Tucci Taoismo

8/16/2019 Tucci Taoismo

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APOLOGÍA DEL TAOÍSMO

GIUSSEPPE TUCCI

Erraría quien quisiera encontrar la expresión genuina del Taoísmo en losr i tos demasiado groseros, en las vulgares supers tic iones, en los usosmágicos que asoren ! const i tu!en gran parte de la v ida re l ig iosa delpuelo c"ino# Este Taoísmo no tiene ma!ores relaciones con el Taoísmoprimit ivo que las que pueden exist i r entre las creencias lamaíst icas ! e l$udismo de Ca%!amun!# & por lo demás, este "ec"o se explica# Taoísmo !$udismo, en su esencia originaria, 'ueron 'ormulaciones de pensamientos' ilosó' icos que , por e l con tacto cada ve( más int imo con la v ida, se

mod i' icaron a la ve( en s is temas rel ig iosos, los cua les tan to más seastardearon cuanto ma!or 'ue la 'ortuna que tuvieron#

& esto deía ocurr i r muc"o me)or en el Taoísmo, en donde el e lementoespeculat ivo t iene tanta preponderancia, que "a "ec"o creer a algunoscrít icos que se trata de un sistema meta'ísico puro ! simple, que exclu!ecompletamente toda exigencia *t ica# Equivocadamente, como veremos+porque la indagación meta' ís ica só lo s i rve de proped*ut ica a aquellospreceptos de carácter ! valor puramente práct icos que const i tu!en, enrealidad, el o)etivo esencial del Taoísmo antiguo+ para el cual el conocer sólo es un necesario instrumento para orar ien#

E l Tao ísmo dee su más completa ! al ta 'ormu lación a a lgunossistemati(adores, entre los que se dist inguen ao-t(e ! C"uang-t(e+ e lprimero está considerado erróneamente, como el 'undador del sistema+ elsegundo v iv ió a lgunos s ig los despu*s que e l maestro , ! , s in temor deexageración, es el más pro'undo, suti l ! ardiente apóstol de la 'e taoísta,que en sus pág inas , admirales por l a exp resi vidad a rt ís ti ca ! l ao rigina lidad del pensamien to , "a encon trado la más a lta ! completas is temat i(ac ión# .e uno ! o t ro conocemos mu! poco, como s i e l "adomismo no "uiera quer ido oponerse a aquel v ivo deseo de o lv ido ! aaquel la modest ia que animan la ora de los dos misteriosos ' i lóso'os#Cuando el nomre de amos se "i(o c*lere, la le!enda se apoderó deellos, sore todo de ao-t(e, ! se ingenió, en m/ltiples oras, para narrar eventos milagrosos ! extra0as aventuras, queriendo de tal modo suplir laescase( de los datos "istóricos#

Por eso, cuando, introducido en C"ina el $udismo, las dos 'es intentanuna alian(a en la luc"a contra la ortodoxia con'uciana, se t iende a "acer de ao-t(e una encarnación de $uda, con grave escándalo de los udistasmás intransigentes, quienes, consol idada la nueva doctr ina en el sueloc"ino, no de)aron de responder a los secuaces de ao-t(e con vivas ! nos iempre serenas oras pol*m icas # Sea lo que 'ue re , podemos , s inemargo, a'irmar que de la iogra'ía más antigua deida a Sse-ma Ts1ien,

resulta que ao-t(e nació en la C"ina meridional ! 'ue contemporáneo, siien un poco más vie)o, de Con'ucio#





equivocación del pensamiento de ao-t(e+ es decir, un ao-t(e dis'ra(adode occidental, una pro!ección de toda nuestra experiencia ' i losó'ica, unacreación de nuestra 'antasía ! de nuestros preconceptos de escuela #Porque si "a! ra(ón para decir que todos los místicos se aseme)an, no esmenos verdad que existen entre unos ! otros míst icos, seg/n t iempos !lugares, di'erencias irreductiles# C"uang-t(e es, sin duda, un místico+ maspara C"uan g- t(e "u iera sid o asol utam ente i nco mprensi l e el

pensamiento de un Tomás de 5empis o de un =u!sroec"# 4sí , paraentender a ao-t(e es necesario, sin duda, como primera providencia, unacierta a' in idad espir i tual con el gran pensador c"ino, que "aga posileaquel la per 'ecta 'us ión con e l autor que n ing/n med io ext rínseco !puramente ' i lológico podrá nunca provocar+ pero tami*n es necesario nosólo dominar la lengua en que el Tao-te-%ing 'ue escrito, sino, además, noignorar las interpretaciones que los indígenas le "an dado, tener c ierta'amil iaridad con la muc"edumre de comentadores !, cuando menos, unaidea de las 'o rmas asumidas por e l pensamien to de ao- t(e ! de lasin' luencias e)erc idas por *ste a trav*s de los s ig los sore la l i teratura,sore el arte, sore el alma c"ina, en suma#

4 mi )uicio, el Taoísmo tiene un valor intrínseco que le "ace digno por símismo< de la s impatía ! del estud io de cua lquiera que aprec ie todogeneroso vuelo "acia un ideal de per'ección ! de ien, toda nole tentativapor desgarrar el angustioso misterio de la vida, ! t iene, además, un valor s ingular ís imo cuando se lo con' ronta con la concepción de la v idadominante en C"ina# as exigencias esp ir i tuales ! las característ icasintelectuales de dic"a nación están representadas por el Con'ucianismo, elcual dee al maestro de que se "ala la de' in i t iva s istemati(ación, en laque el puelo c"ino asciende, por decirlo así, a una clara conciencia de símismo, encontrando re'le)adas ! codi' icadas sus esenciales

par ti cu la ridades de ra(a ! de pensamien to + una v is ión p ráct ica !ant i"i stór ica de la vida , que , i nculcando el sacro respe to por l astradic iones, pone en el le )ano pasado un ideal de v ir tud suprema, al quedee volver la 6umanidad, si quiere partic ipar de nuevo de la prosperidadde que se go(ó un t iempo# Ideal p ráct ico ! onac"ón, s in ímpetus n ientusiasmos, que "ace de la oediencia ! de la p iedad ' i l ia l los deeressupremos del "omre que no s iente el ansia del mister io, ! de lo d iv ino,que no se preocupa de .ios ni de meta'ísica ! que a toda práctica religiosaatr iu!e un conten ido soc ia l , que r iendo, a l mismo t iempo, regu lar la !d ir ig ir la seg/n minuc iosos p receptos , los cua les más ien que a uncontenido religioso miran, sore todo, a consolidar los vínculos 'amiliares !civi les# & desea vincular la más peque0a acción a un ceremonial comple)o! severo, pero al mismo tiempo, considerado tan esencial, que pronto seacaa por con'undi r e l conten ido con la 'orma, "ac iendo degenerar lavirtud, el precepto, moral verdadero ! propio en un 'ormulismo exterior ! talve( no siempre sincero# ;sta es en sustancia la mentalidad con'uciana quesi está indiscut i lemente l lena de orden, de sent ido práct ico, de v ir tudpolít ica, t iene tami*n notales de'ectos, por cuanto contriu!e a so'ocar toda asp i ración que t rascienda de la cotidiana cont ingencia ! de lasexigencias prácticas, ! mientras entorpece con un 'ormulismo que puededegenerar en 'icción, con'irma a los espíritus en una visión "arto limitada !

