Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    H B UN VEZ UN PRINCES

    Johanna Lindsey

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    CAPITULO 1 CAPITULO 2 CAPITULO 3 CAPITULO 4 CAPITULO 5 CAPITULO 6 CAPITULO 7 CAPITULO 8 CAPITULO 9 CAPITULO 10 CAPITULO 11 CAPITULO 12 CAPITULO 13 CAPITULO 14 CAPITULO 15 CAPITULO 16 CAPITULO 17 CAPITULO 18 CAPITULO 19

    CAPITULO 20 CAPITULO 21 CAPITULO 22 CAPITULO 23 CAPITULO 24 CAPITULO 25 CAPITULO 26

    CAPITULO 27 CAPITULO 28

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    Pgina 3CAPITULO 29 CAPITULO 30 CAPITULO 31 CAPITULO 32 CAPITULO 33 CAPITULO 34 CAPITULO 35 CAPITULO 36 CAPITULO 37 CAPITULO 38 CAPITULO 39 CAPITULO 40 CAPITULO 41 CAPITULO 42 CAPITULO 43 CAPITULO 44 CAPITULO 45

    CAPITULO 46 CAPITULO 47 CAPITULO 48

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    Pgina 4CAPITULO 1

    Cardinia, 1835El prncipe de la corona de Cardinia se detuvo sbitamente antesde entrar a la antesala de la alcoba real. Maximilian Daneff loestaba esperando slo, como un recordatorio portentoso de la juventud del prncipe y de los castigos que haba recibido, a vecesmerecidamente, otras no. Todas las veces que lo haban llamadopara responder por sus fechoras, haba sido en estashabitaciones, sin ningn asistente de testigo excepto el condeDaneff que siempre haba oficiado de mediador entre sustemperamentos fuertes. Daneff era ahora Primer Ministro, peroaun antes de haber ascendido a ese alto cargo haba sido amigo yasesor del rey.Sus palabras revelaban el acento que le haba legado una madrerumana.

    Se aprecia su sentido de la oportunidad, Su Majestad. Temaque tuviramos que recorrer la campia entera en busca decampamentos gitanos para encontrarle.La censura estaba presente en sus palabras, licenciosa comosiempre. Max no aprobaba, mucho menos que el propio rey, lamanera en que el prncipe a veces pasaba su tiempo libre. Perosus palabras no le afectaron del modo habitual ni le acentuaron

    el color ni le produjeron furia. Fue la forma de llamarle SuMajestad en vez de Su Alteza lo que llam la atencin delprncipe y le hizo empalidecer.

    Dios mo! Esta muerto? No, no! exclam Maximilian horrorizado al pensar quehaba dado esa impresin . Pero... se detuvo consciente deque el prncipe de la corona no haba sido advertido de lo que lestaba a punto de comunicarle . Sandor abdic formalmente yel Gran Visir de Turqua fue testigo.

    El color volvi a apoderarse furiosamprncipe.

    Y por qu no fui invitado en esa o Se crey tal vez que se habra sent Por supuesto que lo habra hechomdicos dicen que su estado ha mejobeneficio?

    Ha mejorado, pero no vivir muchobligaciones y aun as usted saba sque el tiempo que le quedaba era limsesenta y cinco aos. Este problema quit fortaleza. Unos pocos meses mesperar.El rostro del prncipe no dej entreverevelara el dolor que le causaban esaojos. Le haban dicho lo que Max accomo hara cualquier hijo al enfrentasus padres vivo, haba ignorado las aaferrado a la esperanza. Ahora tomabuna esperanza falsa.

    Por qu razn fui convocado? pPara decirme que ser coronado antsu tumba?

    S que siente que no est bien, perevitar. Es la voluntad de su padre.

    Usted podra tomar las riendas coabandona el pas. No era necesario q

    honor antes de que la muerte se lo arMaximilian sonri con tristeza.

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    Pgina 5 Usted cree verdaderamente que no se involucrara en losrigores del gobierno si estuviera aqu y que no querramantenerse bien informado? La nica manera de tener la paznecesaria para sobrevivir un tiempo ms prolongado es quitarleel derecho a gobernar. El lo saba y eso es lo que hizo. De todasmaneras, esa es slo una de las razones por las que se le convoc,no la ms importante.

    Qu puede ser ms importante? Sandor se lo dir. El le est esperando de modo que entre averle. Pero una palabra de advertencia, si me permite. Noproteste por lo que ya est hecho y no se puede cambiar. Elabdic por propia voluntad y hasta con felicidad, porque usted esy siempre fue el orgullo de su vida. Y, en cuanto al restocontrole su temperamento y sus palabras. Librelos conmigocuando salga. Estoy preparado para hacerle frente a ambos, SuMajestad.Esta vez dijo Su Majestad con deliberacin, y su intencin eradecirle que, a pesar de que ahora fuera rey, Max lo tratara de lamisma manera que lo haba hecho siempre: con amor y unacalma razonadora frente a su ira real. El solo pensar lo quecausara esa ira le embarg de temor al entrar a la cmara real.Max saba que ya no era habitual que se enfureciera. De hecho,se habra peleado con cualquiera sin importar el rango, perodesde que se haba vuelto hombre se vanagloriaba de haberlogrado controlar ms su temperamento.El rey de Cardinia que acababa de abdicar yaca en su lecho, tanenorme y monstruoso que requera de escalones para llegar alestrado sobre el que estaba apoyado, luego ms peldaos parallegar al colchn, envuelto en un delicado terciopelo y seda y queestaba adosado a un cabezal de oro macizo con el escudo real enla parte superior. El resto de la habitacin ostentaba la mismaopulencia. Los pisos de mrmol reflejaban la luz de las velas; laspareces revestidas en la ms fina de las sedas estaban adornadas

    con obras de arte de los maestros decolocadas desde el piso hasta el cieloen oro macizo. Pero la habitacin deresto del palacio, donde abundaban easeguraban a cualquier visitante querelativamente pequea en comparacicontena dentro de sus fronteras innula converta en uno de los pases ms

    Ests frunciendo el ceo refunfuse acercaba . Mi ltima amante conprofundamente cuando te vea as. Nexpresin cualquier nio saliera a buSandor se sinti incmodo al mencioacuerdo tcito, nunca se deba abord

    Si Max se excedi en sus lmites h jur para cambiar rpidamente de te

    Me dijo solamente que soy el rey. Ah Sandor ignor el tono sperorelajado, sobre los almohadones, al msuavemente el colchn a su lado . Vehacer antes.El prncipe no dud pero borde el edel colchn. Se apoy en un codo y mpaciencia por la cual comenzaban a rese momento que su abdicacin no simportando que su hijo pudiera aborcon alivio. En su opinin, esa haba sera un hecho establecido que simplem

    S, eres el rey y sers coronado en Gran Visir finalice su visita.

    Cmo? No habr invitaciones gra

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    Pgina 7trono. Once!. La corona nunca debi ser ma. Tampoco lacodiciaba, maldita como estaba. Pero fue ma y ahora es tuya yt, mi hijo, eres el ltimo eslabn de la lnea real, t y esaJanacek que logr sobrevivir. De modo que sea cual fuere larazn caprichosa que tienes en la cabeza para no quererla, laignorars y cumplirs mi ltimo deseo. Irs a las Amricas,donde la baronesa Tomilova la cri. La traers a casa y tecasars con ella, con toda la pompa y circunstancia que mereceuna boda real. Y, si Dios quiere, yo vivir lo suficiente como paraverla concretada.

    Sin estas ltimas palabras, el prncipe podra haber continuadocon sus argumentos en un tono tranquilo. Hasta haber expuestosus razones para no querer a la princesa Janacek, aunque lodudaba ya que sus razones estaban escondidas en la parte msoscura de su alma. Pero con esas palabras, las palabras deesperanza de un hombre a punto de morir...

    As ser fue lo nico que pudo decir.Sin embargo, Maximilian Daneff no fue tratado con la mismacondescendencia. De ninguna manera. Pero a pesar del hecho deque era casi una cabeza ms bajo que el prncipe de la corona,que pronto sera coronado rey, y de contextura dbil al lado delfsico militar del hombre ms joven, no se sinti intimidado en loms mnimo por la explosin de furia con la que se top fuera dela habitacin de Sandor

    Quin diablos recuerda que esa perra real est viva? gruel prncipe en el mismo instante en que cerr la puerta.Maximilian le di un codazo suave para que saliera de la antesalay se alejara de Sandor antes de responderle.

    Todos los que estuvieron presentes cuando se comprometi, sinninguna duda. Y a propsito, es obligatorio no slo por nuestrasleyes sino por su honor.

    Bastardo!

    Espero que haya podido controlars Cllese, Max. Cllese de una vez

    Lanz estas ltimas palabras sin presguardias y los asistentes que pasabanhaban sido expulsados de las habitano hubiera sido tan insensible, se hubque alguien se diriga a l de esa manpersonas de rango inferior, que ahoraprncipe se alejaba. Pero el hecho deautcratas exiga dejar de lado el orgtemperamento.

    No creo haberlo odo mencionar ees lo que tanto objeta dijo Max mieritmo que imponan los pasos largos dijera...

    Cul es la diferencia ahora? El lo

    pedido. No como un orden sino comlo que eso significa? S. De no ser as, habra ignorado lpondr todo su corazn y su alma envoluntad.El prncipe se dio vuelta. Sus ojos ec

    Saba que tena pensado usar unaEra demasiado verstil como para quy escuchar la respuesta. Maximilian permanecer a una distancia que le pe

    No dijo . Pero fue ingenioso poello ya que ahora no tiene la fuerza sobligarlo de la manera habitual.

    Vyase Max, antes de que me olvisegundo padre para m.

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    Pgina 8Max se detuvo abruptamente, no por esa advertenciasupuestamente fatal, sino porque se haba quedado sin aliento. Yporque el nuevo rey, por su furia, no haba girado en el pasilloque llevaba al ala este del palacio donde estaban situados susaposentos. El corredor que l haba tomado no tena salida. Peropasaron varios minutos antes de que l mismo se diera cuenta yregresara, dndole a Max el tiempo suficiente para considerar lainformacin que posea y que podra hacer que el joven aceptaralo inevitable con un poco ms de simpata de lo que habademostrado hasta el momento. Antes de que el prncipe llegara

    junto a l con el ceo fruncido, Max dijo: Tal vez tema que, al haber sido educada en un pas distinto alnuestro, la princesa tenga creencias opuestas a las queprofesamos. Pero esto no puede haber pasado con una guardianacomo la baronesa Tomilova, que era la amiga ms ntima de sumadre. La nia habr sido preparada para su destino con granafecto. Se le debe de haber enseado a amar su pas de

    nacimiento as como a su prometido. Por otra parte, se entreguna fortuna para su cuidado, de manera que debe de haber sidocriada con todo esplendor...

