarrollan. Se han realizado sondeos en estructuras tumulares correspondientes con cronología histórica, estos presentan características similares con los túmulos prehistóricos, y en ocasiones han llegado a considerarse como monumentos megalíticos (AGI­RRE et al, 2003).

1.1. Localización de los yacimientos

El fondo de cabaña tumular de Esnaurreta se localiza en la ladera Noreste de la Sierra de Aralar (Gipuzkoa), en el Noreste del monte Martxabaleta a una cota de unos 785 metros sobre el nivel del mar. La excavación realizada en el año 2003 mostró una planta cercana a lo circular, con un diámetro de unos 7 metros y un espesor de entre 30-40 centímetros. La estratigrafía obtenida en la excavación fue de caracte­rísticas muy sencillas, después de levantar la capa vegetal superficial, se obtiene una uniformidad en el sedimento resultante, con abundantes clastos entre los que se intercalan fragmentos de arenisca enrojeci­da por el fuego junto a abundante materia orgánica y carbones (AGIRRE et al, 2003).

Procedentes del fondo de cabaña tumular de Esnaurreta se dispone de dos dataciones de 14C, una de ellas procedente de carbones obtenidos en una pro­fundidad de 15-20 centímetros con respecto a la superficie (1080±40 BP, 880-1030 cal d.C.) y otra de hueso recuperados del nivel inferior (1340±40 BP, 630-780 cal d.C.) 1

• Ambas corresponden a un periodo histórico, Alta Edad Media.

El fondo de cabaña tumular de Arrubi se locali­za en la parte central de la Sierra de Aralar (Gipuz­koa), actualmente una zona de pastos altos. La estruc­tura se sitúa en el extremo inferior de una loma, entre

calibraciones realizadas según Atmospheric data from Reimer et al.(2004); OxCal v3.IO Bronk Ramsey (2005)

los montes Arrubi y Ganbo, localizándose a unos 1260 metros sobre el nivel del mar. Tiene una tenden­cia a ser circular con un diámetro aproximado de unos 6 metros y una altura de 40 centímetros. La excava­ción, realizada en el año 2004 se centró en una super­ficie de cuatro metros cuadrados (8-9/H-I). El proceso de excavación no permitió detectar diferentes estrati­grafías, ya que igual que en el caso anterior, única­mente aparecen cambios laterales. Bajo la capa vege­tal superficial se desarrolla un único y homogéneo paquete pedregoso con un espesor medio de 35-40 centímetros. Muchos de los cantos aparecen alterados por el calor y en la tierra, muy oscura, aparecen abun­dantes carbones (AGIRRE GARCÍA et al, 2004).

En el fondo de cabaña tumular de Arrubi se dispo­ne de dos dataciones realizadas mediante l 4c, una procedente de carbones obtenidos en una profundidad de 15-20 cm. de la superficie (1440±100 BP, 390-780 cal d.C.) (Corresponden a Arrubi 3-4, se han identifi­cado 9 fragmentos de Alnus, 2 de Fagus sylvatica, 14 de Fraxinus sp y 1 de Leguminosae) y otra de huesos del lecho inferior (1110±50 BP, 800-1030 cal d.C.). Ambas dataciones se sitúan igualmente en un periodo histórico (Alta Edad Media)2.

1.2. Vegetación actual y potencial

Según la clasificación de Rivas-Martínez (1987) los yacimientos se sitúan en la Región Eurosiberiana, Subregión Atlántico-Medioeuropea, Superprovincia Atlántica, en la Provincia Biográfica Cantábrica (Cántabro-Atlántica), S ubprovincia Cántabro-Eus­kalduna, Sector Cántabro-Euskaldún, Subsector Eus­kaldún.

Arrubi y Esnaurreta en la actualidad se localizan en un entorno de pastos petrano calcícolas, praderas montanas y zonas de Brezal-argomal-helechal atlán­tico (ASEGUINOL¿\ZA et al, 1992).

El pasto petrano ocupa suelos esqueléticos de montaña caliza, con sustrato que aflora ampliamente. Dependiendo de la orientación se pueden encontrar diferentes agrupaciones vegetales. En la zona de Eni­rio y sobre todo en la Sierra de Aralar, existen amplias áreas de pastos petranos, en mosaicos o alter­nando con otras agrupaciones como vegetación de roquedos calizos, praderas montanas, etc. La pradera montana son céspedes rasos, pastaderos estacionales de primavera y verano, cubren buena parte de los macizos calcáreos más elevados del País. Derivan de hayedos mermados. Por zonas esta salpicado por matas de brezos y brecima o argoma. Son superficies muy extensas en la Sierra de Aralar, sustentando una importante cabaña ganadera. En mosaico con otras

KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07

MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBJ Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR, GIPUZKOA): 133 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA

agrupaciones cubre parte de las laderas de la zona de Enirio y parcelas menores se encuentran también en otras áreas de montaña. El brezal-argomal-helechal atlántico es el tipo de matorral más abundante de la vertiente cantábrica y sustituye a diferentes bosques acidófilos: robledales, tomocales, hayedos acidófilos. El carácter de la formación, la dominación de unas plantas sobre otras depende tanto del grado de acidez­oligotrofía del suelo, como del manejo a que se ha visto sometido por parte del hombre: quemas, pasto­reo, siega (ASEGUINOLAZA et al, 1992).

Potencialmente Arrubi y Esnaurreta se situarían en un entorno de hayedos calcícolas o éutrofos. Los haye­dos (Fagus sylvatica) son los bosques potenciales de la practica totalidad del piso montano, al norte de la divi­soria de aguas. Viven en suelos neutros o moderada­mente ácidos. En la actualidad se localizan en algunas zonas de Enirio (ASEGUINOLAZA et al, 1992).

2. MATERIAL Y MÉTODO

2.1. Recogida de muestras

Presentamos en este estudio el resultado del análi­sis de 6 muestras de madera carbonizada del yaci­miento de Esnaurreta y 16 muestras de Arrubi que nos fueron entregadas por J. A. Mujika, separadas por capas en el caso de Esnaurreta y por cuadros y capas en Arrubi.

Mapa 2.Vegetación actual del entorno de Arrubi (ASEGUINOLAZA et al, 1992). 31- Brezal-argomal-helechal atlántico, 42- Pradera montana, 48- Pasto petrano calcicola, 49- Complejo de vegetación de roquedos calizos.

KOBIE (Paleoantropología n.º 27), aí\o 2003/07

Mapa l. Vegetación ac­tual del entorno de Esnaurreta (ASEGUI­NOLAZA et al, 1992). 19- Hayedo calcícola o éutrofo, 20- Hayedo acidófilo, 31- Brezal-ar­gomal-helechal atlán­tico, 35- Espinar o zar­zal, 40- Lastonar de Brachypodiurn pinnaturn u otros pastos mesófilos, 42- Pradera montana, 48- Pasto petrano calcí­cola, 49- Complejo de vegetación de roquedos calizos, 61- Plantaciones forestales

El muestreo contempla todas las zonas en las que se ha intervenido arqueológicamente en los dos yaci­mientos. La recogida del material se ha realizado mediante el cribado de la totalidad de sedimento excavado con una malla de una luz de 3 mm. El mate­rial no procede de estructuras de combustión, en su totalidad se trata de restos carbonizados dispersos.

Se han analizado los fragmentos mayores de 4 mm en el caso de Esnaurreta y todos los mayores de 8 mm y la mitad de los mayores de 4 mm en el caso de Arrubi. Se ha utilizado el fragmento como unidad de medida como suele ser habitual (CHABAL, 1997). La identifi­cación de los restos se ha realizado en las instalaciones del Área de Prehistoria de la UPV /EHU (Vitoria-Gas­teiz) mediante la observación microscópica de las sec­ciones transversal, longitudinal radial y longitudinal tan-

134 RUIZ ALONSO, M.

Mapa 3.Vegetación potencial del entorno de Esnaurreta (ASEGUINOLAZA et al, 1992). III- Encinar cantábrico, VIII­Quejigal-robledal calcícola, X­Robledal acidófilo de Quercus robur y robledal bosque mixto atlántico, XII- Hayedo calcíco-la o éutrofo, XIII- Hayedo aci­dófilo, XVIa- Complejo de co­n;unidades ligadas a rocas cal- " careas. ir

gencial del material antracológico. ~ar~ ello se h~ utili­zado un .microscopio de luz mc1dente Ohmpus (50x/100x/200x/500x). La determinación botánica se ha llevado a cabo con la ayuda de nuestra colección de refe­rencia de maderas carbonizadas así como los atlas de anatomía de la madera de Schweingruber (1990), Haber (2000) y Vernet et al. (2001).