angosta, !, celerando con exceso al pasado, re'rena toda tendencia alprogreso ! toda lire indagación#

El Taoísmo, por el contrario, considera los preceptos con'ucianos comodemasiado super'iciales ! extrínsecos para que puedan realmente me)orar



el alma "umana# a doctrina de los l i teratos quiere mirar 'uera del "omre,constru!e esquemas ! 'or)a preceptos, a'anándose por guiar a la traa)ada6umanidad por un rec to sendero que no puede conduc i r más que a unracional acomodamiento socia l ! pol ít ico+ e l Taoísmo, por e l contrar io,como veremos , no sólo se p reocupa de indagar qu* puesto ocupa e l"omre en el angustiado misterio del universo, sino que dirige, sore todo,su atención "acia el mundo interior, inculcando que ninguna victoria t iene

tan to valor como la v ic to ria sore s í m ismo, ! que todav ía más quepredicar a los demás vale pensar d irectamente por nosotros mismos ennuestro per'eccionamiento#

9 ing/n d iscu rso qui(á podr ía con traponer me)or ! d is ti ngui r l ospensamientos de las dos escuelas antagónicas que el episodio, contadopor Sse-ma Ts1ien, del encuentro de los dos maestros, ao-t(e ! Con'ucio+c ier to que e l ep isod io es legendar io , por lo mismo que es de ant iguoorigen+ pero, s in emargo, t iene para nosotros un indiscut i le valor, por cuanto caracteri(a exactamente las expres iones asumidas por las dosd i recc iones del pensamiento desde su inic iac ión< >6aiendo l legado

Con'ucio al estado de los C"ou para oír la opinión de ao-t(e sore losritos, ao-t(e le responde< ?os "omres de que "alas "an muerto ! deellos sólo queda "o! su palara# Cuando el saio encuentra 'avorales lostiempos, va adelante+ en caso contrario, vaga erraundo de aquí para al lá# 4 mi parecer, óptimo comerciante es aquel que, cargado de rique(asparece un pore+ sumo saio, aquel que, aun s iendo de per'ecta v ir tud,parece un estulto# .e)a estar a tus vanos espíritus, a tus muc"os deseos, atus 'ormas exteriores ! a tus l icenciosos propósitos# Son cosas todas queno te podrán a!udar@A# El aserto no es nuevo< es, en el 'ondo, la expresiónpropia de todos los mís ticos, que "an p re 'e rido s iempre las serenasmeditaciones ! las contemplaciones plácidas a la actividad inquieta de la

vida# El mundo se "a urlado ! se sigue urlando de ellos# 4caso porqueignora que los más grandes "omres de la "istoria 'ueron esencialmentemíst icos+ ! de la renuncia que el los supieron imponerse, del a is lamientoindagador en que se encerraron, de los *xtasis en que gustaron sumirse,surgieron renovaciones espiri tuales que trans'ormaron la 6umanidad# Por lo demás, la luc"a entre Con'uc ian ismo ! Taoísmo no es tan sólo unacontecimiento que dea interesar /nicamente a la "istoria de la sociedadc"ina ! quedar con' inado en e l le )ano país de los peque0os "omresamari l los# En el 'ondo, en el antagonismo de las dos corr ientes, vemosre'le)arse una disensión que podemos apreciaren la vida contemporánea#Con'ucio a'irmó que pre'ería el estudio a todo lo demás Bun-!n, D2, F#& por eso el Con'ucianismo se trueca pronto en sinónimo de erudición+ unaerudición qui(á un tanto excesivamente "omog*nea, ien de'inida en losl ím ites de una t radición i nexpugnale ! que , como comprend ía l ospreceptos de goierno ! las v ic is i tudes " is tór icas de la C"ina ant igua,inclina tami*n "acia las normas puramente morales#

.e tal modo, no podía de)ar de estalecerse un conductor que coartaalas conciencias ol igándo las a una 'orma mentis consagrada por latradición ! a una inerte receptividad de cuanto el pasado supo codi' icar delos dic"os atr iuidos a aquel los saios ant iguos que se proponen comomodelos i nsuperales a l as generac iones pos te riores # 4lgo de la

mental idad con'uc iana lo "a llamos tami*n entre nosotros# Hui(á nos'alten liros canónicos, pero tenemos esquemas que apenas osamos violar por miedo a o'ender a la tradición, a l mundo acad*mico, a los usos ! lascostumres del amiente, por un i rra(onale temor al qu* dirán# 6a! un



pasa)e de C"uang-t(e que, aun escrito en C"ina trescientos a0os antes deCristo, parece de tan viva actualidad, que no puedo por menos de dar aquísu traducción< >Se cree "i )o ideal a l que no apruea una ora mala delpadre, min is t ro idea l , a qu ien no adula a l pr ínc ipe+ en camio, todo e lmundo vitupera al "i )o que acepta incondicionalmente cuanto el padre diceo "ace ! ca l i ' ica de inepto a l min is t ro que da su anuenc ia a cuanto e lpríncipe sost iene o real i(a# Tal es la creencia de todos los "omres, s in

que el los mismos sepan, empero, por qu* motivo# Sin emargo, cuandosiguen la opinión universal ! apruean cuanto "a s ido aproado por losdemás, no piensan por esto que son aduladores o l ison)eros# uego, lacostumre es muc"o más terr i le ! respetale que los progenitores ! lospríncipes# Si dices a cualquiera que es un adulador o un l ison)ero, le verásal punto incomodarse ! camiar de color, pero s in que de)e por eso deser lo e 'ec tivamente# Todos t ienen los mismos gustos ! n inguno se dacuenta por eso de los de'ectos comunes# os "omres siguenpedes tremen te en e l ves ti do , en los ges tos, en el mov im iento, l ascostumres del t iempo+ pero no se creen por el lo aduladores, ! dicen quees uena o mala una cosa seg/n la opinión com/n, ! no por el lo piensanque son "omres vulgares#