    Y malcriada hasta los pies, no me cabe la menor duda. Es posible dijo Max entre dientes . Pero su aspectoprobablemente sea ms que suficiente para compensar todo eso.Tal vez no recuerde a sus padres, ya que en ese entonces vivafuera del palacio, pero eran una pareja inmensamente bella. Lareina era una reconocida belleza austriaca que podra haberelegido a su esposo en cualquiera de las casas reales de la isla.Pero eligi a su rey Janacek. Su hija no puede ser menos queexquisita en su belleza.Esto no pareci aliviar al prncipe como esperaba Maximilian.En cambi, el joven pareca estar an ms enfurecido, si es queeso era posible. Cuando pas junto a Max gru:

    Me importa un bledo su belleza yaque a ella cada vez que se aleje de mEl dolor se reflej en los ojos de Maxcomprendido. Dios santo, no haba p Alicia se sumergi en el bao, un tanprncipe entr a su departamento danuna mirada para comprender la razestrepitosa. Suspir internamente y d

    felices por poder retirarse. No poda que haba visto a este hombre enojadaterrada. Eran esos ojos, ardientes deque un alma devota sintiera la necesidemonio. As los haba odo llamar usu rango la causa efectiva del miedo,en ese momento de furia, ya sea por hacer mucho al respecto. Y todos lo Esa primera vez, haba estado furiosoDimitrieff, por alguna estpida raznrecordar. Pero ella no lo saba en esehecho algo mal que lo haba llevado haba sucedido haca ms de un ao,haberse convertido en su amante. En

    como ahora. Crey que iba a matarlaido tras ella tan pronto la vio, arrastrhabitacin contigua y arrojndola soLuego comprendi que lo nico que su pasin con los medios que le permNo haba sido una experiencia placenhaba paralizado y le haba impedido

    habitual. Pero era demasiado experise convirtiera en algo traumtico. De

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    Pgina 9haba hecho llorar cuando todo haba terminado era su sensacinde alivio de que eso era lo nico que l tena intenciones dehacerle. Aunque tal cosa l nunca la supo, pens, en cambio, quela haba lastimado y ella se encarg de hacrselo creer, ya que suculpa se poda medir en oro. Y as fue, por la lluvia de magnficosregalos que recibi destinados a enmendar la situacin.Nunca ms le tuvo miedo, ni siquiera cuando tena este aspectocomo si estuviera a punto de estrangular a la primera personaque cayera en sus manos. Tanto es as que se puso de pie, para

    que l la viera, y as deliberadamenteestaba ms familiarizada. Y funcionpalabra, la apret en sus brazos y la lagua a la habitacin contigua.Alicia ri pero internamente. No era hermosa gargantilla de zafiros que elera el momento. Con slo fingir unasacabado con ella. Una tarea fcil parexperiencia.

    CAPITULO 2

    Natchez, mississippi Tanya, mujerzuela haragana, dnde est mi desayuno?En el pasillo angosto, la muchacha, con la bandeja pesada llenade comida, se detuvo abruptamente. El grito que provena deabajo la hizo recular. Wilbert Dobbs tena el tipo de voz queresonaba y con regularidad a travs de la ventana abierta,llegaba hasta los vecinos y bajaba por la calle. Era vergonzoso

    al menos antes salir y or las risitas y, peor an, ver losgestos. Pero sus vecinos no eran de los que podan sentircompasin o pena por el abuso verbal que la acosaba cada da.Y despus de tantos aos, una se volva menos avergonzada,casi inmune.De todas maneras, las cosas no eran tan malas como antes,desde que la enfermedad de Dobbs le haba vuelto totalmentedependiente de ella. El solo pensarlo le hizo sonrer. A Tanya sele ilumin el rostro y sus ojos color verde plido cobraron unbrillo extrao. Todava no se haba acostumbrado al cambio delas circunstancias. El abuso verbal era todo lo que Dobbs podadarle, ahora que estaba postrado en cama, y ya no podapegarle. Haba sido consciente de eso desde el mismo da que el

    hombre cay en cama y ella quemconstante compaero por ms aosVolvi a estremecerse ante el recuecircunstancias podan haber cambia

    sus sueos salvajes hubieran imagiolvidar veinte aos de miseria.Le llev la bandeja y la apoy en laimportarle el ruido que haba hecho

    Que diablos te demor tanto tie La entrega de cerveza lleg temp

    El hombre gru, lo cual significabverdad era que, para cambiar, hab primero antes de llevarle a l su de

    Cual fue la recaudacin de anoc Todava no la he contado. Quiero una contabilidad...

    Despus de que termine de limpiSu respuesta le hizo enrojecer de fu

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    Pgina 10ruboriz ante semejante audacia. Nunca le habra hablado asseis meses antes y ambos lo saban. Habra corrido a cumplircon su orden dejando de lado cualquier otra tarea. Y, de hecho,nunca le habra interrumpido.

    Lo siento dijo para no perder la costumbre . Pero ahoraestoy realizando dos trabajos, el de ambos, y parece que nuncaalcanza el da para terminar con todo. Realmente necesitamoscontratar...

    Ya, ya, te ests arreglando muy bien sola. Ya tenemos otrastres personas para pagar. Una ms reducir las ganancias.Sinti ganas de responderle. Muchas ganas. Pero saba que nole servira de nada. El tena buenas ganancias. Siempre lashaba tenido. Pero nunca le permita gastar dinero, ni en lataberna, que era su medio de vida, ni en su persona. Para qudiablos crea que estaba ahorrando? Tena sesenta aos y seestaba muriendo, algo que no provocaba ni la ms mnima penaen ella o en cualquier otra persona que le conociera.Durante los primeros diez aos de su vida, Tanya habapensado que este hombre y su esposa eran sus padres. Cuandodescubri que no era as, se sinti feliz, no apenada. Pero nosaba quines eras sus verdaderos padres. Iris Dobbs habapodido decirle que la mujer que se la haba entregado cuandobeb deca ser su madre en un momento y, al siguiente, que no

    haba ningn parentesco. Pero la fiebre haca que la mujerdelirara y dijera todo tipo de locuras. Iris haba muerto hacaocho aos. Haba sido la nica persona que la haba protegido ypor ello haba recibido muchos de los golpes dirigidos a Tanya.De hecho, fue una de esas palizas la causa de la muerte de Iris,aunque Dobbs haba logrado quedar sin castigo diciendo quehaba sido simplemente un accidente porque era su esposa.

    Las cosas que un esposo tena permitido hacer eraninsoportables. Y no fue esa la primera vez que Tanya jur que

    un esposo jams la convertira en sesposo. Si haba algo que haba aprvida era lo valiosos que eran sus dea cederlos por nada. Slo deseaba htena y que hubiera podido marcharnadie la persiguiera como un esclavbastado lo que una de las cantineraoportunidad en que Dobbs la habale haba preguntado por qu se quePor cierto, Tanya haba amenazadoTena dieciocho aos aproximadamconseguir un empleo en otra tabernera necesario saber sobre un lugar doportunidad Dobbs la tent por priEl Harn . Pero la promesa de queella slo fue eso, una promesa, hasinsisti en que l dejara sentada la

    papel precioso que tena escondidodel piso de su habitacin.El Harn era todo suyo ahora y pCiertamente que la extenuaba y le ctras otro, pero representaba indepeAl menos eso sucedera pronto. Tenantes haba tenido y que ahora anhehacerse de ellas, solo tena que cuidque le quedaban, lo cual, de todas mde lo que haba hecho en toda su viTanya lo dej en la habitacin tan psin exagerar nunca haba suficientehacer todo lo que exiga. Los tres eninguna ayuda cuando se trataba dehaba querido pagarles extra si podcosto alguno y entonces se marchab

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    Pgina 11negocio aunque pareciera que el saln hubiera arrasado por untemporal.Por lo general era un lugar mugriento. Haba jarras sobre lasmesas, bebida derramada, sillas volcadas, algunas rotas, colillasde cigarros mezcladas con esputos en la pared de madera.Tanya habitualmente se encargaba de todo antes de retirarse adormir, pero la noche anterior haba habido una pelea por lacantinera actual, Aggi, entre el hijo de uno de los dueos deplantaciones y un marinero delLorilie, que acababa deamarrar esa maana. Dobbs sola controlar las peleas con ungarrote en una mano y una pistola en la otra. Ahora Tanyadependa de Jeremiah que atenda en la barra. Y si bienJeremiah poda tener el volumen necesario para intimidar ados clientes ebrios, no tena los bros suficientes.No era la primera vez que Tanya se haba visto obligada apararse entre los pendencieros desde que se haba hecho cargode El Harn . Un par de golpes morados antes de que losluchadores se dieran cuenta de que estaban interfiriendo,tambin era algo bastante frecuente. Pero la noche anteriorhaba sido una excepcin. Estaba cansada y de mal humor, sinnimo de razonar antes.Normalmente, era una muchacha que no llamaba la atencin,ya que haba aprendido desde muy pequea, a ocultar sudelicadeza y sus rasgos de finura debajo de un aspecto de ciertaseveridad, monotona y una extrema flacura que lograba conmaquillaje de teatro y, por qu no, gracias a un cansancio real.Formaba parte del lugar. A veces atenda a los clientes cuandoAggi estaba abarrotada de trabajo porque April estabaactuando; otras veces trabajaba detrs de la barra cuandoJeremiah no se presentaba a trabajar. Siempre estaba all,dispuesta a hacer lo que fuera necesario, incluso poner fin apeleas. No meda ms de un metro sesenta, tena el cabellotirado haca atrs y atado en la nuca, siempre llevaba una falda

    negra, sin adornos ni polisn, y unaDobbs larga hasta la rodillas. Sobrecinturn donde acomodaba el cuchdecidido usar desde que Dobbs se harma con una hoja ms larga que elen la bota derecha desde que tenaLa noche anterior haba puesto loscuchilladas en el aire, en un crculolograron separar a los dos antagonidijera una palabra despus. El hijoplantaciones, que era un cliente habempuaba sus armas a menos que ese disculp por la revuelta y volviestaba all por primera vez, estaba docasionar ms problemas y Jeremiaoportuno de todas maneras, le acomSin embargo, a pesar de la calma coreyerta, Tanya haba tenido los nerresto de la noche y semejante tensimotivo se haba ido a acostar tan prPoda aceptar la violencia contra sufacilidad que el hecho de tener quehaba tratado toda su vida. Inflingirviolencia iba contra su temperamendudaba en hacerlo cuando lo considmucha ms asiduidad en los ltimoA pesar de todo lo que haca para nclientes de El Harn , haba vecesnublaba la vista y lo nico que veapara que pensara que haba encontrdisposicin. Haba recibido una bumanoseos que, en la mayora de loscon una palabra grosera o una buen

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 12hombre estaba lo suficientemente ebrio como para tener lavisin borrosa tambin lo estaba para que ella pudieracontrolarle. En aquellas oportunidades en que se topaba conhombres no tan ebrios fuera del saln, en la despensa o en lacocina, a veces de regreso del establo y, por qu no, en supropia habitacin, haba tenido que pensar seriamente enprotegerse. Pero esos intentos provenan de hombres que laconocan desde haca mucho tiempo, a quienes no podaengaar con su apariencia habitual y que ahora pensaban enaprovecharse de la invalidez de Dobbs.

    Lo nico bueno que poda decir de Dobbs era que, en sus dasde vigor y salud, lograba desalentar a cualquiera que quisieraponerle las manos encima. Una vez casi mat a palos a uno desus amigos cuando intent besarla. Ese tipo de noticias sedifundan con rapidez. No era que estuviera protegiendo suvirtud. Simplemente no toleraba la copulacin apasionada y, deninguna manera, lo permitira bajo su propio techo. Si Aggie y

    April queran complacer a los clientes de esa manera yambas lo hacan con frecuencia , hacan acuerdos privados.

    ltimamente, se escondan en los etranquilizaban. La reaccin de Dobresultaba graciosa. Iris haba confeporque l no poda hacerlo ms. Alquerer que otros hicieran lo que l yTanya suspir mientras echaba unentrar en accin. Haba que ocuparpreparar el almuerzo y la cena, comcual era necesario caminar un trechde apuestas, burdeles y tabernas aabran de da y de noche, porque Euno de los peores lugares de Natchinstantes para abrir las puertas, llegpara comunicarle a Tanya que la prHarn se haba torcido el tobillo ynoche ni en las noches venideras. Enecesitaba or antes de abrir. Una in

    inevitable.