3. RESULTADOS

3.1. Material antracológico

3.1.1. Muestra utilizada para Carbono 14

Además de las muestras cuyo análisis presenta­mos en las Tablas 1, 2, 3 y 4 se, identificó otra que se ha utilizado para datar por 14C. Esta (Arrubi 3-4) ofre-

Mapa 4.Vegetación potencial del entorno de Arrubi (ASEGUINOLAZA et al, 1992). X- Robledal acidófilo de Quercus robur y

Ji robledal bosque mixto atlántico, XII- Hayedo ... calcícola o éutrofo, XIII- Hayedo acidófilo,

XVb- Aliseda cantábrica, XVIa- Complejo de comunidades ligadas a rocas calcáreas.

ció los siguientes resultados: 9 frag­mentos de Alnus, 2 de Fagus sylvatica, 14 de Fraxinus sp y 1 de Leguminosae.

3.1.2. Resultados

ESNAURRETA (ARALAR)

En el yacimiento de Esnaurreta se han estudiado los carbones mayores de 4 mm. Han sido un total de 555 carbones, todos han sido identificables. Los resultados absolutos y relativos se exponen en las tablas 1 y 2 y en la Figura 1.

La madera analizada en Esnaurreta corresponde a 8 taxones y a un número mínimo de 8 especies: Acer sp (arce), Alnus (aliso), Corylus avellana (avellano~, Fagus sylvatica (haya), Fraxinus sp. (fresno), Pomo~­deae (espino albar/manzano/peral), Quercus subge­nero Quercus (roble albar, pedunculado, pubescente, quejigo, melojo), Salix sp. (sauce).

El taxón dominante en el yacimiento es Fagus sylvatica, superando siempre el 57%, lleg~ndo inclu­so al 82%. El siguiente taxón en importancia es Alnus

KOBIE (Paleoantropologfa n.º 27), año 2003/07

MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBI Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR, GIPUZKOA): 135 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA

con 31,4% del total en la Capa 3-4. El tercer taxón representado es Corylus avellana (entre un 13,2% y un 8% ), el restos de los taxones tienen porcentajes mucho menores apareciendo de una forma más o menos homogénea a lo largo de todas las capas. Pomoideae tiene como valor más importante 7,8% en la capa 3-4 y un 3% en la capa 2. Acer sp. entre un 6% y un 0,7%, Quercus subg. Quercus aparece entre un 4,6% y un 1 % y Fraxinus sp. muestra un 1 % y un 2%. Esto nos refleja una homogeneidad de las capa 1, 2, 3 y 4 siendo en la capa 3-4 algo diferente sobre todo por la aparición con un porcentaje alto 31,4% de Alnus.

ARRUBI

En el yacimiento de Arrubi se han analizado todos los carbones mayores de 8 mm. Y la mitad de los mayores de 4 mm con el fin de conseguir una mues­tra significativa. Se han analizado un total de 1483 carbones, de los cuales 1476 han sido identificables. Los resultados absolutos y relativos se exponen en las tablas 3 y 4 y en la figura 2.

La madera estudiada en Arrubi corresponde a 11 taxones y a un número mínimo de 10 especies: Taxus baccata (tejo), Acer tipo campestre (arce menor) Acer sp (arce), Alnus (aliso), Corylus avellana (ave­llano), Ericaceae (brezos), Fagus sylvatica (haya), Fraxinus sp. (fresno), Leguminosae (leguminosas), Quercus subgénero Quercus (roble albar, peduncula­do, pubescente, quejigo, melojo), Ulmus (olmo).

Entre las coníferas hemos identificado Taxus bac­cata, representando, únicamente en la Capa 4, el 0,3%.

Las frondosas tienen una presencia mayoritaria, exceptuando en 0,3% anteriormente mencionado. El taxón dominante en el yacimiento es Fraxinus sp. superando siempre el 57%, llegando incluso al 82 %. Seguido aparece Fagus sylvatica con unos porcentajes entre un 16,8% y un 39,2%. El resto de los taxones tie­nen una representación mucho menor. Alnus entre un 20% en la capa 4 y un 2,3% en la capa 1, Acer entre 7,7,% de la capa 3 y un 1,2 % de la capa 2. Ulmus es el 2,6%, Ericaceae menos del 2%, Corylus avellana es inferior al 1,5% y Quercus subg. Quercus (0,3%-0,5%) y Leguminosae (0,6%) inferiores al 1 %.

3.1.3. Características ecológicas y etnobotánicas de los taxones identificados

Las características ecológicas y culturales básicas de los árboles cuya madera se ha identificado en Esnaurreta y Arrubi son las siguientes (AIZPURU et al. 1990; ASEGUINOLAZA et al., 1989; BLANCO et al., 1997; VIGNOTE et al., 2000):

El taxón más abundante en Esnaurreta es Fagus sylvatica, en Arrubi se sitúa en segundo lugar en importancia. El haya en el País Vasco es el árbol que caracteriza el piso montano y cubre considerables extensiones en las montañas de altitud media que cru­zan el País Vasco de este a oeste. En el Pirineo se aso­cia con el abeto y en la vertiente cantábrica descien-

ESNA~TA(ARALAR) .. , .. · ·.. ·: . . . . ' < .... ..

Capa 1 Capa 1, Capa2 Capa3 Capa 3-4 Capa4 4-D

Acer sp. 1 2 6 2

Alnus 1 32

Corylus avellana 15 5 8 11 10

Fagus sylvatica 70 47 82 80 59 81

Fraxinus sp. 1 2 2 2

Pomoideae 3 3 3 8 4

Quercus subg. Quercus 3 4 4 1 2

Salix sp. 1

TOTAL 91 61 100 100 102 101

Pericarpio de Corylus avellana 2 9 26 27

Tabla L Resultados absolutos del yacimientos de Esnaurreta (Aralar) n=555

KOBJE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07

--------- --~~----------------

136 RUIZ ALONSO, M.

ESNAUlUlETA (AllALA.ll)

Capa 1 Capa2 Capa 3 Capa 3-4 Capa4

Acer sp. 0,7% 2% 6% 2%

Alnus 0,7% 31,4%

Corylus avellana 13,2% 8% 11% 9,9%

Fagus sylvatica 76,9% 82% 80% 57,8% 80,2%

Fra.xinus sp. 1% 2% 2% 2%

Pomoideae 3,9% 3% 7,8% 3,9%

Quercus subg. Quercus 4,6% 4% 1% 2%

Salix sp. 1%

TOTAL 152 100 100 102 101

Pericarpio de C01ylus avellana 11 26 27

Tabla 2. Resultados porcentuales del yacimientos de Esnaurreta (Aralar) n=555.

90

80

70

60

50

40

30

20

10

o CAPAl CAPA2 CAPA3 CAPA3-4 CAPA4

IJAcer sp. 0,7 2 6 2

EIAlnus 0,7 31,4

11 Corylus avellana 13,2 8 11 9,9

111 Fagus sylvatica 76,9 82 80 57,8 80,2

111 Fraxinus sp. 2 2 2

IJ Pomoideae 3,9 3 7,8 3,9

m Quercus subg. Quercus 4,6 4 2

11 Salix sp.

Figura !.Representación de los resultados porcentuales del yacimiento de Esnaurreta (Aralar). n=555.

KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07

MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBJ Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR, GJPUZKOA): 137 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA

de hasta mezclarse con el roble pedunculado. En regiones de clima suave y húmedo, sin sequía estival ni heladas tardías, Su leña y su carbón son considera­dos de alta calidad mientras que suele ser una made­ra poco utilizada para la construcción.

En Arrubi el taxón más abundante es Fraxinus sp. Asumimos que el tipo de fresno determinado aten­diendo a su distribución geográfica actual, en Esnau­rreta y Arrubi es el Fraxinus excelsior (fresno de Biz­kaia). Se extiende por la vertiente cantábrica, vive formando parte de bosques caducifolios en suelos frescos, prefiriendo ricos y profundos. Su madera es elástica y tenaz, buena para mangos de herramientas, carretería y tornería, buena para combustible y para carbón. Las hojas y el ramón del fresno son muy ade­cuadas para la alimentación del ganado.

El resto de los taxones tienen una presencia mucho menor. El tejo se encuentra disperso por las montañas del País Vasco excepto en la mitad meridio­nal de Navarra. Raramente forma poblaciones exten­sas, es indiferente al sustrato. Su madera es dura y

compacta. Es tóxico en todas sus partes menos el ani­llo rojo que rodea las semillas.

El arce en el País Vasco su distribución es muy amplia, faltando tan solo en el tercio meridional, más árido y en las montañas más elevadas. Vive forman­do parte de bosques, en especial de caducifolias, como alisedas, robledales, hayedos, etc., así como en setos y orlas. Es indiferente al sustrato aunque prefie­re suelos frescos e incluso húmedos. No forma gran­des masas sino que aparece normalmente en pies ais­lados o formando pequeños rodales. Madera compac­ta, dura y de densidad media, muy estimada en car­pintería. Es muy buen combustible (con propiedades caloríficas similares a las del haya). Sus hojas y bro­tes tiernos pueden aprovecharse como forraje para el ganado, pues son muy alimenticias.