A Para que el "omre pueda reelarse contra el !ugo de la tradic ión ! lacoerc ión de la costumre, e l mundo de creenc ias , a que desde n i0o lo"aituaron auelos ! padres, que "a oído repetir a maestros ! amigos a0otras a0o, es necesar io que posea no só lo dotes de espír i tu 'uera de locom/n, s ino tami*n el "áito de la re' lex ión, que se determina, soretodo, ext ra0ándose de los "omres # 7 ient ras nuest ra act iv idad est*asorida po r comp le to , o cas i por completo, po r preocupac ionescontingentes ! materiales, nunca tendremos la posii l idad ! el t iempo depermit i rnos el pensat ivo recogimiento, mediante el cual se consigue una

me)or conciencia de nosotros mismos ! una más c lara noción de nuestrapropia personalidad#

El amiente con'uciano trataa de re'renar ! coartar las personalidadess ingulares a)o e l !ugo de una t rad ición considerada como sagrada,imponía la rendición completa del individuo al grupo social, consideraa lacostumre como invio la le "erenc ia de los antepasados ! miraa conmalos o )os toda tenta tiva innovadora# Pero a eso se opone aierta !tami*n violentamente al Taoísmo, que por oca de sus pro'etas a'irma elvalor de la individua lidad ! de la l ier tad "umana, sust i tu!endo, comoa'irmaciones que puedan parecer tami*n demasiado radicales, a la visión

centri'uga del Con'ucianismo, una visión centrípeta# 9o !a prodigar todaslas energías propias en la comunidad, sino el aislamiento, el extra0amientopara alcan(ar e' ica(mente por medio de la meditación ! del ascet ismo aesa sel'culture que /nicamente podrá "acernos per'ectos !, por lo tanto,'e l ices BTao-te-% ing, capítu lo J< >=epudiad a todos los saios, ec"ad atodos los doctores, ! el puelo será mil veces más a'ortunado+ renunciad atodos los preceptos de la moral, ! el puelo reconquistará su piedad ! suondad+ ao lid todo a rt i' ic io ! todo lu)o, ! los lad rones ! rigantesdesaparecerán de la 'a( de la t ierra# Estas tres cosas que !o os aconse)oque aandon*is no son más que puro arti ' ic io !, por lo tanto, in/ti les# 6eaquí , por e l contrar io , lo que "a! que "acer< sed s imples, tened pocos

intereses part iculares ! poquís imos deseosA# B Iíd#, cap# KL# MSi todosv ivieran seg/n los principios del tao, los caallos de carreras ser íandes tinados a l cul ti vo de los campos+ cuando no se v ive seg/n estosprincipios, los caallos de guerra se adiestran en los urgos# 9o "a! ma!or



culpa que ceder a los propios deseos, desventura más grande que uscar la ganancia# Por eso quien sae contenerse está siempre contento#

A &a preveo las o)eciones que se "arán a esta indicación# En sustancia,serán las mismas que en C"ina no de)aron de 'ormular nunca los l i teratoscontra la escuela rival ! que, en ma!or escala, suelen otros lan(ar contrael $udismo#

Esto es< que seme)antes pensamientos son inconci l iales con la v idapráct ica+ que quererse encerrar en la eat itud ind i 'erente del *xtas is,mientras alrededor acomete la tempestad más trágica, es s igno del más'río egoísmo+ que la renuncia al mundo se dee con "arta 'recuencia a ladei l idad o a v i le(a, como qu ien desprec ia cuanto sae que no puedeotener# Pero a es tas cr í t icas , de las que se " ic ieron por tavoces en laC"ina ortodoxa con'ucianos c*leres como 6an-! ! C"u 6i, se puederesponder siempre que en la reali(ación de todo ideal ' i losó'ico o rel igioso"a! un máximo ! un mínimo# El santo o el saio real i(arán un grado deper 'ección qu e no p uede al can(a r el "um ilde ad epto# Pero en laconvencida admiración de *ste por aqu*llos ! en el continuo es'uer(o que

"aga por mantenerse dentro de una regla de conducta que no contradigalos preceptos 'undamentales de los elegidos, inculcados por e l e )emplo,deemos reconocer otros tantos motivos capaces de me)orar al individuocuando la 'e seguida tenga, como en el caso del Taoísmo, un intr ínsecovalor moral# Por lo demás, esta negación de la vida práctica me)or pareceen e l Tao ísmo una exageración retór ica encaminada a desviar a losespíritus de la excesiva a'ición por las cosas materiales que un preceptopara cumpl ir lo a l p ie de la letra# Seg/n la le!enda - que t iene orígenes"arto remotos -, ao-t(e estuvo empleado en los arc"ivos del príncipe deC"ou+ 6oi -nan-t(e tomó par te en int rigas pol ít icas que acaaron por cos ta rle la v ida# 7uc"os t ra tadistas de la l lamada Mescuela )ur íd icaMBTa%ia, que con la re'orma ! la rígida ! escrupulosa aplicación de las le!escre!eron poder re 'ormar a l mundo, tuvieron dec isivo contacto con e lTaoísmo< 6an-tei-t(e, por e)emplo#

4demás, esa apatía que mueve a algunos a no inmiscuirse en las turiasv ic isi tudes pol í ticas , no s iempre es un ' r ío egoísmo, s ino más ien laapat ía del espíri tu super ior que contempla con sent imiento de serenap iedad las convu lsas pas iones no s iempre "ones tas n i s inceras quetrastornan individuos ! puelos con las avalanc"as turias del odio, ! que,por lo regular, no son )ust i ' icales ni aun mirándolas como un momentotransitorio en el devenir de la "umanidad# Si es verdad que tami*n en el