    CAPITULO 3

    Que diablos estamos haciendo aqu, Stefan? protestLazar mientras observaba a un hombre de barba rojiza, conunas pieles de ante desflecadas, que golpeaba ruidosamente lamesa con una jarra de cerveza vaca y que peda, en formagrosera y a gritos, que comenzara el espectculo.

    Podramos haber esperado a Serge en el hotel, que al menosnos ofrece un mnimo de comodidad.

    Fuiste a divertirte a los barrios bajos antes.

    Nunca a un lugar donde todos estn armados hasta losdientes dijo Lazar siseando.

    Stefan ri entre dientes.

    Exageras, amigo, pero an as, alestoy bastante ansioso por divertirm Oh, Dios gru Lazar desplomdos estn buscando problemas, los Stefan levanto una ceja.

    Para ti una diversin no es nadas que eres exasperado, todos estamenteramos hoy. Pero t, si me perdoeres un bastardo de impredecible m

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    Pgina 13Stefan resopl sin ofenderse. Ocasionalmente permita a susviejos amigos que lo insultaran con impunidad.

    Les aseguro que no voy a empezar nada que no puedaterminar.

    No necesito promesas de ese tipo. Deja de preocuparte, Lazar. Estamos aqu slo paraacompaar a Vasili y para no pasar todo el tiempo discutiendomientras jugamos a este juego de esperar otra vez.

    Y cul es la excusa de Vasili? pregunt Lazar mirando alhombre en cuestin que se desplazaba por el saln connaturalidad, hablando con los parroquianos como si fuera uncliente regular.

    Sinti la curiosidad por el nombre de este lugar cuando looy mencionar en elLorilie . Y tambin por la descripcin de suprincipal atraccin. Pero tiene tanta nostalgia que es capaz depresenciar la actuacin ms cmica, tan slo para ver unvientre ondularse.

    Esa maldita concubina que le di Abdul. Ella s que bailacomo un ngel, no es as? una sonrisa disip lapreocupacin de Lazar . Se ondula mucho mejor en la cama.

    Entonces la probaste? Vasili es muy generoso. Quieres decir que t no lo hiciste?

    Las esclavas, an liberadas, son demasiado sumisas para migusto.Lazar sonri por este comentario. La sumisin en ocasiones eraagradable, en lo que a l concerna, especialmente cuando unotiene una amante regaona como era su caso. Se haba sentidofeliz de dejarla en este viaje aunque no haba pensado estarfuera tanto tiempo. Ninguno de ellos lo haba pensado ya que latarea que se les haba encomendado era muy sencilla.Simplemente tenan que contactarse con una tal seora

    Rousseau en Nueva Orlens. Ese erllegado a odos de Sandor haca mupactado. Ella los debera llevar direTomilova y a su protegida real. Unpara recoger a la princesa y estar desencillo... excepto que la seora Rotres aos y que su esposo se haba tUna semana se perdi haciendo aveOrlens sobre la baronesa pero eraestado all. Nadie la recordaba. Dehacia Charleston para hablar con eltiempo perdido ya que el caballero bebedor desde la muerte de la seorecordar a su esposa, mucho menoshaber conocido, o no, haca veinte que ofreci en forma petulante despintimidaciones, fue que hablaran co

    quien, segn lo que poda recordarhaba vivido con ellos en esa pocaproblema, sin embargo, era que se y que se haba mudado a Natchez,As que era necesario regresar a Nuposibilidad de que la memoria borrestar en lo cierto y despus remontavieja ciudad de Natchez. Pero quTatiana Janacek haba esperado toda su tierra y asumir el lugar que le cTenan que encontrarla, no importallevara.Sin embargo, a esta altura todos se frustrados. Pero hasta que el nuevopaciencia y decidiera olvidarse de thacerlo. Pero eso era antes de su vi

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    Pgina 14seora Rousseau esa maana, en su plantacin situada al sur dela ciudad. Dicha visita haba resultado la peor de lasfrustraciones debido a la historia increble que les habarelatado.En este momento Lazar estaba a favor de irse del pas ysimplemente informar de la tragedia que haba castigado aTatiana Janacek de nia. Serge era partidario de encontrar aotra que ocupara su lugar, alguien ms del gusto del rey. Elproblema era que la princesa tena una marca identificatoria enla nalga izquierda, que el mismo Sandor haba puesto all. Perolos primos, Stefan y Vasili, todava estaban obstinados en seguirtodas las pistas, sin importar cmo, hasta que no quedar lugarpor investigar. Ni qu hablar de cuntos meses ms tendranque perder por esta obstinacin. Y qu les quedaba por ahorasino rastrear el nombre de la ltima persona quesupuestamente haba visto a la baronesa viva?Cuando se enteraron de que Tomilova haba muerto al pocotiempo de haber llegado a este pas, todos se sintieronconsternados. Ella deba contactarse con Sandor nicamente encaso de emergencia. De otra manera, no deba producirseninguna comunicacin que pudiera ser interceptada y quecondujera a los Stamboloff hasta la ltima Janacek. Suinminente muerte no fue considerada una emergencia. Peroquin habra pensado que iba a morir y, peor an, que lohiciera antes de que la nia tuviera edad suficiente como paracuidarse por s sola o para saber con quin deba comunicarse?Segn la cuada de Rousseau, la baronesa y la nia quesupuestamente era suya, no haban pasado ms de dos das conellos despus de conocer a la seora Rousseau. Ella no seencontraba bien. Acababa de recuperarse de una fiebre quehaba contrado en el viaje a Amrica. En un instante sufra dedelirios de grandeza y, al instante siguiente, ataques deparanoia. Deca que le haban robado una fortuna en joyas en

    su primera noche en la ciudad. Perofiebre amarilla poda arrasar Nuevagente en forma indiscriminada, se pque no poda quedarse ni un da m

    Mi hermana no pudo prometer nescuchar les haba dicho la portanoticias . La dama hizo los arreglociudad pero cuando nos dijo con quintentos por disuadirla fueron anque tena planeado viajar estaba inescndalos por haberse casado conbasura blanca. Pero piensan que sescuch cuando le dijimos que la reintenciones de dirigirse era la ms iSospechamos que haba vuelto a tecomportaba de un modo errtico. Inquedarnos con la pequea, por su p

    dama simplemente no estaba abiertparte, no me sorprend cuando nos recibiera entierro apropiado menostarjeta de mi hermana era lo nicobolso. La haban abandonado en elparcialmente cubierta por unas piedDobbs hubiera, al menos, intentado

    Otro nombre para rastrear. La nicse poda considerar como tal, era elDobbs haba sido ste: la ciudad dedespus de transcurridos veinte aoRousseau nunca haba vuelto a habaos que viva en el lugar. Y si estuhaba sucedido a la nia?

    Haban enviado a Serge a hablar cociudad tan pronto como regresaron

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    Pgina 15encontrar una respuesta o dos a esos muchos interrogantes. Deno ser as, entonces comenzaran maana mismo a investigar enla ciudad. Una tarea tediosa por lo que se haban enterado enNueva Orlens. Las posibilidades eran infinitas pero lo quecrean ms importante en este momento era encontrar a laprincesa aunque estuviera muerta. Con todo lo que habafastidiado al rey tener que ir a Amrica a buscarla, no queraregresar a su pas con las manos vacas.

    Decid que esa mesa tiene la mejor vista del escenario opin Vasili cuando volvi a unirse a ellos . Llegamos a unacuerdo con sus ocupantes o simplemente la confiscamos?Despus de todo la realeza tiene sus privilegios. Hasta esoscampesinos son capaces de entenderlo.

    Cundo estuvimos viajando de incgnito? rebati Stefancon tono spero.

    Es cierto suspir Vasili . Entonces creo que debemostomarla. El poder tambin tiene sus privilegios.

    Al diablo contigo! dijo Lazar entre dientes. Se puso depie . M silla tiene una vista excelente del maldito escenario.Aqu tienes, tmala.

    Si insistes, mi amigo.Stefan se sonri internamente por la manera sutil en que Vasilihaba manejado la situacin. Lazar simplemente hizo crujir losdientes. Se senta aliviado por no tener que sacar la espada paradefenderle. Al menos todava. Todos tenan un grado dearrogancia y Stefan sera el primero a admitirlo. Pero Vasili, aveces, usaba la suya como arma, con precisin y maestra y unabuena dosis de diversin. Lazar lo saba. Cmo no iba asaberlo? Haban estado juntos desde la niez, padeciendo losmismos tutores en la corte, el mismo entrenamiento, los mismosenemigos. Pensaban de la misma manera, eran parecidos, eranexcelentes amigos. Lazar slo haba tenido problemas en

    concentrarse en ms de una cosa a a la conclusin de que tanto Vasili problemas como una forma de alivDecidi que no iba a preocuparse ppercibido que Vasili ya haba encontensin: este espectculo. Su deseoubicacin de Lazar haba sido sincepor la multitud cada vez ms impacpresentacin.La actuacin supuestamente ya tenEran cada vez ms los parroquianopuetazos en las mesas. Pero tal veQuizs esta bailarina de harn fuerreputacin. A quien quera engaauna amateur que simplemente ofrecque supona era la famosa danza deestos americanos no perciban la di

    contentaba con facilidad, lo cual ertema que el diablo tendra que pagtransformaba en desilusin.Se inclin hacia Stefan y le dijo en

    Me comentaron que se puede tenunas monedas. Si es una dcima paFtima, pedir una funcin privadaLazar oy y salt de furia.

    Te arriesgas demasiado con las pOrlens, una en el barco a vapor, ahllevars un recuerdo de este pas qu

    Lazar se ha estado quejando desdinterrumpi Stefan antes de que el de Vasili empeorara an ms. Ya seatacaban ferozmente antes de darse

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 16haciendo y se echaran a rer . No puede creer que estemosaqu slo para beber este pis de caballo que llaman cerveza yver a una extranjera ignorante hacer un papel ridculo sobreese escenario.

    Dicho de esa manera, yo tendra mis dudas dijo Vasilimientras giraba la cabeza hacia Lazar con los ojos pardossonrientes . Ves lo que lograste con tus quejas? Sabes loperverso que puede ser Stefan cuando est fastidiado connosotros.

    Dios santo, Vasili gru Lazar con exageracin al mismotiempo que se dejaba caer en la silla . Por qu no le pides quenos deje en paz?Vasili se dio la vuelta hacia Stefan con los ojos abiertossimulando inocencia.

    Te estuve provocando? Lo intentaste respondi Stefansabes que este tipo de tonteras nun

    Veo a lo que te refieres, Lazar Furioso hasta la mdula.

    Si no se callan se perdern todo eVasili ech una mirada al escenarioYa haba olvidado las bromas. La maplauso al unsono que hizo que Laal mismo tiempo atnito por estar tescenario. Stefan, sin embargo, frunque avanzaba la danza. No importaexpectativas, no haba pensado quel.

