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138 Enrique Jerez (Burgos, 1980) received his Bachelor of Architecture degree from the ETSA Navarra and obtained 2004 Extraordinary Final Degree Award. He has collabo- rated with offices of JM Ochotorena, Cano Lasso and Francisco Mangado. Since 2005 develops his PhD in ETSA Valladolid, where he is currently preparing his PhD thesis about Spanish pavilion competitions in International Exhibitions between 1937 and 2008. The investigation is supported by a Project and a Reserch Group of the Univerity of Valladolid, with professors Julio Grijalba, Alberto Grijalba and Paloma Gil. Enrique Jerez (Burgos, 1980) es arquitecto por la ETSA de Navarra con Premio Extraordinario de Fin de Carrera (2004). Ha colaborado en los estudios de JM Ochotorena, Cano Lasso y Francisco Mangado. Desde 2005 desarrolla su doctorado en la ETSA de Valladolid, donde actualmente prepara una tesis doctoral sobre los con- cursos de los Pabellones de España en las Exposiciones Internacionales entre 1937 y 2008. La investigación está amparada por un Proyecto y un Grupo de Investigación de la Universidad de Valladolid, con los profesores Julio Grijalba, Alberto Grijalba y Paloma Gil. La mayoría de los edificios a los que nos referiremos nunca habrí- an existido, si por ello entendiéramos que jamás llegaron a cons- truirse. Sin embargo, pervivirán como un rico legado de ideas, como un conjunto de inquietudes, actitudes y estrategias. Hasta llegar a la próxima cita de Shanghai, el camino recorrido por los pabellones españoles en las Exposiciones Internacionales y Universales - desde el primero adscrito al Movimiento Moderno - ha durado más de siete décadas. Todos ellos, excepto el primero, fueron elegidos mediante concurso. En las próximas líneas esbozaremos unos bre- ves trazos sobre algunos de los 53 pabellones concebidos para representar a España en París 1937, Bruselas 1958, Nueva York 1964-65, Sevilla 1992, Hannover 2000, Aichi 2005 y Zaragoza 2008. El legado fundamental de estos 53 proyectos es, de algún modo, intangible, pero abundante: las ideas que los originaron, y que podrían servir de base para próximas arquitecturas, efímeras o permanentes. Su legado material es exiguo: los documentos gráfi- cos y escritos que han sobrevivido hasta nuestros días son, a veces, lamentablemente escasos. En algunas ocasiones ni siquiera planos y fotografías son coherentes entre sí, debido a modifica- ciones de última hora realizadas directamente a pie de obra. En el pabellón de París se eliminó un pilar situado frente al Guernica para poder contemplarlo mejor: […] decidimos suprimir un pilar metálico para darle el mejor espacio visual que su esca- la monumental requería. A las seis de la mañana de la vigilia de la inauguración y des- pués de colgar la estructura del techo inferior de una jácena de la cubierta, retiraron el pilar y la deflexión resultó mínima. ¡Respiramos pasado el momento crítico! Si la escasez o incoherencia documental se da en un pabellón cons- truido, el hecho se enfatiza en los proyectos que no pasaron de los concursos. En estos casos las fuentes documentales son los pane- les del concurso y el testimonio de los propios arquitectos o de sus antiguos colaboradores. La inherente condición efímera de estos edificios es capaz de lograr la inmortalidad a través de la fotogra- fía o los medios audiovisuales, que capturan un instante fugaz para convertirlo en un recuerdo perpetuo. La mayoría de los proyectos presentados en los diferentes concur- sos no tuvieron fortuna y no vieron la luz. No pasaron de ser sue- ños frustrados de sus creadores. Sus características más impor- tantes son tres: su carácter efímero; la ausencia de exigencias fun- cionales “complejas” (más allá de la mera representación y la expo- sición temporal); y el ser fruto de un concurso. No existe un labo- ratorio más propicio para la investigación arquitectónica que un concurso de ideas para un pabellón de exposición, donde se conju- gan la libertad del concurso con la propia del pabellón. Precisamente otro de los valores de estos concursos es el haber reunido a casi todos los arquitectos españoles más representativos de estos 70 años. Tras Lacasa y Sert, arquitectos de la talla de Fernández-Shaw, Moya, Cabrero, Aburto, Fisac, Sota, Oíza, Cano Lasso, Corrales, Molezún, Leoz, De la Joya, Barbero, Echaide, Ortiz- Echagüe, Sobrini, García de Paredes, Bohigas, Carvajal, Fernández Alba, Íñiguez de Onzoño, Vázquez de Castro, Higueras, Moneo, Portela, Martínez Lapeña, Torres, Ferrater, Linazasoro, Cruz, Ortiz, Miralles, Mangado, Paredes, Pedrosa, Soriano, Martínez Santa- María o Zaera han participado en algún momento en un concurso para proyectar y construir el pabellón que iba a representar a España ante el mundo. El 12 de julio de 1937, en plena Guerra Civil, se inauguraba en París el Pabellón de España en la Exposition Internationale des Arts et des Techniques dans la Vie Moderne. El Gobierno de la República encargó la obra a Sert y Lacasa, en la que también participó Antoni Bonet. (A)Concebido como instru- mento propagandístico, este mítico pabellón tiene tanto valor por su Arquitectura como por sus connotaciones históricas, sociales y políticas. La pequeña construcción parisina era una obra de arte total que reunió obras de Picasso, Miró, Julio González, Alberto Sánchez, Calder o Josep Renau. El proyecto sintetizaba principios ortodoxamente modernos con otros mediterráneos. Entre los pri- meros, la rotunda abstracción del pabellón, un paralelepípedo ele- vado sobre pilotis constituido por una estricta trama estructural metálica e industrializada. Entre las referencias mediterráneas des- tacaba la reinterpretación del patio y el uso de cerámica, zócalos de piedra o muros encalados.