3riente son numerosís imos los conventos, por lo mismo que la v ida delc laustro o ' rece lus t re , decoro ! comodidades a costa de los ' ie les , esinnegale as imismo que nunca podrá a tr iu i rse a v i le(a o dei l idad laadmirale renuncia de $uda, quien, nacido ! cr iado entre los regalos deuna v ida pr inc ipesca, en la ' lo r de los a0os, arro )a la corona rea l paravestir el sa!al del mon)e+ como tampoco en la plácida sonrisa, cargada deen*vola ironía, con que un ao-t(e o un C"uang-t(e contemplan la vanacontienda "umana, podrá verse el gui0o de quien ' inge no desear o notomar en cuenta cuanto sae que le es imposi le conseguir#

Pero es preciso entenderse ien acerca de esta pretendida renuncia a la

v ida atr iuida al Taoísmo# Ciertamente, no equivale al >cupio dissolv i etesse cum .eoA de nuest ros mís ticos med ieva les# E l Tao ísmo, en su'ormulación originaria, no conoce a .ios, ni el cre!ente dee pensar en susalud ultraterrena# El contraste entre *ste ! el otro mundo, entre un mundo



de pecado ! o tro de ea ti tud, e ra desconocido por ao-t(e ! por susdiscípulos# Sus preocupaciones se re' ieren /nicamente a la v ida que sevive en el reve espacio de a0os que el destino asigna+ su doctrina, comoluego se verá, no quiere ser o tra cosa que una terap*u ti ca moral ,intelectual ! tami*n 'ísica que ponga a los individuos en condiciones devivir su vida más completa ! plena, verdaderamente 'el ices, por encima detodas las pas iones# N6a! mot ivo para escanda li(a rse tan to por las

invectivas del Taoísmo contra la sociedadO Se suele repetir que la vida delind ividuo ser ia imposi le como no exis tiese la mutua colaorac ión, lareciprocidad de derec"os ! deeres que crean el equi l ir io socia l , s in e lcual no podría reali(arse el l ire desarrol lo de nuestra personalidad# Todoello puede ser c ier to+ pero tami*n resu l ta innegale que cuanto másinviolales son las relaciones sociales, cuanto más las castas imperantes,temerosas de perder su dominio, imponen normas ! sanciones, tanto másel indiv iduo está sacri ' icado por e l estado, sea *ste aquel la astracción*tica a que algunos teori(antes lo quieren reducir, o más concretamente,las voluntades de las c lases d i rigentes# Pero cuanto más progresa laconciencia, más quiere el individuo conservar toda su independencia ! suliertad, modelando su orar seg/n las le!es supremas ! universales queconst i tu!en la característ ica 'undamental del a lma "umana, ! que no esraro que puedan ser contrapuestas a los deeres ! oligaciones impuestospor e l Estado# :rente a la mental idad polí t ica con'uciana, para quien elEstado lo es todo ! e l ind iv iduo nada, la c r í t ica de l Taoísmo, que enC"uang-t(e asume el tono de verdadera pol*mica, representa la protestade los espíritus más selectos, que tolerando mal los vínculos,despreciadores de toda servidumre ! de todo compromiso, uscan en lasoledad ! en el silencio de las serenas meditaciones aquella liertad que eltumulto ! las oligaciones de la vida social no les consentiría#

Se cuenta que un príncipe envió a C"uang-t(e varias veces ema)adorescon r icas o 'er tas ! dones para que se dec id iese a aceptar importantesservicios en su cor te # E l ' ilóso'o se mantuvo en su ' irme negat iva, !cansado al ' in de tanta insistencia, despidió de este modo a los petulantesmensa)eros< >Grande es la paga que me promet*is e importante el o'icio deque quer*is invest i rme+ pero, N"a*is v isto a lguna ve( a l toro que seinmola en los sacri'iciosO Cuando está ien apacentado durante un a0o, sele reviste con suntuosa gualdrapa ! se le l leva al templo# $ien quisiera *lentonces trocarse en un lec"onci l lo extraviado+ pero es en vanoQ Id por vuestro camino ! no me pertur*is# &o pre'iero revolcarme a mi placer ene l es t i*rco l , a de )arme opr imir por mis amos# 7ientras v iva, no qu ieroentrar al servicio del Estado, sino liremente seguir mis inclinaciones#A Tales doctrinas son consecuen cia de la concepción del equil irio cósmico,que constitu!e una de las principales características del Taoísmo, ! queestalece una per'ecta ecuación entre la v ida del indiv iduo ! la v ida delun iverso# E l mundo es, en e 'ec to , un inmenso organismo cu!as par tessingulares están coaligadas por una simpática ! misteriosacor respondenc ia , por la cua l e l equ il i rio de las par tes determina e lequilirio del todo#

Todo cuanto ocurre en el mundo que es, como en $runo, no !a materiainmóv il , s ino v ida, la ó r ita de los ast ros, la a lterna suces ión de lasestaciones, la conservación de las especies a trav*s de la muerte de losindividuos, demuestra la existencia de algo que todo lo goierna ! todo lor ige ! por ra(ón del cual todo es# & este algo es el Tao# Como el Rv de



Parm*nides o el atma upanis"ádico, este principio de todas las cosas esinde'in i le ! capa( sólo de a triutos negat ivos, porque t rasciende loslímites de lo cognoscile< toda su determinación no puede ser otra que lanegación de los atr iutos que solemos predicar de la real idad sensile !empírica# Pero otro signi'icado del Tao, que podemos llamar meta'ísico, seencuentra en los escritores taoístas< Tao puede ser, ante todo, sinónimo deUniverso, que, siendo el Tao en acción, se identi'i ca con *l+ pero eso indi ca

tami*n aquella le! inmanente en ;l, aquella intrínseca necesidad por lacual ;l crea ! r ea sore e n si la i n'i ni ta va rie dad de la r ea li dadcontingente# Esta concepción deía conducir, como de "ec"o conduce, aun taopanismo, por el cual el individuo siente en sí mismo, como en todacosa creada, la presencia inmanente del Tao, en el cual todo es ! deviene#Insensilemente, se l lega a una 'orma de pensamiento que recuerda el tattvam asi B>eso eres t/A del advaíta 2edanta, con esto, s in emargo, decaracteríst ico< que mientras el 2edanta niega toda real idad a las 'ormastransitorias que constitu!en la experiencia cotidiana, entendida como ma!ao i lus ión, e l taoísta cree ! está convencido de esta real idad, en la cual,precisamente, en sus mani'estaciones perennemente mudales, act/a elm ismo Tao # 9o dee sorprende r, pues , que en los tex tos tao ís tasencontremos el ímpetu rel igioso a que el 'río ceremonialismo con'uciano,sólo preocupado por las cosas de este mundo, "aía des "aituado, ! queel taoísta "ale del Tao con la misma conmovida reverencia con que elcre!ente "ala de su dios#