    CAPITULO 4

    Este ngel de Babilonia era exquisitamente delicada y de rasgosfinos. Stefan, al igual que cualquier otro hombre del saln,estaba embelesado. Era incapaz de sacarle los ojos de encima.La danza estaba destinada a encender los sentidos, pero losmovimientos de la muchacha tenan una gracia tan sensual quele infera un toque de inocencia. Tal vez lo hiciera paraprotegerse ya que tena que actuar delante de tantos hombres.En el caso de Stefan, sin embargo, ya era demasiado tarde.Poda ser el tipo de mujer que vuelve loco a un hombre, coninstintos opuestos de deseo y proteccin, pero, en este momento,l slo senta deseo.Se haba preguntado qu tipo de atuendo llevara, ciertamenteno la transparencia reveladora de la bailarina de harn, que,despus de todo, era una concubina o una esclava y bailabapara lograr que su amo la eligiera entre muchas esclavas. Esto

    era Amrica. Un lugar donde las mcuidadosamente las extremidades, Pero sta era una prostituta que baiintegrado exclusivamente por hombpermitira al menos los brazos y patipo de danza, una buena parte delLos pantalones de harn comenzabceidos en las caderas y el abdomey se ajustaban a la altura de los tobtransparente pero era tan fina que,amoldaba a las piernas. La parte sufino era corta, aunque no tan cortapblico, y caa hasta la cintura de leran largas y se ajustaban en las muera ceida a la altura de los senos, p

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 17modo que se balanceaba con los movimientos de su cuerpo. Eltraje esta adornado con pequeas lentejuelas plateadas quebrillaban a la luz de las velas. La bailarina llevaba una anchafaja de dijes en las caderas, la cintura y los tobillos, quesonaban rtmicamente con sus movimientos, demostrando queno era una amateur para esta danza. Esto haba resultadoobvio desde el mismo instante en que pis el escenario.La misma tela de color lavanda haba sido utilizada para ellargo velo que le cubra el cabello hasta la cintura. Pero elcabello era un poco ms largo que el velo y lo llevaba suelto.Era un cabello enrulado, negro como el bano, y caa sobre sushombros angostos o se sacuda hacia atrs al comps de susbalanceos. Un velo ms corto le cubra el rostro excepto los ojosque, en un primer momento, parecan sesgados. Al observarlaatentamente, Stefan pronto se dio cuenta de que era el polvillonegro con que se haba maquillado lo que les daba ese efecto.Eso y el hecho de que la muchacha mantena la vista baja para

    no mirar directamente al pblico. Estaba descalza y los pieseran la nica parte descubierta del cuerpo, con excepcin de lospocos centmetros de ombligo que se dejaban verocasionalmente cuando levantaba el pecho durante sus lentasondulaciones.Era de esperar que Vasili se conformara con esa insinuanteexposicin del vientre porque, si Stefan poda impedirlo, seralo nico que vera. Al menos esa noche. Pero cmo hara paracontrolar la situacin si Vasili ya haba anunciado susintenciones? La franqueza le pareca el camino ms fcil y esofue lo que intent cuando la muchacha finaliz la danza ydesapareci por una puerta trasera.

    T ya tuviste bastante ltimamente, Vasili. Djame sta a m. Cmo? el hombre de cabellera rubia se dio vuelta. Estabasorprendido . Oste eso, Lazar? Quiere robarme a lamujerzuela de entre las piernas.

    Pero todava no la tienes entre larazn dijo Lazar en total acuerdoltimamente. Por otra parte, para tipero nuestro Stefan es mucho ms

    Estoy dispuesto a compartirla. Yo no dijo Stefan acentuando lsuavidad de su tono.

    De modo que as son las cosas?indignado medio divertido . Bien,

    Tienes las puertas abiertas a la mucquiere.Lo dijo con suavidad. Pero al or qude horror, Vasili se dio cuenta de laintencional pero real de todas maneuna mortaja. Era el ms apuesto deadoraban por eso y, desde su juven

    que los tratara altivamente el restoantes de que Stefan quedara desfiguvida a su nico hermano de una jau

    No quise...Vasili estaba tan consternado que nCorri la silla y, con pasos largos, shacia atrs.

    Slo estaba bromeando se discuresonaron dubitativamente en medirodeaba su mesa . Habra dicho lo

    Soy tan estpido como para no Cielos, Stefan protest Lazar respecto...

    Ve tras l antes de que se corte elhiri. Dile que mi pellejo es ms gr

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 18piensan.Pero no lo era. Vasili le haba recordado que las mujeres, almenos las mujeres hermosas, evitaran a Stefan si les fueraposible y eso le lastimaba. Como la mayora de los hombres,Stefan tambin las gozaba cuando senta ganas de hacerlo, peronicamente prostitutas, mujeres que no tenan muchaoportunidad de elegir una vez que vean el color de su oro. Sinembargo poda sentir su rechazo y por eso no se daba esosgustos con frecuencia.Se preguntaba por qu lo haba olvidado cuando la pequeahur haba comenzado su danza. Haba sido entonces la danzalo que le haba dado tantos deseos de poseerla? O era slo quehaca mucho tiempo que no tena una mujer debajo? Esta jovenhaba despertando algo muy profundo en l y, por ms irnicoque pareciera, la danza no le haba parecido tan ertica. Detodas maneras, ya no importaba. La urgencia habadesaparecido. Sin embargo, no tena ganas de regresar al hotel,donde Vasili y Lazar lo estaran esperando y se daran cuentade que haba cambiado de opinin acerca de la muchacha.Todava segua sentado all observando cavilosamente a losocupantes del saln mientras terminaba la cerveza. De pronto,la nueva cantinera entr. No estaba seguro de por qu habareparado en ella. No era nada que mereciera mirarse. Tena elrostro demacrado, una expresin sombra, el cabello oscurotirado hacia atrs y un atuendo masculino. Pero la sigui con lamirada mientras recoga una bandeja y limpiaba una mesa queacababa de desocuparse. Su andar era gallardo, susmovimientos enrgicos, demasiado enrgicos para una mujerque pareca tan agotada.Tanya le vio de entrada y tuvo que abstenerse de persignarse.Si alguna vez el diablo estuviera vivo, tendra los ojos de esehombre, encendido como las llamas amarillas del infierno.

    Qu curioso! Deba estar ms cansembargo, unos momentos antes se Haca tanto tiempo que no bailaba.Haba tenido miedo de haberse olvlo desech. Por qu razn? Duranbailado todas las noches ante la insde que Lelia se hubiera fugado convapor.Lelia haba sido la primera bailarina Tanya. Haba llegado a la ciudad haba peleado con uno de ellos y hahaba sido el da de suerte de Dobbextranjera le haba transformado lanegocio que apenas poda manteneuna ganancia decente. Finalmente hatraccin que pudiera competir conapuestas que lo rodeaban. Hasta ca

    para que tuviera que ver con la danclera le dio cuando Lelia se fue.Pero para ese entonces, Tanya habmenos su propia versin que para Dbuena. Era todo lo que tena para losiguieran viniendo. Era joven, perovoluminoso que ahora. Lelia le haby las cremas de la profesin actoraldrsticamente su aspecto. Eso era iquera que nadie supiera que era ellescenario. Tampoco Tanya. Cuandofinalmente la descubrieron, Dobbs que ella le enseara la danza.Se haba sentido feliz de retirarse. Dadoraba el baile, detestaba la manepblico la miraban. Los comentario

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 19cuando actuaba eran an peores. Pero hasta que el pie de Aprilse curara, volvera a bailar. De otra manera, no podracompetir con sus vecinos y saldra perdiendo, cosa que nuncaaceptara. Y en ese mismo momento jur que cuando ElHarn le perteneciera, entrenara a bailarinas adicionalespara no tener que exponerse a que la descubrieran otra vez.Se estremeci. Saba muy bien que esos ojos amarillos yardientes seguan mirndola. Y a pesar de todos sus instintos,que gritaban No vuelvas a mirarle , lo hizo. El hombre lallam a su mesa con la mano.No seas tonta, muchachita. No es el diablo. Pero nunca habacaminado tan lentamente en su vida como lo hizo en estemomento, en direccin a ese caballero de tez aceitunada y ropascostosas. De pronto, casi se echa a rer por su propia torpeza. Apocos pasos de l vio que era la luz de las velas que sereflejaban en sus ojos lo que le haba dado la sensacin de queestaban ardiendo. No eran amarillos sino pardos como el jerez.Se vean hermosos en un rostro de color bronce intenso.Cuando se acerc a l estaba sonriendo. Senta un aliviointenso. Sin embargo, era algo que nunca haca en el saln,porque el buen humor no encajaba con el aspecto sombro queintentaba demostrar. Ella era slo Tanya, supuestamente lahija soltera de Dobbs. Sin embargo, este hombre le eradesconocido. Probablemente era del barco de vapor quepartira por la maana. No iba a preocuparse por un simpledesliz.

    En que puedo servirle, seor?La sonrisa confundi a Stefan. No porque fuera incongruenteen un rostro tan exhausto, sino porque las mujeres rara vez lesonrean, al menos no de entrada. Por lo general se sentan

    incmodas cuando l las descubra mirando, horrorizadas, lasheridas de su rostro. Eran esas heridas lo que todos, inclusive

    los hombres, perciban en primer luan no las haba visto o, si lo habaencontraba tan desagradable por lamisma era bastante fea.Se sinti complacido con la reacciespecial despus de los pensamientDe todas maneras, eso no impeda llamara la atencin, que algo le momente. Tena los ojos de una nia sbuen humor. Por cierto, no cuadrabTampoco sus dientes blancos. Peroinusuales y todos los dientes, de moeso lo que le preocupaba de la mucchaleco eran masculinos, grandes, nnegra de campesina, sin ningn adocadera... Para qu diablos poda npequeas, coloradas, callosas de un

    otro, un marcado constante con la tojeras oscuras que revelaban agotacontraste, considerando el andar cacon anterioridad. La intuicin finalarriesgarse y adivinar.

    Esa pintura negra en los ojos es pno es as?Ante el resuello de la muchacha, ecan mayor cuando ella intent corrque el haba insinuado frotndose fsi tena sentido, a pesar de toda su pescenario se camuflaba el rostro, separa nada atractiva excepto por sussus dientes blancos perfectos. Aqucuerpo una vez ms, con toda seguhaba usado aunque fuera suelto ha

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 20muy deseables. La muchacha obviamente jugaba dos roles: labailarina que provocaba por un lado, y la cantinera que noquera que la molestaran por otro.

    No es gracioso, caballero dijo con un tono lacnico eirritado. Ahora lo estaba mirando. Supona que las manchasnegras haban desaparecido.Todava sonriendo Stefan pregunt:

    Deseara que le ayude? Todava estn... ? No, gracias dijo entre dientes sincortesa.Esta vez tom la parte inferior de la camisa para volver aintentarlo, sin saber que le haba dejado ver una parte delestmago se levant el cinturn. El buen humor de Stefan seesfum cuando de repente regres el deseo, abierto y punzante.Cuando sus ropas haban vuelto a su lugar, la camisa estabamanchada de negro pero Stefan no vea rastros de pintura ensus ojos. Ahora estaban un tanto hinchados. Hasta las manchasoscuras debajo de los ojos estn coloreadas de tanto frotarse.Esto le hizo tomar conciencia de que subira el precio que iba aofrecer por ella.