(B) Con este edificio el primer racio- nalismo español alcanzó su clímax, dándose a conocer fuera de sus fronteras. Desafortunadamente, fue apenas un breve momento de gloria frustrado en 1939. Casi 20 años después, en 1956, se celebró el concurso para la Exposición Universal e Internacional de Bruselas 1958. Bruselas supuso la consolidación y el reconocimiento definitivo de la Arquitectura española a nivel internacional. La parcela de España era atípica: perímetro irregular, topografía relativamente abrupta y presencia de un frondoso arbolado que era necesario conservar. Las mismas bases también indicaban que: El pabellón debía ser desmontable, al objeto de que al terminar la Exposición pudiera recuperarse la mayor cantidad de materiales, y con ello compensarse del gasto inicial. Varios equipos optaron por un módulo-tipo cuya multiplicación per- mitía adaptarse a dicha situación con flexibilidad: Rafael Leoz, Joaquín Ruiz Hervás, José Luis Íñiguez de Onzoño y Antonio Vázquez de Castro confiaron en la repetición sistemática de un módulo cuadrado de construcción industrializada en metal. Cada pieza era autosuficiente y polivalente, resolviendo simultáneamente las funciones de estructura portante y recogida del agua de lluvia. El sistema permitía un fácil desmontaje, un transporte cómodo e incluso cierta mutabilidad formal.(C) Manuel Barbero, Rafael de la Joya, Felipe Pérez Enciso y J.A. Echavarría hicieron lo propio aña- diendo la variable de la adaptación topográfica mediante el escalo- namiento, obteniendo un edificio flexible en planta y sección. Su propuesta se adaptaba al contorno del solar, a su topografía y al arbolado existente. El módulo-tipo era prácticamente idéntico al del equipo de Leoz.(D) Pero fueron Corrales y Molezún, ganadores del concurso, los que llevaron esa misma idea al extremo. Desarrollaron su propuesta a partir de un único módulo polivalente y agrupable libremente. Su genio consistió en utilizar elementos hexagonales en lugar de cuadrados, lo que posibilitaba más flexibi- lidad y libertad de movimiento. (E) El sistema era un mecano des- montable, trasladable, reconstruible e incluso transformable. Un pabellón surgido del racionalismo constructivo que dio lugar a un espacio isótropo que recordaba un bosque. Una idea racionalista llevó a un resultado que se puede calificar como orgánico. Una obra genial y, afortunadamente, inclasificable. (F) El Parque de Flushing Meadows albergó la Feria Mundial de Nueva York 1964-65. Sin referencias posibles en el exterior, las propues- tas del concurso (celebrado en 1963) fueron introvertidas y com- pactas, con plantas próximas al cuadrado y horadadas por patios que buscaban en su interior el exterior ausente. Los proyectos de Francisco Cabrero, Javier Carvajal (que obtuvo el primer premio), Miguel Fisac, José Fonseca, Fernando Higueras con Antonio Miró, Ramón Vázquez Molezún, Luis Moya, César Ortiz-Echagüe con Rafael Echaide y Alejandro de la Sota presentaron de una u otra manera patios o conjuntos de patios.(G) La industrialización fue de nuevo determinante. Higueras compatibilizó su creatividad con el rigor estructural y constructivo. En su pabellón, a modo de cráter, la estructura prefabricada de hormigón cobraba gran presencia, hasta el punto de constituirse en la imagen del edificio. Un proyec- to de gran madurez que Higueras gestó con tan sólo 33 años.(H) Fisac, que por aquel entonces estaba finalizando las obras del Centro de Estudios Hidrográficos, propuso las mismas vigas-hueso de hormigón postesado de dicho edificio para cubrir la sala de exposiciones de Pintura y Escultura de su pabellón.(I) En 1992 España ejerció de anfitriona. Las bases proponían una superficie aproximada de 15.000m2 (compárense con los 1.150m2 del pabellón del 37). A ello cabe añadir su carácter per- manente. El cambio de escala supuso un salto desde el patio a la plaza. Cano Lasso (ganador del concurso), Cruz-Ortiz, Íñiguez de Onzoño - Pardo, Portela, Corrales-Molezún, Carvajal, Linazasoro y Martínez Lapeña-Torres exploraron sus posibilidades de uno u otro modo. El proyecto de Antonio Cruz y Antonio Ortiz, finalista, fue uno de los más interesantes. Los sevillanos apostaron por “una arquitectura radical, tranquila y silenciosa” en la que todos los espacios se volcaban a una plaza cubierta, de carácter ambiguo, que ellos mismos calificaron como “gran habitación”, simultáneamente interior y exterior. (J) La industrialización estructural convivía con un intemporal cerramien- to cerámico en el proyecto de José Antonio Martínez Lapeña