El aliso es un árbol de distribución general en la vertiente cantábrica del País, se enrarece en la ver­tiente mediterránea donde se ve limitado a las riberas de los grandes ríos. Forma alineaciones en las riberas de ríos (alisedas) y más raramente forma masas en

ARRUBI

Capa 1 Capa2 Capa3 Capa4

GIMNOSPERMAS

Taxus baccata 1

ANGIOSPERMAS

Acer tipo campestre 9 5 28 14

Acer sp 3 5

Alnus 7 13 76 63

Corylus avellana 2 6 4

Ericaceae 1 8

Fagus sylvatica 99 91 111 53

Fraxinus sp. 171 314 198 181

Leguminosae 1 2

Quercus subg. Quercus 2

U/mus 8

TOTAL 301 429 432 314

No identificable 3 1 3

Fragmentos de pericarpio de Corylus avellana 4

Quercus sp. Cotiledón 1

Tabla 3. Resultados absolutos del yacimientos de Arrubi (Aralar) n=l483

KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07

138 RUIZ ALONSO, M.

AJUllJBl --

Capa 1 Capa 2 Capa3 Capa4

GIMNOSPERMAS

Taxus baccata 0,3%

ANGIOSPERMAS

Acer tipo campestre 3% 1,2% 6,5% 4,4%

Acer 0,9% 1,2%

Alnus 2,3% 3% 17,6% 20%

Corylus avellana 0,7% 1,4% 0,9%

Ericaceae 0,3% 1,8%

Fagus sylvatica 32,9% 21,2% 25,7% 16,8%

Fraxinus sp. 56,8% 73,2% 45,8% 57,6%

Leguminosae 0,3% 0,5%

Quercus subg. Quercus 0,6%

Ulmus 2,6%

TOTAL 301 429 432 314

Tabla 4. Resultados porcentuales. del yacimientos de Arrubi (Aralar) n=l483

80

70

60

50

40

30

20

10

o CAPA! CAPA2 CAPA3 CAPA4

EIAcer tipo campestre 3 1,2 6,5 4,4

•Acer sp. 0,9 1,2

•Alnus 2,3 3 17,6 20

•Fagus sylvatica 32,9 21,2 25,7 16,8

DFraxinus sp. 56,8 73,2 45,8 57,6

•Ulmus 2,6 •OTROS 1,3 1,4 3,2 0,9

Figura 2. Datos antracológicos porcentuales resumidos del yacimientos de Arrubi (Aralar) n=l483

KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07

MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBI Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR, GIPUZKOA): 139 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA

laderas con humedad freática. Su madera es ligera y, aunque se descompone pronto al aire, es muy durade­ra sumergida en agua; la corteza es rica en taninos y tiene usos como astringente y para curtir los cueros.

Las ericáceas y brezos tienen una gran diversi­dad. Tienen una distribución cosmopolita, en el País Vasco se distribuyen por toda la geografía, unas con mayor influencia atlántica y otras más mediterránea Forman parte de orlas y comunidades de sustitución de encinares y robledales así como de desmontes, taludes y otros lugares alterados.

El avellano en el País Vasco es frecuente en la mitad septentrional y escasea en la meridional donde se refugia en los barrancos umbrosos hasta desapare­cer en las partes bajas del Valle del Ebro. General­mente forma parte del subsuelo y orlas de los bosques caducifolios, generalmente en sitios umbrosos y fres­cos. Madera ligera que resiste mal a la intemperie y sumergida.

Las leguminosas son una familia muy extensa que comprende cerca de 500 géneros y 15000 espe­cies de plantas herbáceas, matorrales y grandes árbo­les. Son maderas duras y de buen combustible. Las hojas tienen propiedades diuréticas y antirreumáticas.

Las pomoideas como el espino albar o el manza­no y peral, se extienden por la mayor parte de la Europa templada y Asia. En el País Vasco se hallan disperso por la vertiente cantábrica, refugiándose hacia el sur en las formaciones boscosas más frescas, enrareciéndose hasta desaparecer en las zonas más secas de la vertiente mediterránea. Forman parte de claros y orlas de bosques de caducifolias diversas. Su madera es dura y resistente tomando bien el pulimen­to. Es buena para combustible, casi comparable a la madera de haya.

Quercus subgénero Quercus incluye todos los Quercus de hoja caducifolia y marcescente que en la actualidad crecen en el País Vasco, roble albar, pedunculado, pubescente, quejigo, melojo. Anató­micamente estas especies no se pueden diferenciar. Sin embargo, atendiendo a su distribución actual, lo más probable es que la especie representada en Esnau­rreta y Arrubi sea Quercus robur (roble pedunculado). Se dan en buena parte de la vertiente cantábrica del País Vasco y los valles submontanos de transición. Es uno de los árboles más característicos que, de forma natural, cubría grandes extensiones. Prefiere los sue­los ácidos y húmedos, incluso temporalmente enchar­cados. Madera pesada, bueno para la construcción por su resistencia intrínseca y su durabilidad.

KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07

Salix es un género formada por distintas especies. En el País Vasco los sauces se distribuyen tanto por la vertiente atlántica como la mediterránea, depen­diendo de las especies. En general se trata de especies que viven en terrenos frescos, tanto a orillas de los ríos y arroyos como alrededor de las charcas; también en orlas y claros de bosques, taludes, cunetas, etc. En las zonas secas se refugian en sotos y arbolados de ribera con humedad freática. Es una madera blanda y poco estimable. Se ha utilizado en ocasiones para fre­nar la erosión en las orillas de torrentes y barrancos.

Ulmus comprende unas 20 especies distribuidas por el Hemisferio Norte, aunque es Ulmus glabra el único olmo autóctono en el País Vasco. Se observa con más frecuencia en la vertiente cantábrica sin faltar en la mediterránea. Se localiza especialmente en riberas y barrancos. También se adentra en los cursos de los ríos para formar parte de los sotos y alamedas. Su madera es dura y pesada. Sus hojas pueden utilizarse para ali­mento del ganado y la corteza es rica en taninos.

3.2. Material carpológico

Las muestras analizadas incluían diferentes restos carpológicos. En Esnaurreta los restos aparecidos corresponden a un único taxón: Corylus avellana, con un total de 64 restos.

En las muestras analizadas de Arrubi aparecen 4 Fragmentos de Pericarpio de Corylus avellana en la Capa 1 y un fragmento de Quercus sp. Cotiledón (Cotiledón de bellota) en la Capa 3.

4. DISCUSIÓN

Este trabajo supone una aportación desde la arqueobotánica al conocimiento del entorno de los yacimientos de Arrubi y Esnaurreta y a la utilización de las cabañas y de la cultura pastoril de las áreas de montaña del entorno. La toma de muestras ha permi­tido recuperar diferentes tipos de macrorrestos tanto carpológicos como antracológicos. Todos los restos se conservan por carbonización, esto implica que sólo se han conservado los restos que han estado en con­tacto con el fuego y que una gran parte de los recur­sos vegetales utilizados han debido perderse. El modo de llegada de los restos vegetales al yacimien­to asumimos que es antrópico, en el caso de la made­ra para su uso como combustible y en el caso de fru­tos como avellanas y bellotas para su utilización en la alimentación humana o animal.

Las estructuras tumulares de Arrubi y Esnaurreta están relacionadas con la cultura pastoril en áreas de

140 RUIZ ALONSO, M.

montaña del País Vasco, concretamente se sitúan en la Sierra de Aralar. Es un paisaje típico de un área de montaña (SÁEZ (dir), 1998) con contrastes entre los picos calizos con una vegetación de roquedo y las zonas al pie de estos, colonizadas por praderas debi­do a la práctica continuada del pastoreo. Esto ha ori­ginado amplias zonas deforestadas cubiertas con pra­deras y matorrales. La práctica continuada impide además la recuperación de los bosques caducifolios de la zona como son los hayedos y robledales acidó­filos (CARO BAROJA, 1995). Es probable que, desde épocas prehistóricas, lo pastores se hayan visto obligados por condiciones meteorológicas a trasla­darse con sus ganados desde los pastos invernales, situados en las zonas bajas o en la costa, donde el clima es más benigno, hasta los altos pastos, en donde permanecen durante la temporada estival viviendo en txabolas o chozas de piedra (LEIZAOLA CALVO, 1971). En Esnaurreta y Arrubi se trata de construc­ciones de forma tumular semicircular donde se ubica la habitación del pastor, se incluye en esta un posible foco de calor sin evidencias constructivas. Leizaola (1976) plantea diferentes técnicas constructivas. Las que más se acercan a la tipología de los yacimientos a estudiar son las txabolas tumulares, se levantan sobre un gran túmulo o galgal, que llega a alcanzar en ocasiones más de 3 metros de altur-a. Estos lugares se han utilizado de forma repetida desde épocas anti­guas, en los yacimientos de Esnaurreta y Arrubi esta hipótesis viene apoyada por el amplio arco cronológi­co que han ofrecido las dataciones obtenidas en ambos casos (AGIRRE GARCÍA et al, en prensa b). Puede que este sea el motivo por el que se conservan estos grandes túmulos, ya que al construir el pastor la nueva txabola retira los materiales que le estorban y edifican sobre los escombros (LEIZAOLA CALVO, 1976). Este modo de vida se desarrolla preferente-

