La mundialización de la crisis de fordismo

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  • 5/11/2018 La mundializaci n de la crisis de fordismo

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    La mundializacion de la crisis general del fordismo: 1967-1984 *

    ResumenFundada sobre un analisis en terrninos de "regimende acumulacion" y de "modo de regulacion", estaintervencion sigue e1desarrollo de 1acrisis actual ensus aspectos internacionales desde 1967 hasta 1984.Por "internacionales" se entiende aqui unas veceslas caracteristicas de 1acrisis que se reproducen maso menos en todas las economias nacionales queadoptaron despues de 1945 el modelo de desarro-llo "fordista", -y otras veces los mecanismos ligadosa la propia interaccion de las economias naciona1es.Asi se distinguen: una fase de erosion del creci-miento fordista (1967 1974), una fase de adminis-tracion keynesiana de la crisis (1974-1980), una"sacudida monetarista" cuyos efectos no se han di-sipado todavia (1980- ... ).La mundializacion de la crisis generaldel fordismo 1967-1984En 1976, la editorial parisina Dunod publico dosselecciones de artfculos economicos, unos "neocla-sicos", otros "marxistas" 0 "radicales": Fluctua-tions dans une economie prospere y Rupture d'un

    A lain Lipietzsyst eme economique. La historia, desgraciadamen-te, dio 1a razon a los segundos. Ya nadie cuestionahoy 1a duracion y 1a profundidad de 1a crisis, y apesar de la espectacular pero fragil recuperacion delos Estados Unidos, muy pocos se arriesgan hoy endia a proc1amar 1a salida del tunel. Y, sin embargo,1a crisis oficia1mente declarada con 1a "primera sa-cudida petro1era" en 1974 (y cuyos prolegomenosse observan retrospectivamente en los diez afios an-teriores), no presenta de ninguna manera la clari-dad, la franqueza, por asi decirlo, de la de los afiostreinta. Su historia es ya tan tormentosa, y sobretodo 1a tasa de crecimiento medio se mantiene enella tan e1evada, que no resu1ta absurdo ver allf unasucesion de sacudidas mas 0menos contingentes enuna evolucion progresiva, a1 final de cuentas bastan-te bien contro1ada. Esto significarfa ignorar la in-sostenible miseria acumulada al final de la cadenaen el Tercer Mundo y hasta en las zonas de pobre-za de las metropolis mas prosperas, Seria ignorar la

    * Articulo original en frances: "La Mondialisation de lacrise generate du fordisme: 1967-1984", Paris, CEPREMAP,No. 8413, Junio 1984. Traduccion de Alicia Perez Prina yRaul Conde.

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    inmensidad de las mutaciones en curso. Serfa igno-rar sobre todo, la generalizacion progresiva de la in-certidumbre referente al futuro, contrastando conla exactitud de las anticipaciones que regula ban elmodo de desarrollo de los gloriosos afios de la pos-guerra. "Lo antiguo muere, 10 nuevo no logra na-cer": en economfa tambien, la formula de Gramscicapta acabadamente la esencia de la crisis.Es, a grandes rasgos, el fresco de esta gestaciondolorosa que la presente intervencion pretende des-cribir con la ayuda de algunos trabajos recientes, a

    veces designados con el titulo de "escuela francesade la regulacion", Desde el comienzo es necesariosubrayar el caracter imperfecto de dichos trabajos.Si bien lograron (en mi opinion), hacer avanzarconsiderablemente el analisis de las rakes de la cri-sis, tal como se expresa pais por pais, en particularen los Estados Unidos y en Francia, 1 la metodolo-Igfa que ellos proponen sufre graves lagunas en 10referente a la dimension internacional, 0 mas bienmundial, de su despliegue, y esto, 10 veremos, porrazones de fondo. Algunas recientes contribuciones'ofrecen, sin embargo, el esbozo de dichos desarro-llos, que seran presentados aqui.En una primera parte, recordaremos los elemen-tos de la problematic a en terminos de regimen deacumulacion y modo de regulacion, que nos servi-r~n para fundamentar nuestro punto de partida: elmodelo de desarrollo fordista con sus aspectos in-

    1 Ver sobre los Estados Unidos la obra seminal de Aglie-tta (1976) y, a partir de una investigacion colectiva sobreFrancia que data de 1977, las obras de Boyer y Mistral (1978)y Lipietz (1979, 1983 a, 1984 a).2 Se trata 'principalmente de trabajos realizados en elCEPREMAP por Boyer, Lipietz, Mistral, y en el Centro deEstudios Prospectivos y de Informaciones Internacionalesen torno a Aglietta, Brender y Oudiz (ver, por ejemplo,CEPII, 1983 A YB).

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    temacionales. En la segunda parte, analizaremos laentrada de la crisis en ese sistema. de 1967 a 1974.La tercera parte presentara un regimen transitorioque se extiende esquematicamente entre las dos sa-cudidas petroleras, regimen caracterizado por una

    I "administracion keynesiana" de la crisis en los pat-ses desarrollados, y el auge de un "fordismo perife-rico". La cuarta parte medira los dafios de la "sacu-dida monetarista". La quinta subrayara, comoconclusion, la amplitud de los problemas que que-dan por resolver antes de que se pueda hablar deuna "salida de la crisis".I.Un regimen de acumulacion bien regulado:el fordismoComprender la crisis, comprender que ella no se re-Iduce a impactos exogenos engendrados por la incu-ria de los gobemantes (ellaxismo monetario) 0 larepentina voracidad de quienes se benefician con elproducto mundial (los sindicatos de los paises cen-trales 0 los rentistas de la 0 PEP), es comprendercomo marchaba "1 0 antiguo que muere", entoncesen la gloria de su madurez, en la epoca de 10 que elpresidente Johnson I lamo "el verano de los EstadosUnidos". Pero tambien hay que comprender 10 queera necesario hacer funcionar.a) Las contradicciones de la acumulaci6n capitalista.Cada quien sabe que el modo de produccion caPita1lista es una combinacion de dos relaciones fundamentales: la relacion mercantil y la relacion salarial.Relacion mercantil: los propietarios de las unida-des de produccion ofrecen en el mercado el produc-to de compromisos de trabajo en los cuales han to-rnado la iniciativa. El producto de esos trabajos,independientes unos de otros, se present a asf como

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    La mundializaci6n de la crisis general del fordismo: 1967-1984un valor que debe ser socialmente validado por elcambio contra moneda: esla "realizacion", laventa.

    R eJacj6p salarial: los propietarios de las unidadesde produccion compran la fuerza de trabajo de losasalariados a cambio de una cantidad de dinero querepresenta una cantidad de valor inferior a la queellos producen, siendo la plusvalia la diferencia.Individualmente, el capitalista, propietario deuna suma de dinero, 10 cambia contra medios deproduccion, en particular del capital fijo (la inver-si6n) y de la fuerza de trabajo: organiza el procesode produccion, vende la mercancfa, y reacumulacapital y plusvalia. El valor inicial que el posee esentonces un valor en proceso que aumenta con eltiempo, si 10 ha invertido y valorizado correctamen-teo Simetricamente, el asalariado gasta su salario yreconstituye as f su fuerza de trabajo para el ciclosiguiente: as f se reproduce la relacion salarial po~una parte, y la division mercantil del trabajo, por laotra. .Se sabe ademas que salvo algunos matices, la tasade ganancia (la plusvalfa relacionada con e~capital)depende positivamente, de la tasa de plusvalfa (larelacion de esta con el valor agregado) y negativa-mente, de la "composicion del capital" (la relaci6ndel valor agregado al capital comprometido). Esosdos factores dependen ellos mismos, de las norm asde produccion (que definen ala productividad y alcoeficiente de capital fijo per capita) y de las nor-mas de consumo de los asalariados.Socialmente, la reproducci6n de conjunto se pre-senta asf: "valores en proceso-capitales" desfilanunos allado de otros, intercambiandose mercanias,o intercambiandolas con esos valores en proceso,muy particulares, que son los ingresos salariales.

    l,Como es posible que ese entrelazamiento de pro-cesos autonomos teja un producto social coherente,en donde todos los compromisos privados del tra-

    LI-IIII

    bajo (a traves de los gastos en capital) result en vali-dados? Como en toda relacion social, la experienciaadquirida de la posibilidad de una solucion, es enella misma una de las bases de la solucion, En fun-cion de sus ganancias (sus ingresos anteriores) y desu conocimiento del mercado (experimentado enlos periodos precedentes), e) capjta1ista apuesta aque es bueno reanudar la relacion salarial; vuelve acornprar capital constante, y con ella contribuyeya a la validacion del producto de sus colegas y dela fuerza de trabajo ofrecida por la clase de los asa-lariados. Las condiciones heredadas del pasado y laanticipacion de un futuro en su prolongacion, sonlas condiciones del lazo social presente. La conti-nuidad de la acumulaci6n, los habitos adquiridosen 10 referente a una asignacion que resulta equili-brada entre las diferentes ramas de la division deltrabajo, las anticipaciones en cuanto a las orienta-ciones .sociales de la transformacion de las normasde produccion y de consumo, dominan como unafuerza inmanente las apuestas privadas de los em-presarios (y de sus banqueros), asentando las basesde un "molde social" quellamaremos en este casoregimen de acumulacion.El regimen de acumulacion es un modo de distri~on y de reas\inacion sistematica del productsocial que logra en un periodo prolongado, cierta~cion entre la transformacion de las condiciones de la produccion (volumen de capital invertidodistribucion entre las ramas v normas de produccion) y las transformaciones en las condiciones deconsumo final (normas de consumo de los asalaria-dos y de las otras c1asessociales, gastos colectivos,etcetera).Desde el momenta en que la acumulacion es am-pliada, el crecimiento de la produccion de bienesde consumo debe adecuarse al crecimiento de lasinversiones en capital y al crecimiento del poder de