y Elías Torres, un compacto contenedor de planta cuadrada de 100x100 metros coronado por lucernarios de formas diversas (K). En una línea similar apuntaron Molezún y Corrales. Finalmente, César Portela volvió su mirada a los orígenes estructurales de un material tan primitivo como la cerámica al proponer una estructu- ra metálica industrializada apoyada sobre muros de ladrillo levan- tados in situ. El concurso para Hannover 2000 se celebró en 1998. En una par- cela anodina, con planta rectangular y topografía plana, los pabe- llones generaron espacios propios a los que volcarse. Cruz y Ortiz se alzaron con el primer premio y construyeron su pro- puesta. Propusieron un pabellón externamente introvertido, sólo permeable en planta baja. El interior era sorpresivo, blanco e inva- dido por luz, y la exposición se desarrollaba en torno a un recorri- do previamente establecido.(L) El pabellón de José Antonio Corrales, junto a sus hijos Mateo y Marcos, se basaba en dos elementos fundamentales: una plaza semienterrada y un volumen revestido de vidrio opaco y transpa- rente cuya última planta era un gran voladizo de 28 metros que pro- tegía la plaza a 22 metros de altura.(M) Enric Miralles y Benedetta Tagliabue proyectaron un contenedor de sugerente piel arrugada y permeable a la luz, capaz de producir sorprendentes efectos de luces y sombras. Una de las funciones de los arquitectos en la Exposición Internacional de Aichi 2005 consistía en envolver el aséptico contenedor cedido por la organización. La propuesta más brillante fue la de Alejandro Zaera Polo y Farshid Moussavi (FOA), a la postre ganadores del concurso. Construyeron una piel cerámi- ca a base de seis tipos de piezas hexagonales irregulares, de dife- rentes colores, que al unirse generaban patrones que colmataban las fachadas sin generar un ritmo repetitivo.(N) Zaera y Moussavi reinterpretaron elementos tradicionales desde una perspectiva con- temporánea: en lo constructivo y material, mediante la creación de dicha piel cerámica, que recordaba las celosías y tracerías caste- llanas o musulmanas; en lo espacial, mediante la referencia al patio, a las iglesias y a sus capillas. Zaragoza 2008 ha sido la última Exposición celebrada antes de Shanghai. El enfoque de las ocho propuestas fue heterogéneo, si bien se repitieron algunas constantes de concursos anteriores. El edificio era de nuevo permanente. Carlos Ferrater, basado en el cre- cimiento de la espiral, proyectó una plaza a modo de umbráculo, a medio camino entre exterior e interior. Paredes y Pedrosa también recurrieron a este tipo de espacios ambiguos, proponiendo un pabe- llón cuya exposición era un recorrido en torno a una “plaza interior con- tinua”.(Ñ) El pabellón de Francisco Mangado, ganador del concurso, aludía a un bosque isótropo y poroso, donde forma y estructura se identificaban plenamente. El bosque colmata la parcela y el visi- tante circula por los vacíos expositivos. Los pilares, alusivos tanto a un bambú como al fuste de una columna clásica, se revisten con piezas cerámicas acanaladas, que producen un sugerente ritmo de profundidades, luces y sombras. Mangado utilizó un material tan antiguo como la cerámica de manera sofisticada e industrializada. La polivalencia de los “árboles” es inmensa: además de dar forma a la idea principal del proyecto son soporte estructural, bajante para aguas pluviales y elemento de control climático.(O) Por último citaremos a Luis Martínez Santa-María, que propuso un contene- dor de rigurosa estructura con vigas prefabricadas de 25 metros de luz. El espacio interior, desnudo de todo elemento accesorio, se transformaba gracias a la luz proveniente del exterior, que atrave- saba el mágico cerramiento de vidrio reciclado que lo envolvía.(P) Y así llegamos hasta la actualidad. Tras Zaragoza, aún cercana, Shanghai espera. Al concurso español concurrieron 18 propuestas, resultando ganador el proyecto de Benedetta Tagliabue (EMBT).(Q) El legado de los 53 pabellones anteriores, fruto de siete décadas de experiencias, no es efímero, sino permanente e intemporal. Trasciende las modas, efímeras, para aportar un conjunto de ideas, inquietudes, actitudes y estrategias que seguirán enriqueciéndose y dando lugar a más proyectos de pabellones futuros. 五十三座西班牙馆 七十年的方案 53 Pabellones Españoles 7 decadas de propuestas Enrique Jerez (Escrito de Sert del 4 de octubre de 1981. Citado en PESUDO, Jordi: “Pabellón de la República Española”, en ROVIRA, Josep Maria (ed.): Sert: 1928-1979. Medio Siglo de Arquitectura. Obra Completa. Fundación Joan Miró, Barcelona, 2005, pp. 105-107.) Revista Nacional de Arquitectura, n. 175, julio 1956, p. 13. Extracto de la memoria del proyecto de Antonio Cruz y Antonio Ortiz para el concurso del Pabellón de España en la Exposición Universal Sevilla ’92. Sevilla, octubre 1989. Memoria posteriormente publicada en: El Croquis, n. 48, junio 1991, pp. 52-59. Ibidem Extracto de la memoria del proyecto de Ángela García de Paredes e Ignacio García Pedrosa para el concurso del Pabellón de España en la Exposición Internacional Zaragoza 2008. Madrid, noviembre 2005. MAQUETA_SPAIN:MAQUETA.qxd 04/03/2010 13:00 Página 4