    Si ya termin de buscarme defectos, tal vez quiera decirme loque desea. Tengo otros clientes.

    A usted. Cmo dijo? La quiero a usted.Haba escuchado bien la primera vez. Pero deba estarbromeando. Saba bien el aspecto que tena. Haba pasado sieteaos perfeccionando el disfraz que slo le llevaba cinco minutosrealizar. Su aspecto estaba destinado a ahuyentar, no a atraer.Y adems, este hombre moreno era muy apuesto. Tena unestilo rudo como una gema sin tallar. Tambin pareca

    prspero por el corte de su casaca asobre su espalda ancha. Pero esa coapariencia, lo convertan en el tipo siempre ella le resultaba invisible.En un principio haba pensado que juzgar por su color moreno y su aspextranjero. Pero reconocera un aceacento que perciba en su ingls tannorte. No eran muchos los norteossentan demasiado fastidiados por econvocaba El Harn . Este hombrde halcn, cejas negras flameantes,una mandbula muy pronunciada. Slas cicatrices, unos cortes verticalesque le cubran la parte superior de lmismo tipo de marcas en la quijadahubiera hundido los dientes en el ro

    tironear, pero como si alguien lo hutiempo. Las cicatrices le hacan sencomprensin por l. Le haban causbien el dolor. Pero esa empata no lcosta de s misma.La frase explcita del hombre, que lmereca una respuesta de modo que

    Creo que Aggie debe encargarseenseguida.Se dio vuelta y comenz a alejarse.que algo la tomaba del cinturn y lmano. Le dio un tirn contra sus picada sobre su regazo. Por un momasombrada como para moverse; muFinalmente levant la mirada y dijo

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 21advertencia:

    Esta realmente echando su suerte, seor.

    Shhh! le dijo entre dientes . No tiene por qupreocuparse. y le ech cinco piezas de oro de veinticincodlares en la falda.Tanya slo contempl el dinero. Nunca antes haba visto escantidad junta. Saba con certeza que April y Aggie ganabanun dlar o dos por sus favores, que era an ms de lo queDobbs les pagaba por el trabajo de una noche. Cuando pens

    en lo que poda hacer con ese dinero, como por ejemplocontratar ms ayuda, comprar ropas nuevas, algo que nuncahaba hecho... Entonces no estaba bromeando?Oh, Dios, ayuda. Nunca se haba sentido tan tentada como enese momento. Sus ganas de apretar esas monedas en la palmaeran tan fuertes... l era verdaderamente un diablo para que laidea se le cruzara por la mente. Pero todo lo que tena que

    hacer era dejarle que tuviera su virginidad que, despus detodo, no estaba reservndosela para nadie. Nunca iba a casarse.Qu tan malo poda resultar? As de cerca, ola delicioso. Yahaba notado que estaba limpio, impecablemente acicalado y nole pareca para nada desagradable mirarle. Slo tena quegozar... Oh, Dios. Qu estaba pensando?

    Debe ser un diablo dijo prodigiosamente ms para s que

    para su cliente.El no comprendi a qu se deba ese comentario perorespondi:

    Una creencia compartida por muchos.La muchacha entrecerr sus ojos verdes.

    Al menos, debera negarlo.

    El se ri. Por qu debera de hacerlo?

    Porque... porque... Olvdelo.Intent levantarse pero sus brazos,la cintura, se lo impidieron. Entrecetodava sonrea.

    Mire, seor, eligi a la persona eUna nueva voz apasionada la interr

    Stefan, me niego a sentirme culpde...

    Ahora no, Vasili Stefan gruo cojos y date cuenta de que estoy ocuTanya gir la cabeza y, de pronto, sabsorta lo que se podra describir ccabello rubio y enrulado, tez doradcomo los del hombre que la tena ellegado, Vasili, la tena aferrada consu encanto. Deba de ser la ms herDios, la ms bella que hubiera vistomisma manera, l miraba a Tanya cque vea. Luego sonri y le pregun

    Abandonaste sin siquiera intenttienes que pagar por eso, por el amdisgusto girando la cabeza en direcprocurar a la bailarina.Le llev a Tanya un instante comprinsultado de la peor de la manera pfuera hermosa, pero la decencia hacmencionara. Pero hacerle sentir quecomo para servirles de alfombra... Ehubiera imaginado. El hecho de qu

    menos que lo hiciera un extranjero interior se debatan dos emociones

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 22Quienes pensaban que eran, estos extranjeros, uno credo deque poda comprarla y el otro seguro de que nadie, en su sano juicio, poda hacerlo? Quera desaparecer. Senta deseos devengarse. Pero antes tena que levantarse de la falda delmoreno.Lo logr de inmediato. Los brazos que la tenan aferrada ahoraestaban sueltos. Se levant con toda la dignidad que pudoreunir, puso cuidadosamente las monedas de oro sobre la mesay, consciente de que El Harn haba presenciado una escenala noche anterior y no necesitaba otra, se dio vuelta paraalejarse. Una decisin sabia de la cual poda estar orgullosa. Sinembargo, de repente, la furia se apoder de ella. Se dio mediavuelta y le dio una bofetada al Adonis de oro con toda sufuerza.Lo que sucedi despus fue muy rpido. Todos tenan losreflejos muy alertas. Vasili levant la mano con clara intencinde pegarle en el trasero, pero Stefan se incorpor de un salto ylo tom del brazo. Mientras tanto, Tanya desenvain elcuchillo. Por una vez, no le importaba llevar a cabo suamenaza. Ni siquiera les pidi que se retiraran. Mientrasambos permanecan de pie inmviles mirando el cuchillo,Tanya retrocedi, se dio la vuelta y sali corriendo por lapuerta trasera. Tan pronto como la muchacha haba

    desaparecido de su vista, Stefan se gruido.

    Vasili, tienes la misma sensibilidEn el mismo instante Vasili irrumpi

    Esa perra me amenaz con un cu No tiene que sorprenderte ya que le hizo notar Stefan con disgusto Y merecidamente. Me haba abo

    Cosa que merecas.Vasili se encogi de hombros y son Qu importa eso, siempre que mhablado de ms? Ahora bien, quiebailarina para ti?

    Idiota, sa era la bailarina.

    Abri apenas los ojos. Este fue el Luego dijo de modo imperativo: Entonces regres para salvarte juagradezcas ms tarde.

    CAPITULO 5

    Despus de escuchar las desalentadoras noticias de Serge deque la mujer de Dobbs era otra pista que haca muchos aosestaba muerta, Vasili se mostr a favor de regresar a ElHarn esa misma noche. Pero Stefan lo convenci de esperarhasta la maana siguiente. Era irnico que hubieran estado tancerca de su presa sin siquiera saberlo. El esposo de la mujer, elpropietario de la taberna y la nica esperanza que les quedaba

    de obtener informacin slida sobresta ciudad por ms de veinte aosLa verdad de los hechos era que Stenfrentarse a la bailarina una vez m

    all y dejar que Vasili la hiriera consucedi es que haba quedado sin h

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 23Vasili pero sa no era ninguna excusa. Haba elegido a lamuchacha para pasar la noche de modo que tendra quehaberla protegido o al menos hablado antes de lo que lo hizo.Por supuesto, no le llev mucho tiempo entender por qu suamigo estaba tan fastidiado que no le importaba a quininsultaba. Vasili haba considerado toda la situacin como suculpa por su comentario anterior y entonces intent corregirlode la mejor manera posible. El desprecio era su especialidaddesarrollada hasta la perfeccin.De cualquier modo, Stefan no quera regresar a la tabernahasta que le aseguraran que la muchacha no estara all. Esosera por la maana, mientras el lugar no estaba abierto para elpblico. Sin embargo, quin abrira la puerta ante el llamadode Serge si no la persona a la que Stefan deseaba evitar? Yqu fue lo que hizo la muchacha al verlos all sino cerrarinmediatamente la puerta sin ningn tipo de gentileza?El hecho de que les cerrara la puerta en las narices fue unaexperiencia nueva para los cuatro y cada uno de ellos reaccionde forma diferente.Serge se puso agresivo y pregunt:

    Debo derribarla?Antes de que alguno pudiera responder, Vasili expres suindignacin:

    Otro comportamiento an ms audaz por parte de lamujerzuela. Todava sigues pensado que no se merece que laponga en su sitio, Stefan?Stefan estaba simplemente disgustado consigo mismo. Suprimera reaccin cuando se cerr la puerta fue de alivio, con undejo de cobarda, algo de lo que nadie en su sano juicio podaacusarle. Por lo tanto su tono son tajante cuando respondi:

    Y cul es su lugar, mi amigo? T sabes que no es una

    campesina de Cardinia. Es una campesina de Amrica. Tcul es la diferencia.A esa altura, Lazar rea. Estaba mu

    Juro que no lo s, pero estoy segdecir. Por qu no le preguntamos?

    Tendremos que derribar la puertrecord Serge.

    No o que echara la traba dijoEl cerrojo son al mismo tiempo qua preguntar:

    Debo derribarla?Con un tono de contrariedad, Stefagolpe con fuerza la puerta.

    Seorita, nuestro inters es hablacon usted grit.

    Dobbs est enfermo exclam laquien est a cargo del lugar ahora,tratar conmigo y eso significa que eRespondi con tanta rapidez que reescuchando por detrs de la puerta,

    la sensacin de incomodidad de Stehubiera provocado. A menos que desee quedarse sin sta, le sugerira abriera rpidamenPalabras mgicas, aparentemente.muchacha estaba de pie bloqueandlas caderas y una de ellas en el mandesenvainado. Aunque Vasili y Stese poda enmendar. La luz de batall

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 24indicaba que era algo probable. Su vestimenta era similar a lade la noche anterior. La nica diferencia era el color de lacamisa que le daba una tonalidad griscea a su piel.Decididamente, la luz clara del da no le sentaba bien.

    Habla ingls demasiado bien para ser extranjero le dijodirectamente a Stefan sin preocuparse por mirar a los otros .Pero seguramente no comprende muy bien su significado. Lesdije que Dobbs est enfermo. Eso significa que no se le puedemolestar y menos personas como ustedes.Stefan dio un paso intimidatorio hacia ella aunque no logramedrentarla. Su coraje era resaltable pero tonto en estascircunstancias. Despus de todo, l le llevaba una cabeza yestaba en excelente estado fsico. Adems ella no tena idea de loque l era capaz. Sus ojos comenzaron a brillar de indignacinaunque l no era conciente de ese hecho ni de que por tal raznlas manos de la muchacha comenzaron a sudar.

    Si usted entiende ingls dijo en tono de amenaza ,entonces entender que hablaremos con Wilbert Dobbs porquees imperativo que lo hagamos y nada que pueda decir o haceralterar esto. Si mi propio entendimiento es correcto, creo quesignifica que sera inteligente de su parte salir de nuestrocamino.Ella dud por un momento y le mir. Luego dijo:

    Adelante, entonces, molesten a un hombre moribundo. Es suconciencia, no la ma.Se dio media vuelta, alejndose del dintel y de su presencia loms rpidamente posible.

    Por lo menos podra haberle preguntado dnde estaba eltipo refunfu Vasili mientras l y los otros seguan a Stefanal interior.Lazar se ri entre dientes. Todava encontraba divertida la

    situacin. Ser ms fcil averiguarlo por nuobtener alguna otra informacin detodo, no tenemos que buscar en unhabitaciones infectas.