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    cornpra de los asalariados. Es entonces facil resumirla coherencia de un regimen de acumulacion a tra-ves del presupuesto de un esquema de reproduccionque describa de periodo en periodo la asignacionde capital (y a traves de ello, de trabajo) entre lasdos secciones fundamentales de la produccion devalores de uso, definidos solo por su funcion social(Seccion I:bienes de produccion que reproducen elmonopolio de la propiedad capitalista, Seccion II:bienes de consumo que reproducen la existencia delos trabajadores libres). EI esquema de reproduc~cion es de alguna manera el esqueleto de las regiones de acumulacion, la huella de su coherenciformal.A partir de este nivel aparecen varios regimenesde acumulacion tipicos: la acumulacion extensiva(simple crecimiento homotetico de las dos seccio-nes que se validan una a la otra), la acumulacion in-tensiva sin produccion de masa (donde la solaexpansion del capital constante valida el crecimien-to de la seccion I), la acumulacion intensiva conconsumo de masa creciente, etcetera. Pero natural-mente, mas alla de esta estilizacion fundamental, elanalisis de un regimen de acumulacion concretoexige algunos refinamientos.Todo regimen de acumulacion concreto esta in-merso, en efecto, en un "exterior" en el doble sen-tido de la palabra. Primero, toda la produccion euna comunidad nacional no esta regida por las relaciones capitalistas. Empezando por la reproducciode la fuerza de trabajo: la relacion social patriarcal,o modo de produccion dornestico, 0 incluso la dis-criminacion por sexo, garantiza su reproduccionutilizando los "medios de reproduccion" que com-pra su salario.Pero aparece otra dimension con laconsideracionde las relaciones econornicas entre comunidades or-ganizadas por el capitalismo. Historicamente, las118

    primeras practicas que remiten a una "relacion ca-pitalista" rebasaron ampliamente, por otra parte,las fronteras de.los Estados feudales 0 tributarios.Pero el Estado-nacion moderno, concebido comocomunidad de individuos ligados por un contratosocial, se desarrollo con la generalizacion de laspracticas mercantiles. Es dentro de ese marco quese codifico, se institucionalizo la relacion salarial alasombra de la soberanfa del Estado, cimentada porla historia de las luchas civiles y extranjeras. Esal ni-vel del Estado-nacion donde se regulan las contra-dicciones sociales, y en consecuencia, donde se afir-mo, poco a poco, la coherencia de verdaderos regt-menes de acumulacion, alimentandose mutuamentela unificacion de uno y la densificacion de los otros.La "creacion del mercado interior", a traves deldesarrollo de las relaciones capitalistas, nunca pro-

    voco la desaparicion de los intercambios internacio-nales: segun la evolucion de los regimenes de acu-mulacion, ellos se restringieron 0 se extendieron enimportancia. Resulta entonces util, para el analisisde un regimen de acumulacion nacional, aislar una"seccion exportadora" (Bertrand, 1978), cuyos in-gresos alimentan el financiamiento de compra en elexterior de bienes de uso "Seccion I" 0 "SeccionII".Se pude incluso, desde cierto angulo, hablar de"regimenes de acumulacion mundiales". .Estas son entonces las bases de nuestro "moldesocial". Lo cierto es que los regimenes de acumula-cion no sematerializan por ellosmismos. El proble-ma consiste en saber que fuerzas coercitivas, queformas institucionales, garantizaran la coherenciade las estrategias y de las anticipaciones de los agen-tes de la economia mercantil capitalist a, para hacerlas converger hacia la realizacion del esquema dereproduccion,Nos vemos aquf conducidos al problema de la re-gulacion. Llamaremos entonces modo de regulacion

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    al conjunto de las formas institucionales, redes,normas explicitas 0 implicitas, que garantizan lacompatibilidad de los comportamientos dentro delmarco de un regimen de acumulacion, de acuerdoal estado de las relaciones sociales, y mas alla de lascontradicciones y del caracter conflictivo de las re-laciones entre los agentes y los grupos sociales.En el modo de produccion capitalista, las formasde regulacion deben al menos concernir a:- la regulaci6n de la relacion salarial (fijaciondelas normas de tiempo, de intensidad del trabajo, del

    valor de la fuerza de trabajo, de la norma de consu-mo de los asalariados, reproduccion de la jerarquiade las calificaciones, de la segmentacion del merca-do del trabajo, reparto entre salario directo e indi-recto, etcetera).- la regulaci6n de la reasignaci6n del capital-di-~ liberado por la validacion de las mercancias,en tal 0 cual rama y segun tal 0 cual grado de inten-sificacion de la composicion del capital.- la reproducci6n y la administracion del dinero,su emision, su circulacion, sus formas de inversionproductiva, etcetera.- las formas de 10 juridico a 10 economico, delas intervenciones del Estado.Resulto de gran utilidad heuristica polarizar dosmodos de regulaci6n caracterizados por formas ins-titucionales contrastadas, segun si la aleatoria vali-dacion social de las mercancfas y de las fuerzas detrabajo ofrecidas fuera simplemente constatada ex-

    post; 0 si la alta probabilidad de su realizacion estu-viera integrada ex ante en el comportamiento delos agentes. En el primer caso, los valores en proce-so franquean uno a uno los "saltos peligrosos" dela metamorfosis en dinero 0 son eliminados. En elsegundo caso, por el contrario, los valores en proce-so integran a la vez su propio crecimiento y la trans-formaci6n de las normas sociales de produccion y

    de cambio para orientar sus metamorfosis. En unextremo, la fuerza de trabajo se vendera d ia a diaa un precio que dependera de las tensiones sobre elmercado, 0no podra reproducirse. En el otro ex-tremo, no solo Ie sera garantizado un ingreso mini-mo por su sola existencia, sino que ella se alquilara aun empresario particular, sobre contrato plurianualque integre las modificaciones esperadas del medioecon6mico. En un caso se hablara de regulaciorjcompetitiva, en el otro, de regulaci6n monopolista~Esta excluida aqui la idea de abordar, incluso de

    manera breve, la historia compleja de los mOdelO]de desarrollo capitalista, caracterizados por un regimen de acumulacion enraizado sobre una formdominante de organizacion del proceso de produccion inrnediato," y un modo de regulacion, Vayamos directamente al punto de partida de nuestroterreno de estudio mas limitado: el modelo fordis-ta tal como se consolid6 en los pafses capitalistasdesarrollados, al final de la Segunda guerra mundial.b) El modelo fordista en su Edad de Oro.En los afios veinte, se hab ia generalizado en Esta-dos Unidos y parcialmente en Europa, un modo re-volucionario de organizacion del trabajo: el tavlo-3 Este enraizamiento condujo a .ciertos marxistas, PaulSweezy 0Ernest Mandel, a explicar las fases de expansiondel capitalismo (identificadas con los "ciclos largos" de Kon-dratieff) a traves de la aparicion de "racimos de innovacio-

    nes" tecpjcas. Ademas de la fragilidad de la identificacionde los propios ciclos largos, esta explicacion es criticada porlos sostenedores de la escuela de la regulacion, que prefierenidentificar una IICGsj6pde regimepes de acumulacion quese desagregan bajo el efecto de sus propias contradicciones.Dentro de esta perspectiva, la "~" es, ella misma, unalrelacion social, que solo produce efectos econornicos dentrode un marco determinado por el conjunto de las form as deregulacion. Se encontrara, sin embargo, una gran convergen-119

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    rismo. Se trataba, a traves de una gigantesca y capilarPfQfundizaci6n del control capitalista del procesode trabajo, de expropiar a los colectivos obreros d~habilidad y conocimiento, de ahora en adelante sistematizados por ingenieros y tecnicos, a traves dlos metodos de la "Organizacion Cientifica del Trabajo". Un paso mas y es la incorporaci6n de essaber sistematizado en el sistema autornatico demaquinas, dictando el modo operativo a obrerosexpropiados de la iniciativa: esa es la vertiente pro-ductiva del "fordismo " (Coriat, 1979).I Entre las dos guerras, el desarrollo del tayloris-mo y de los embriones de fordismo provocan la pri-mer gran ola de acumulaci6n intensiva. La produc-tividad crece a una tasa de 6% anual (el triple de latendencia del siglo x IX). Pero el poder de comnracontinua con un impulso mediocre. Este entrecruzamiento, altamente favorable a la tasa de gananciaa traves del alza de la tasa de explotaci6n que necompensa de ninguna manera el debil crecimientode la composici6n del capital, provoca una crisis desobreproducci6n sin precedentes: la crisis de losafios treinta. Se trata de algo mas que del "puntobajo" de un cicIo. La acumulaci6n intensiva nopuede ya compatibilizarse con la regulaci6n compe-titiva. Se puede entonces caracterizar a esta grancrisis de los afios treinta a la vez como la primeracrisis de la acumulaci6n int ensiva y como la ultimacrisis de la regulaci6n competitiva.Despues de la reconstrucci6n en Europa (por na-turaleza dominante extensiva) y la guerra de Corea,los paises de la 0 CDEvan a sufrir un nuevo empu-je intensivo, que esta vez va a durar veinte afios,

    cia entre esos dos enfoques en el concepto de "paradigmatecnologico" de Perez (l983J, y grandes similitudes con elconcepto de la "Social structure of Accumulation" de Bow-les, Gordon yWeisskopf (1983).120

    durante los cuales la productividad va a aumentartodavia considerablemente, como por otra partetam bien el capital fijo per capita. Pero esta vez, ellalza del poder de compra de los asalariados (pro-ductivos e improductivos) acornpanara casi en lamisma medida al alza de la productividad. Al con-cernir casi de igual manera esta alza de la producti-vidad a las dos secciones, la composici6n OrganiC~del capital se mantendra mas 0menos inalterada,10 mismo ocurrira con la tasa de explotaci6n.Mas adelante matizaremos esos resultados. Peropor el momento, ellos nos permiten una estilizaci6nde la "Edad de Oro '.En este modelo de "Edad de Oro":Las tasas de crecimiento de la composici6n tecni-ca global (es decir aproximadamente del capital fijoper capita) y de la productividad de la secci6n Isonlas mismas. Esta "contra-tendencia" al alza de lacomposici6n tecnica inhibe la tendencia al alza dela composici6n-valor del capital.Las tasas de crecimiento del consumo asalariado Vde la productividad en la secci6n II son las mismas.La "contra-tendencia" a la baja de la tasa de ganan-cia, que habrfa constituido el alza de la tasa de ex-plotaci6n, se ve ciertamente inhibida, pero al mismotiempo resulta inhibida la tendencia a la crisis delsubconsumo. Y como la composici6n organica delcapital no varia, la tasa de ganancia general se man-tiene estable, y la acumulaci6n puede entoncescontinuarse a un ritmo regular.Esas dos condiciones fueron aproximadamenterespetadas en los paises desarrollados hasta media-dos de los sesenta. Ahora bien, nada garantizaba apriori que asi ocurriera.La primera condici6n fue verificada de maneracasi milagrosa," y de hecho, los datos estadfsticos4 Serfa demasiado complejo demostrar aqui como, sin

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    muestran que ella se verifica cada vez menos desdelos sesenta en los principales parses industrializados.Por el contrario, la segunda condicion fue garanti-zada mas 0 menos explicitamente por una politicalde regulacion de la relacion salarial: la produccion delmasa estuvo acompafiada por un consumo de masa,realizando de esa manera el pleno desarrollo aelfor-dismo. Esta regulacion parcial se insertaba dentrode un conjunto de formas institucionales que cons-tituyen una variante de la regulacion monopolista.De manera esquematica, el modo de=:ue se consolido despues de 1945 combina las siguientes institucionales.Una contra-actualizacion colectiva del salario di-recto. El trabajador no debera ya negociar dfa a dia,individualmente, la venta de su fuerza de trabajo.Convenciones colectivas incluyeron a la mayoria de

    los asalariados, de manera que los patrones pudie-ron convenir entre ellos (y de manera accesoria conlos sindicatos) alzas de salarios que se impondrian atodos, a la esca1a de una region 0 del pais. Para lle-var a cabo esta obligacion del reparto de los frutosdel crecimiento fue instituido un "salario minim0lgarantizado",El Estado-providencia (Seguridad social mas sis-tema de garantia de los desempleados). Asegurabaa cad a asalariado, luego ala casi totalidad de la po-blacion, un ingreso garantizado mas alla de las con-tingencias de la vida cotidiana.La proliferacion del terciario. Esta estabilizacionde 1a relacion salarial fue acornpafiada por una ge-neralizacion del asalariado a la mayoria de las acti-vidades, incluidas las de direccion, regulacion mer-cantil y financiera y de control (Aglietta y Brender,1984).embargo, la regulacion monopolista favorecio una acumula-cion intensiva en capital. Ver Lipietz (1983 a).