Exposition Internationale des Arts et des Techniques … · concurso de ideas para un pabellón de exposición, donde se conju-gan la libertad del concurso con la propia del pabellón

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Page 1: Exposition Internationale des Arts et des Techniques … · concurso de ideas para un pabellón de exposición, donde se conju-gan la libertad del concurso con la propia del pabellón

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Enrique Jerez (Burgos, 1980) received his Bachelor of Architecture degree from theETSA Navarra and obtained 2004 Extraordinary Final Degree Award. He has collabo-rated with offices of JM Ochotorena, Cano Lasso and Francisco Mangado. Since2005 develops his PhD in ETSA Valladolid, where he is currently preparing his PhDthesis about Spanish pavilion competitions in International Exhibitions between 1937and 2008. The investigation is supported by a Project and a Reserch Group of theUniverity of Valladolid, with professors Julio Grijalba, Alberto Grijalba and Paloma Gil.

Enrique Jerez (Burgos, 1980) es arquitecto por la ETSA de Navarra con PremioExtraordinario de Fin de Carrera (2004). Ha colaborado en los estudios de JMOchotorena, Cano Lasso y Francisco Mangado. Desde 2005 desarrolla su doctoradoen la ETSA de Valladolid, donde actualmente prepara una tesis doctoral sobre los con-cursos de los Pabellones de España en las Exposiciones Internacionales entre 1937 y2008. La investigación está amparada por un Proyecto y un Grupo de Investigación dela Universidad de Valladolid, con los profesores Julio Grijalba, Alberto Grijalba yPaloma Gil.

La mayoría de los edificios a los que nos referiremos nunca habrí-an existido, si por ello entendiéramos que jamás llegaron a cons-truirse. Sin embargo, pervivirán como un rico legado de ideas, comoun conjunto de inquietudes, actitudes y estrategias. Hasta llegar ala próxima cita de Shanghai, el camino recorrido por los pabellonesespañoles en las Exposiciones Internacionales y Universales -desde el primero adscrito al Movimiento Moderno - ha durado másde siete décadas. Todos ellos, excepto el primero, fueron elegidosmediante concurso. En las próximas líneas esbozaremos unos bre-ves trazos sobre algunos de los 53 pabellones concebidos pararepresentar a España en París 1937, Bruselas 1958, Nueva York1964-65, Sevilla 1992, Hannover 2000, Aichi 2005 y Zaragoza2008. El legado fundamental de estos 53 proyectos es, de algúnmodo, intangible, pero abundante: las ideas que los originaron, yque podrían servir de base para próximas arquitecturas, efímeras opermanentes. Su legado material es exiguo: los documentos gráfi-cos y escritos que han sobrevivido hasta nuestros días son, aveces, lamentablemente escasos. En algunas ocasiones ni siquieraplanos y fotografías son coherentes entre sí, debido a modifica-ciones de última hora realizadas directamente a pie de obra. En elpabellón de París se eliminó un pilar situado frente al Guernica parapoder contemplarlo mejor:

[…] decidimos suprimir un pilar metálico para darle el mejor espacio visual que su esca-la monumental requería. A las seis de la mañana de la vigilia de la inauguración y des-pués de colgar la estructura del techo inferior de una jácena de la cubierta, retiraronel pilar y la deflexión resultó mínima. ¡Respiramos pasado el momento crítico!

Si la escasez o incoherencia documental se da en un pabellón cons-truido, el hecho se enfatiza en los proyectos que no pasaron de losconcursos. En estos casos las fuentes documentales son los pane-les del concurso y el testimonio de los propios arquitectos o de susantiguos colaboradores. La inherente condición efímera de estosedificios es capaz de lograr la inmortalidad a través de la fotogra-fía o los medios audiovisuales, que capturan un instante fugaz paraconvertirlo en un recuerdo perpetuo.

La mayoría de los proyectos presentados en los diferentes concur-sos no tuvieron fortuna y no vieron la luz. No pasaron de ser sue-ños frustrados de sus creadores. Sus características más impor-tantes son tres: su carácter efímero; la ausencia de exigencias fun-cionales “complejas” (más allá de la mera representación y la expo-sición temporal); y el ser fruto de un concurso. No existe un labo-ratorio más propicio para la investigación arquitectónica que unconcurso de ideas para un pabellón de exposición, donde se conju-gan la libertad del concurso con la propia del pabellón.Precisamente otro de los valores de estos concursos es el haberreunido a casi todos los arquitectos españoles más representativosde estos 70 años. Tras Lacasa y Sert, arquitectos de la talla deFernández-Shaw, Moya, Cabrero, Aburto, Fisac, Sota, Oíza, Cano

Lasso, Corrales, Molezún, Leoz, De la Joya, Barbero, Echaide, Ortiz-Echagüe, Sobrini, García de Paredes, Bohigas, Carvajal, FernándezAlba, Íñiguez de Onzoño, Vázquez de Castro, Higueras, Moneo,Portela, Martínez Lapeña, Torres, Ferrater, Linazasoro, Cruz, Ortiz,Miralles, Mangado, Paredes, Pedrosa, Soriano, Martínez Santa-María o Zaera han participado en algún momento en un concursopara proyectar y construir el pabellón que iba a representar aEspaña ante el mundo.El 12 de julio de 1937, en plena Guerra Civil, se inauguraba enParís el Pabellón de España en la Exposition Internationale desArts et des Techniques dans la Vie Moderne.

El Gobierno de la República encargó la obra a Sert y Lacasa, en laque también participó Antoni Bonet. (A)Concebido como instru-mento propagandístico, este mítico pabellón tiene tanto valor porsu Arquitectura como por sus connotaciones históricas, sociales ypolíticas. La pequeña construcción parisina era una obra de artetotal que reunió obras de Picasso, Miró, Julio González, AlbertoSánchez, Calder o Josep Renau. El proyecto sintetizaba principiosortodoxamente modernos con otros mediterráneos. Entre los pri-meros, la rotunda abstracción del pabellón, un paralelepípedo ele-vado sobre pilotis constituido por una estricta trama estructuralmetálica e industrializada. Entre las referencias mediterráneas des-tacaba la reinterpretación del patio y el uso de cerámica, zócalosde piedra o muros encalados.(B) Con este edificio el primer racio-nalismo español alcanzó su clímax, dándose a conocer fuera de susfronteras. Desafortunadamente, fue apenas un breve momento degloria frustrado en 1939.