>4quel que !o "e tomado como maestro mío socorre a todos los seres, sinque la preocupación de ser )usto sea la causa de su orar+ di'unde soretodos sus ene' ic ios , s in querer por e l lo ser "umano+ es anter ior a laant igedad más remota, pero no por esto es v ie )o + recure e l c ie lo ,sostiene la tierra, plasma 'ormas in'initas, pero sin arte# ;se es el principio

en el que !o me sit/oA# BC"uang-t(e, cap# L# Pues si en todo está el Tao,todo es divino, así en nosotros como 'uera de nosotros# 9ace de esto esaint ima ! p ro 'unda comprensión de la naturale(a que está 'atalmentevedada a las almas 'rías ! me(quinas, a todos los espíritus que no saenapreciar e l r i tmo div ino que "a! en el universo# El mundo es, como diceC"uang-t(e, un gran concierto, en el cual las más variadas notas se 'undenen una sul ime armonía, que susci ta dul(uras in' in i tas en el espír i tu delcon templador< estado ine 'ale en que , ' rente a la inmensidad de lanaturale(a, en el gran templo del in' in i to, e l a lma parece di latarse, en eluniverso en una ascens ión luminosa, !, ro tos los con' ines de la v idaindividual, salir mediante la contemplación a la unidad del todo# En uno deestos estupores extáticos "aía caído precisamente aquel maestro T(e-%1 i ,de que nos "a la C"uang- t(e en e l segundo cap ítulo de su l i ro # MEl' i lóso'o T(e-%1 i estaa sentado, apo!ado en una mesi ta # 7iró a l c ielo ,susp i ró ! ca!ó en *xtas is , como s i e l a lma ! los sent idos lo "u ieranaandonado# &en C"1en T(e-!u, que estaa a su vera, exclamó< ?NHu* "asucedidoO Un árol seco parece tu cuerpo, ceni(a esparc ida tu espír i tu+a"ora no estás apo!ado en la mes i ta , como lo es taas antes@# T(e-% 1 iresponde< ?Tu pregunta es oportuna# S/itamente me "e olv idado de mímismo###+ pero compr*ndeme t/, que o!es sólo la m/sica de los "omres,pero no la de la t ierra, o, s i logras entender *sta, Nno saes entender la

del c ieloO@ .espu*s, invi tado por e l d isc ípulo , a0ade< ?El a liento deluniverso es el v iento, e l cual por s i es inact ivo+ pero cuando se desata,todas las aerturas resuenan# N9o "as oído nunca su 'ragor por todos losángulos de los montes ! de las ' lorestas, en las cavidades más de'ormes



de los ároles gigantescosO El viento corre por todos los para)es ! grita,resuena, sopla, gime, clama, vocea+ la armonía es per'ecta< d*iles notas,cuando el viento es d*il, un continuo crescendo, cuando es impetuoso@#

A Este sen ti rse uno con e l todo, esta 'acul tad de poder entende r e lmisterioso lengua)e con que nos "alan cria turas ! cosas, esa t r*p idaexcitación 'rente al misterio del universo, la serena alegría de la virtud que

se revela, el dulce nau'ragio en el gran mar del ser, constitu!en las notasdominantes de toda la l i teratura taoísta, en la cual palp i ta e l soplo de lanaturale(a, soplo ignorado por la prosaica mental idad con'uciana, soplomís tico que p redispon ía me)or a l tao ís ta a una más ínt ima ! e 'ica(expresividad artística# .onde exista un esquema impuesto por la tradición,al l í "a! una preocupación morali(adora+ donde 'alte un vivo ! espontáneosent imiento de la natura le(a, a l l í la 'antasía no puede produc i r ar te , !verdadero a rte no encon tramos "as ta que no se a 'i rma ! expande lacorriente taoísta que, si no surgida realmente, al menos, di'undida por elsur de C"ina , l leva en e l est ilo una exueranc ia de imágenes ! unavivacidad de 'orma de las que C"uang-t(e es el e)emplo más característico#

7encio, uno de los más grandes int*rpretes del Con'ucianismo Bs ig lo I2antes de Cristo es, s in duda, uno de los pr imeros escri tores de C"ina<sorio, terso, preciso, elegante# Pues cuando se le compara con C"uang-t(e ! aun con algunos capítulos del seudo ie"-t(e ! con &ang-c"u, cuán'río ! monótono resultaQ & es que el contenido mismo casi exclusivamentepolít ico, *tico ! social, se re'le)a en la 'orma# os taoístas, por el contrario,presa de sus místicas emriagueces, agitados por conmociones insólitas,parece que se complacen en oponerse a la tradición aun en el esti lo vario,nervioso, personal # 3ra conc iso "asta la oscur idad, ora ampl io "astaparecer proli )o+ unas veces con expresiones lapidarias ! otras, de pronto,como un r ío de pal aras, un a mu c"e dum re de im ágenes que se

amontonan ! se condensan por períodos enteros# a discusión 'ilosó'ica seinterrumpe a cada instante con paráolas ! an*cdotas, mientras que astauna 'uga( advertencia de las doctr inas adversarias para dar lugar a nolarvadas ironías contra los da0os de Con'ucio ! de sus escolares# En tantoque no es raro que los esc ri to res con 'ucianos representen lec tu raspenosís imas, los taoístas - cu!a prosa, como sucede con 'recuencia conC"uang-t(e, l lega a lo sulime - se leen con verdadero agrado ! sostenidaatención#