    Importantes modificaciones en las relaciones en-,tre bancos y firmas industriales. que permiten a Iesas firmas reorientar su produccion de rama a ra-rna, manteniendo sus precios sobre las ramas en de-clinacion.

    Una transformacion muy importante en el rOlldel Estado. Las modificaciones mas importantesconcernieron a la administracion de la relacion sa-larial (la del Estado providencia y la de la relacionsalarial directa), y sobre la administracion del dine-ro. Una serie de innovaciones institucionales modi-fica radicalmente la naturaleza de este. De ahora enadelante, los bancos privados emiten libremente di-nero, abriendo creditos a las empresas y a las fami-lias. Esta "wgpeda de cri;dito", anticipando lavalidez de los valores en proceso, destruida en oca-sion de los reembolsos, esta respaldada sobre laapuesta que los prestatarios tendran efectivamentela posibilidad de reembolsar. El Banco Central, d~pendiente del Estado, guarda sin embargo, ~ travede un conjunto de mecanismos, la capacidad de influir sobre esta libertad de crear dinero. El puedetam bien, para reactivar el movimiento de los nego-cios, facilitar la ernision de credito, 0 por el contra-rio, frenarla. EI ultimo recurso que se ofrece alEstado intervencionista consiste en la fijaci6n desus propios gastos y de sus propios ingresos: cuan-do los negocios disminuyen, el puede disminuir losimpuestos y acelerar sus gastos, contando con lareactivacion ulterior para reembolsar su deficit. Ta-les son las herramientas de 1a "nqlitica keynesiana".Es el funcionamiento de este modo de regula-cion, superpuesto a 1a generalizacion del fordismoen el proceso de trabajo, el que permitio el respe-to a priori de las dos reglas del "esquema de laEdad de Oro" de la acumulacion intensiva. Los di-ferentes paises de la 0 C D E pudieron asi registrar,durante una quincena de anos, un crecimiento ex-

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    cepcionalmente fuerte, excepcionalmente largo,excepcionalmente regular. Ciertamente habfa algu-nas inflexiones (las "recesiones"), habia grandesdiferencias entre los ritmos de crecimiento naciona-les, pero se puede deck que cada pais experimentoy desarrollo el fordismo por cuenta propia, amplian-do su demanda interna. El pais inicialmente masavanzado, los Estados Unidos, registro un creci-miento mas debit (pero del orden del 4 % anual) quelos paises con el fordismo mas joven. Solo GranBretana, a causa de la fuerza de sus sindicatos y porel desinteres de su burguesia financiera, se separonotablemente del modelo de produccion fordista, yregistro un crecimiento mas mediocre.c) La "hegemonia implicita'' de los Estados UnidosComo acabamos de ver, el modelo de crecimientofordista concede una importapcia secJJPdaria a Ips

    jntercambios internacionales. Su motor es la trans-formacion intern a de los pmcesos modllctjyos jn-dustriales. Su blanco es el crecimiento del mercadoi~ a traves de la elevacion del poder de com-pra. Por ello, los. "mercados exteriores" de los pailses dominantes, forma tradicional de regulacion decapitalismo competitivo, pierden mucho de su importancia (Lipietz, 1981). En realidad la prop orcion de las exportaciones en el mercado interno dproductos manufacturados registro en 1965 su minimo historico. Ademas, los intercambios internacionales se desarrollaron principalmente en el interior de bloques continentales, y en el seno de Io cn E: Europa, America del Norte (ver el cuadro 1).Tendencialmente, el Sur se encuentra reducido aun papel de proveedor de mano de obra y de mate-rias prim as. El control de esos yacimientos fue latarea esencial de la hegemonia politica y militar delos Estados Unidos. Ciertamente, algunos paises

    Cuadro IIntercambios exteriores y produccionParte exportada de laproduccion de pro due- 1899 1913 1929 1937tos manufacturados:Francia 33 26 25 12Alemania (territorio delReich hasta 1937) 31 31 27 15Republica Federal AlemanaEstados Unidos 5 5 6 5Japon 25 40 29 40Reino Unido 42 45 37 21Fuente: Mistral (1977).

    122

    (En % )1950 1959

    23 18

    13 235 429 2323 19

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    La mun dia liz ac i6 n d e la c ris is g en er al d el fo rd ismo : 1 96 7-1 98 4(en America Latina, en Asia) intentaron adherirsepor su cuenta al modelo fordista, al abrigo de pode-rosas barreras aduanales: fue la "primera politicde substitucion de importaciones". Esta practicfracaso, por no haber alcanzado los ritmos de erecimiento de la productividad de los paises desarrollados, y eso por razones complejas, pero principalmente internas (Lipietz, 1981).I Lasrelaciones econornicas son, entonces, princi-palmente relaciones "Norte-Norte"." i,Se puedehablar a su respecto de un regimen de acumulacion,de un modo de reguJaciOn mundial? En realidad, setrata esencialmente de un amplio movimiento de"alcance" de Europa y de Japon con respecto a losEstados Unidos, a partir de una situacion fuerte-mente diferenciada. La culpa "diferenciacion-alcan-ce" constituye por si sola una especie de regimende acumulacion y una forma de regulacion, base de1 0 que G. Arrigbi (1982) llamo "la hegemonia im-plicita de los Estados Unidos". Vencedores de lasegunda guerra mundial, disponiendo de un consi-derable avance en la productividad industrial, pro-duciendo ellos solos el 63 % del producto internobruto de los cinco principales paises (Estados Uni-

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    multinacionales) abre en cambio derechos sobre losbienes de producci6n estadounidenses; comprasque, unidas a la generalizacion acelerada tiel fordis-mo, penniten a Europa" y a Jap6n superar su retra-so. Logro que no se producira en los parses de"substitucion de importaciones" del Sur, por faltade reformas sociales suficientes.Como veremos seguidamente, la econornfa mun-dial no superara nunca ese nivel de organizacionl imPlicita. Nunca habra fonnas institucionales queregulen la demanda mundial, no habra autoridadsoberana supranacional que regule la emision mo-netaria. Las complementaridades y los antagonismosentre economias nacionales se mantendran comoconfiguraciones de coincidencias, parciales 0 inesta-bles, y solo por abuso de lenguaje sera posible ha-blar de "regimen de acumulacion mundial". 7II. De Ia erosion latente a la crisismanifiesta (1967-1974)Si se caracteriza a la crisis por la disminuci6n gene-ral del crecimiento del producto manufactureroque provoca una progresion general y continua deldesempleo, y por la perdida de la regularidad deeste crecimiento, entonces se deben observar sus

    6 Europa es aqui tratada como un bloque, pero en reali-dad, puede ser igualmente identificada una configuracion de"complementaridad virtuosa" entre los Estados pertenecien-tes a la Comunidad Economics Europea. De manera esque-matica, la RFA es el taller de equipo de Francia e Hallaque le venden a cambio bienes de consumo, el ajuste se ope-rara "a traves de los precios" (gracias a los cambios de pari-dad) y "por los vohimenes" (gracias a "planes de enfriamien-to" moderados).7 Para una reflexion metodologica sobre ese problema(que irnplica matizar de manera marcada la vision sistemati-ca de una "economia-mundo"), ver Lipietz (1984 B).

    124

    signos premonitorios desde la recesion de 1967(grafica I) .Grafica 1

    Producci6n manufacturera mundial(paises con economfa de mercado,base 100 = 1970)

    40L-~--~--~-T--~--r--T--~~r--T--~" ~ " ~ M U ro n ~ n n ~Fuente: CEPII (1983 A)No solo Ia pendiente que une los puntos de losminiciclos mundiales se inflexiona ligeramente apartir de esa fecha, sino que sobre todo, la lineaque une los puntos bajos, hasta entonces muy pro-xima y paralela (sobre una tasa de 6.6% por ano) di-verge sensiblemente, Ella cae a 4.8% de 1967 a 1971,

    a 2.5 % de 1971 a 1975, y veremos la continuaci6n.La busqueda de indicadores mas profundos nosconduce primeramente, teniendo en cuenta 10 quesabemos de los mecanismos del fordismo, al exa-men de la productividad manufacturera. Allf se en-cuentra, por supuesto, la raiz de ]a crjsjs de] fnrdis-mo, que se generaliza en el periodo considerado.Examinaremos primero esta crisis general, es decir10 que ella tiene de cornun con todos los regfmenesde acumulacion nacionales. Luego evocaremos la

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    L a mundializaci6n de la crisis general del fordismo: 1967-1984interaccion entre esos regfrnenes, que desempefiarade alguna manera el papel de un amplificador.a) En las raices de la crisis general del fordisma.En el desarrollo de la crisis actual, conviene diferen-ciar tres series de fen6menos y de encadenamientosdiferentes:- los que corresponden a la crisis general del for-dismo, y que se encuentran mas 0 menos en todoslos paises que hayan adoptado ese modo de desa-

    rrollo;- los encadenamientos amplificadores debidos ala interconexi6n de las diferentes formaciones so-cioecon6micas;- los fen6menos especfficos de cada una de lasformaciones sociales concernidas.Evidenternente, no evocaremos aqui esas especi-ficidades nacionales, aunque su estudio sea actual-mente uno de los terrenos de desarrollo mas fertilesde las investigaciones mas 0menos inspiradaspor laEscuela de la Regulacion." La distinci6n entre losdos primeros tipos de encadenamientos debe ser,por el contrario, bien clara y sus implicaciones po-liticas son evidentes. Si nos atenernos a los segundosla Crisis aparece como una crisis de la sola regulaci6n monopolista national, que se ha vuelto contradictoria con la internacionalizaci6n de la produc-ci6n: es posible considerar una salida de la crisis atraves de una "reactivaci6n concertada". Si se tiene

    en cuenta a los primeros, la crisis afecta adernas a lasaVer en particular los trabajos del CEPII en el numero13-14 (1983) de Ia revista Economie Prospectives Interna-tionales. Estos trabajos toman en cuenta especialmente lascondiciones diferentes de reparticion de los excedentes deproductividad entre elsector nianufacturero (e internacio-nalizado) por una parte, y el sector terciario (y protegido)por otra parte.