Casi 20 años después, en 1956, se celebró el concurso para laExposición Universal e Internacional de Bruselas 1958. Bruselassupuso la consolidación y el reconocimiento definitivo de laArquitectura española a nivel internacional. La parcela de Españaera atípica: perímetro irregular, topografía relativamente abrupta ypresencia de un frondoso arbolado que era necesario conservar.Las mismas bases también indicaban que:

El pabellón debía ser desmontable, al objeto de que al terminar la Exposición pudierarecuperarse la mayor cantidad de materiales, y con ello compensarse del gasto inicial.

Varios equipos optaron por un módulo-tipo cuya multiplicación per-mitía adaptarse a dicha situación con flexibilidad: Rafael Leoz,Joaquín Ruiz Hervás, José Luis Íñiguez de Onzoño y AntonioVázquez de Castro confiaron en la repetición sistemática de unmódulo cuadrado de construcción industrializada en metal. Cadapieza era autosuficiente y polivalente, resolviendo simultáneamentelas funciones de estructura portante y recogida del agua de lluvia.El sistema permitía un fácil desmontaje, un transporte cómodo eincluso cierta mutabilidad formal.(C) Manuel Barbero, Rafael de laJoya, Felipe Pérez Enciso y J.A. Echavarría hicieron lo propio aña-diendo la variable de la adaptación topográfica mediante el escalo-namiento, obteniendo un edificio flexible en planta y sección. Supropuesta se adaptaba al contorno del solar, a su topografía y alarbolado existente. El módulo-tipo era prácticamente idéntico al delequipo de Leoz.(D) Pero fueron Corrales y Molezún, ganadores delconcurso, los que llevaron esa misma idea al extremo.Desarrollaron su propuesta a partir de un único módulo polivalentey agrupable libremente. Su genio consistió en utilizar elementoshexagonales en lugar de cuadrados, lo que posibilitaba más flexibi-lidad y libertad de movimiento. (E) El sistema era un mecano des-montable, trasladable, reconstruible e incluso transformable. Unpabellón surgido del racionalismo constructivo que dio lugar a unespacio isótropo que recordaba un bosque. Una idea racionalistallevó a un resultado que se puede calificar como orgánico. Unaobra genial y, afortunadamente, inclasificable. (F)

El Parque de Flushing Meadows albergó la Feria Mundial de NuevaYork 1964-65. Sin referencias posibles en el exterior, las propues-tas del concurso (celebrado en 1963) fueron introvertidas y com-pactas, con plantas próximas al cuadrado y horadadas por patiosque buscaban en su interior el exterior ausente. Los proyectos deFrancisco Cabrero, Javier Carvajal (que obtuvo el primer premio),Miguel Fisac, José Fonseca, Fernando Higueras con Antonio Miró,Ramón Vázquez Molezún, Luis Moya, César Ortiz-Echagüe conRafael Echaide y Alejandro de la Sota presentaron de una u otramanera patios o conjuntos de patios.(G) La industrialización fue denuevo determinante. Higueras compatibilizó su creatividad con elrigor estructural y constructivo. En su pabellón, a modo de cráter,la estructura prefabricada de hormigón cobraba gran presencia,hasta el punto de constituirse en la imagen del edificio. Un proyec-to de gran madurez que Higueras gestó con tan sólo 33 años.(H)Fisac, que por aquel entonces estaba finalizando las obras delCentro de Estudios Hidrográficos, propuso las mismas vigas-huesode hormigón postesado de dicho edificio para cubrir la sala deexposiciones de Pintura y Escultura de su pabellón.(I)

En 1992 España ejerció de anfitriona. Las bases proponían una

superficie aproximada de 15.000m2 (compárense con los1.150m2 del pabellón del 37). A ello cabe añadir su carácter per-manente. El cambio de escala supuso un salto desde el patio a la plaza. CanoLasso (ganador del concurso), Cruz-Ortiz, Íñiguez de Onzoño -Pardo, Portela, Corrales-Molezún, Carvajal, Linazasoro y MartínezLapeña-Torres exploraron sus posibilidades de uno u otro modo. Elproyecto de Antonio Cruz y Antonio Ortiz, finalista, fue uno de losmás interesantes. Los sevillanos apostaron por “una arquitectura radical,

tranquila y silenciosa” en la que todos los espacios se volcaban a unaplaza cubierta, de carácter ambiguo, que ellos mismos calificaroncomo “gran habitación”, simultáneamente interior y exterior. (J) Laindustrialización estructural convivía con un intemporal cerramien-to cerámico en el proyecto de José Antonio Martínez Lapeña yElías Torres, un compacto contenedor de planta cuadrada de100x100 metros coronado por lucernarios de formas diversas (K).En una línea similar apuntaron Molezún y Corrales. Finalmente,César Portela volvió su mirada a los orígenes estructurales de unmaterial tan primitivo como la cerámica al proponer una estructu-ra metálica industrializada apoyada sobre muros de ladrillo levan-tados in situ.