9o "a! en sus páginas educativos amaestramientos, sino toda su l ire einquieta indiv idual idad# & el in' lu )o que e)erc ieron en la l i teratura no 'ue

modesto ni transitorio< cuando la inmensa mole del canon taoísta sea me)or estudiada, esto! seguro de que podrá demostrarse con la seguridad de lasprueas la durale "uella que esta corriente del pensamiento "a de)ado enel alma, la cultura ! el arte del puelo c"ino#

a nueva poesía que surge al ' inal de la dinastía C"ou ! durante los 6an,está evidentemente in' lu ida por las concepciones taoístas# .e espír i tuexclusivamente taoísta son los >cantos de C"1uA, entre los que se distinguee l i sao , e l ' amoso lamen to l ír ico-eleg íaco de 5 1i u &uen# Cuántadi'erencia existe entre estas poesías ! las vie)as canciones del S"e%ing,que , en su o rigen can tos populares ! r/s ti cos, d ic"os acaso , aunl igeramente, en las ' ies tas campesinas, Con'uc io recogió ! comentó,"ac iendo composic iones a legóricas, en las que la c r ít ica or todoxa seost inó en ver respuestas a leccionadoras de goierno ! preceptos demoralQ a concepción taoísta es por lo tanto, una concepción mística# Tiene



de com/n con el misticismo el desd*n por la dial*ctica, por los so'ismas !los conceptos contradictorios de que se alimentan la ciencia ! los "omres#a verdadera c ienc ia - d ice C"uang- t(e - no es la ana lí ti ca , s ino lasint*tica+ es decir, es la unión de todos los contrarios, porque el Tao, comotodo, no puede ser ni MestoA ni >aquelloA, puesto que esto ! aquello estánen *l ! son por *l# os conceptos contrarios son relativos, puesto que estáncondic ionados+ lo e l lo presupone lo 'eo+ lo grande, lo peque0o, ! as í

sucesivamente# 9 i "a ría manera de que nos conci li áramos en lamuc"edumre de opin iones d iscordantes de indiv iduo a indiv iduo, detiempo a t iempo, pues cada cual está casi siempre convencido de aquelloque cree+ ni la ciencia, de la que tanto se vanaglorian los "omres, podránunca "acer callar de un modo de'init ivo ! satis'actorio las interminalesd iscus iones< > Imaginemos que !o d iscuto contigo< s i t/ me vences, esc ie rto que !o no "e vencido + pero, Nes acaso seguro que t/ tengasrealmente ra(ón ! que !o est* equivocadoO Si !o te ven(o, es seguro quet/ no me "as venc ido+ pero, Nacaso es seguro que !o tenga rea lmentera(ón ! que t/ est*s equivocadoO NF, en parte, los dos tenemos ra(ón !estamos, en parte, equivocadosO N3 los dos estamos equivocados ! losdos tenemos ra(ónO 9i !o ni t/ podemos saerlo con seguridad, ! por eso,nosotros, los "omres, estamos condenados a v iv ir en la ignorancia# Sinomramos un ári tro para que resuelva la cuest ión, s i t iene las mismasideas que t/, la resolverá en tu 'avor# NSe podrá decir entonces que la"a!a resuelto e'ect ivamenteO Si t iene mis mismas ideas, la resolverá en'avor mío# Pero, Ncómo se podrá decir en tal caso que la "a!a resueltoO Sielegimos uno que piense de modo dist into a t i ! a mí, Ncómo será, a suve(, como !o ! como t/, capa( de resolverlaO 4sí que, ni !o ni t/, ni nadieen e l mundo, es capa( de conocer, desde e l ins tante en que se asasiempre sore algo extrínsecoA# Pero en el Tao, que es lo asoluto, no se

puede poner lo relat ivo, o , me)or d ic"o , lo relat ivo se anu la en * l !desaparece# Para nosotros un monte es grande ! una "era de !erapeque0a+ pero en el Tao, el monte puede ser más peque0o que la "era de!era, ! la "era de !era más grande que el monte, porque en el Tao no"a! lugar para unidad de medida# En *l se encuentran ! armoni(an todoslos contrarios, así como los radios de la rueda convergen en el centro# auni' icación de los contrar ios es para el taoísta la verdadera c iencia, laintuición, a la que C"uang-t(e "a consagrado algunas de las páginas másellas ! pro'undas de su l iro, ! con las que quisiera que los cult ivadoresde los estudios 'ilosó'icos adquiriesen un poco de 'amiliaridad# S* ien queponer la intuición sore la ra(ón no lo aceptan "o! muc"os teóricos de la

'i loso'ía# Se dice que ella es el suicidio del pensamiento, la negación delespíritu# &o no quiero ni puedo entrar en la di'íci l cuestión, pero noto sóloque quien disecciona el estado místico e intuit ivo a la 'ría lu( de la ra(ónsuele tener un temperamento en antítesis completa con el que se requierepara esos *xtas is arcanos que con ' recuenc ia sat is 'acen ! serenan e lespíritu me)or que las suti les contiendas de la dial*ctica# El estado místicoes de reve duración ! de por sí, ine'ale# NHui*n podrá nunca descriir ese mundo de imágenes, de deseos, de aandonos, de emociones, deindescrip ti les impres iones que, como d ice 4miel , ponen a l a lma >encomunión con la propia esencia, en pa( ! en e'usión con el universo ! con.iosA, ! que en algunos espír i tus surgen espontáneos ! prepotentes al

con templa r un t ramonto o una noc"e de verano que nos mi ra con sumiríadas de estrel las, o uno de esos maravil losos espectáculos naturalesque conquistan ! conmuevenO Pero la ciencia ! la ' i loso'ía se aprestan anegarnos a/n estas dulces i lus iones ! repi ten que todo eso es sue0o !



delirio ! quieren que marc"emos a la 'uer(a por sus caminos luminosos, endonde todo está c la ro ! demos trado# Pero e l m is te rio se p resentaránuevamente, ostinadamente mudo a todas nuestras indagaciones, velo deIsis tormentoso que nadie podrá nunca levantar, ! el aviso de 6amlet<

M .emasiadas cosas "a! en e l mundo , que tu ' i loso' ía no descureMresonará como un vaticinio 'atal a los con exceso celosos sostenedores de

la omnipotencia de la ra(ón "umana# C"uang-t(e precisamente niega laprimacía de la ciencia ! a'irma la superioridad de la intuición, tratando dere"ai l i tar entre los "omres la v ida inter ior, de arir esos o)os internosque las pasiones c iegan ! c ierran, de restalecer ese contacto entre lanaturale(a ! nosotros, que la "umanidad parece estar en camino de perder de'initivamente#

>2ia)ando la Ciencia "acia e l 9orte , superado e l oc*ano teneroso !traspasadas las monta0as de la oscuridad, se encontró con la Inacciónsilenciosa ! le preguntó<

>.eseo saer si e l Tao puede ser conoc ido con la re' lexión o l a

meditación# NCómo podemos regular nuestra v ida para acercarnos a *lONPor qu* senderos podemos alcan(arloO Por tres veces repit ió la mismademanda, ! otras tantas, la Inacción no respondió, no !a porque no quieraresponder, sino porque no sae responder# a Ciencia, cu!o deseo no seapagó, se volvió "acia el sur, más allá del mar $lanco, traspasó la monta0ade la indagación, vio a la 4stracción ! le "i(o las mismas preguntas#