    rafces del regimen deacumulaci6nintensiva, fundadosobre.los principios traylorianos de organizaci6n deltrabajo y el desarrollo fordista del consumo de masa.Trataremos de presentar aquf una sintesis de ello.El sintoma mas claro de la crisis del regimen deacumulaci6n es la disminuci6n general de los aumen-tos de productividad, que aparece hacia finales delos sesenta, y que afect6 incluso a las ramas mastipicamente fordistas como el autom6vil (Boyer,1979). Pero, lode que manera esa disminuci6n en-gendra una crisis?Un primer camino consiste en subrayar la con-tradicci6n entre esa disminuci6n y.el mantenimien-to de las tendencias al alza del poder de compra. Lcrisis naceria de un "estrangulamiento de las ganancias" ("profit squeeze ") debido al alza del costo salarial por unidad producida. Sin embargo, las esta

    dfsticas no parecen confirmar ese diagn6stico parel conjunto de los paises industrializados a comienzos de los setenta (salvo, transitoriamente en Ale

    E ania y en J ap6n). Mas exactamente, el alza deloder de compra no manifiesta una aceleracion au-onoma, y en los raros casos en que ella supera losaumentos de productividad, es porque estos hanaminorado su ritmo (Cuadro II). Adernas, si esefuera el origen de la crisis, una simple disminuci6nde las alzas de salario (directo 0 indirecto) habrfabastado para detenerla.Mas convincente es la consideraci6n de la otracomponente de la reptabilidad del capital: esos au-mentos de productividad declinante, exigieron, des-de mediados de los sesenta, unalza en valor delcapital per capita, 0 en terminos marxistas, de lacomposici6n organica del capital (Lipietz, 1982).El cuadro IIIindica, en efecto, que los aumentosde productividad no compensan ya el alza de lacomposici6n tecnica del capital, el volumen del ca-pital fijo per capita. .

    125

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    Cuadro IIIncremento del salario real y de la productividad(en tasa de crecimiento medio anual)(1950 (1955 1960- (1970-1955) -1960) -1970) -1974)

    Gran Bretafia ......... (sip) 3,0 2,3 3,1 1,2II 2,0 2,3 2,6 2,4(1956 (1961 (1966 (1970-1961) -1966) -1970) -1975)

    EE U U ....... , ..... , (sip) 2,9 2,4 2,5 -0,2II 2,3 3,6 0,9 0,3

    (1950 (1955 (1960 (1965 (1970-1955) -1960) -1965) -1970) -1974)

    RFA .............. , (sip) 5,5 4,8 5,5 4,9 5, III 7,2 5,2 5,0 5,3 3,8

    (1957 (1959 (1964 (1968 (1973-1959)* -1964) -1968) -1973) -1975)Francia ............. (sip) 2,4 5,6 4,5 4,9 4,2

    II 4,1 6,1 4,8 5,4 1,8(1954 (1957 (1964 (1970 (1973-1957) -1964) -1970) -1973) -1975)

    Japan .............. (sip) 5,8 7,7 8,6 11,6 5,6II 8,6 9,4 9,6 6,5 0.5

    * Antigua base de la Contabilidad nacionalFuente: Lapierre-Denzel ( I980)Los procedimientos de mark-up caracteristicosde la regulacion monopolist a compensaron prime-ramente esta baja de la reptabjljdad "jpstapt;jnea"

    del capital a traves de un alza nominal de las ganan-cias, pero esta repercutio en el alza general de losprecios y los salarios, por consiguiente en la parte

    de las amortizaciones en el margen bruto de autofi-nanciamiento. De donde se da una tendencia al en~deudamiento creciente de las empresas, y un alzde los gastos financieros que, agregandose al alza dlas amortizaciones y al alza del precio relativo delas inversiones, desemboco en una crisis latente de

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    Lamundializaci6n de la crisis general del fordismo: 1967-1984

    Cuadro II ITasas de erecimiento anuales de la composicion tecnica K IN y de la produetividad Q /N (industria)KIN Q/N1950 1955 1960 1965 1970 1950 1955 1960 1965 1970-1955 -1960 -1965 -1970 -1975 -1955 -1960 -1965 -1970 -1975

    Japon 5,7 11,0 10.9 11,2 12,5 (b) 7,8 13, I 3,59,9 (e) 5,4 (c)RFA 1,8 6,1 8,0 5,9 7,6 8,5 5,4 5,4 5,4 3,27,5 (c) 3,3 (c)Francia

    A base 3,2 3,5 5,7 5,1 5,6 5, IN base. 4,1 4,9 5,0 6,1 7,0 3,14,8 (c) 4,9 (c)

    Reino Unido 2,3 3,8 3,7 4,3 4,6 (d) 2,2 2,4 2,9 3,2 3,4 (d)5,0 (e) 5,5 (e)EEUU 5,0 (b) 2,0 3,6 4,3 2, I (b) 4,5 1,0 -0,61,8 (c) 2,6 (c)(a) 1951-1955 (b) 1956-1960 (c) 1970-1973 (d) 1970-1974Fuente: Lapierre-Denzel (1980)

    \la capacidad de inversion (Lipietz, 1983A) , todo enambiente inflacionista. Por ello, la disminucion delritmo de la inversion, combinadaeon la disminuciondel empleo creado por cada inversion, desencadenael alza del desempleo, en consecuencia, la de lascargas del Estado-providencia,Aun cuando se ponga el acento sobre el profitsqueeze 0 sobre el alza de la composicion organicadel capital, la crisis actual de la acumulacion inten~siva aparece como una crisis de la rentabilidad, alcontrario de la de 1930, que era crisis de sobrepro-

    duccion. Las formas institucionales de la regulacionmonopolista inhiben en efecto a la "espiral depresi-va", el aumento del salario indirecto detiene la bajadel poder de cornpra global (a pesar del crecimien-to del numero de desempleados), la solidez de lamoneda de credito permite la sobrevivencia de va-lores en proceso (en consecuencia de empresas) quehubieran sido condenadas a la quiebra dentro delmarco de un sistema bancario restringido por unabase-oro. La crisis asumira, pues, 1aforma de un es-tancamiento (y no de un derrumbe de la produc-

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    cion) que coexiste con una inflacion (y no con undesmoronamiento de .los precios).~Pero a que se debe la disminuci6n de la produc-

    tividad? Aqui, los analisis que acabamos de evocarse distinguen de la manera mas clara posible de lateoria de las "ondas largas de innovaciones". Enefecto, es bien dificil identificar una disminucionde la innovacion tecnologica a 10 largo de los sesen-tao Por el contrario, nada esencialmente nuevo fun-damentaba el crecimiento de la posguerra, y lainformatica transistorizada estaba ya considerable-mente desarrollada a comienzos de los setenta. Porel contrario, los exitos y luego los fracasos de losprincipios taylorianos, luego fordistas, de organiza-cion del trabajo, son evidentes (Coriat, 1979).Al cabo de medio siglo de taylorismo y de fordis-mo, se volvio "natural" esperar que cada afio unobrero produjera mas que el afio precedente, y"misterioso" constatar que este crecimiento dismi-nuyera. Sin embargo, cuando Taylor y Ford inven-taron sus nuevos metodos de organizacion del tra-bajo, ellos estaban barriendo con una rutina ques610 habia registrado en el pasado algunos saltoshacia adelante. Su metodo era, ante todo, un meto-do disciplinario y un metoda de extraccion de suhabilidad y conocimiento. Al cabo de cincuentaanos, casi no habfa razones para que la "mejor ma-nera" (The one best way) no hubiera side detecta-da, decorticada, sistematizada y generalizada. Lamasificaci6n del trabajo habiaterminado por ago-tar el gran yacimiento del saber obrero. No es queno existan todavia inmensos yacimientos de pro-ductividad en el ingenio humane: pero ellos nopueden ya ser explotados por los metodos taylo-rianos, los del embrutecimiento, de la parcelizacionde las tareas, de la dedicacion de turnos de trabajoa un gesto indefinidamente repetido. Ademas, lapropia parcelizacion encontraba sus propios lfrnites:128

    tiempos muertos en los turnos de trabajo, arreglosfinales concentrados al final de la cadena de produc-cion, etcetera.Es aquf donde se encuentra la lucha de clases,como origen de la disminucion de la productividad:la gran victoria de los patrones de los afios veintehabia dilapidado su propio botin. Frente a los jefesde las fabricas.patronal, departamento de metodos,cronometradores, contramaestres, se levantaba aho-ra el bloque masivo de los obreros especializados.Los afios 1967-1974 son entonces primeramentelos de una contraofensiva obrera que se sobreponeal inmovilismo de la "tecnologfa social" patronal.

    Una contraofensiva del obrero especializado, revan-cha de la derrota del obrero profesional. Es la partede verdad en la asercion segun la cuallos trabajado-res lIevaron al capitalismo a la crisis, mucho masque los Estados petroleros retomando el control desus riquezas.Queda por comprender la manera en que esa cri-sis latente del fordismo, minado por evoluciones enresumidas cuentas minimas, pero que terminan poracumularse, pudo degenerar en recesiones evidentes.Para ello hay que considerar la dimensi6n interna-cional y las reacciones gubernamentales y patronales.b) De la erosion de la hegemonia de los EstadosUnidos a la primera sacudida petroleraA partir de 1967, una transformacion cualitativamodificaba radicalmente la configuracion interna-cional: la productividad del Japon y de Europa (enparticular de la Republica Federal Alemana y deFrancia) se aproximo a tal punto al nivel estadouni-dense (grafica 2), que las diferencias de costa sala-rial por unidad producida se vuelven desfavorablesala cornpetitividad de los Estados Unidos, a la coti-zacion de dolar vigente (grafica 3). Esta equipara-

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    La mund ia liz ac i6 n d e la c ris is g en er al d el fo rd ismo : 1 96 7-1 98 4Grafica 2

    Nieveles de productividad per capita en laindustria manufacturera(1950-1981, base 100 = EE.UU.)100

    Japo..

    50

    oL-I..L95--o-----19L..6~0----1 .....7...,0,.....-----1-98~01981

    Fuente: CEPII (1983 B)

    cion se debe a la vez al crecimiento de las firmasmultinacionales en Europa y a la generalizacion enEuropa y Japon de los metodos "fordistas": la tasade inversion en esos parses se mantiene en efecto,muy ampliamente superior a la tasa de los EstadosUnidos, (graffca 4).Por ello, la balanza comercial de los Estados Uni-dos se vuelve deficitaria. La masa de los xeno-dola-res ya no esta, por otra parte, garantizada por lareserva de oro de Fort Knox.