mente en zonas aledañas a los macizos montañosos, con abundantes pastizales comunales. Aralar es una de las principales zonas donde se practica con más intensidad esta forma de vida. Dentro del territorio del País Vasco se pueden diferenciar 3 tipos de pasto­reo: 1) pastoreo de gran trashumancia, 2) la trashu­mancia media (se desarrolla en la zona estudiada con rebaños de un menor numero de cabezas de ganado) y 3) el pastoreo mixto o de borda. (LEIZAOLA CALVO, 1999). Entre los tipos de ganados que se pastorean podemos citar ganado ovino, equino, vacu­no, porcino y caprino con una menor entidad. En la actualidad en la zona de Aralar predomina la cabaña ovina pero en las épocas estudiadas en Esnaurreta y Arrubi la cabaña vacuna, atestiguada por los restos óseos recuperados en los yacimientos, era la mayori­taria (AGIRRE GARCÍA et al, en prensa b) Las muestras se agrupan en un único periodo cronológi­co: Alta Edad Media. Los resultados obtenidos por las dataciones de 14c enmarcan a Esnaurreta entre la segunda mitad del siglo VII y la segunda mitad del X y para Arrubi marcan un amplio espectro cronológi­co que abarca desde los siglos VI-VII hasta la transi­ción de los siglos IX-X en la más reciente.

El estudio antracológico que aquí presentamos se ha realizado sobre 555 carbones del yacimiento de Esnaurreta y 1483 del yacimiento de Arrubi. Se observa una mayor diversidad en el yacimiento de Arrubi con 11 taxones y un número mínimo de 1 O especies (tejo, arce menor, arce, aliso, avellano, bre­zos, haya, fresno, leguminosas, roble albar/peduncu­lado/pubescente/quejigo/melojo, olmo), frente a 8 taxones y a un número mínimo de 8 especies que apa­recen en Esnaurreta (arce, aliso, avellano, haya, fres­no, espino albar/manzano/peral, roble albar/ pedun­culado/pubescente/quejigo/melojo, sauce).

ESNAURRETA

Capa 1 Capa2 Capa3

Fragmentos de pericarpio de Corylus avellana 11 26 27

Tabla 5. Material carpológico localizado entre las muestras antracológicas del yacimiento de Esnaurreta (Aralar).

ARRUBI

Capa 1 Capa 3

Fragmentos de pericarpio de Corylus avellana 4

Quercus sp. Cotiledón 1

Tabla 6 Material carpológico localizado entre las muestras antracológicas del yacimiento de Arrubi (Aralar).

KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07

MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBI Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR, GIPUZKOA): 141 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA

• Acer sp .

• Alnus

D Corylus avellana

D Fagus sylvatica

• Fraxinus sp.

liJ . Pomoideae

• Quercus subg. Quercus

• Salix sp.

Figura 3.Datos antracológicos porcentuales totales del yacimiento de Esnaurreta. n=555

• Acer tipo campestre

O Acersp .

• Alnus

ti) Fagus sylvatica

• Fraxinus sp .

• Ulmus

D OTROS

Figura 4. Datos antracológicos porcentuales totales del yacimiento de Arrubi. n=1483.

En las figuras 3 y 4 podemos observar la madera identificada en los dos yacimientos. En ellas se observa claramente la diferencia entre los yacimientos y la presencia mayoritaria del haya en el yacimiento

- de Esnaurreta y del fresno en el caso de Arrubi.

KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07

En conjunto, los dos taxones mayoritarios son el haya y el fresno. Nos parece poco probable que la madera carbonizada proceda de zonas alejadas. Por ello, la abundancia de madera de Fagus sylvatica sugiere la existencia en las inmediaciones del yací-

142 RUIZ ALONSO, M.

miento de Esnaurreta de extensiones de hayedos, mientras que en Arrubi existe una utilización prefe­rencial de Fraxinus sp. quizá debido al cultivo por parte del ser humano. Potencialmente, como ya hemos comentado anteriormente, Arrubi y Esnaurre­ta se situarían en un entorno de hayedos calcícolas o éutrofos, bosques potenciales del piso montano, al norte de la divisoria de aguas (ASEGUINOLAZA et al, 1989).

El haya tiene una madera muy apreciada por su textura fina y uniforme, no se astilla por los golpes, muy valorada en ebanistería para realizar útiles diver­sos, aunque es una madera poco utilizada para la construcción por no resistir cambios de humedad (AIZPURU et al, 1990). Los maderos mayores son muy buscados para el corte y la ebanistería y las cali­dades inferiores se utilizan para carrocería, marquete­ría, fabricación de muebles en madera curvada, cepi­llos, etc. (VVAA, 1998 y RIVERA Y OBÓN DE CASTRO, 1991). Es una madera dura y proporciona un combustible muy valorado y, al igual que su car­bón, son considerados de alta calidad (DE HERRERA, 1513), aunque dura menos que el de roble o encina (ABELLA, 1996). También sus ramas se utilizan para calefacción y carbonización (VVAA, 1998). Sus frutos y sus hojas tiernas son comestibles. Con el líber de la madera se ha elaborado harina en épocas de hambre. Los brotes tiernos primaverales pueden comerse en ensalada (ABELLA, 1996). Anti­guamente se han utilizado para hacer tazas y herra­mientas de carpintería (RIVERA Y OBÓN DE CASTRO, 1991) y Virgilio la recomendaba para el palo de arado (RIVERA Y OBÓN DE CASTRO, 1991).

Los frutos, hayucos, son ricos en aceite, utiliza­bles como combustible para el alumbrado o en coci­na (VVAA, 1998 y RIVERA Y OBÓN DE CASTRO, 1991) y su corteza ha sido utilizada en ocasiones como superficie de escritura (RIVERA Y OBÓN DE CASTRO, 1991).

Muchos estudios indican que durante el Holoceno los hayedos, como formaciones forestales a gran escala, se extendieron tarde en Europa occidental, fundamentalmente a partir del 5000 B.P. (ZAPATA, 2002, CAROZZA et al, 2005, JALUT et al, 1998, MONNA et al, 2004). Esto no indica que no existie­ran hayas con anterioridad. Diferentes autores defien­den que la expansión de Fagus sylvatica se realizaría a partir del sur y sudeste de Europa, penetrando en la Península Ibérica a través de los Pirineos orientales y extendiéndose hacia el sur y el oeste (HUNTLEY Y BIRKS, 1983), C. Peñalba también defiende esta gra­dación (PEÑALBA 1989 y 1992). Cada vez existen

más dataciones que se encuentran fuera de este esquema y se plantea la existencia de "zonas refugio" a partir de las cuales Fagus sylvatica se extiende con las condiciones adecuadas (IRIARTE 1994, UZQUIANO, 1992, ZAPATA y MEAZA, 1998). Las causas de su expansión responden a una conjunción de efectos naturales y antropógenos (POTT, 1995). La madera de haya se documenta en el País Vasco y su entorno durante el Paleolítico superior final y el Mesolítico. Durante el Neolítico su polen se identifi­ca en Bizkaia (IRIARTE, 1999a) y en el Sistema Ibé­rico (GIL-GARCÍA y TOMÁS-LAS HERAS, 1995). En el Calcolítico-Edad del Bronce la madera está pre­sente en la sierra de Cameros y en la cueva de Arena­za (UZQUIANO y ZAPATA, 2000). En tomo al 4000 B.P. los hayedos debían formar masas boscosas importantes en algunas zonas de Euskal Herria. No parece que con anterioridad formaran grandes exten­siones, pero Fagus sylvatica no estuvo ausente por completo en el paisaje vegetal (ZAPATA, 2002).

El género de los fresnos está integrado por dife­rentes especies, en la Península Ibérica, se localizan básicamente dos especies autóctonas el fresno común (Fraxinus excelsior) y el fresno de hoja estrecha (Fraxinus angustifolia) o del sur. Desde el punto de vista de la etnobotánica y mitología que existe en tomo al fresno, las referencias recogidas son comu­nes a las diferentes especies y a los distintos usos y aprovechamientos.

