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fLOCAL ^iwfgirwaiirii

la grúa, de vacaciones NUESTRO compañero, Jordi

Curco, lo recordaba ayer por tercera vez (¿la venci-

da, quizás?) en su, enésimo ya, "Lleida a debate", que tan bien cumple en sacar a luz los pro-blemas ciudadanos, resueltos o no resueltos, por acción o por omisión.

En los aledaños de la iglesia romáinica de San Martín, alguien dejó olvidado (desde hace días y más días, semanas y más sema-nas) su particular "ombligo", o también pudier^ ser que se tra-tase del ajeno, "afanado" como siempre en estos casos, vaya us-ted a saber.

Nada más y nada menos que el "600" matrícula B-239.634, posi-blemente atraído hacia allí por la querencia de lo románico, es-tilo algo más acorde con la an-tigüedad de la marca- automovi-lística que el "pop-art", ponga-mos por ejemplo.

Y como al parecer, la grúa mu-nicipal se halla de vacaciones (anteayer mismo en nuestra ca-lle Academia había coches apar-cados en ambos lados y los mal situados tan campantes, sin ser molestados, sin que nadie les di-jera esta boca es mía), le han surgido al Ayuntamiento sumido en la estival hibernación, unos colaboradores espontáneos, que del susodicho "ombligo" están dejando solamente los vestigios, por lo que no cabe duda de que a este paso el "600" pronto po-drá integrarse convo un lienzo más de las paredes del vene-rable monumento religioso.

Y no es que a uno le extráñe ya el caso, después de ver, en todos sus viajes, convertido nues-tro país en una gran chatarrería, con cementerios de cóches fijos o de generación espontánea, que proliferan a cada paso, cada día más, por todos nuestros puntos cardinales.

iLo que de veras le extraña y también le alarma en cierto modo, es que estas cosas comien-cen ya a ocurrir dentro del pro-pio casco urbano de nuestra Lleida, como si no hubiera ya bastantes más coches que perso-nas, para dedicarse a irlos sem-brando donde a uno le parezca, en lugar de seguir el sano prin-cipio de predicar con nuestro propio ejemplo y no fiarlo todo a la actuación del Ayuntamiento.

ÍA propósito, ¿dónde estás, Ayuntamiento, que tampoco se te ve, como a la Pimpinela fugaz?

S O H D U C T O R i

Pon atención Ü lante. El peligro sur g e e n • ! m o m e n t » más Inesperado

OTRA DE LAS VERGÜENZAS DE LLEIDA

El Canyeret se RUINAS, RUINAS

Y MAS RUINAS

Ruinas, suciedad, peligro y dejadez, pregonan a los cuatro vien t o s 1 u e c l Canyeret se nos muere día a día sin remisión ni perdón

El Canyeret se nos cae día a día, cascote, a cascote y casa- a casa,' ya que aún queda Sj'i¿¡o, en pie <3Sel en "tiempos há" uno <52 lo© bainrlios miáis conocido® en Caitafiunya y él más precia'áo por su tipismo y por ya h.iJioiria, de

. Lieida. Pe(ro hoy el que fuera canitajdo

poéticamente y pintado y repr;.-slantadia por la,ar manois de lcis ar-tiíltas^ el Can|.yeret de Ueidaj, ago-rl za lentamente^ y míseraimecije:.

Nadie se acUe,rda de él, aolai-menite la atienta m.iraida de la to-rre campanario dé la Seo An-gua, es tesltigo-de su la|cón,'ca y triste niuieirfíis. Muida y t,ris|te al

CARTAS © I R E C T O R

l . E. L U I D A , ES EL CORRECTE

Lleida,, 8 d'agost de 1978. Sir. Director de DIARIO DE IjERTDA. I Je ida.

Moilt senñolr meu: Badant les reiterades vegades

que veig escrit a la premsa llei-datana el nom de la nostra Unió Esportiva Lleida, corn segueix (U. S. Lleidaï, li prego —si a- bé ho — té— publiqui aquieBite-s1 ratlles que r.o- valen ser res mes que una es-mena per a- tots aquells que ha-gin d'emprar el noim ai.ludit, per a que sigui després imprès.

Unió Esportiva Lieida o bé U. É. Illeida, és el correcfte.

Altrament, voldria iridica,r que els lleidatans coneixem per Camp d'Esports i no "Campo de los Deportes", el lloc on juga el Llei-da. Per això hom deu de ten,ir-ho en compte a llhora de posar-hoi ¿n. algun lloc.

Agraït a la seva, atenció. UN L-LEIDATA-

comprobad que el compañero de tantos año% y tantosi 'y tantos diaisi la.n'gu.di'cie en) síus' propios mtf.D® sin poder hacer na.dal para sia,lvaj,ío de ulna muerte s'afg'ura y leffijba.

ORIGEN Y (MUERTE

Eli cógen del barrio no s:e pue-de pnepiaar ya¡ qu,e' se p ¡eirde en las, páginas ¿te lia historia.

LSp tratos;fo.r,mla:ci ciniesi que el mis'mo sUfrió bicitero-n mella en síu ccinifiiguralc'óin.

Durante siglos fule rtesüde-racia de las 'famiiíaiài notliie© de xa ciudad, Ya pirioyeccicin que ejercía la Ca-tedral sobre el m'simoi eirá enorme y hatee comtpreimáteir q:ue a,sï fuera1.

Cuspido la £te-o fue cerirada por Felipe, V eimp'ezó la. traïii:ifo,rma-cjítrií del bariria. lia zona residen-cian de 'la cDaste alftla se traslada-ría a la parte baija de la ciudad, desapareciendo casi ia vida ciu-dadana en la- ona, que sólo sir-vió paira cobijar a falmilias inmi-gradas y o,tJraB en, bivs'ca de1 urna ciudad en dondie vl'/'v y en, dan-de tra:ba|jar. Estas ¿ora los co-mienzos del rústico, hípico y a lia vez melancólico Ca-nyteret.