    Grafica 3Costos salariales unitariosen la industria manufacturera

    100

    50

    o~ ._ ~ __ _.....~ __ _.....~_1980 1S185 1970 11175 11180

    Fuente: CEPII (1983 B) Costos evaluados a la tasa decambio corriente.

    Esos dolares ya no pueden ser entonces conside-rados como representantes de una "moneda-mer-cancia" (el oro) ni de los valores en proceso incues-tionablemente validados en el nivel internacional(porque la producci6n estadounidense es cada vezmenos competitiva). El dolar aparece entonces so-brevaluado.Por etapas, el dolar abandona su papel de referen-cia absoluta, y comienza a flotar a la baja en relaci6na todas las monedas. 9 El capital estadounidense pier-9 En 1968 la supresion del pool del oro hace del dolar

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    Graflca 4Tasa de inversion'" del sector manufacturero

    on ~55

    5~ __ '_ __ ~ __ ~ __ ~~~~~ ~ __ ~ __ ~ __le80 1982 1864 1.66 198a 1910 1812 1974 1.76 1918 '8S0

    ...Relacion de la inversion en volumen con el valor agre-gado bruto en volumen.Fuente: CEPn (1983 B)

    130

    de con ello capacidad para invertirse en el extranje-ro (pero las filiales de sus firmas multinacionalespueden ahora directamente financiarse en el exte-rior). Por el contrario, la guerra comercial se desen-cadena entre los tres polos de la economia mundial,de competitividad sensiblemente equivalente. A laconfiguracion diferenciada de los ai'ios 50-60 sigueun acoplamiento de los tres polos, donde las fasesde expansion y de recesion tienden a corresponder-se directamente y a ampliarse recfprocamente.EI auge mundial de 1973 perrnite entonces, detodas maneras, augurar una recesion general para elafio siguiente. Pero sobre todo, provoca una extre-ma tension sobre el mercado de las materias prim as.Ahora bien, en el mismo momento, golpes asestadosa la hegernonia expllcita de los Estados Unidos (enIndochina) suscitan una ola nacionalista en el Ter-cer Mundo. L a guerra arabe-israeli de octubre de1973, en esta coyuntura objetiva y subjetiva, ofre-ce a los pafses export adores de petroleo la ocasionde recuperar el control de la fijaci6n de la rent a pe-trolera (llevada a II d61ares el barril).En teoria, se trata simplemente del desplazamien-to de la propiedad de una fraccion minima del valoragregado mundial.'? Pero en los parses desarrolla-dos, ya amenazados por una recesi6n y donde launa moneda de curso forzoso. EI 15 de agosto de 1971, sureferencia con el oro es definitivamente suprimida, y su pa-ridad en relacion a las otras monedas se vuelve fiotante apartir de marzo de 1973. Esta evolucion sera oficializada enenero de 1976 a traves de los acuerdos de Jamaica.10 Recordemos que, para el pensamiento economico"clasico", el alza de la renta de la tierra presenta dos aspec-tos: Segun Ricardo, ella proviene de la substraccion de laganancia capitalista. Pero veremos que la renta petrolerasera reciclada en inversiones. Segun Malthus, ella provienedel reforzamiento de la demanda efectiva "de lujo". Y esesto 10 que ocurrira, reemplazando a las carrozas por avio-nes de guerra.

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    La mundializaci6n de la crisis general del fordismo: 1967-1984

    crisis latente del fordismo exacerba las tensionessobre el reparto de este valor agregado, esa bruscaalza suscita inmediatamente una explosion inflacio-nista en la lucha por la redifinicion de dicho repar-to. Aprovechando un empuje de la inflacion, patro-nal y gobierno intentan al comprimir los salarios yal restringir el credito, imponer una baja del poderde compra de los asalariados. Los primeros resulta-dos obtenidos en ese sentido duranteel afio 1974desencadenan una depresion de la demanda mundialque al agregarse a una disminucion de inventariosde emergencia provoca la primera gran recesion dela crisis.Desde 1975, la resistencia obrera y sindical detie-ne en todas partes esta primera of ens iva de la auste-ridad. Sobre todo, los estabilizadores automaticosdel Estado-providencia, a menudo reforzados por laextension precipitada del segura de desempleo(tanto mas "generosamente" acordado cuanto quelas c1ases dominantes no creen en la profundidadde la crisis), detienen la espiral depresiva, garanti-zando una segura estabilidad del consumo, a pesardel aumento del desempleo. Una "red de seguridad"frena de esa manera la recesion, y desde 1975, lareactivacion es general, tanto mas cuanto que Iarenta petrolera financiada a credito disminuye lademanda efectiva mundial. Tal es la extrafia confi-guracion que vamos a examinar.TIl. Una configuraci6n de transici6n: 1975-1979La segunda mitad de la decada de los setenta estamarcada por una extrafia contradiccion. Por unaparte, la crisis del fordismo se agrava. Por otra, el

    ~. La "sacudida petrolera" no puede ser entonces conside-rada como una causa aut6noma de 1a crisis; a 10sumo, ellapudo revelar las contradicciones 1atentes.

    keynesianismo sobrevive de manera bastante hon-rosa a su propia base, tanto a escala nacional comomundial. Esta sobrevivencia es el aspecto principal,que da su coloracion al periodo: es entonces por allfque debemos comenzar.a) Una gestion socialdemocrata de la crisis.Se puede calificar de "socialdemocrata" a esta pri-mera fase de la adrninistracion de la crisis. En Ale-mania y en Escandinavia, los socialdemocratas esta-ban en el poder. En Inglaterra, ellaborista Callaghan.En los Estados Unidos, el dem6crata Carter. EnFrancia, Valery Giscrad d'Estaing y Jacques Chiracorganizaron la reactivacion sin que se pueda sabercual fue la parte de maniobra politica y la de con-vicci6n econornica. De manera general, la idea do-minante era entonces que el keynesianismo segulasiendo valido. Se trataba simplemente, pidiendoprestamos (como en Suecia), 0 emitiendo monedade credito mundial (como en los Estados Unidos),de esperar una dilucion de la sacudida petrolera yelajuste de la oferta a la deformaci6n de la estructurade la demanda mundial, en la direccion de los bienesde equipo civiles y militares pedidos por los pafsesde la OPEP.A escala nacional, esta politica de "absorci6n"de la sacudida petrolera fue practicada de maneraparticularmente consecuente por la administracionCarter. "Locomotora" principal (segun la termino-log fa de la 0 CD E, vigente en la epoca), los EstadosUnidos de Carter (al precio de una emision discre-cional) alimentaron al mundo con moneda de ere-ditode validez universalm:ente admitida, inc1usocuando su poder de compra internacional era cadavez mas cuestionado. En el terreno interno, a pesaro mas bien gracias a una ausencia notoria de aumen-tos de productividad, ellos lograron tambien crear

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    miles de empleos (esencialmente terciarios). LaEuropa occidental y sobre todo Japon, provefanmaquinas y bienes de equipo domestico, no solo alos Estados Unidos, sino a los paises de la 0 PEP. alos paises del Este, y sobre todo, a los paises delSur que adoptaban a su vez una variante del mode-10 fordista, que examinaremos mas adelante.Naturalmente, ese "laxismo monetario" estadou-nidense ocasionaba una baja precipitada del valordel dolar, pero los Estados Unidos no hab ian perci-bido que dicha devaluacion servia a su expansionis-mo interno. Ya que, teniendo en cuenta su debilcoeficiente de importacion, solo provocaba un in-cremento moderado de inflacion. La baja nominaldel dolar en relacion con las otras monedas se tra-ducfa entonces en una devaluacion real de los cos-tos estadounidenses, restableciendo la competitivi-dad comprometida por una sobrevaluacion dema-.siado larga, (grafica 3). Es decir que, teniendo encuenta las diferencias de inflacion por una parte, yla devaluacion nominal por.la otra, ellote medio demercancias estadounidenses costaba cada vez masbarato, expresado en la misma moneda a la tasa decambio corriente, en relacion allote medio de mer-candas alemanas 0 francesas. Asi, comparado conellote estadounidense de igual precio en 1970, [ellote aleman valia 90%mas caro en 1980!b) La pardlisis relativa de Europa.Mientras los Estados Unidos salvaguardaban el cre-cimiento de sus empleos gracias a una devaluacioninsensata y al precio de un estancamiento de suproductividad, el Japon practicaba la misma politi-ca de devaluacion (con la misma ausencia de conse-cuencias drarnaticas sobre la inflacion interna, ypor las mismas razones: la baja proporcion de susimportaciones). Pero utilizaba esta arma para con-132

    quistar porciones de mercado e inundar el mundocon productos manufacturados de tipo fordista(autornoviles, Hi-Fi, aparatos opticos, etcetera). Enla grafica 5, esos dos paises se alejan asf del conjun-to en 10 referente al crecimiento industrial. Por elcontrario, los paises europeos registran un creci-miento ciertamente notable para un periodo de crisispero netamente mas debil que el de los EstadosUnidos y el Japon.Las razones de esta lentidud son sin duda profun-das, y radican en la graved ad de su crisis industrial,en el caracter particularmente pesado (en terminosde intensidad capitalista) y particularmente rigido(en terminos de relaciones sociales) de las variantes

    europeas del fordismo. Deseando mantenernos enesta intervencion, en las dimensiones "no-naciona-les" de la crisis, subrayaremos particularmente unobstaculo importante que se opone en Europa a latactica "keynesianismo + devaluacion". Se trata dela mecanica perversa "austeridad + internaciona-lizacion" .Cada vez mas integrada al plano industrial, Euro-pa se mantiene en efecto fragmentada en nacionesdistintas que deben, cada una, vigilar el equilibriode su balanza comercial. Ahora bien, sus produccio-nes son cada vez mas "complementarias": debenobligatoriamente, comprarselas entre ellas. En esascondiciones, la devaluacion pierde mucho su efica-cia, ya que los "efectos-precios" intervienen menos.Para restablecer su balanza comercial, un pais debe

    entonces importar menos, consumir menos, invertirmenos. Incluso sobre las "producciones substitui-bles", la competencia a traves de los precios, en lazona de libre comercio sin politica comun en quese ha convertido Europa, impone una forma temi-ble de proteccionismo: el proteccionismo a golpes.de restricciones sobre los salarios, de "estancamien-to competitivo": "la austeridad". El costo salarial,

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    La mundializaci6n de la crisis general del fordismo: 1967-1984

    Grafica 5L a produccion industrial indices 100 en 1970~--~-1---+--~--~--+---~-1r--+---+--~--+---~~--~---+--~--~--+-__,180

    r---r-~r-~---r---r--~--+---r-~---+---r--~--+-_'--~---+---+---r--+-__,Ieo

    ~~r---r-~---+---r--~--+---r-~---+---r--'_--+-_'--_'---+---+---r--+-__,701965 1975 1980970