La madera de fresno ha sido muy apreciada desde la antigüedad, al ser resistente y poseer gran elastici­dad (UZQUIANO, 2000), además de ligera y dura, al tiempo que fácil de trabajar. Es una madera apta para la carrocería y buena para carretería y tornería. En cestería las tiras de madera de fresno forman cestos muy resistentes (ABELLA, 1996). Las ramas se han utilizado como soporte para entrelazar otros materia­les, como estacas para cerraduras y como soporte de las alubias o viñas (ABELLA, 1996). Puede ser doblada al vapor, es fácil de pulir, se utiliza mucho en carpintería para fabricar mangos de herramientas (RIVERA y OBÓN DE CASTRO, 1991), es una buena madera para hacer lanzas y arcos (DE HERRERA, 1513). Se utiliza en carpintería en piezas rectas o curvadas (si bien requiere tratamiento para alargar su vida), (www.fut.es), también se ha utiliza­do en ebanistería, para construir bastones y garrotas por los pastores (www.sierradebaza.org), tiene gran­des cualidades impermeables. El fresno tiene una gran importancia en la economía pastoril. Para la fabricación de los cierres, los pastores aprovechan los materiales que tienen más a mano, por lo que utiliza­ban avellanos y fresnos en los lugares donde existían. A parte de la utilización que le dan a las ramas para

KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07

MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBI Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR. GIPUZKOA): 143 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA

los cierres, es un árbol que debido a su gran fronda y a sus periódicos podados produce gran cantidad de ramas que proporcionan una codiciadora sombra durante la estación estival (LEIZAOLA CALVO, 1976).

La leña y carbón del fresno son combustibles de calidad (AIZPURU et al, 1990). Es una de las mejo­res leñas y arde incluso verde (ABELLA, 1996). La madera de fresno posee un alto poder calorífico. Quema con una llama larga y duradera. Es una made­ra fácil de astillar, por estas dos razones es una made­ra apropiada para quemar (KREUZ, 1992).

El fresno es a su vez una especie forrajera. Cuan­do se cortaban las ramas de fresno para el ganado, se troceaban y separaban las ramas más gruesas para leña, mientras que las ramas más finas, se aprovecha­ban para construir cestas y capazos (www.sierradeba­za.org). Las hojas de ramón del fresno son muy ade­cuadas para la alimentación del ganado, por lo que estos árboles suelen descabezarse (AIZPURU et al, 1990), sus abundantes hojas son utilizadas como sobrealimento para los carneros durante la época en que éstos cubren al rebaño (LEIZAOLA CALVO, 1976), se ha utilizado como forraje verde o seco para ovejas, cabras y vacas (ABELLA, 1996). En la Península se plantaba en las regiones cantábricas, en las cercanías de prados y cabañas, con el fin de ali­mentar al ganado y dar sombra. En años de sequía y escasez de hierba, se secaban sus hojas al sol y se metían en el pajar en lugar de heno (ABELLA, 1996). En el País Vasco este uso esta extendido en las mon­tañas donde pasta el ganado ovino y para ello se cul­tiva en las majadas (AIZPURU et al, 1990). En Ara­lar el fresno siempre se sitúa alrededor de cualquier construcción humana, su presencia tiene un sentido económico pero sobre todo es el protector de las casas y bordas, las mantiene sombreadas en verano y en invierno las aleja del rayo, esta es la finalidad prin­cipal con la que se plantan cerca de las construccio­nes. Ignacio Abella (1996) recoge que se dice que su consumo aumenta la leche a las vacas, aunque "le da mal gusto". La utilización de árboles forrajeros ofre­ce una alimentación más rica en oligoelementos extraídos del subsuelo, que complementa la dieta de forma muy positiva para la salud del ganado. Las ramillas de fresno constituyen un aporte importante en la dieta de los bóvidos y esto se ha constatado en yacimientos de los Alpes (THIEBAULT, 1988). Los resultados antracológicos de ocupaciones calcolíticas de los Alpes reflejan un paisaje vegetal donde el ave­llano ha cedido a favor del fresno y los robles caduci­folios. Thiebault plantea la hipótesis del aprovecha­miento del fresno como una especie forrajera asocia­do a la ganadería de bóvidos (THIEBAULT, 1988).

KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07

Se asocian las fluctuaciones que registra el fresno y tejo en relación con el tipo de cabaña ganadera que imperaba en cada ocupación (UZQUIANO, 2000).

Debido al uso como alimento para el ganado de las hojas de fresno, es muy propio el desmoche o des­cabezado de los fresnos con este fin, hábito que les da un aspecto muy característico con la parte superior del tronco engrosada y ramas jóvenes y delgadas, lle­gando a almacenarse las hojas en establos y pajares, como alimento invernal del ganado. Es común encon­trarse con ejemplares de este árbol en las majadas de las sierras de Aralar, Aitzgorri, Zaraya, Ernio, etc (LEIZAOLA CALVO, 1976).

En entrevistas realizadas por Lydia Zapata y Leo­nor Peña Chocarro a campesinos con el fin de obtener información acerca del aprovechamiento tradicional de los recursos forestales en Bizkaia (ZAPATA y PEÑA-CHOCARRO, 2003), se obtienen diferentes datos sobre el uso del fresno. El forraje arbóreo es el que procede de las hojas y ramas pequeñas de árboles y arbustos. Se suele recurrir a él en momentos de escasez de pasto (si el verano venía seco, cuando nevaba ... ). En Sopuerta el fresno está considerado como el mejor forraje de árbol. En Gordexola, en pre­visión del mal tiempo, se solía cortar y almacenar en sacos la hoja de roble y fresno para vacas y bueyes. En Zalla, si el verano era seco y no había comida para el ganado, se cortaba y se daba en verde fresno, chopo, roble y encina. También se podía dejar secar pero no era habitual. En Galdames, el fresno se podía aprovechar pero en este municipio era un árbol esca­so. (ZAPATA y PEÑA-CHOCARRO, 2003).

Además, las hojas del fresno tienen diferentes usos medicinales, gozando de propiedades diuréticas y antirreumáticas. En infusión se consideran efectivas en artritis y crisis de gota, se han utilizado como laxantes. Su acción parece ser debida a derivados polifenólicos. También la corteza del fresno tenía reputación como tónica y febrífuga, pero no se usa en la actualidad. Una propiedad curiosa es la que atribu­ye a sus semillas que, bien maduras, secas, reducidas a polvo y tomadas con vino, servirían para adelgazar (www.la-almenara.com). Otros uso del fresno, como es el aprovechamiento de sus hojas y corteza para tra­tar procesos respiratorios o reumáticos, así como dolores de las articulaciones, han desaparecido en la actualidad dados sus nulos efectos, siendo su referen­cia meramente anecdótica. (www.sierradebaza.org).

En la mitología germánica el fresno es considera­do como el árbol del mundo, que contiene en sí toda la fuerza del universo. En la mitología griega el fres­no también desempeñó un importante papel, y apare-

144 RUIZ ALONSO, M.

cía consagrado a Poseidón, dios de los mares y océa­nos y también de los ríos y lagos. En las tradiciones más actuales, se considera que el fresno es protector de las casas y celebraciones matrimoniales, tradición heredada del relato trascrito de las bodas de Peleo y Tetis. Existe la antigua costumbre de plantarlo junto a las casas rurales, ermitas e iglesias, al considera que aleja el rayo (www.sierradebaza.org). También es un árbol enraizado en la mitología de la vertiente cantá­brica del País Vasco, donde las ramas protegen toda­vía las entradas de las casas en primavera. (AIZ­PURU et al, 1990). Según la tradición de toda la sie­rra de Aralar, "aleja" el rayo, las construcciones de la Sierra de Aralar son cabañas situadas en lugares muy expuestos, ladera sin vegetación y elevadas por lo que los fresnos se plantarían cerca de estas ellas pará protegerlas de los rayos (ABELLA, 1996).

El otro tipo de restos carbonizados que encontra­mos en los yacimientos aquí analizados son los car­pológicos. En ambos son escasos y de poca variedad: 64 fr~gmentos de pericarpio de Corylus avellana en el yacimiento de Esnaurreta y 4 restos de pericarpio de· Corylus avellana y un cotiledón Quercus sp. (bellota) en Arrubi.

Los restos de pericarpio de Corylus avellana (ave­llanas) son unos de los más recuperados en los yaci­mientos arqueológicos de Europa occidental. Se pue­den apuntar diferentes causas para explicar la apari­ción de avellanas en los yacimientos (ZAPATA, 2002 y ZAPATA, 2000): 1) alta disponibilidad en el medio, distribuyéndose por la mitad septentrional del País Vasco, 2) frecuente carbonización de los frutos de manera intencionada para su almacenamiento, matar insectos, romper las cáscaras, alterar su contenido de aceite, facilitar su molido, etc. y 3) conservación dife­rencial de los restos por la dureza de su cáscara.

Son frutos muy nutritivos con gran cantidad de grasas, proteínas e hidratos de carbono y se digieren con facilidad. Tienen un gran aporte energético por lo que resultan útiles para momentos en los que el orga­nismo realiza un gran esfuerzo.