DEMOLICION POR PELIGRO BE RUINA Quizás el pcfco cuidado y la fal-

ta de vigilancia y restauración del mistmoi, obligó a(l Ministerio de Ja Viivenda a ordteinar la demolición diel barrio —(hariá unos cuantos años]— por es|t|a,r éslfe en ruinas;.

Aai se hizo y uin bu,e;n día., tiras la evacuación de -loa vecinos al polígono de Satnltia María, dte Ga.r-denjy a las ya famcjsas "casteltasi", la pala y la excavadora se cuida-ron de no dejar "títere con ca-beza ".

El toa-nnc fue aurasado en una s'emana,'y sus cagas rancias con sus macetas en las ventanas, su ambiente desenfadado y sus calles-torltiuiosas cion suis rincones reno-li&tos y atra!cbivos|, desaparecieron de la geografía twlbana. TRAS |LA ¡DEMOLICION LA

DORMICION [Y lEL SUENO Pero, tras la demolición del ba-

nr:ò de Uieida por ainit-o-r.nimas'ia, vino el silencio d)e un Ministerio que quizás se diio mucha prisa en dteinru'r si.-n pe,rJsa,r ¡o que costaria em r(ea'l- ¿lar aillgo e,ni su lugar.

El silencio y el "impasse" (pala-bra muy ate moda) ha llegado bajita, hoy en que ei Camiy-Eireí es-tá como qu'e'dó deapulés de su de-mcjlicicinv o peor.

Casas que no se d¡emcilie,ron. po,r «¿[car, ehitomoes an buen eettado, hoy se derrumban poco a poco con el conlsiigu.enite peí',giro paria algunos veic.r.cü que aún viven en la zoma y para los m.ños y va-c gabu&dos; los primeros utiliaain el lugar como zona idjnea para los juiegos y lo¡3 seiguindos c.omo co-bijo en sus casas a medio caer.

Los cüeirlruimibes,, tos suatos y de-más se s-ucediam dJa a día sin que el Ayunta,m .enito ni el Ministerio de la Vivienda (hoy de Urbanis-mo; haga lo más mínimo por su demcilicicin total y su adec'einita-mie;nt,o dafín,itivo.

Creemois que lo mínimo que se podiriüa hacer es el demorar t»do

lo que ofnezica peligro de ruina, ya que hay mUaha1 cosa qu,e lo ofrece.

•Lai zo,nia se ©n'ouentra apunta-lada por tc(das parfce's;, y los cas • cot'es invaden ya tojdio lo que de fcriansitafcije quedaba, algunas ca-lléis como Lamairca, la Parra, etc. han quedado inutilizadas a causa de 'los cascotes y ruiná's que las han invadido literalmente.

ZONA INFECCIOSA; iMDO DE ROEDORES Y VERTEDERO DE BASURAS

Aparte de ello, del peligro- que representa' la situación actual, existe la "faceta" de suciedad y1

abartfdano que como es natural, ,.a zclna respira por lo® cuatlno -cos-tados.

Basuras y mas basuras y des-peindici'os de todas ciases se acu-mulan en el Cany-eiret, represen-tando un slerio peligro par-a la saluíd púlblioa y sobre todo, para' los vecinas que aún —como ya hemos dicho habitan zonas colin-' dantas a, la "ciüdad fa'nfoasma", oom son la calle del Clavel, Pla-

za Seminario y o,brau aún habita-das y que s*uis moradores tenían! los mismos derechos de limpieza y staiiuibíidád que los de'l centra misimo- de» la ciudad.

,Lo,s roedc|res también tienen en el lugar su zona de mantoibras y de servicios,, ya qu'e la suc. edad reinante es pviJdiga para que e'lios acudan preyfcos a la zona.

Y paira qué hablar más de los peligros quie encierra tanto el es-tado d'e- ruina como la suciedad y el abandono riejr.ainíe,, con elslto hay ba-sitamite.

¿PELIGRO PARA LA SEO AN TIGUA?

S'n duda alguna i¿ s'tuia'jión, de la colina, del Canyeret ofrece pe-ligro si' no ser.o ano,ra, puede lla-gar a' sarillo Si el mismo se agrsi-va en un futuro no muy lejano.

No olvidemos que nuestro.: pr;i.-mer monumenvo se encuentra, si tuado en la cumbre de una boli-na y éata se enicu entra e,n la ac-tuallidad en corJtinua deigijaldabión que pued'e incluso perjudicar a la Seo Antigua.

¿Exagerado?, no, pero puede ser que lo saños nosi coníirmen —si la s.ituación no s-e soluciona— lo quie hoy coimeíntamos. EL MINISTERIO DE URBANIS-

MO QUIERE /CARGAR ¡EL MUERTO • \ PAERIA

La zona pertenece aún aü M'-, ntisiterio de Uribanismo —antes de la Viviienjda— pero éslie qúJere oaigar e,l mue|:|to a nuestro orsa-nismo municipal, el cual con buen criterio no desea hacerse caírgo Se. una obra que eigoapa eco(nómica-mente a las posibilidades de éste y de la ciudad ejnltera.

El Ca-nye-ret €<3 patrimonio Je Lleida, paro na debemos olvid". que el mismo, como hemos co -mentado antels es e'l soporte d'-s nuestra Seo Antigua monumento nacional y de interés incluso in-tarnacional. Por, lo tanito, oreemos que diebfe ser tratando como un pa-

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