    ~ - - - r--VL ,E tado. UnldO~ ~ ~ " ,1/~ ~ ""'-c: .-!---V~ ~~ ~~- , V" ",-;- -~/ 1 / /. , . . . . . . . . . . . .L/'_" ) J /L ,V- - -eee 1975970 1980Fuentes nacionales en INSEEDatos mensuales transformados en promedios, corregidos de las variaciones estacionales

    1984200

    1110

    140

    120

    10090

    110

    70

    eoeo

    19

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    determinado por el "nivel de vida" vigente en unpais, adquiere una nueva dimensi6n: se convierteen un determinante de la competitividad interna-cional.EI costo salarial, 0 mas bien el costo corregidopor la productividad, 10 que se llama el costo sala-rial por unidad producida, ha sido siempre, paracada empresa, una condici6n de su competitividaden relaci6n a las otras. Es por ella que, en los afiosveinte, Ford no podia lograr, el solo, salir airoso desu apuesta. Fueron necesarias convenciones colecti-vas, el salario rnfnimo, etcetera, para que cada em-presa renunciara a hacerle la competencia a las otras,en un mismo pais, a golpes de salarios bajos, com-primiendo asi la demanda nacional. Perc he aquique: no existe convenci6n colectiva internacional,no existe ni siquiera un "espacio social europeo".Asi, los diferentes paises europeos se encuentran,unos con respecto de los otros, en una situaci6n de"regulaci6n competitiva" que, antes que en otraspartes, compromete la eficacia del keynesianismointerno. Veremos de que manera esta configuraci6nde estancamiento se generalizara con la segunda sa-cudida petrolera y la monetarista. Pero, por el mo-mento, esta configuraci6n local europea esta inmer-sa en un contexte mas favorable, que constituye unverdadero "keynesianismo mundial", del que va-mos a examinar el efecto mas espectacular: el creci-miento del fordismo periferico,

    c) El fordismo peri fer ico.Ya describimos frecuentemente la l6gica internadel fordismo periferico (Lipietz, 1984 B), que triun-f6 durante los anos setenta, en un puftado de "New-ly Industrializing Countries" (N IC s):Mexico, Brasil,Corea, Taiwan, etcetera. Se trata en substancia, deadoptar el modele de industrializaci6n fordista,134

    desde el punto de vista del proceso de trabajo in-mediato, pero s610 de manera muy parcial (y allimite, nada parcial) del punto de vista de la regula-ci6n de la relaci6n salariaI. En esas condiciones, la"demanda efectiva", los mercados, s610 pueden serinternacionales: Los N IC s importan las maquinasdel Norte, y le revenden productos manufactura-dOS.11 En los setenta, esta estrategia pareci6 encon-trar condiciones milagrosas de realizaci6n. Se tenia,en efecto, esquematicamente la siguiente configura-cion:Los paises de la 0 CDE, Y sobre todo los EstadosUnidos, continuaban registrando bajos aumentosde productividad, una disminucion de las inversio-nes, un crecimiento impulsado por un consumoaminorado pero no decreciente.Esos pafses pagaban a credito sus importacio-nes, y con ello, permitian la proliferaei6n de unamoneda de credito intemacional (los xeno-dolares),basada en la moneda de credito nacional estadou-nidense.Esas liquideees, prestadas por los bancos de lospaises exeedentarios (0PEP Y J ap6n) a eiertos paf-ses del Sur (los "Newly Industrializing Countries ")les permit ia eomprar a credito maquinaria de laOCDE.Los N I C s esperaban reembolsar esos prestamosvendiendo sus produetos manufaeturados a los pal-ses de la 0 CDEy de la 0 PEP, 10eual era viable pordos razones:- los aumentos de produetividad para esos pafses"nuevos" eran muy rapidos (mientras que ellos ha-bian disminuido de manera considerable en el Nor-11 En realidad, ellos continuan tam bien vendiendo ma-terias primas ( [cuando pueden!). Ademas, ciertos paises delEste, como la Polonia de Gierek, se insertan en el mismo es-quema (con las mismas consecuencias).

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    La mund ia liz ac i6 n de 18 c ris is g en er al d e l f or d ismo: 1967-1984

    te), y sus costos salariales-hora eran de cinco a diezveces mas bajos.- el mercado mundial se mantenfa en expansiona causa de la "administracion socialdernocrata de lacrisis".Dentro de esta configuracion transitoria, pero,[en que medida fragill, los NICs pudieron obtenertasas de crecimiento del orden del 10% al ano, 10que no est a mal para una "gran crisis". Mejor toda-via, su demand a en bienes de equipo, que se dirigtaal Norte, compensaba las supresiones de empleosque ocasionaba, en los viejos paises industriales, suaumento en competitividad en el sector de los bie-nes de consumo corriente.Por una extrafia astucia de la historia, se vuelve aencontrar aquf una especie de eco de la configura-ci6n virtuosa Estados Unidos-Europa-Jap6n de los

    cincuenta. De alguna manera, el alza de la renta pe-trolera, financiada por la rnonetizacion del deficitestadounidense, luego reciclada por los bancos pri-vados en direcci6n de los NICs, desempefia el papelde un "plan Marshall forzado hacia el Tercer Mun-do": Sin embargo, es necesario insistir sobre la ex-trema fragilidad de ese reciclaje privado, y del pro-pio modele fordista periferico. Extremadamentedependiente de la evoluci6n de la demanda mun-dial, el no afecta sino a un numero muy limit adode pafses del Sur, desestabilizando su estructura in-terna. Desde antes que finalizara el decenio, se des-morona bajo el peso de sus contradicciones socialesen Iran, Nigeria, Turquia, etcetera.Veremos mas adelante los efectos devastadoresde la sacudida "monetarista" sobre el fordismo pe-riferico.Pero no se puede concluir la evocacion de esteperiodo sin haber subrayado la maduracion en pro-fundidad de la crisis, bajo el velo del keynesianismocontinuado.

    d) Continuacion de lacrisisdel fordismo ybusqueda de nuevas viasEsta epoca fue la de la adrninistracion suave de lacrisis. L a productividad, la produccion, el consumo,se mantenian a pesar de todo crecientes, el desem-pleo aumentaba lentamente. Pero mantener un con-sumo constante, con una mane de obra industrialdecreciente; una productividad disminuida, exigiauna extraccion cada vez mayor sobre el valor agre-gado, para sostener el costo del Estado-providencia.Este costo fue pagado por las empresas (ya que sehabia decidido no hacer pagar "demasiado" a losasalariados). En Francia, la parte de las gananciasdescendio de 3 0 % en los afios sesenta a 2 5 " % en losafios setenta.Esta baja de la parte de las ganancias se agregabaal alza del costo del capital fijo (en consecuencia,de las inversiones) que se aceleraba tanto mas cuan-to que la patronal y el gobierno buscaban reempla-zar aun mas rapidamente a los hombres por las r n a -quinas, y a las centrales accionadas con fuel porcentrales nucleares. Si se compara el afio 1977 conel afio 1972, se constata que la "productividad apa-rente del capital" se hunde literalmente, sobre todoen las industrias mas fordistas: errFrancia, [hay queinvertir 17% para producir el mismo valor agregado!Gracias al Estado-providencia y a las politicaskeynesianas, el fordismo sobrevive, pero su crisisprofunda es cada vez mas evidente, y se manifiestaen el contraste entre un crecimiento anormalmentemas debil y una inflacion cada v ez mas rapida: esla"estanflaci6n" .Pero, bajo la apariencia de una continuidad acredito, las cosas cambiaban. El capitalismo explo-raba nuevas vias, nuevos dispositivos, para intentarsalir de la crisis. El fordismo periferico, esa transfe-rencia de las producciones fordistas canalizadas

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    hacia paises con bajos salarios y debil protecci6nsocial, es una de esas vias. Pero de manera mas pro-funda, en el mismo seno de los paises industrializa-dos, la relaci6n salarial se enfrenta ados grandesinflexiones, la primera regresiva, la segunda poten-cialmente progresiva.Primeramente, el recuestionamiento de las con-diciones de la reproduccion de la fuerza de trabajo.Durante el crecimiento, el acoplamiento producti-vidad-salario directo habia desernpeftado el papelprincipal, y el Estado-providencia un papel de apo-yo. A medida en que el rol de este ultimo se desa-rrollaba garantizando a los asalariados una especiede ingreso permanente, algunas ernpresas trataronde deshacerse de las pesadas cadenas contractualesque los ligaban directamente a sus asalariados. El"nucleo duro" de los asalariados (los trabajadorespermanentes) comenz6 a debilitarse, mientras queproliferaba un mundo de trabajadores fuera del es-tat us, temporales, tiempos parciales, etcetera que laiban pasando, principalmente gracias al Estado-pro-videncia, y de tiempo en tiempo, de un salario. Unacuerdo muy ventajoso para cada ernpresa, peroque recaia sobre el conjunto de la poblaci6n y delas empresas a traves del aumento del peso de lasextracciones obligatorias. Adernas, esta evoluci6ndesarticulaba todavia mas el consenso en torno alfordismo: las ultimas huellas de "estatus" 0 de"oficio " desaparecfan en los j6venes, condenadosdesde la entrada en la vida activa a una alternanciaentre "pequenas chambas" y asistencia publica.La segunda tendencia, evidentemente mas intere-sante, era la busqueda de nuevas fuentes de produc-tividad. Yacimientos buscados en el propio senodel proceso de trabajo, a la vez que en las promesasde la "revoluci6n tecnol6gica" de la electr6nica, yen un recuestionamiento de los principios tayloris-tas: recomposici6n de las tareas, interes individual136

    o colectivo (a traves de los "cfrculos de calidad")de los productores en busqueda de la eficiencia, et-cetera.Evidentemente, aquf salimos del terreno de los"desarrollos de la crisis" para entrar en el mundo,apenas explorado, de las vias de su salida. Lo quese busca a tientas es el nuevo principio de organiza-ci6n del trabajo, que fundamentara el futuro regi-men de acumulaci6n. Por ello, ya no se trata de"alcanzar" 0 de imitar a un modelo preexistente (elque ofrecfan los Estados Unidos en 1950). El espec-tacular salta hacia adelante de la productividad ja-ponesa, que deja atras a los otros dos competidores(la R FAY Francia), lanzados en persecuci6n de losEstados Unidos, es evidente desde esa epoca sobrela grafica 2. Es todavia mas claro desde que entra-mos mas en detalles respecto a las ramas (cuadro IV).El capitalismo j apones no "alcanz6" a los EstadosUnidos, los super6, inventando otra manera, pos-fordista, de transformar en productividad el inge-nio de los productores, manuales e intelectuales.Pero esos germenes de futuro, al igual que el tay-lorismo de antafio, s610 podran desarrollarse dentrode un marco macroecon6mico y social favorable.Es 10 que va a probar a contrario sensu la sacudidamonetarista.IV. Una catastrofe inutil: la sacudida monetarista.Es entonces en un ambiente moroso pero no desa-lentador, y cuando la produccion industrial en re-laci6n a 1970 habia progresado en Alemania eInglaterra en 30%, en los Estados Unidos yen Fran-cia en cerca de 40%, en un 45 %en Jap6n, que seproduce la segunda sacudida petrolera. Los "onced61ares por barril" de la primera habian sido reab-sorbidos ampliamente por el s610 juego de la infla-ci6n mundial: los terminos del intercambio "petro-