    Entonces procedamos. Este lugardel da.En realidad, el local ola a leja y nmesas estaban corridas, las sillas da

    piso todava haba lamparones hmLa taberna estaba lo ms limpia quque Vasili encontrara detestable erasu estado de nimo, producto del rirecepcin.A lo alto de un tramo angosto de esun pasillo an ms angosto, la voz

    dejaba de protestar por el retraso ddirectamente a l. A juzgar por sushombre enfermo. Ms bien un homLazar segua pensando que esta pardivertida probablemente porque VaAl borde de la risa nuevamente pre

    Suponen que ese dragn de ojosmujerzuela haragana a la que est l

    Mujerzuela, tal vez. Pero haragaPara m, trabaja tanto que se est cparece faltarle mucho.Serge poda ser an ms contundenrefera a lo obvio y el hecho de que

    con tanta crudeza removi el sentimpor haber sido tan rudo con la muc

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 25estar exhausta y quiz esa fuera la causa de su mal humor, nolo que haba sucedido la noche anterior. De cualquier manerano tendra que haberle permitido excitar su propiotemperamento.

    Que es esto? Vasili pregunt con impaciencia . Esaperra descarada no merece nuestra curiosidad, particularmentecuando el paradero de nuestra princesa se puede estar porrevelar de un momento a otro.

    O no seal Serge aunque ya tena la mano puesta en elpicaporte.

    Maldicin, Tanya estas palabras los acogieron antes determinar de abrir la puerta . Qu excusa...?Las palabras se extinguieron cuando los cuatro hombresinvadieron la habitacin, uno tras otro. Wilbert Dobbs seincorpor en la cama, lo cual no era una tarea fcil con esecuerpo hinchado.

    Oigan, quin los dej entrar aqu? profiri con clera,aunque su tono de voz haba mejorado marcadamente, unadeferencia para sus superiores, a quienes ellos personificabanpor la riqueza de su atuendo y sus modales . Tanya sabe queno quiero visitas.

    Si se refiere a la muchacha que est abajo entonces puedeperdonarla, porque hizo todo lo posible para echarnos ladisculp Lazar.

    No todo lo suficiente gruo Dobbs . Est bien, veamos.Qu es lo que quieren unos caballeros como ustedes con unhombre como yo?

    Estamos aqu por un asunto que tiene que ver con su difuntaesposa respondi Lazar.

    Iris? Qu sucede? Esa fina familia que la neg porhaberse casado conmigo le dej algo en testamento?

    Dobbs se ri al pensar que finalmenese error. Iris se haba casado con adinerado no la acept despus de Dobbs pens que le dara un poco dacababa de abrir en Natchez, de moapellido. Pero perdi el beb y luegtanto, ambos perdieron en el negocesperanza de una herencia tarda r

    No sabemos nada de la familia dinform el mismo hombre . Nuestrquin parti de Nueva Orlens hace

    La extranjera loca? Su esposa le habl de ella, enton Yo mismo la conoc cuando me iNo le gustaba que le recordaran esahuido de su lado para regresar a Nufamilia que la volviera a recibir, cotenido todas las intenciones de golphubiera regresado con l. Pero habque a las pocas horas de llegar murfiebre, y con el beb de la mujer. Labstenerse de pegarle pero Iris neceintactas para cuidar del beb. Y el b

    ese momento porque l ya haba deaos sera una nia tan buena comohabra costado nada.Cuando record cmo haba conocvolvi cautelosa y su tono beligera

    No hay mucho que decir de esa ma su nombre pero convenci a Iris dviaje no sera fcil en carreta. Peroblando.

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 26 Con una ruta directa por ro entre Nueva Orlens y Natchez,por qu su esposa viajaba por tierra y sin escolta? preguntLazar.

    No es que sea asunto suyo, pero no tena boleto para viajaren barco. Se haba ido de all con mi carro, mi carro. Tuvosuerte de no venderlo... Dobbs call. Frunci el entrecejo,conciente de que estaba diciendo ms de lo que esos hombresnecesitaban saber. Pero como ya haba hablado sin tino,confes . Mi esposa pens en abandonarme pero se dio cuentade que no tena a donde ir. Estaba de regreso cuando laencontr acampando junto al camino del ro, intentandoatender a la mujer. Pero ella volaba de fiebre y deca todo tipode tonteras sobre asesinos y reyes, casi siempre en idiomas queno habamos odo antes. Muchas veces deca que no habacumplido con su deber, sea cual fuere. Muri mientras dormaesa noche y esto es todo lo que hay que decir.

    No lo creo as, seor Dobbs dijo la voz cortante del hombre

    moreno de ojos diablicos . OlvidaMs que cualquiera de los otros quserio, este hombre aminalaba a Dobpenetrantes. Pareca estar posedo ppoderosa, muy bien controlada, peraterradora. La misma intensa emocellos, en realidad, pero ms obvia epuso a pensar qu era tan importanbuscaban y por qu, despus de todestaban buscando.Su expresin segua siendo cauteloamigable.

    No lo olvid. Es algo triste para rbeb, s, pero se contagi de la fiebnada que yo o Iris pudiramos hacelo intentramos.

    CAPITULO 6

    Muerta?Las exclamaciones de asombro le llegaron a Dobbs desde dosdirecciones distintas al mismo tiempo. No saba si agregar algo

    a lo que ya haba dicho o si exigir l mismo algunas respuestas.Pero le haban empezado a sudar las manos y las cejas, noporque estuviera mintiendo, sino porque esos ojos diablicosparecan querer leer algo dentro de su cabeza. Estaba seguro.Aclar la voz y disimuladamente se sec la palma en la sbana.

    Cul es su inters en esa nia? Son todos muy jvenes paraser su padre, no es as?Nadie respondi, lo cual le irrit an ms.

    Y luego el rubio a quien apenas habbelleza le haca parecer menos peliuna respuesta.

    Slo se encontr una tumba, la dde piedras que, obviamente, se derrEl desprecio en esa voz que daba a sido deliberadamente inepto, le enf

    Qu se supona que deba hacerinquiri Dobbs . Cuando no se tiecomo puede en esta zona.

    De todos modos sigue habiendo

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    Pgina 28repulsiva de all abajo no puede tener, de ninguna manera, sloveinte aos. Debe de tener treinta.

    El trabajo duro avejenta a cualquiera dijo Serge . Yhasta su nombre, Tanya, es...

    Suficiente! sise Stefan . Cada uno de nosotros sabecmo se debe establecer la prueba. Yo sugerira que laestablezcamos de una manera u otra y no que discutamos laposibilidad.Vasili persisti en su protesta.

    Pero si hasta el hecho de considerarlo es demente. No hay nada que considerar si es la mujer que estamosbuscando, Vasili. T lo sabes tan bien como yo.

    Si es as, prefiero no averiguarlo replic Vasili . Pero nopuedo creer ni por un minuto que pueda ser ella. La simplecircunstancia no puede ser realidad.

    Pero la luna creciente en su nalga izquierda lo har. Maldito seas, Stefan!. Est bien, si insisten en buscar laprueba, lo harn sin mi ayuda. Me niego acercarme a esamujerzuela enloquecida otra vez.

    Dudo que tu colaboracin sea necesaria Stefan dijo conrudeza . Creo que tengo unas monedas que es todo lo que senecesita para hacer que una prostituta se levante la falda.Vasili enrojeci de furia con estas palabras. El mismo lo habadicho, la haba llamado prostituta ms de una vez, pero no eralo mismo orlo de boca de Stefan. Cmo poda su primo llegara considerar la posibilidad de que una prostituta pudiera ser lafutura reina de Cardinia?Antes de que los dos primos se fueran a las manos por sudesacuerdo, Lazar se interpuso entre ambos.

    Por qu no voy a buscar a la muchacha y le pregunto si

    tiene alguna marca inusual en el cudescribir la maldita luna, no ser nenosotros nos sintamos incmodos.

    Ella no va a responder a una pregsin sabes por qu se le pregunta dpor qu, ella misma se grabara la lpara aprovechar la oportunidad deofreciendo.

    No vamos a decirle lo que estamdijo con impaciencia. Ella tendr

    Todava estn aqu? la mujerel pie de la escalera con una bandejBien, all est la puerta y aprense,esperando su desayuno.

    Eso es lo que omos dijo Stefanescaleras . Llveselo por favor.

    Pero Stefan ...Una mano le hizo seas a Lazar paTanya tena que esperar hasta que tescaleras eran muy angostas. Lo hitena las manos ocupadas con la baindefensa por el momento. Los ojobrillaban, pero se haba equivocadosinti aliviada. De veras ardan o alBrillaban mucho y esta vez no tenla vela ya que, esta maana, no habSin embargo, eran los ojos del homahora. Dios, socorro. Brillaban conlos del otro hombre. Slo que no pa

    aterradores en la cara de un ngel.hombre la despreciaba por alguna r

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 29golpeado como una bofetada la noche anterior. Esta maanapareca como si quisiera hacerla desaparecer de la superficie dela tierra. Bueno, el sentimiento era completamente mutuo. Lamuchacha haba pasado la noche tratando de digerir el dolorque le haban hecho sentir, ese dolor que llega bien profundo yhace derramar lgrimas. Preferira sentir el bastn de Dobbsen la espalda cualquier da antes que volver a sufrir ese tipo dedesprecio. Al menos el dolor fsico pasaba pero no crea quepudiera olvidar la vergenza que haba sentido la nocheanterior.

    Los otros dos hombres no eran tan intimidatorios como los dosque haba conocido. Uno de ellos era alto y de contexturadelgada, con cabello oscuro y ojos azules, que la escudriabande la cabeza a los pies como si supiera que esconda algo y

    estuviera dispuesto a encontrarlo. Neste tipo de curiosidad. El otro homms bajo y corpulento, con cabelloblanca. Tanya podra haber juradoesos ojos oscuros y eso, ms que cula haca mantenerse erguida con lossus nervios.Tan pronto como el ltimo de los hpeldao de la escalera, ella los subila ltima vez que los vera. No sabgiraron para verla subir o que unoseguirla. Simplemente entr en la hla puerta de un puntapi, con inmen

    CAPITULO 7

    Cundo le pregunt, l le contest que nosotros no ramosasunto suyo dijo Lazar una vez que volvi a bajar lasescaleras despus de or detrs de la puerta lo que se hablabaen la habitacin de Dobbs . Pero le advirti que se mantuvieraalejada de nosotros si regresbamos.

    Qu ms?

    Nada que tenga a ver con nosotros. El hombre se pas lamayor parte del tiempo quejndose, en especial porque se habaretrasado con el desayuno, pero tambin por un nmeroincalculable de cosas. Aparentemente, es cierto que ella est acargo del lugar como dijo. Y sin ningn tipo de ayuda.

    Una buena razn para que no quiera separarse de ella coment Serge.

    Tal vez, aunque no tiene manera de saber qu es lo que nosinteresa dijo Stefan. Luego le apunt a Lazar . Crees que

    tardar mucho? Lo dudo. Por la manera en que lcada cosa, si yo estuviera en su lughabitacin ms tiempo del estrictamEn el momento en que deca lo ltipuerta que se cerraba. Y la muchac

    nuevamente con el agotamiento vissbitamente al pie de la escalera alel ademn revelara su temor, puso ldel cuchillo.Stefan tuvo que contener una carcapoco amenazadora que era esa armsido entrenados para luchar con otrprivarla de la seguridad que el armverdaderamente divertido ver a una

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 30impresin de estar lista para el combate.