Dentro de las muestras del yacimiento de Arrubi, además de la aparición de 4 fragmentos de pericarpio de Corylus avellana se ha identificado un fragmento de cotiledón de Quercus sp. (cotiledón de bellota). Los taxones que proporcionan este fruto no se locali­zan en el entorno del yacimiento por lo que tienen que haber sido traídos de forma intencional a la caba­ña. Los únicos restos antracológicos que hemos iden­tificado de Quercus subgénero Quercus se sitúan en la capa 4, el cotiledón aparece en la capa 3. El uso de la bellota no se tiene que vincular necesariamente a la

alimentación humana, puede utilizarse además como curtientes y como alimento para el ganado. En el caso de Arrubi, al tratarse de una cabaña de pastores pode­mos relacionar la aparición de un resto de bellota con el alimento para el ganado, sin descartar su consumo por parte de los humanos, o su ubicación en el yaci­miento de manera fortuita. Los restos faunísticos localizados se corresponden con bovino doméstico (72%) y ovicaprino (28%), no aparece ningún resto de porcino (sí aparece en Esnaurreta). A pesar de esto, tenemos que tener en cuenta la posible utiliza­ción de la bellota en la dieta humana (ZAPATA, 2002). Las bellotas de las diferentes especies de Quercus tienen una variedad de distintos tipos de nutrientes (proteínas, carbohidratos, grasas, vitami­nas y minerales) y de toxinas (taninos y glucósidos) (PEREIRA SIESO, 2002). Son nutritivamente simi­lares a los cereales. Suelen distinguirse entre varieda­des de bellota amarga y dulce, todos los tipos de bellota son comestibles si los taninos se eliminan o neutralizan (ZAPATA, 2002). Las bellotas más dulces se pueden comer directamente en crudo, asadas o her­vidas. Sin embargo aquellas que se caracterizan por una mayor concentración de taninos, y/o tiene un papel protagonista en la dieta habitual se someten a un procesado más complejo. Los taninos pueden ser eliminados mediante una serie de procesos como la lixiviación, tostado, cocido o mezclándolas con pequeñas cantidades de arcilla o ceniza. Después se suelen reducir a harina y se hornean en forma de pan o torta o se cocinan en forma de sopa o puré (MASON 1992, MCCORRISON 1994, CITADO EN ZAPATA, 2002) (PEÑA-CHOCARRO et al, 2000 ZAPATA 2000)

Podemos encontrar bellotas conservadas en los yacimientos por carbonización al entrar en contacto con el fuego, por ejemplo al ser tostadas o secadas (PEÑA-CHOCARRO et al, 2000). Si se comieron crudas, hervidas o en puré, las posibilidades de con­servación son mucho menores. El descascarillado previo a su procesamiento parece una práctica habi­tual que en parte puede explicar la recuperación casi exclusiva de los cotiledones. Los motivos para asar o tostar este fruto puede tener como objetivos el aumentar el periodo de almacenamiento, matar insec­tos, romper la cáscara, alterar su contenido en aceite, mejorar su sabor o facilitar su molienda, eliminar toxinas, etc. (ZAPATA, 2002).

Los estudios sobre el paisaje vegetal y aprove­chamiento se sus recursos por parte del Ser Humano son tremendamente escasos en la zona en la que se sitúan los dos depósitos aquí estudiados. Los trabajos arqueobotánicos sobre la Sierra de Aralar publicados hasta el momento se reducen a los estudios palinoló-

KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07

MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBI Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR. GIPUZKOA): 145 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA

gicos de Praalata, Aitxu (IRIARTE, 1997), Unanabi, Napalatza y Txoritegi (IRIARTE, 1999b). Se trata de un proyecto global que incluye el estudio palinológi­co de 5 de los monumentos megalíticos localizados en la estación megalítica de Ataun-Burunda (IRIARTE, 1999b).

Praalata, Unanabi y Napalatza parecen ser los monumentos más antiguos, encuadrados dentro del Eneolítico en función de su arquitectura, materiales y datos absolutos. En un segundo grupo de depósitos esta Aitxu, enmarcado en la Edad del Bronce. Final­mente la construcción y empleo del túmulo de Txori­tegi parece plenamente encuadrable en época medie­val. En ocasiones la vida de una estructura tiene un largo período de empleo (IRIARTE, 1999b). La auto­ra señala la homogeneidad taxonómica de los depósi­tos analizados en este proyecto. Casi todos los taxo­nes del análisis son comunes entre los diferentes depósitos. Merece la pena observar la aparición de diferentes taxones como Fagus sylvatica, presente en todas las muestras estudiadas excepto en Praalata (el yacimiento más antiguo) (IRIARTE, 1999b). Maria José Iriarte desarrolla diferentes conclusiones: 1) Se observan grandes similitudes entre las 5 estructuras analizadas, 2) El paisaje vegetal durante los últimos cuatro milenios sigue pautas similares al medio ambiente actual, con abundante humedad ambiental que permite el desarrollo de un bosque caducifolio y su cortejo herbáceo y arbustivo (IRIARTE, 1999b).

5. CONCLUSIONES

• Las estructuras estudiadas (Esnaurreta y Arrubi) son fondos de cabaña tumulares localizados en la Sierra de Aralar. La cronología de las estructu­ras se enmarca en época histórica: Alta Edad Media, con dataciones en madera en los dos casos estudiados. Se han conservado diferentes tipos de macrorrestos vegetales carbonizados: un cotile­dón de bellota, fragmentos de pericarpio de ave­llana y, sobre todo, madera. Esto es muy frecuen­te ya que incluso a simple vista podían observarse carbones en el sedimento entre los clastos y la tie­rra oscura.

El carbón no procede de hogares o estructuras concretas sino que se encuentra disperso en el sedimento aunque sí se observan piedras rubefac­tadas y una coloración rojiza en el sedimento pero sin ningún resto de estructuras de combustión. El modo de llegada de los restos botánicos es con toda probabilidad antrópico debido a la utilización que han tenido las zonas excavadas como estruc­turas relacionadas con la cultura pastoril.

KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07

En el yacimiento de Esnaurreta el taxón más abundante es el haya mientras que en Arrubi es el fresno. Los dos son árboles muy apreciados como combustible. El fresno lo es a su vez como forraje de las cabañas ganaderas, un motivo que puede explicar su importante presencia.

• Los restos carpológicos son escasos y de poca variedad, identificándose únicamente pericarpios de avellana, probablemente utilizadas en la ali­mentación humana, tanto en Esnaurreta como Arrubi, y un cotiledón Quercus sp. (bellota) en Arrubi

7 BIBLIOGRAFÍA

Abella, I.

1996 La Magia de los árboles. Integral. Barcelona

Agirre, J.; Flores, Mª.; Moraza, A.; Mujika, J.A.; Reparaz, X.; Telleria, E.

2003 Sierra de Aralar (Ataun, Mancomunidad de Enirio-Aralar), Arkeoikuska 03: 132-137.

Agirre García, J.; Moraza, A.; Mujika, J.A.; Reparaz, X.; Telleria, E.

2004 Sierra de Aralar (Unión Enirio Aralar), Arkeoikuska 04: 153-159.

Agirre García, J.; Moraza, A.; Mujika, J.A.; Reparaz, X.; Telleria, E.

en prensa a El fondo de cabaña pastoril de Oidui (Sierra de Aralar). Kobie.

Agirre García, J.; Moraza, A.; Mujika, J.A.; Reparaz, X.; Telleria, E.

en prensa b Los fondos de cabaña pastoriles de Esnaurreta y Arrubi (Sierra de Aralar). Kobie.

Aizpuru, I.; Catalán, P.; Garin, F.

1990 Guía de los árboles y arbustos de Euskal Herria. Gobierno Vasco, Vitoria-Gasteiz.

Alturo Monné R.A.

1997 Coscoja [on line].[Acceso 18 abril 2006]. Disponible en www.fut.es

Aseguinolaza, C.; Gómez, D.; Lizaur, X.; Montse­rrat, G.; Morante, G.; Salaverria, M.R.; Uribe-Echevarria, P.Mª

1989 Vegetación de la Comunidad Autónoma del País Vasco. Gobierno Vasco, Vitoria-Gasteiz.

146 RUIZ ALONSO, M.

Aseginolaza, C., Gómez, D., Lizaur, X., Montse­rrat, G., Morante, G., Salaverria, M. R. y Uribe-Echevarria, P.M.

1992 Mapa de Vegetación de la Comunidad Autó­noma del País Vasco. Gobierno Vasco, Vito­ria-Gasteiz.

Akeret, O., and Jacomet, S.

1997 Analysis of plant macrofossils in goat/sheep faeces from the Neolithic lake shore settle­ment of Horgen Scheller - an indication of prehistoric transhumance? Vegetation His­tory and Archaeobotany 6: 235-239.

Austad, l.

1988 Tree Pollarding in Western Norway. In Birks, H.H., Birks, H.J.B., Kaland, P.E., and Moe, D. (eds.), The cultural landscape. Past, pre­sent and future, Cambridge University Press, Cambridge, pp. 11-29.