El concurso para Hannover 2000 se celebró en 1998. En una par-cela anodina, con planta rectangular y topografía plana, los pabe-llones generaron espacios propios a los que volcarse. Cruz y Ortiz se alzaron con el primer premio y construyeron su pro-puesta. Propusieron un pabellón externamente introvertido, sólopermeable en planta baja. El interior era sorpresivo, blanco e inva-dido por luz, y la exposición se desarrollaba en torno a un recorri-do previamente establecido.(L)El pabellón de José Antonio Corrales, junto a sus hijos Mateo yMarcos, se basaba en dos elementos fundamentales: una plazasemienterrada y un volumen revestido de vidrio opaco y transpa-rente cuya última planta era un gran voladizo de 28 metros que pro-tegía la plaza a 22 metros de altura.(M) Enric Miralles y BenedettaTagliabue proyectaron un contenedor de sugerente piel arrugada ypermeable a la luz, capaz de producir sorprendentes efectos deluces y sombras. Una de las funciones de los arquitectos en laExposición Internacional de Aichi 2005 consistía en envolver elaséptico contenedor cedido por la organización. La propuesta másbrillante fue la de Alejandro Zaera Polo y Farshid Moussavi (FOA),a la postre ganadores del concurso. Construyeron una piel cerámi-ca a base de seis tipos de piezas hexagonales irregulares, de dife-rentes colores, que al unirse generaban patrones que colmatabanlas fachadas sin generar un ritmo repetitivo.(N) Zaera y Moussavireinterpretaron elementos tradicionales desde una perspectiva con-temporánea: en lo constructivo y material, mediante la creación dedicha piel cerámica, que recordaba las celosías y tracerías caste-llanas o musulmanas; en lo espacial, mediante la referencia alpatio, a las iglesias y a sus capillas.

Zaragoza 2008 ha sido la última Exposición celebrada antes deShanghai. El enfoque de las ocho propuestas fue heterogéneo, sibien se repitieron algunas constantes de concursos anteriores. Eledificio era de nuevo permanente. Carlos Ferrater, basado en el cre-cimiento de la espiral, proyectó una plaza a modo de umbráculo, amedio camino entre exterior e interior. Paredes y Pedrosa tambiénrecurrieron a este tipo de espacios ambiguos, proponiendo un pabe-llón cuya exposición era un recorrido en torno a una “plaza interior con-

tinua”.(Ñ) El pabellón de Francisco Mangado, ganador del concurso,aludía a un bosque isótropo y poroso, donde forma y estructura seidentificaban plenamente. El bosque colmata la parcela y el visi-tante circula por los vacíos expositivos. Los pilares, alusivos tantoa un bambú como al fuste de una columna clásica, se revisten conpiezas cerámicas acanaladas, que producen un sugerente ritmo deprofundidades, luces y sombras. Mangado utilizó un material tanantiguo como la cerámica de manera sofisticada e industrializada.La polivalencia de los “árboles” es inmensa: además de dar formaa la idea principal del proyecto son soporte estructural, bajantepara aguas pluviales y elemento de control climático.(O) Por últimocitaremos a Luis Martínez Santa-María, que propuso un contene-dor de rigurosa estructura con vigas prefabricadas de 25 metros deluz. El espacio interior, desnudo de todo elemento accesorio, setransformaba gracias a la luz proveniente del exterior, que atrave-saba el mágico cerramiento de vidrio reciclado que lo envolvía.(P)

Y así llegamos hasta la actualidad. Tras Zaragoza, aún cercana,Shanghai espera. Al concurso español concurrieron 18 propuestas,resultando ganador el proyecto de Benedetta Tagliabue (EMBT).(Q)El legado de los 53 pabellones anteriores, fruto de siete décadasde experiencias, no es efímero, sino permanente e intemporal.Trasciende las modas, efímeras, para aportar un conjunto de ideas,inquietudes, actitudes y estrategias que seguirán enriqueciéndosey dando lugar a más proyectos de pabellones futuros.

五十三座西班牙馆七十年的方案53 Pabellones Españoles7 decadas de propuestas

Enrique Jerez

(Escrito de Sert del 4 de octubre de 1981. Citado en PESUDO, Jordi: “Pabellón de laRepública Española”, en ROVIRA, Josep Maria (ed.): Sert: 1928-1979. Medio Siglo deArquitectura. Obra Completa. Fundación Joan Miró, Barcelona, 2005, pp. 105-107.)

Revista Nacional de Arquitectura, n. 175, julio 1956, p. 13. Extracto de la memoria del proyecto de Antonio Cruz y Antonio Ortiz para el concursodel Pabellón de España en la Exposición Universal Sevilla ’92. Sevilla, octubre 1989.Memoria posteriormente publicada en: El Croquis, n. 48, junio 1991, pp. 52-59.

Ibidem

Extracto de la memoria del proyecto de Ángela García de Paredes e Ignacio GarcíaPedrosa para el concurso del Pabellón de España en la Exposición InternacionalZaragoza 2008. Madrid, noviembre 2005.

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Most of the buildings which will be described would have neverexisted, if we understand that they never reached the construc-tion. However, they will persist as a rich legacy of ideas, as acollection of concerns, attitudes and strategies. Until we reach thenext appointment in Shanghai, the path covered by Spanish pavi-lions in International and Universal Exhibitions – since the firstascribed to the Modern Movement – has lasted more than sevendecades. All of them, except the first one, have been selected fromcompetitions. In the next lines I will outline short traces from someof the 53 pavilions conceived to represent Spain in Paris 1937,Brussels 1958, New York 1964-65, Seville 1992, Hannover 2000,Aichi 2005 and Zaragoza 2008. The main legate of the 53 projectsis, in some way, intangible, but abundant: the ideas which havestarted them up and that could be a model for future architecture,ephemeral or permanent. Their material legate is minimal: graphicand written documents which have survived until today are, some-times, regrettably scarce. On occasion not even plans and photo-graphs are coherent, due to ultimate modifications on site. In thepavilion of Paris a pillar in front of the Guernica was eliminated tohave a better contemplation:

[…] we decided to eliminate a metallic pillar to allow a better visual space required byits scale. At six o´clock previous to the opening and after hanging the structure fromthe lower ceiling of a roof beam, the pillar was removed and the deflection was mini-mal. We breathed after the critical moment!