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    Cuadro IVNiveles de productividad per capita en las ramas manufactureras en 1980.(base 100 = Estados Unidos)

    Francia RFA Reino U. Japon Ramas metalicas .................. 62 64 28 122 Siderurgia-metalurgia ............. 70 91 38 137 Construccion mecanica ........... 71 65 27 117 Material electrico yelectronico .................... 50 40 26 135 Material de transporte ............ 55 55 21 94 Ramas no-metalicas ................ 73 70 47 59 Materiales de construccion ........ 71 76 38 47 Textiles ....................... 64 69 46 48 Madera-Papel y otros ............. 63 67 42 66

    Q ' . 78 79 46 101lmlca ...................... Agro-alimentario ............. , .. 76 48 54 43 Industria manufacturera ............ 69 67 38 90Las evoluciones relativas son rapidas en esta rama. Asi, en 1981, el J ap6n supero a los Estados Unidos (nivel relativo:101).Fuente: CEPII (1983 B). ,.

    a) Un ajuste recesivo en la segundasacudida petroleraleo contra productos del mundo industrial" habfanvuelto al nivel de finales de la guerra de Corea, esdecir al punto de partida del crecimiento fordista.El aumento a 34 dolares el barril replantea de ma-nera brutal el molesto problema de la renta petro-lera. i,Se trata de una vuelta a 1974?No, y no resulta muy simple comprender porque. Todo va a ocurrir, en efecto, de manera muydiferente, como si las clases dominantes no creyeranya, 0 no pudieran creer mas, en el keynesianismo.

    Los historiadores del futuro discutiran largo tiem-po sobre los encadenamientos que de la segundasacudida petrolera condujeron al impacto moneta-rista de 1981. Las restricciones objetivas se acumu-laton desde la primera sacudida, disminuyendo losmargenes de juego keynesianos: deficit comercialamenazadoren Francia y en Gran Bretana, deuda

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    publica acumulada en Estados Unidos, en R FAYen Japon (Le Dem y Pisani-Ferry, 1984). Adernas,la centralizacion capitalist a internacional se acre-cento con el entrecruzamiento de los flujos finan-cieros entre las economias industriales, flujos esen-cialmente destinados a la fusion, a las compras deempresas competidoras, unas por parte de otras: es10 que Madeuf, Michalet y Ominami (1984) llaman"inversiones sin acumulacion", La complementari-dad de esas econorn ias se agravo entonces, y asi serestringio la posibilidad de polfticas keynesianasaut6nomas: la "configuracion estancacionista euro-pea" se amplio y profundizo,Pero, tal vez mas profundamente, las elites mun-diales, los jefes de empresas y hombres politicosque habian animado la Comision Trilateral, renun-ciaron a creer en el keynesianismo internacional.Los defectos de ese regimen eran evidentes:Si la "red de seguridad" de la regulacion mono-polista en el Norte, impedfa la depresion, ella obs-

    taculizaba tam bien el redespliegue hacia nuevasnormas de produccion y de consumo, por la rigidezque ella conferta a la mano de obra y a la asignaciondel capital entre las ramas.La moneda de credito internacional, como todamoneda de credito, estaba fundada sobre la apuestade que el regimen de acumulaci6n iba a recuperarse,que el pais que emit a dicha moneda (los EstadosUnidos) pod ria incondicionalmente ofrecer la con-trapartida en mercancias competitivas de los signosmonetarios emitidos, que los parses endeudados delfordismo periferico encontrarfan en el Norte bas-tantes mercados para reembolsar sus deudas.Hacia fines de los anos setenta, esta claro que niuno ni otro eran verdaderos. El crecimiento siguesiendo mediocre, los aumentos de productividadcontinuan disminuyendo su ritmo y el capital percapita, su aceleraci6n, la moneda estadounidense es138

    cada vez mas cuestionada y ve diluirse su poder decompra internacional.La hegemonia lograda por coaliciones monetaris-tas 0 simplemente menos keynesianas (en Inglaterracon la victoria de los conservadores, en EstadosUnidos con la llegada de Volker al frente de la FEDantes de la de Reagan a la presidencia, en la R FAcon la hegemonfa de los liberales en la coalici6n decentro-izquierda, en Francia con la plena aplicaci6ndel "barrismo", 12 despues de la derrota de la iz-quierda en 1978) es el reflejo de una constataci6nde impotencia. Solo por la fuerza del vacfo se reim-pusieron las ideas del liberalismo: el simple juegode las fuerzas del mercado seleccionara a las empre-sas que emplean procedimientos avanzados, elimi-nara las escorias del pasado, reconstituira la compa-tibilidad de los comportamientos.Desde 1980, la inflexion es muy clara: la R FAyFrancia imponen a sus asalariados un ajuste depresi-vo frente a la sacudida petrolera, que disminuye en5 % la produccion industrial. La Gran Bretafia eligiode manera clara, desde 1979, el monetarismo: vol-veremos a esto. La FED de Volker intenta aplicarla misma politica, con los mismos resultados (unacaida de 7 % ) , rapidamente borrados frente a losplazos electorales. Solo Japon registra una acelera-cion del 10%, a traves de un golpe de poker que suproteccionismo y la eficacia de su aparato export a-dor le permiten: el deja caer su moneda. Pero inclu-so el crecimiento japones sera quebrado por unatercera sacudida: la monetarista.b) La catastrofe monetarista.Con la llegada de Reagan a la presidencia, los Esta-dos Unidos se unen a Gran Bretana en el campo del

    12 De Raymond Barre, primer ministro del presidenteGiscard D'Estaing.

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    La mundializaci6n de la crisis general del fordismo: 1967-1984monetarismo extremista. Cortando los gastos delEstado-providencia, y bloqueando la "pseudo-vali-dacion" a credito de los valores en proceso, funda-dos sobre elregimen de acumulacion fordista (cor-tando la emision de moneda de credito), esas doscoaliciones anulan en pocos meses el crecimientode los cinco afios precedentes en su propio pais. Alhacerlo, ellos inician una reaccion en cadena bastan-te compleja (Aglietta y Brender, 1982; Lipietz, 1983,d). No solamente por el mecanisme "austeridad-in-ternacionalizacion", ellos condenan a todos losotros paises a abandonar la adrninistracion social-democrata de la crisis (incluida la Francia de F. Mi-tterand: Lipietz, 1984), sino que tambien, al hacerlo,desecan (haciendo desaparecer los excedentes de laOPE P, a traves de la recesion mundial que provo-can), la creacion de moneda de credito internacio-nal. El credito se vuelve escaso y caro, la demandamundial registra una contraccion acelerada de lademanda mundial: el fordismo periferico se ve enla capacidad de reembolsar sus deudas.Aquf es necesario subrayar que resulta dificil im-putar la quiebra de los NIC 5 (en particular los deAmerica Latina) a la misma sacudida petrolera. Deigual orden de magnitud que la primera (en termi-nos de modificacion de las relaciones de intercam-bio), el deberia haber tenido el mismo efecto. Porel contrario, la "tasa de interes real para los paisesen desarrollo" (es decir la tasa del eurodolar defla-cionada por el precio de sus exportaciones, inclui-das las de la 0 PEP), que habra caido a -30% en1974 (a causa del alza del petroleo) y habta oscila-do alrededor del 0% de 1975 a 1978, solo recae a-10% en 1979, [pero sube a mas 20% en 1981 y1982! A esto se agrega, decisiva, la contraccion dela demanda mundial.Sin embargo, la propia inminencia de la quiebrade los N IC 5, unida a la multiplicacion bien tangible

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    de las quiebras en cadena en los principales paisesindustriales y en particular en los Estados Unidos(Lipietz, 1983 A), comienza a partir de julio de1982, a inquietar de manera fuerte a la adrninistra-cion estadounidense, que suaviza la restriccion mo-netaria. Demasiado tarde: en agosto, Mexico sedeclara en cesacion de pagos, dando asi la sefial deuna insolvencia generalizada. Se esta al borde del"crack" financiero mundial (Berger, 1984). La ad-ministracion Reagan rechaza entonces el monetaris-mo, ordena al sistema bancario mundial aceptar unreescalonamiento general de la deuda del TercerMundo, y se aline a brutalmente en el terreno inter-no, al viejo keynesianismo, en un estilo caso kenne-dysta. "Tax-cuts" y crecimiento de los gastos mili-tares provocan un deficit gigantesco del presupuestofinanciado a ventanilla abierta porel Banco Federal.Un auge logrado principalmente a traves del consu-mo de las familias (especialmente en la construccionde viviendas), restablece en un afio (el afio 1983) laindustria estadounidense al nivel de 1979. El consi-derable deficit exterior que resulta de ello, interrum-pe la recesion en los parses de la 0 CDE, con unarecuperacion impulsada por la exportacion, en elJ apon, y por el consumo y la vivienda, en Alerna-nia.Pero la emision de credito se mantiene limitada alas necesidades de la adrninistracion estadounidense.La recuperacion es insuficiente para reconstituir losexcedentes de la OPEP. Los NICs, arruinados (salvolos de esfera japonesa), no reembolsan sus deudas ylos mecanismos multiplicadores de creacion dexeno-dolares siguen detenidos. El dolar se mantieneescaso y caro en el exterior de los Estados Unidos.La sacudida monetarista esta lejos de ser absorbida.En cuanto a sus efectos positivos, incluso en losEstados Unidos, ellos siguen siendo dudosos. La re-cuperacion no se funda en un nuevo modelo de de-

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    sarrollo: es la vuelta a los afios setenta. Ciertamen-te, la inflacion aminoro considerablemente su ritmo,a causa de la baja interior .de las importaciones, y atraves de los aumentos de productividad de cortoplazo debidos a la reactivacion de capacidades noempleadas. Pero la sobrevaluacion del dolar, funda-da sobre el poderio estadounidense, como a finesde los sesenta, puede registrar al igual que en 1971,un nuevo desmoronamiento. Y la contraccion delas industrias tradicionales como el autornovil, sibien permitio una fuerte racionalizacion, no anun-cia de manera evidente la posibilidad de un nuevocrecimiento fundado sobre las nuevas tecnologias.Es este punto el que vamos a exarninar para termi-nar, de manera necesariamente abstracta.