Asouti, E.

2004 Charcoal analysis web [on line]. [Acceso marzo 2006]. Disponible en httm:// www. ucl.ac.uk/-tcrneas/Index.htm

Badal, E.

1999 El potencial pecuario de la vegetación medi­terránea: las Cuevas Redil. Saguntum Extra-2: 69-75.

Behre, K.-E., and Jacomet, S.

1991 The ecological interpretation of archaeobota­nical data. In van Zeist, W., Wasylikowa, K., and Behre, K.-E. (eds.), Progress in Old World Palaeoethnobotany, A.A. Balkema, Rotterdam, pp. 81-108.

Biblioteca digital de la Universidad de Chile

2006 [on line].[Acceso Abril 2006]. Disponible en mazinger.sisib.uchile.cl/repositorio/ap/ ciencias_ quirnicas_y _farmaceuticas/ apbot­farm2d/evanswc01/18 .html

Blanco, E., Casado, M.A., Costa, M., Escribano, R., García, M., Génova, M., Gómez, A., Gómez, F., Moreno, J.C., Morla, C., Regato, P. y Sainz, H.

1997 Los bosques ibéricos una interpretación geo­botánica. Ed. Planeta, Barcelona.

Caro Baroja, Julio

1995 Julio Caro Baroja II. Nosotros los vascos. Lur. Bilbao.

Caro Baroja, Julio

1984 Julio Caro Baroja I. Nosotros los vascos. Lur. Bilbao

Carozza, L, Galop, D., Marembert, F y Monna, F.

2005 Quel statut pour les espaces de montagne durant l'age du Bronce ? Regards criosés sur les appriches société-environnement dans les Pyrénées occidentales. Documents d'Arcéo­logie méridionales 28 , pp 7-23.

Ceresnet

2005 [on line]. [acceso 20 Marzo 2006]. Dispo­nible en www.ceresnet.com/ceresnet/esp/ taponero/tema 1-2.html -

Chabal, L.

1997 Foréts et sociétés en Languedoc (Néolithique final, Antiquité tardive ). L' anthracologie, méthode et paléoécologie. Éditions de la Maison aes Sciences de l'Homme, París.

Chapman, G. W.

2005 La silvicultura en Irak [ on line] Unasylva - Vol. 2, No. 5 [Acceso marzo 2006]. Disponible en www.fao.org/docrep/x5346s/x5346s06.htm

Contreras Cortés, F.; Morales Muñiz, A.; Peña Chocarro, L.; Robledo, B.; Rodríguez Ariza, Mª O.; Sanz Bretón J. L.; Trancho, G.

2006 Avance al estudio de los ecofactos del pobla­do de Peñalosa (baños de la encina, jaen). Una aproximación a la reconstrucción medioambiental [on line] [Acceso marzo 2006]. Disponible en www.ugr.es/-fccor­tes/curriculum/anuario92.html

Coscoja

1997 Fagus sylvatica L [on line] [Acceso Abril 2006]. Disponible en www.fut.es/-raltu­ro/coscoja/arbol/fagaceae/fsyl.htm

De Herrera, A.

1513 Agricultura General. Edición de 1996, Minis­terio de Agricultura, Madrid.

Diputación Foral de Bizkaia

2006 [on line] [Acceso Enero 2006]. Disponible en www.bizkaia.net/nekazari tza/za b algu­neak/Fitxak/ca_hayedo.htm

Favre, P., and J acomet, S.

1998 Branch wood from the lake shore settlements of Horgen Scheller, Switzerland: Evidence for econornic specialization in the late Neo-

KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07

MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBI Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR, GIPUZKOA): 147 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA

lithic period. Vegetation History and Ar­chaeobotany 7: 167-178.

Fraxigen

2005 [on line] Los fresnos. [Acceso marzo 2006]. Disponible en www.fraxigen.net/pdfs_and_ docs/brochure_es_txt.html

Garcia Esteban, L.; Guindeo Casasús, A.

1989 Anatomía de las maderas frondosas españo­las. AITIM, Madrid.

Gil-García M.J. y Tomás-Las Heras, R.

1995 Evolución de la vegetación a partir del Sub­boreal en el Sistema Ibérico: Sierra Cebolle­ra (La Rioja). En T. Aleixandre Campos, A. Perez- Gonzalez (eds) 1995, pp 339-346. CSIC. Madrid.

Greig, J.

1984 The palaeoecology of sorne British hay mea­dow types. In van Zeist, W., and Casparie, W. (eds.), Plants and Ancient Man. Studies in Palaeoethnobotany. 6th Symposium Palaeoeth­nobotany, A.A. Balkema, Rotterdam, pp. 213-226.

Gutiérrez Cuenca, E

1999 La agricultura en la prehistoria reciente de la región cantábrica: evidencia arqueológica y modelos explicativos Nivel Cero 6-, 7 Pág. 61-84, Santander.

Halstead, P., and Tierney, J.

1998 Leafy Hay: an Ethnoarchaeological Study in NW Greece. Environmental Archaeology 1: 71-80.

Hather, J. G.

2000 The identification of the Northern European woods. A guide far archaeologists and con­servators. Archetype Publications, Londres.

Huntley, By Birks, H.J.B.

1983 An Atlas of past and present pallen maps far Europe: 0-13000 yerars ago (BP). Cambrid­ge University Press, Cambridge.

Iriarte Chiapusso, M. J.

1994 El paisaje vegetal de la Prehistoria reciente en el Alto Valle del Ebro, sus estribaciones atlánticas. Datos polínicos. Antropización del paisaje, primeros estadios de la encomia de producción. Deparatamento de Geografía, Prehistoria, Arqueología. Facultad de Filolo-

KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07

gía, Geografía e Historia, UPV/EHU, Vito­ria-Gasteiz. Tesis doctoral inédita.

Iriarte Chiapusso, M. J.

1997 El entorno arqueobotánico de la estación megalítica de Ataun-Burunda (Gipuzkoa) I. Los dólmenes de Praalata y Aitxu (Ataun­Idiazabal). Isturitz 7. Pp. 131-143.

Iriarte Chiapusso, M. J.

1999a Estudio palinológico del dolmen La Cabaña 4. Isturitz 10. pp 242-245.

Iriarte Chiapusso, M. J.

1999b El entorno arqueobotánico de la estación megalítica de Ataun-Burunda (Gipuzkoa) II. Los dólmenes de Unanabi y Napalatza (Idia­zabal) y el túmulo de Txoritegi (Zerain). Istu­ritz 10. Pp 247-258.

Jalup, G., Galop, D., Belet, J.M., Aubert, B., Esteban Amat, A., Bouchette, A., Dedoubat, J.J., y Fontugne, M.

1998 Historie des forets du versant nord des Pyré­nées au cours des 30000 dernieres années. J. Bot. Soc. bot. Fr. 5. Pp: 73-84

Kreuz, A.

1992 Charcoal from ten early Neolithic settlements in Central Europe and its interpretaion in terms of woodland management and wild­wood resources. Bulletin de la Société Bota­nique de France 139 (Actual. bot. 2/3/4): 383-394.

La Almenara

2006 El fresno base del ecosistema [on line] [acce­so 25 Marzo 2006]. Disponible en www.la­al menara. c om/agenda/fa una-flora/ 5_fauna_flora/5_fauna-flora_fresno.htm

Leizaola Calvo, Fermín

1971 Aspectos de la vida pastoril y trashumancia en el País Vasco. En I Semana de Antropología Vasca. Ed la Gran enciclopedia vasca. Bilbao.

Leizaola Calvo, Fermín

1976 La ganadería como actividad industrial. Tec­nicas pastoriles. En III Semana de Antropolo­gía Vasca. Tomo 1. Ed la Gran enciclopedia vasca. Bilbao.

Leizaola Calvo, Fermín

1979 Cultura pastoril. En Euskaldunak: la etnia vasca. Dir. José Miguel de Barandiaran San sebastian: Etor

148 RUIZ ALONSO, M.

Leizaola Calvo, Fermín

1997 El pastoreo en Euskal Herria y su relación con el bosque. Zainak. Cuadernos de Antropología-Etnografía nº 14, Comunidades de montaña. Pp 189-202.

Leizaola Calvo, Fermín

1999 Agricultores. El cultivo de la tierra. En Etno­grafía del pueblo vasco: modos de vida tradi­cionales. Lasarte-Oria: Ostoa.

López González, G.

2001 Los árboles y arbustos de la Península Ibéri­ca e Islas Baleares. Madrid. Ediciones Mundi-Prensa.

Monna, F., Galop, D., Carozza, L., Tual, M., Beyrie, A., Marembert, F., Chatean, C., Dominik, J., Grousset, F.E.

2004 Science of the Total Enviroronment 327. Pp: 197-214.

Moraza, A.; Moro, l.; Mujika, J.A.