If the documentary shortage or incoherence is common in a cons-tructed pavilion, the fact is emphasized on projects which did notgo through the competition. In these cases the documentary sour-ces are the boards and the testimony of the architects or their pastcollaborators. The inherent ephemeral condition of these buildingsis capable to achieve immortality through photography or audiovi-sual media, which capture a fleeting instant to transform it into aperpetual remembrance.

Most of the projects present in the diverse competitions were notlucky and were never public. They just remained as frustrated dre-ams from its creators. They have three main features: their ephe-meral character; the absence of functional “complex” premises(beyond the mere representation and temporary exhibition); and thefact that they are product of a competition. There is no laboratorymore favourable to an exhibition pavilion than the architecturalinvestigation of an ideas competition, where the freedom of thecompetition and pavilion combine. Frankly, another value of thesecompetitions is that they have gathered together most of the mostrepresentative architects of these last 70 years. Behind Lacasaand Sert, architects with the importante of Fernandez-Shaw,Moya, Cabrero, Aburto, Fisac, Sota, Oiza, Cano Lasso, Corrales,Molezun, Leoz, De la Joya, Barbero, Echaide, Ortiz-Echagüe,Sobrini, García de Paredes, Bohigas, Carvajal, Fernandez Alba, Íñi-guez de Onzoño, Vazquez de Castro, Higueras, Moneo, Portela,Martínez Lapeña, Torres, Ferrater, Linazasoro, Cruz, Ortiz, Miralles,Mangado, Paredes, Pedrosa, Soriano, Martínez Santa-Maria orZaera have participated in a competition to design or build the pavi-lion which would be representing Spain before the world.On July 12, 1937, Turing the Civil War, the Spanish pavilion wasopened in Paris in the Exposition Internationale des Arts et desTechniques dans la Vie Moderne.

The Government of the Republic commissioned Sert and Lacasathe construction, where Antoni Bonet also participated.(A)Conceived as an instrument of propaganda, this mythical pavilionhas so much value not only because of its Architecture and butalso its historical, social and political connotations. The smallParisian construction was a work of art with works from Picasso,Miro, Julio Gonzalez, Alberto Sanchez, Calder or Josep Renau.Theproject synthesized modern orthodox and Mediterranean princi-ples. Among the former, the emphatic abstraction of the pavilion,a lifted parallelogram over pilotis with a strict metallic and indus-trial structural mesh. Among the Mediterranean references it isworth pointing out the re-interpretation of the courtyard, the useof ceramics, stone basements or whitewash walls. (B)The firstSpanish rationalism reached its climax with this building, turningto be well-known abroad. Unfortunately, it was a brief moment ofglory frustrated in 1939.

Nearly 20 years later, in 1956, the competition for 1958 Universaland International Exhibition in Brussels took place. Brussels wasthe definite international consolidation and acknowledgement ofSpanish architecture. The Spanish plot was atypical: uneven peri-meter, rough topography and a thick forest which was necessaryto preserve. The rules also stated:

The pavilion should be demountable, to recover the maximum materials at the end ofthe exhibition, thus fulfil the initial expense.

Several teams chose a typical module which multiplication allowedadapting to the situation with flexibility. Several teams chose a

typical module which multiplication allowed adapting to the situa-tion with flexibility: Rafael Leoz, Joaquin Ruiz Hervas, Jose LuisIñiguez de Onzoño and Antonio Vazquez de Castro trusted in thesystematic repetition of a metallic square module of industrialconstruction. Each piece was self-sufficient and versatile, simulta-neously assuming structural functions and the collection of rainwater. The system allowed an easy removal, and easy transportand even certain formal mutability.(C) Manuel Barbero, Rafael dela Joya, Felipe Perez Enciso and J.A. Echavarria added the adaptionto topography using a zig-zag arrangement, obtaining a flexiblebuilding in its plan and section. Their proposal adapted to the limitsof the site, to its topography and the existent trees. The typicalmodule was nearly exact to Leoz´s proposal.(D) But Corrales andMolezun, winners of the competition, were the ones who reachedthe limit with the same idea. They developed their proposal consi-dering a unique and versatile module which could freely group.Their ability was to use hexagonal elements instead of square, pro-moting more flexibility and free movements.(E) The system was aremovable, portable, re-buildable and even transformable mecha-nism. A pavilion that emerged from the construction rationalismand succeeded in an isomorphous space which remembered aforest. A rationalist idea which entailed a result classified as orga-nic. A brilliant work and luckily, unclassifiable.(F)

Flushing Meadows Park housed New York World's Fair 1964-1965.Without any exterior references, the entries of the competition(held in 1963) were introverted and compact, with floor plansmimicking a square and drilled by courtyards which looked insidefor the absent exterior. The designs from Francisco Cabrero, JavierCarvajal (awarded first prize), Miguel Fisac, Jose Fonseca,Fernando Higueras together with Antonio Miro, Ramón VazquezMolezun, Luis Moya, Cesar Ortiz-Echagüe with Rafael Echaide andAlejandro de la Sota submitted somehow courtyards or collectionsof courtyards.(G)Industrialization was determinant again, Higuerasmade compatible his creativity with the structural and construc-tion rigour. In his pavilion, the prefab concrete structure became soimportant that it turned into the image of the project. A project ofgreat maturity developed by Higueras at 33 years old.(H) Fisac,who in those days was completing the Centre of HydrographicSudies, proposed the same concrete bone-beams to cover thePaintings and Sculpture exhibitions hall of his pavilion.(I)