    No pudieron encontrar la puerta? pregunt mirando fijoa Stefan.El ignor su intento de acicatearlo.

    Necesitamos hablar con usted, seorita. Ustedes dijeron que tenan asuntos para discutir nicamentecon Dobbs y ya lo hicieron.

    No para nuestra satisfaccin.

    La muchacha arque una ceja fulgurante. Espero que no piensen que me interesa saber si estnsatisfechos.Lazar lanz una risotada. Vasili hizo un gesto de disgusto peroafortunadamente mantuvo la boca cerrada. Stefan se sintihumillado por dentro al comprender el doble sentido de lafrase, fuera este expreso o no. Exteriormente frunci elentrecejo.

    Tenemos algunas preguntas... No tengo tiempo. ... para que responda. Dije... comenz a repetir slo para ser acallada por ungrito.

    Suficiente, seorita!. Nos disculpamos por lo de anoche.Tambin nos disculpamos por la rudeza con usted hace uninstante. Pero ahora debemos insistir que coopere.Una disculpa a los gritos no la conmova en lo ms mnimo. Ymientras el hombre llamado Stefan le ofreca a la fuerza estadisculpa, los otros se movan nerviosamente de un lado al otrodel saln. Obviamente no estaban interesados en lo que era unofrecimiento conjunto. Pero ah se equivocaba. Lo que ellahaba considerado nerviosismo era una maniobra intencional

    de bloquear todas las salidas del saestaba de pie entre la joven y las esretirada en esa direccin.Era obvio que Tanya no ira a ningucooperara . El hecho de que le negcuestin la enfureci. Por supuestotercamente hasta que se fueran. Noo s? Pero prefera deshacerse de eeso significaba responder a sus malsalvedad de que no iba a simular quofrecer una pequea retribucin, lopresent una oportunidad de inmedresponder lo suficiente como para q

    Si lo que le preocupa es su tiemppago y le arroj una moneda.Tanya la tom por reflejo y, con laarrojar.

    Gurdese su dinero. Ustedes quiele costar una disculpa a l.Ese l a quien se atrevera a llevael Adonis de cabellos dorados. Losaguardaron, como si fuera una concaceptara cumplir. Pero su rostro ad

    de rojo y miraba a Tanya con ojos aBien, haba valido la pena un intenen realidad no haba esperado que fotro haba poco menos que escupidse tuviera que sentir honrada por rese haba arrinconado al ponerle unTendra que intentar salir de all. Sesperaba que no fueran demasiadoEsper otro largo instante antes de

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 31que conduca al fondo. El hombre de cabello castao se movipara bloquearle el paso como era de esperar, pero ella no sedetuvo. En cambio sac el cuchillo, con lo cual no sorprendislo al hombre sino a ella misma. Nunca haba pensado enllegar tan lejos para proteger su orgullo. Hoy le podra costar lavida ya que el hombre tampoco se renda. La razn por la cualno haba insistido en que los otros dos se marcharan la nocheanterior despus de haber desenvainado su cuchillo, era porquehaba presentido que no lo haran. Y este hombre estabacortado con la misma hechura.

    Vasili!Tanya no supo quin lo haba incitado. La voz son iracunda.Pero oy a Vasili cuando balbuce una respuesta.

    Est bien luego en tono ms alto e imperativo agreg .Esccheme, seorita. Considere mis disculpas por lo quesupuestamente hice o dije que pudiera ofender sus tiernassensibilidades.Hasta sus disculpas estaban cargadas de desprecio. Y ademslogr herirla una vez ms al dar a entender que no saba lo quehaba hecho mal para empezar. Pero Tanya estaba segura deque no poda obtener algo mejor de un hombre de ese tipo. Porlo menos, le haba ofrecido la salida que necesitaba paraenfundar el cuchillo y as lo hizo. Los ojos azules adelante de

    ella revelaron alivio. Esperaba que su propio alivio no fuera tanevidente. Luego, se dio la vuelta y ofreci a Vasili una sonrisaradiante.

    Gracias, amable caballero. Me hace sentir muy bien saberque no me haba equivocado sobre usted.Vasili frunci el entrecejo, consciente de que no era ms sinceraen su agradecimiento de lo que l haba sido en su disculpa.Pero no poda descifrar s simplemente le haba devuelto elinsulto, de modo que no dijo nada ms.

    Stefan aclar la voz atrayendo la at Est satisfecha, seorita?

    Su sonrisa no vacil. Por supuesto. Despus de todo, nmujerzuela de taberna, tan ignorantsaber qu es lo que esconda semejtendra que estar satisfecha? No, no

    la sonrisa haba desaparecido junvoz y expresin ahora eran frgidas

    vyanse.Vasili se haba vuelto a enfurecer padvertencia de sus compaeros le mel momento.

    Usted tambin se expres con eloStefan mientras caminaba hacia lalas sillas . Quin la ense a imit

    Mis superiores? repiti la mucojos . Yo no tengo ningn...Stefan la interrumpi inmediatame

    Permtame decirlo de otra manercuando usted as lo desea. Su padreducacin?

    Mi padre? Si se refiere a Dobbsni en ninguna otra cosa que me alejDobbs era una mujer educada. Lo qStefan le ofreci una silla.

    Desea sentarse? No, gracias.

    Le molesta si lo hago yo? Por favor. Estoy acostumbrada a

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 32arriba.Despus de ese comentario, estuvo a punto de no tomar la silla,sobre todo ante la risa de Lazar en el fondo. Stefan supuso quese refera a servir a los hombres que, por lo general, estabansentados, pero ese otro significado... Se sent, aunque enseguidavolvi a ponerse de pie y se detuvo frente a ella.

    Wilbert Dobbs no es su padre, entonces? No, gracias a Dios.Lo curiosidad lo incitaba a querer saber por qu estaba tanagradecida pero no haban pasado por una escena tandesagradable para averiguar esto.

    Entonces usted slo trabaja aqu? Vivo aqu desde que tengo uso de razn. Ah, entonces la esposa de Dobbs debi haber sido su madre.Tanya frunci el entrecejo.

    Por qu le interesan tanto los Dobbs? Iris est muerta yDobbs a punto de estarlo.

    Slo tenga paciencia y terminaremos pronto. Ahora bien,Iris Dobbs era su madre?

    No. Iris dijo que mi madre muri cuando yo slo era un beb. Cmo muri? De fiebre amarilla. Sabe su nombre? El nombre de mi madre? volvi a fruncir el entrecejo, noporque el hombre se estuviera inmiscuyendo en su vidaprofesional, sino porque percibi en l la urgencia que antes nohaba visto . Qu tiene que ver eso? O se atiene a las

    preguntas sobre Dobbs que tan gentilmente me pidi querespondiera o no contesto nada ms.

    Todo lo que le pregunto est confirmeza . Si mis preguntas se vuelvivi con Wilbert Dobbs toda la vidnombre de su madre?

    No lo s respondi con rigidez.explicacin que le haba dado y tamahora el hombre estuviera fruncien

    Qu me dice de su nombre? Tannombre con el que naci o es el queadopt?

    Se podra decir ambas cosas. A Ipero ella dijo que era tan poco frecrecordarlo, de modo que decidi uto como le pareca que sonaba. SupoStefan se puso frente a ella sin sacamomento largo y exasperante. Lueg

    Le gustara conocer el nombre c Stefan la advertencia provino dahora no son ms que coincidenciaMir por sobre su hombro a la persespaldas.

    Es mucho ms que coincidencia,

    or? su respuesta fue el silencio. Tanya . El matrimonio Dobbs esella muri?

    S respondi todava confundidque le haba formulado.

    Por qu? Viajaban juntos en la ocasin. De dnde?

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    Pgina 33 Nueva Orlens. En un barco a vapor?

    No, en una carreta volvi a mirar a Lazar, esta vez con unaire de triunfo. Tanya no pudo controlar ms la ideaincrdula . Ustedes ustedes saben quines son mis padres?

    Es posible... si lleva una cierta... marca de nacimiento quees... hereditaria.La joven ni siquiera percibi su agitacin al pronunciar estaspalabras. Intentaba controlar su excitacin porque lo que lestaba sugiriendo era casi imposible. Sin embargo, desde quehaba descubierto que no era hija de Dobbs e Iris, siempre sehaba preguntado por sus verdaderos padres, de dnde eran,cmo eran, quines eran. La haba resultado extremadamentefrustrante que Iris no pudiera decirle ms de lo que le dijo, queno recordara el nombre de su madre aunque se lo hubiesendicho, que no pudiera recordar tampoco el suyo. Nada. Pero, en

    ese momento, Iris haba sufrido mucho por sus propiosproblemas y por los de la mujer moribunda a quin habadecidido ayudar. De modo que Tanya no poda culparla por noretener esos recuerdos. Sin embargo, eso le dej una curiosidadabrasadora, nunca satisfecha.Otras muchachas tenan antecedentes ricos en detalles ycolores. Su vida era una pgina en blanco que haba comenzado

    en una taberna. Ahora tena delante a cuatro extraos que lesugeran saber lo que ella anhelaba tanto, tal vez ms, que suindependencia. Tener finalmente una identidad real, unahistoria familiar y posiblemente hasta parientes vivos. Unafecha de nacimiento! Era demasiado maravilloso para serverdad y si permita que alimentaran sus esperanzassucumbira en la desilusin. Y todo dependa de una marca de

    nacimiento?Mientras sus pensamientos divagaban, Tanya haba estado

    mirando el pecho ancho que tena aestaba vaca. Sin embargo, tantos apermitieron ver de inmediato la mallamar su atencin. Se sacudi instimano pudiera perjudicar el maquillaplicado en su rostro. Pero Stefan talgo personal.A pesar de estar acostumbrado al reprofundamente desilusionado de qula tocase. A diferencia de los demla idea de que ella pudiera ser la peObviamente, estaba dejando de ladprostituta, completamente inapropivolvera a olvidar. Se apart de ellaLazar, al mismo tiempo que le dio u

    Pregntaselo t.A estas alturas, Lazar estaba convenecesario continuar con el interrogsentan lo mismo. Vasili estaba inclfondo, con los ojos cerrados, golpecontra la madera. Serge estaba sentcon la cabeza gacha entre las manohacia delante. Stefan estaba simplemenos. Si la muchacha se senta caahora, como todos haba visto, cmdesprecio cuando supiera quin eraLazar, de hecho, no estaba ms felilstima que no fuera la belleza que eso no supona nada comparado comontn, una cantinera... una prostitprobablemente acabara con la vidaenterarse del destino de la nia quefuera del pas sino porque haba ob

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 34con ella.No, Lazar no necesitaba ms respuestas o pruebas visuales enlo que haca a su persona. Pero s para el registro. En la debidaforma, le ofreci a Tanya la primera seal de respeto que habarecibido de cualquiera de ellos. De pie delante de ella, se inclinsolemnemente y se present aunque omiti mencionar su ttulo.Le habra tomado la mano y la habra llevado a la boca peroella cruz los brazos sobre el pecho. Lo mir con los ojosentrecerrados, advirtindole que se alejara. Le llev a l un soloinstante darse cuenta que la muchacha pensaba que se estabamofando de ella. La risa burlona de Vasili desde el fondo nohizo nada para sacarle de ese error. Lazar decidi nointentarlo.

    Puede decirnos, seorita, si tiene alguna marca singular denacimiento?

    Una, pero no la llamara singular.