>- &o lo s* - responde la 4stracción -< !a te expli car*#

>7as apenas "aía comen(ado a "alar, cuando de s/ito olvidó cuantotenía intención de decir#

>a Cienc ia, todavía i lus ionada, marc"ó a l Pa lacio imper ia l e " i(o la

misma pregunta a 6uang-ti# >9o ra(onar, no re' lex ionarQ Sólo entonces se comen(ará a conocer e lTao# 9o 'i )arse en ning/n lugar, no seguir ning/n precepto# Sólo entoncesse pod rá l le ga r al Tao# Se a lcan(a rá si n r ecor rer ni ng/n cam inodeterminado#

>- &o ! t/ - replica la Ciencia - pensamos así+ pero la Inacción silenciosa !la 4stracción no saen nada#

NHui*n tiene ra(ónO

>- a Inacción si lenciosa - responde 6uang-ti - está en la verdad+ próxima

a la verdad está la 4stracc ión+ !o ! t/ es tamos mu! a le )ados, porquequien sae no "ala, ! quien "ala no sae#

A 6emos v is to !a cómo todos los cont ra rios están rec íp rocamentecondicionados ! son por eso relativos, ! cómo desaparecen en la intuicióndel Tao, porque en el Tao no pueden coexistir un tu!o ! un mío, un esto !un aquel lo# Por otra parte, e l Tao, que es in' in i to ! eterno, es el mismodevenir, que deviene por necesidad inmanente# 9o se trata !a de un .iosque crea un mundo 'uera de sí, al que imprime una impulsión inicial, queen sus 'ases u lter io res más o menos depende de * l, s ino que es e luniverso mismo en sus 'ormas in'initas ! sucesivas, en su continuidad, ensu in'inita ! espontánea energía creadora# Por eso no existe una voluntad

consciente en el Tao, sino sólo una intrínseca necesidad, por la cual todoslos seres ! todas las cosas no pueden de)ar de ser lo que son#



6alar de ' ines predeterminados s igni ' ica no "aer intu ido el Tao# & eltaoísta, ' iel a estas premisas, aparta de su sistema toda teología, sea conrespecto del "omre, o con respecto del universo# os varios s istemasreligiosos se aseme)an un poco a las 'ormas primitivas que el concepto denación asume entre los puelos# Cada grupo social, en e'ecto, cree que elmundo se l imi ta a l terr i to r io por * l "a i tado< más a l lá de la c in tura de>árarosA, con los que se está en relaciones de comercio o de guerra, el

mundo acaa# 4sí pensaan tami*n los c"inos, así pensaan los puelosclásicos# En las religiones sucede algo parecido# En un sentido estrec"o, elc re!ente+ en un sent ido más la to , e l "omre+ las demás cria turas quepululan por el universo no interesan# Como máximo, se decreta su eternaesclavitud ! se a'irma que 'ueron "ec"as por .ios en provec"o /nico del"omre# Estas concepciones por las cuales se "a creído casi s iempre la"umanidad la elegida de .ios, dependen acaso del "ec"o de que cuanto el"omre "ace en su vida cotidiana tiende siempre a un ' in, que constitu!eprecisamente la )usti'icación ! el móvil de todas sus acciones# & del mismomodo que e l "omre c rea a los d ioses a su imagen ! seme)an(a , esevidente que el mecanismo del mundo por aqu*l ideado ! reali(ado se creede ido a un /n ico ' in , que no puede ser o t ro que e l ienes ta r de la"um ani dad# 7á s t arde - como l a "i stor ia del Cr isti ani smo p ued edocumentar ampl iamente- concernirá a los teólogos espir i tual i(ar estasconcepciones originarias, especulando sore la eatitud que .ios prueaen el re'le)o de su exteriori(ación, que es lo creado, o sore su deseo deque e l "omre, contemplando la magni ' icencia del universo, intu!a laomnipotencia ! le adore # 9o es mis ión mía "acer aqu í la c rí ti ca deseme)antes teorías, !a, por otra parte, promovida nada menos que por Spino(a en su 'amoso ap*ndice a la Primera Parte de la ;tica, en el cualre'uta largamente el concepto de las causas 'inales# .irá tan sólo que si en

los ' il óso'os tao ís tas no encont ramos c ie rtamen te una c rí ti ca tanmatemát icamente precisa ! s i logís ticamente desarro llada, e l pr incip ioteológico está igualmente comatido, como en el gran pensador "oland*s,con singular 'ranque(a# &a "emos visto un pasa)e de C"uang-t(e en que se"ala de la espontánea ora de l Tao, que lo "ace todo s in proponersenada< me sería 'ácil citar otros muc"os en que se "ala del mismo tema#

En el seudo ie"-t(e encontramos un gracioso apólogo que tiende a poner en r idículo esa 'a lsa opinión, seg/n la cual e l "omre "a creído s iempreser el re! del universo ! la criatura predilecta de .ios# Porque all í dondepor un ins tante se "aga astracción de nuestra cua lidad de "omres,situándose en un punto de vista superior, esto es, donde se identi'ique conel Tao, seg/n el cual todos los seres son iguales, puesto que todos son elTao, aparecerá de s/ito la evidente estult ic ia de seme)ante pretensión#Todos, admitido que tenemos la 'acultad de ra(onar, serán llevados por supropio !o a considerarse igualmente el centro del universo# Pero leamos elapólogo de ie"-t(e, que, mutatis mutandi, t iene tami*n su correlativo enla l i teratura europea, en el conocidísimo 'ragmento de Seno'ane del 4ltaTroll, de 6eine Bcap# 2III#

>Un tal Tien de Ts1i, en ocasión de unos 'este)os en "onor de sus auelos,invitó a un anquete a un centenar de amigos# Uno de los invitados l levócomo p resentes peces ! aves# Tien, cuando lo v io , susp iró ! d i) o<

?Grande, en verdad, es la enevolencia del c ielo para con los "omres,puesto que "a creado en su provec"o toda suerte de cereales ! dado vidaa los peces ! las avesQ@ Todos los comensales aplaudieron estas palaras,



con excepción de un tal Pao, ni0o, de doce a0os, el cual, dando un paso"acia adelante, di)o<