In 1992, Spain hosted the Exhibition. The rules promoted a surfa-ce of approximately 15,000sqm (compare with the 1,150sqm-pavilion of 1937). We must add its permanent character.The change of scale meant a turn the patio to the plaza. CanoLasso (winner of the competition), Cruz-Ortiz, Íñiguez de Onzoño-Pardo, Portela, Corrales-Molezun, Carvajal, Linazasoro andMartinez Lapeña-Torres explored the different possibilities. Theproject submitted by Antonio Cruz and Antonio Ortiz, shortlisted,was one of the most interesting. They bet on a “radical, calm and silent

architecture” where all the spaces looked into a covered square; ithad an ambiguous character, which was described by them as a“big room”, simultaneously interior and exterior.(J)The structuralindustrialization coexisted with a timeless ceramic enclosure in thedesign of Jose Antonio Martinez Lapeña y Elias Torres; a compactcontainer with a 100x100 metres-square floor plan crowned byskylights with different shapes.(K) Molezun and Corrales proposalaimed a similar idea. Finally, Cesar Portela looked back to thestructural origins of a material so primitive as ceramics setting outbrick walls bearing the weight of an industrial metallic structure.

Hannover 2000 competition took place in 1998. In a dull plot, witha rectangular plan and plane topography, the pavilions generatedspaces to look at. Cruz and Ortiz won the first prize and built theirproposal. They proposed an externally introverted pavilion, onlypermeable in its ground floor. The interior was surprising, whiteand invaded by light, and the exhibition developed through a pre-viously established tour.(L)The pavilion of Jose Antonio Corrales, together with his sonsMateo and Marcos, based on two main elements: a semi-buriedplaza and a volume covered by opaque and transparent glass wherethe upper floor plan flies 28 metres protecting the plaza at 22mheight.(M)Enric Miralles and Benedetta Tagliabue designed a sug-gestive container with a wrinkly skin and permeated by light, capa-ble to produce amazing effects of lights and shadows. One of the functions of the architects in the InternationalExhibition of 2005 Aichi was to wrap an aseptic container loanedby the organization. The most brilliant proposal came fromAlejandro Zaera Polo and Farshid Moussavi (FOA), winners of thecompetition. They built a ceramic skin with six types of irregularhexagonal pieces, with different colours, that once combined,generated patterns without a repetitive rhythm.(N) Zaera andMoussavi re-interpreted traditional elements from a contemporaryperspective: considering contruction and material, by means of thecreation of the ceramic skin which remembered the Spanish andMuslim lattices; considering the space, by means of references to

the patio, churches and chapels.

Zaragoza 2008 has been the last Exhibition before Shanghai. Theapproach of the eight entries was heterogeneous, although theyrepeated some features from previous competitions. The buildingwas again permanent. Carlos Ferrater, based on the growth of aspiral, designed a square as a bower, halfway between exterior andinterior. Paredes and Pedrosa also appealed to this type of ambi-guous spaces, designing a pavilion where the exhibition was aroute around a “continuous interior plaza”.(Ñ) The pavilion of FranciscoMangado, winner of the competition, alluded to an isomorphousand porous forest, where shape and structure are strongly identi-fied. The forest completes the plot and the visitor flows throughthe exhibition voids. The pillars, allusive to both bamboo and bothclassical columns, are covered with ceramic pieces, which producea suggestive rhythm of depths, lights and shadows. Mangado useda material that is as old as ceramics in a sophisticated and indus-trialized way. The versatility of the trees is so great: as well aspart of the main idea of the project, they act as structural support,water pipes and elements of climatic control.(O) Finally, I willappoint Luis Martínez Santa-Maria, who proposed a container witha rigorous structure with 25m-prefab beams. The interior space,naked, transformed thanks to the outdoor light, which crossed themagical enclosure of recycled glass .(P)

Thus, we reach the present times. After Zaragoza, still close,Shanghai waits. 18 entries were submitted to the Spanish compe-tition, and Benedetta Tagliabue (EMBT) was awarded first prize.(Q)The legacy of the past 53 pavilions, product of seven decades ofexperience, is not ephemeral, but permanent and extempore. Itgoes beyond fashion, ephemeral, to adopt a series of ideas, con-cerns, attitudes and strategies which will continue our enrichmentand the existence of future pavilions.

Written by Sert on 4 October 1981. Quoted in Pesudo, Jordi: "Pavilion of theRepublic of Spain" in ROVIRA, Josep Maria (ed.) Sert: 1928-1979. Half a Centuryof Architecture. Complete Works. Joan Miro Foundation, Barcelona, 2005, pp. 105-107.

National Architecture Magazine n. 175 July 1956 p.13 Extract from the memory of the project by Antonio Cruz and Antonio Ortiz for thecompetition of the Pavilion of Spain at the Seville Expo '92. Seville, October 1989.Memory subsequently published in: El Croquis, n. 48 June 1991, pp. 52-59.

Ibidem

Extract from the memory of the project by Ángela García Paredes and Ignacio GarcíaPedrosa for the competition of the Pavilion of Spain at the International ExhibitionZaragoza 2008. Madrid, November 2005.

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Pabellón de España en la Exposición Internacional de Aichi 2005. Alejandro Zaera, Farshid Moussavi (FOA).

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