    Podra describirla? Es una mancha rosada en la piel, del tamao de un lunargrande, pero suave.

    Y dnde la tiene? cuando la joven se sonroj, Lazar pensque no la estaba describiendo bien y la reconfort . Lasituacin es importante, seorita.

    Esta en mi... en la zona de la... Puede simplemente sealar la zona le ofreci comoposibilidad al ver que se ruborizaba an ms.Con el entrecejo fruncido por la incomodidad, dijobruscamente:

    La estoy cubriendo con los brazos ahora. Cubriendo? Lazar frunci el entrecejo al mismo tiempoque le miraba el pecho . Pero... No, debe de tener otra marca.

    No. Pero debe tenerla insisti.

    Bueno, no tengo ninguna otra mTanya estaba decididamente enojadiba a suceder sus esperanzas se habestaban buscando, ella obviamente

    No comprendo... Por el amor de Dios, Lazar intela respuesta. La repiti dos veces. Evaymonos antes de que cambie.

    Una idea esplndida coincidiestaba escuchando.

    No tiene sentido, todo indica... Coincidencia como dije antes. Cuando dos mujeres mueren deaproximadamente en la misma poentierra a las dos?

    Curioso, s, pero no imposible d No se les ocurri pensar resaltconsiderando el lugar de la marca t

    Por supuesto! dijo Lazar con j

    Vasili no estaba tan contento. Maldicin, Stefan, por qu no te Porque estamos aqu para descubdesagradable que podamos encontrTanya se puso tensa. Reconoci el Cuando Stefan volvi a ponerse de

    ardan de ira. Tambin los de Stefaque una reaccin de su previo desa

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 35muchacha no le preocupaba. Era ms, estaba satisfecho dehaberla provocado.

    Estamos seguros de su identidad, seorita. La marca que leprobar esta identidad tendra que estar en su parte posterioren la nalga izquierda. Sin duda ser necesario un espejo paraque pueda examinarla. Vaya y hgalo de inmediato pero hgalocon cuidado de modo que pueda regresar y describirnos lamarca.

    Y si no lo hago?

    Tal vez se ofenda cuando seamos nosotros los que busquemosla marca, usted comprender, para poner fin a cualquier duda.Se estaba dando cuenta rpidamente de que ese hombre podaser tan cruel como Vasili en sus comentarios. Tena las mejillasencendidas.

    Bastardo sise, pero lo nico que hizo Stefan fue arquearuna ceja demostrndole lo poco que le preocupaba que lohubiera insultado... una vez ms . Qu pasa si la marca estall?

    Entonces regresar con nosotros a Cardinia. Dnde queda eso? Es un pequeo pas en Europa del Este. Es el lugar dondenaci, Tatiana Janacek.

    Un nombre. El suyo? Dios, esto se estaba volviendo realnuevamente. Sus esperanzas volvan a aumentar otra vez. Por eso estn aqu?

    S. Entonces tengo una familia all?encontrarme?

    No su tono se suaviz por el mLamentablemente, usted es la ltimArriba y abajo. As se movan sus edejaba seducir por las posibilidadesfamilia. Pero si un nombre, una hisdiciendo la verdad y si ella tuvier

    Si no me queda familia entoncesbuscarme? Esas preguntas no tiene ningn sno nos demuestre a todos e inclusomarca que asegura que es una Jana

    No me importa lo intiles que pupreguntas. No me voy a mover haspor la que estn aqu.Stefan se le acerc con un paso aminmut.

    Por ninguna otra razn que paragru.

    Por qu? Para su boda! Mi qu? Va a casarse con el nuevo rey de

    CAPITULO 8

    Tanya dio un paso hacia atrs para poder mirarlos a todos.Eran unos caballeros vestidos elegantemente, quiz educados

    en West Point o en alguna otra escu justificara la precisin militar de s

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 36Sangre joven aunque un tanto viejos para ese rtulo porquetodos deban estar ms cerca de los treinta aos. Pero ellaconoca los de su clase. Ricos, privilegiados y, sin duda,aburridos, lo cual los converta en grandes bromistas.Debera haberse dado cuenta de que nada de esto era cierto.Obviamente, pensaron que sera extremadamente divertidoembaucar a una pobre e ignorante muchacha de pueblo yhacerle creer cuentos de hadas. Era algo cruel porque lamayora de las jvenes no notaran que se trataba slo de unabroma elaborada. Al menos no hasta sentirse heridas.Dobbs, seguramente, les haba dado la informacin quenecesitaban sobre su madre probablemente por algunasmonedas. Incluso la marca de nacimiento en su nalga. Si es queen realidad hubiera una marca, la podran haber visto por laventana. La noche anterior haba estado tan apresurada porcambiarse de ropa que no haba corrido las cortinas. Pero lamortificaba el hecho de pensar que uno de esos hombres sehaba subido a ese rbol viejo junto a su ventana para espiarlay entonces haba descubierto algo en su cuerpo que ni siquieraella saba que estaba all.Tena la esperanza de que no se hubieran tomado tanto trabajoy que, en realidad, no existiera ninguna marca. Pero hasta queno lo verificara, se iban a seguir divirtiendo, hacindola sentirseextremadamente feliz por lo que estaban revelando ydisfrutaran de su desilusin cuando, finalmente, se dieracuenta de que no iba a casarse con ningn rey de cuento dehadas.Por cierto, la broma haba funcionado hasta este punto. Habacredo que de veras saban quin era, que sabra sobre sufamilia real, su historia, todo lo que siempre haba queridosaber. Eso era lo que le importaba, no ser feliz por siempre ypara siempre despus del matrimonio. Pero ellos no lo saban.Haba sido tan ridculamente crdula. Sin embargo, tampoco

    les hara saber esto, por lo menos m Un rey? dijo abriendo bien loasombro . Oh, Dios, las maravillasimulacro de emocin fue lo nico que cambi el tono. Ahora se mostQuera saber hasta dnde llegaranQuin? pregunt a Stefan . Tsuficientemente arrogante. Debe deEstaba mirando a Vasili. Los demscul era su reaccin ante lo que poddesaire.

    As es dijo Stefan con rigidez Debera estar complacida, seorita.

    Debera? contest. Ahora tenquien le pregunt . De modo queVasili, que hasta ese momento habcontra la pared, mir con total despluego a Tanya.

    Eso parece, seorita. Y por qu desea usted casarse c Le aseguro que no es mi deseo. Fue una promesa realizada desderpidamente Stefan . No importa scon usted. Sus deberes as lo exigenhora de establecer...

    No lo creo as lo interrumpi Tponer fin a esta broma y de que seperder demasiado tiempo...

    No cree usted estar delante de lainterrupcin provino de Vasili quiedivertido por la leve inclinacin de

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    Pgina 39CAPITULO 9

    Tanya iba a esperar slo cinco minutos antes de regresar abajo.Para ese entonces, los hombres tal vez ya se hubieran ido porsaber, tan bien como ella, que no tena ninguna marca denacimiento inusual en la nalga. Fin de la broma, al menos era loque esperaba. Si no, si haba marca, slo significaba que lahaban espiado por la ventana y no que estuvieran diciendo laverdad. Pero con qu motivo?Se le ocurra una razn y empalideci de slo pensarlo. Habanodo decir que robaban muchachas en la ciudad y las vendanen burdeles en otra, siempre lejos de casa, de manera quetranscurra mucho tiempo hasta que las encontraban y lastraan de vuelta, si es que lograban escapar. Pero escapar, porlo general, no era una de las opciones de esos lugares. Todostenan extrema vigilancia. Y haba hombres inescrupulosos quevivan realmente de este suministro de muchachas. Estoshombres que estaban abajo eran ese tipo de personas sinescrpulos? Te ests volviendo verdaderamente fantasiosa,seorita. Igual que cuando pensaste que Stefan era un diablo.Quin te querra de todas maneras, con el aspecto que tienes? El diablo. Y si l la quera, tal vez pens que los otros tambinlo haran. No, los otros tres no crean que fuera deseable. Sinembargo, ellos no se haban dado cuenta de que era la bailarinaque haban visto la noche anterior. Esa maldita danza!. Stefansaba que era la bailarina y una muchacha que poda bailar deesa manera sera una buena adquisicin para cualquier burdel.Y qu mejor para llevarla a un sitio de esos sin ningnproblema que una artimaa que la hiciera querer irse conellos? Dios, ayuda....La puerta de su pequea habitacin se abri de repente. Tanyasalt de la cama donde estaba sentada. Estaba aterrorizada. Alver a Stefan en el dintel con el ceo fruncido, sinti pnico de

    verdad. Trat de disimularlo con unhistrica a esta altura no servira decuntas veces se haba equivocadoltima sospecha estaba lejos de serinofensiva.

    Ni siquiera sinti la curiosidad dmuchachita?

    Qu? La marca. Todava seguan ila marca de nacimiento. Entonces dconciencia desconsoladamente. Y ehara empacar y partir con ellos, di

    Cunto tiempo piensa que llevapequea? pregunt . Ya mir. Naqu para darles tiempo suficiente p

    marcharse. Pero veo que era supon Es ciento dijo Stefan con un toncontradeca con la furia que irradiaFue tambin bastante estpido de shincapi en la importancia de su idmanera que se poda establecer.

    Bien, yo establec que no soy la p Me temo que no puedo creer eso Es una lstima... S... para usted. Ahora es necesarencarguemos de este asunto.

    Encarguemos? Oh, no, no lo haLa muchacha haba tomado el cuchltima palabra, Stefan suspir pero

  • 8/13/2019 Johanna Lindsey Habia Una Vez Una Princesa

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    Pgina 40 Seorita, la nica persona que podra resultar herida por esaarma es usted misma. Djela y somtase a lo inevitable.Intentar no hacerla sentir ms incmoda de lo necesario.

    As de simple? Dios, usted s que tiene desfachatez. Bien,adelante, entonces. Veremos quin resulta herido.Stefan arque levemente los labios.

    Aplaudo su coraje, pequea, pero podra sugerir antes unaalternativa?La muchacha entrecerr los ojos, sospechando.

    Me pareci que haba dicho que no haba alternativa. Slo una. Podramos hacer el amor.Dios! Fue el modo en que lo dijo o la manera en que la estabamirando lo que hizo que estas palabras penetraran en suinterior como un suave remolino de sensaciones deliciosas? Sepuso rgida. Intent deshacerse de ese sentimiento pero

    persista. Y saba lo que era. Oh, Dios. El hombre haba hecholo que nadie antes. Le haba hecho saborear por primera vez eldeseo. El? Ahora? Oh, Dios, era realmente un demonio. Loera de verdad.

    Ah dijo observndola de cerca . Veo que esa no es unaopcin en este momento.

    Ni en ningn otro le respondi con firmeza.El brillo iracundo se haba vuelto a instalar en sus ojos doradoslo cul indic que haba logrado dar en el nervio.

    Por el contrario, seorita. Antes de que termine nuestroviaje, ser ma, no importa cun alto sea el costo.Ya se haba olvidado de la gran farsa? Decidi recordrselocon sorna.

    Aunque supuestamente debera casarme con su amigo? Oh, Vasili no se importar. Despus de todo, an no se ha

    casado con l y no es una virgen. Dde la boda no importa. Sobretodo centre tantos.Si este ltimo insulto estaba destinadesenfrenada, lo haba logrado mejimaginado. Se abalanz sobre l coblanco era el c