2003 Contribución al estudio de las estructuras tumulares en arqueología: entre la similitud morfológica y la disparidad de funciones .. Veleia 20,243-272. Servicio editorial de la Universidad del País Vasco, Vitoria/Gasteiz.

Orme, B.J., and Coles, J.M.

1985 Prehistoric Woodworking from the Somerset Levels: 2. Species Selection and Prehistoric Woodlands. Somerset Levels Papers 11: 6-14.

Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

2006 [on line]. [acceso Enero 2006]. Disponible en www.tecnun.es/ Asignaturas/ Ecologia/Esp­N aturales/Ordesa/Flora.htm

Paterson, R.T.

1993 Use of Trees by livestock. Quercus, Natural Resources Institute.

Peña-Chocarro, L; Zapata Peña, L; Gonzalez Urquijo, J.E.; Ibáñez Estévez, J.J.

2000 Agricultura, alimentación y uso del combus­tible: aplicación de modelos etnográficos en Arqueobotánica. Sagutum-Plav, extra 3.pp 403-420

Peñalba, M.C.

1989 Dynamique de végétation tardiglaciaire et Holocene de centre-nord de l 'Espagne d'apres l'analyse pollinique. Univ. d' Aix. Marseille III.

Peñalba, M.C.

1992 La vegetación, el clima de los Montes Vascos durante el Pleistoceno superior, el Holoceno segun los análisis polínicos. En A. Cearreta, F.M. Ugarte (eds) The Quatemary in the Western Pyrenean Region, pp.171-182. Uni­versidad del País Vasco, Bilbao.

Pereira Sieso, Juan

2002 Bellotas, el alimento de la edad de oro.[on line]. [acceso 5 Febrero 2006]. Disponible en www.ucm.es

Poder Natural

2006 compendio de la medicina natural y altemativa.[on line]. [acceso 26 Febrero 2006] Disponible en www.podematural.com/ Plantas_20Medicinales/Plantas_H/p_haya.htm

Pott, R.

1995 El desarrollo natural del bosque en el período postglaciar, bajo el influjo del hombre prehis­tórico y del hombre actual. Texto inédito de la conferencia pronunciada en el campus de Leioa, UPV/EHU(l2-5-1995).

Probico

2006 Montes y bosques Vascos on line]. [acceso 12 Mar 2006]. Disponible enwww.probicosl. com/html/montevasco.htm

Rasmussen, P.

1990 Leaf foddering in the earliest neolithic agri­culture. Evidence from Switzerland and Den­mark. Acta Archaeologica 60: 71-86.

Rasmussen, P.

1993 Analysis of Goat/Sheep Faeces from Egolz­wil 3, Switzerland: Evidence for Branch and Twig Foddering of Livestock in the Neolit­hic. Journal of Archaeological Science 20: 479-502.

Real Jardin Botánico de Madrid

2006 [on line]. [acceso Abril 2006]. Disponible en www .rj b.csic. es/im presion. ph p ?sec­cion=visitav&q=4

Revista digital de la Sierra de Baza

2006 El fresno del sur o de hoja estrecha (Fraxinus angustifolia)[on line]. [acceso Marzo 2006]. Disponible en www.sierradebaza.org

Reynolds, P.J.

1987 Ancient Farming, Shire Publications Ltd, Aylesbury.

KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07

MADERA CARBONIZADA EN LOS FONDOS DE CABAÑA DE ARRUBI Y ESNAURRETA (SIERRA DE ARALAR, GIPUZKOA): 149 VEGETACIÓN Y RECURSOS FORESTALES EN LA EDAD MEDIA

Rivas-Martinez, S.

1987 Memoria del mapa de series de vegetación de España. Publicaciones del Ministerio de Agricultura, pesca y alimentación. Madrid.

Rivera, D.; Obón de Castro, C.

1991 La Guía de INCAFO de las plantas útiles y venenosas de la Península Ibérica y Balea­res. INCAFO, S.A .. Madrid.

Sáez, J. A (dir)

1998 Nosotros, los Vascos. Ama lur: geografía físi­ca y humana de Euskalherria. Bilbao

Schweingruber, F. H.

1990 Microscopic wood anatomy. WSLFNP. Swir­tzerland.

Thiebault, S.

1988 L 'homme et le milieu végétal. Analyse ant­hracologique de six gisements de pré-Alpes au Tardiglaciaire et au Postglaciaire. Docu­ments d' Archéologie Fran9aise, 15. Maison des Sciences de l'Homme, París.

Thiebault, S.

2001 Anthracoanalyse des établissements néolithi­ques de la région liguro-proven9ale. Bulletin de la Société Préhistorique Fran9aise 98 (3): 399-409.

Universidad de extremadura

2005 Lecciones Hipertextuales De Botánica. Los Fresnos. [on line] [acceso 5 Febrero 2006]. Disponible en www.unex.es/polen/LHB/cola­bora/fresnos.htm.

Uzquiano, P.

1992 Recherches anthracologiques dans le secteur pyrénéo-cantabrique (Pays Basque, Canta­bria et Asturias): Environnements et réla­tions homme-milieu au Pléistocene Supérieur et debut de l 'Holocene. Tesis doctoral. Uni­versité Montpellier II-Sciences et techniques de Languedoc, Montpellier.

Uzquiano, P.

2000 El aprovechamiento del bosque durante el Tar­diglaciar y el Holoceno en la cuenca de Arudy (Pirineos occidentales, Francia). Antracoanáli­sis de las cuevas de Espalungue y Malarode. Complutum l. Pp 143-156.

Uzquiano, P.

2002 Vegetation and firewood management at Cueva de La Vaquera (Segovia, Spain) bet-

KOBIE (Paleoantropología n.º 27). año 2003/07

ween 6 and 3.7 kyr. BP: anthracological contribution to the landscape archaeology of the Spanish Central Mountains. In Thié­bault, S. (ed.), Charcoal Analysis. Metho­dological Approaches, Palaeoecological Results and Wood Uses. Proceedings of the Second International Meeting of Anthraco­logy (París, 2000). BAR International Series 1063, Archaeopress, Oxford, pp. 109-112.

Uzquiano, P. y Zapata, L.

2000 Vegetación y subsistencia durante la Edad del Bronce en el Cantábrico oriental: La cueva de Arenaza (S. Pedro de Galdames, Bizkaia). En: V. Oliveira Jorge (ed).3º Congreso de Arqueología Peninsular. Actas. Vol IX, pp. 51-63. ADECAP, Porto.

Van Zeist, W.

1991 Economic aspects. In van Zeist, W., Wasyli­kowa, K., and Behre, K.-E. (eds.), Progress in Old World Palaeoethnobotany, A.A. Bal­kema, Rotterdam, pp. 109-130.

Vernet, J. L.; Ogereau, P.; Figueiral, l.; Machado, C.; Uzquiano, C.

2001 Guide d'identification des charbons de bois préhistoriques et récents. Sud-Ouest de l'Europe: France, Péninsule Ibérique et Íles Canaries. CNRS Éditions. París.

Vignote, S., Picos, J., y Zamora, R.

2000 Características de las principales maderas utilizadas en Bizkaia: Tecnología y aplicacio­nes, Diputación Foral de Bizkaia, Bilbao.

VVAA

1991 Gran enciclopedia. Larousse. Ed Planeta. Barcelona.

VVAA

1996 Salvat universal. Salvat editors S.A. Barcelo­na.

VVAA

1998 Gran enciclopedia. 15 Lexicultural. Plaza y Janés editores S.A. Barcelona

VVAA

2000 Gran referencia Anaya. Vox. Barcelona.

Wardle, P.

1961 Biological Flora of the British Isles. Fraxinus excelsior. Journal of Ecology 49: 739-751.

150 RUIZ ALONSO, M.

Zapata Peña, L.

2000 La recolección de plantas silvestres en la sub­sistencia mesolítica y neolítica. Datos arqueobotánicos del País Vasco. Complutum, 11. pp 157-169.

Zapata Peña, L.

2002 Modos de subsistencia en el Cantábrico oriental durante el cuarto milenio B.C. Rubri­catum nºl. pp 101-108

Zapata Peña, L.

2002 Origen de la agricultura en el País Vasco y transfonnaciones en el paisaje: análisis de

restos vegetales arqueológicos. Kobie, anejo 4. Diputación Foral de Vizcaya. Bilbao

Zapata, L. y Meaza, G.

1998 Procesos de antropización y cambios en el paisaje vegetal del País Vasco atlántico en la prehistoria reciente: su incidencia en la expansión de hayedos y encinares. Munibe (Ciencias Naturales) 50: pp 21-35.

Zapata, L. y Peña-Chocarro, L.

2003 U so y gestión del bosque en la Euskal Herria atlántica: Aprovechamiento tradicional de los recursos forestales en Encartaciones y Gorbea. Zainak 22, pp 201-215.

KOBIE (Paleoantropología n.º 27), año 2003/07