    V. A manera de conclusion:dos salidas plausibles de la crisisAlgunos meses antes de su muerte, el futurologoHerman Kahn identificaba la recuperacion estadou-nidense de 1983 con el arranque de un nuevo cicIode Kondratieff, ascendente hasta el ano 2000. Nohemos llegado a esto. Solo sabemos que la pendien-te que une a los dos ultimos "puntos bajos" (1975-1982) es casi horizontal, e ignoramos si la linea queuniria 1979 con el proximo "punto alto" (i, 1984?i,1985?) sera al menos tan ascendente como la pre-cedente (2.5 % entre 1973 y 1979: ver la grafica 1).La hipotesis de un nuevo Kondratieff se fundasobre la aparicion de nuevas ramas alrededor de larevolucion inforrnatico-electronica. Se evoca as f laforrnacion de un nuevo "centro de la economfa-mundo" en torno al Pacifico. Pasemos sobre la ex-trafia topologia de ese centro. Si se diera un nuevo

    Kondratieff alli, no podrfa relegar a su periferia ala Nueva Inglaterra, ni tampoco a algunas regiones140

    muy activas de la vieja Europa. En realidad, pare-ciera que una "configuracion virtuosa" une hoy aJ ap6n y a los N rc s asiaticos con el motor de la re-cuperacion de los Estados Unidos. Pero es necesariosubrayar de entrada la fragilidad de esta recupera-cion: fundada sobre inmensos deficits publicos (enEstados Unidos y J ap6n) y exteriores (en los Esta-dos Unidos) y que solo se mantiene bombeando loscapitales del resto del mundo, gracias a tasas de in-teres reales sin precedentes, ofrecidas en los EstadosUnidos. Extraccion que frena la recuperacion enEuropa, mantiene a America Latina en la recesion,precipita a parcelas enteras del Tercer Mundo en elhambre y la muerte. Ningun cfrculo virtuoso globalha aparecido todavla.De manera mas profunda, es necesario reflexio-nar sobre 10 que aporta verdaderamente la "revolu-cion electronica". Ya que entre la tecnologfa y elmodelo de desarrollo, hay una serie de eslabones,las relaciones sociales. De la tecnologia a la imple-mentacion tecnica: las relaciones de producci6n in-mediata (i,quien. decide?, i,como se organiza elcolectivo de trabajo"), de la produccion a la econo-mia: las relaciones socio-econ6micas de conjunto(i,habra bastantes consumidores, inversionistas?,i,para producir que", i,para garantizar que forma depleno empleo?). Dicho de otra manera, queda porinventar un nuevo regimen de acumulacion, y unmodo de regulacion, en particular de la relacion sa-larial (0 de otras relaciones de produccion, ;,porque no?). Tarnbien es necesario que ese modele dedesarrollo sea compatible con una nueva configura-cion internacional. Examinemos brevemente esastres series de problemas.

    i,Que aport a la informatica? No tanto aumentosde productividad por segundo de tiempo-maquinautilizado, sino esencialmente dos cosas: la posibi-lidad de utilizar a tiempo completo las maquinas de

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    L a mundializaci6n de la crisis general del fordismo: 1967-1984

    un taller y volver a dicho taller flexible (Coriat,1984). Un taller fordista, fundado sobre la dobleespecializacion de las maquinas y los hombres, uti-liza muy mal su tiempo: esperas entre dos operacio-nes, reservas intermediarias que se acumulan, impo-sibilidad de equilibrar los turnos de trabajo ... Laadministracion autornatica del taller pennite un sal-to hacia adelante de la fluidez del proceso produc-tivo: cada pieza llega a su lugar en el momenta enque es necesaria, y los actos elementales se encade-nan de la manera mas justa posible. Este es el granyacimiento de rentabilidad que aporta aquf la in-formatica. Resulta costosa en inversiones iniciales:redes de carros tele-guiados, computadoras centra-les y perifericas, etcetera, pero ellos son utilizadosbajo un regimen total.Pero eso no es todo. La electronica vuelve sobre

    todo flexibles a los sistemas de maquinas. Hace tiem-po que el principio automatico entre en la fabrica,que los hombres fabricaron maquinas que imitabansolas sus propios gestos, como las cadenas-transfe-rencia de la fabrica de automoviles, 0 los talleres deprensa. Pero esas enonnes instalaciones solo sabranhacer una serie de gestos para sacar siernpre el mis-mo producto. El robot puede adaptarse, cambiarherramientas, pasar de una tarea a otra a traves deuna rapida reprogramacion. El tallerrobotizadopuede entonces adaptarse a una demanda fluctuan-te, saltando de pequenas series en pequefias series.Primera bifurcacion: dos ejes de evolucion seabren a la reorganizacion posfordista del procesode trabajo. La automatizacion de la administraciondel proceso de produccion abre la tentaci6n de Be-var incluso mas lejos la escision entre la concepcionte6rica del proceso y los gestos de ejecucion deltrabajador colectivo. Los obreros-operadores seconvertirian entonces en simples conductos de car-ne en el proceso automatizado. Esa es la via en la

    II~

    que se comprometen mayoritariamente los EstadosUnidos y algunas fabricas europeas. Por el contra-rio, la autornatizacion puede suscitar una recalifica-cion parcial del colectivo obrero al ser movilizadoel saber practice de operadores en tiempo real en elpropio proceso de autornatizacion, asi como en laregulaci6n pennanente de los dispositivos. Es lavia que parece seguir mayoritariamente el J apon yotras fabricas europeas. Esta bifurcaci6n es ellugarde una inmensa batalla social, cuya implicacion esla negociacion de un nuevo compromiso social en-tre la involucracion de los trabajadores y la reparti-cion de los nuevos aumentos de productividad.Ya que -y. es esta una segunda bifurcacion- esnecesario saber a que, para que serviran los aumen-tos de productividad. La primera variante del mo-delo posfordista movilizara todavia mas capital fijoque el fordismo que envejecfa. Los aumentos deproductividad seran reservados a las ganancias, y lademanda final no se ampliara. La "flexibilidad "misma de los procesos infonnatizados garantiza larentabilidad de inversiones masivas, a traves de unasucesion de pequenas series de productos, destina-das al consumo segment ado y versatil de una clien-tela de clase acomodada. Pero esos aumentos deproductividad sin arnpliacion del consumo de masa,provocaran el crecimiento del desempleo y el riesgode una triparticion de la sociedad: una clase domi-nante que se beneficie de los nuevos "aparatos su-perfluos" de la revolucion electronica, un nucleoestable pero restringido de asalariados pennanentes,una masa creciente de trabajadores cada vez masprecarios, que gozan de una proteccion social muydebilitada y con acceso transitorio a empleos tercia-rios durante los movimientos de recuperacioncoyunturales. Tal parece ser, una vez mas, la via ac-tualmente seguida por los Estados Unidos. La otravia es la reparticion negociada de los aumentos de

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    productividad, con un acceso masivo a los bienesde consumo que exigen tiempo de consumo: apara-tos culturales opticos y acusticos, computadorasdomesticas, etcetera. Esos bienes poco costosos (enrelacion al automovil) exigen un reparto de los au-mentos de productividad en el sentido de una re-duccion masiva de la duracion del trabajo.Naturalmente, un modelo de desarrollo fundadosobre la extension masiva de la actividad extra-sala-rial (esparcimiento, creacion, enriquecimiento in-telectual) corre el riesgo de ser poco competitivo(en terminos de costo salarial-hora) en relacion aun modelo fundado sobre la intensificacion del tra-bajo sin reparticion de los aumentos de productivi-dad. Entonces se abren nuevamente dos vias. 0bien la lucha sin fin por la hegemon1a 0 al menospor el equilibrio comercial, a golpes de "estanca-miento competitivo": y el mundo entrara en unnuevo periodo largo escandido por ciclos cortos(stop and go), al ritmo de las decisiones por la "ex-pansion" oel "saneamiento" de la potencia hege-monica. Guerra comercial permanente, que puedevolverse desagregacion conflictiva de la economiamundial. 0 bien formas institucionales internacio-nales seran instauradas, garantizando, en el mejorde los casos, la adopcion conjunta de una variantedel segundo modelo por las partes beneficiadas(norm as de tiempo de trabajo y de salarios interna-cionales, etcetera), al menos el desacoplamiento delas naciones (0 comunidades de naciones) que adop-taran tal modelo de desarrollo, en relaci6n a aque-llos que adoptaran un modelo productivista 0 com-petitivo (proteccionismo fundado sobre criteriossociales, control directo de las balanzas comercialespor cuotas sobre los flujos, etcetera).De manera muy concreta, la forma como serasolucionado el problema de la deuda del TercerMundo aportara indicaciones decisivas. Practica-142

    mente, la crisis de 1982 fue resuelta por una mora-toria de tres afios en promedio, imponiendo ademasel F M I un "ajuste" del regimen de acumulaci6n delos Nrc s dirigido hacia mayores exportaciones, esdecir en realidad una "austeridad" que empuja a lasnuevas capas medias hacia la pobreza, a los obreroshacia la miseria, a los desheredados a la muerte.Tenemos aqui una ilustracion, al nivel de las rela-ciones internacionales, de la primera variante, quese ve asi muy proxima de 10 que profetizaba JackLondon en El talon de hierro. L a deuda perpetuaseria un medio para mantener al Tercer Mundo in-dustrializado dentro de su papel de taller miserabledestinado a la produccion de los bienes fordistas 0intermedios que se han vuelto banales, mientrasque una minorfa en los paises desarrollados tendrfaacceso a la "civilizaci6n postindustrial".L a otra alternativa implica una anulacion de he-cho de la deuda del Tercer Mundo, ya sea que ellahaya pasado por ganancias y perdidas (como lasdeudas rusa y alemana en el periodo entre guerras),ya sea que los fondos prestados esten consolidados,duraderamente congelados como los de un accio-nista. L a ernision y la distribuci6n gratuita de mo-neda internacional permitirfa entonces la reactiva-cion de los paises del fordismo periferico en unavia mas autonoma, sobre un regimen de acumula-ci6n mas autocentrado.Sin hablar inc1uso de una salida no-capitalista (0apocaliptica) de la crisis, se abren dos vias, a cadaproblema planteado, por una salida capitalista de lacrisis: una via represiva de un nuevo tipo, una viasocialdem6crata de un nuevo tipo. l,Es necesariorecordar que, en los anos treinta, nazismo y NewDeal ofrecian ellos tambien dos salidas a la crisis?L Y que se necesitaron huelgas, revueltas, una gue-rra, inmensas conmociones en el planet a, para quese impusiera una variante de la segunda via?

  • 5/11/2018 La mundializaci n de la crisis de fordismo

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    La mundializaci6n de la crisis general del fordismo: 1967-1984

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