? - 9o so! de tu parecer, o" se0or# Todos los seres son iguales# .e "ec"ono existen seres in'er io res n i seres super io res# C la ro que , seg/n e ltama0o, l a astuc ia ! l a 'ue r(a, l os i nd ividuos luc"an ! se devo ranrecíprocamente, pero esto no quiere decir que "a!an sido creados los unos

para provec"o de los otros# El "omre captura aquel los animales de quepuede al imentarse+ pero, Nes acaso el c ie lo quien "a creado los demásseres para su provec"oO os mosqui tos v iven succionando la sangre"umana+ los t igres ! los loos se alimentan con nuestra carne+ Ndeemospor esto decir que el c ie lo "a creado al "omre para provec"o de esosinsectos ! de esos animalesO@#A 4sí, pues, todo en el mundo sigue su líneade desarrol lo, dictada por el Tao, que en todo "ala ! en todo se e'ect/a !todo, desaparece en el Tao, el cual es ! es por todas partes inmanente, asíen el pecador como en el "*roe, en el "omicida como en el asceta< sontantas las gradaciones que del "omre superior que "a intuido la verdad !a e l la con'orma toda su v ida co laorando a l gran devenir cósmico, se

desciende al delincuente, el cual, a"ogando los supremos principios quetami*n están latentes en su alma, in'ringe las le!es universales en cu!aoediencia puede sólo resid ir la 'e l ic idad# Porque la advers idad, a cu!oencuentro va el "omre, ! el dolor que experimenta, son el me)or signo conque el Tao nos advierte de nuestras culpas cuando nuestra v ida de)a deesta r de a cuerdo con su s le !es # 7is ter Ec%ar t di ce que la m e)or caalgadura para l legar al cielo es el dolor< los taoístas a'irman que el queexperimenta dolor no es per'ecto# El santo, el "omre superior, está mása ll á de todo dolor, no sólo porque "a vencido , supe rado todas lasemociones ! todas las pasiones, s ino tami*n porque "a real i(ado en sunorma de v ida la per 'ecc ión+ ! es per 'ecto, en cuanto v ive en p lena

consonancia ! armonía con todo# Este concepto de la conexión íntima delorden moral con el orden 'ísico ! cósmico constitu!e uno de los e)es sorelos que g ira toda la ' i loso' ía c"ina# Tami*n la con'uc iana# ;sta , s inemargo, a l a' i rmar ta l pr inc ip io, no sólo se movía por preocupacionespráct icas, s ino que, en sustancia, se re'ería al príncipe, o, en general , alos responsales de la cosa p/l ica, los cuales, s iendo en la t ierra losrepresentantes del T1 ien, cielo o providencia, como quiera decirse, deíanorar con'orme a las le!es por aqu*l estalecidas# Por eso, cuando suconducta se a le )aa de los caminos de idos , e l desequi lir io moralrepercutía en el orden ' ís ico< las estaciones no seguirían !a el curso decostumre, sequías ! d iluvios a tormentar ían a l puelo "amr iento, !sucedería así "asta que "aci*ndose int*rpretes de los deseos del T1ien, noenmendaan lo que era la /nica causa de sus males# Por el contrario, parael Taoísmo, la preocupación es completamente distinta< el encontrarse endesacuerdo con los supremos principios cósmicos, con el Tao, por lo tanto,que está en nosotros, ! en el cual nosotros estamos, signi' ica crearse unorden de v ida que es completamente contrar io a nuestras tendenc iasnaturales, por medio de quienes se reali(a ! mani' iesta el te, l i teralmente,la virtud, es d ecir, la energía del mismo Tao, esa 'uer(a inn ata en nosotros,! por la cual todo ser es lo que es ! "ace lo que "ace# .e donde el "omrese parecería a un caminante que "uiese perdido su camino, creándose un

mundo de arti ' ic iosas i lusiones, en las cuales irremedialemente madura eldolor+ porque, en el # 'ondo, a dolor se reducen todas nuestras pasiones,por las cua les la ma!or par te de los "omres ve des truida la p ropiaserenidad de espíritu ! consumidas tami*n las propias energías vitales,



const re0idas a l uso sin descanso , que la con tinua luc"a cont ra l anaturale(a lleva consigo necesariamente# Pero quien "a!a intuido la verdad! a el la con'orme la conducta de la vida, podrá reali(ar una per'ecta 'usióncon el todo, que, identi'icándolo con el Tao, no sólo le "ará posile aquellaserena ea ti tud que está más a llá de las pas iones, s ino que le darátami*n aptitudes ! capacidades que )amás podrá tener el "omre vulgar#

4sí, insensilemente casi, se aría la puerta a la magia ! a lo maravilloso#En e'ecto, los posteriores taoístas se aprovec"aron de esos presupuestosde sus maestros, para atraerse a las muc"edumres con los relatos de lasextraordinarias v ir tudes que posee el santo# Pero aunque en ao-t(e !C"uang-t(e no 'alten, este elemento de lo maravil loso está, sin emargo,un poco atenuado, !, por decir lo así, en germen, ! se ins in/a solamentepara demostrar las reales venta)as que el vivir al unísono con el Tao l levaconsigo, no sólo en cuanto nuestra individualidad, anulada en el Tao, sel iera de aquel las l imi tac iones de t iempo ! de lugar que v incu lan todareal idad cont ingente, s ino, sore todo, porque repr ime los en'ermi(osimpulsos del espíritu ! de la mente, que sirven siempre de ostáculo para

el pleno ! espontáneo desarrollo de nuestra actividad# & no es di'íci l la cosa< la misma naturale(a constitu!e un modelo vivienteque nos o tros deemos imitar en lo pos ile + es dec ir , "acer, pero nocontender+ ev i tar lo exces ivo ! lo demasiado poco+ mantenerse, por lotanto, en ese )usto l imite en que consiste el equil irio que vemos re'le)arseen la armonía universal#

MSi t/ quieres de verdad el ien del mundo - "ace decir C"uang- t(e a ao-t(e en un imaginado coloquio entre *ste ! Con'ucio - , mira< a"í t ienes elcielo ! la t ierra, que están su)etos a le!es inmutales+ a"í t ienes el sol ! laluna, que eternamente resp landecen+ a"í t ienes las revo luc iones ien

determinadas de las estre l las ! de los planetas+ a"í t ienes los animales,que, por una natural necesidad, se unen en asociaciones+ a"í t ienes losároles , que están des tinados a c recer# 3ra tomando como guía laenergía Bdel Tao, ora educándote en el Tao#A 9ing/n arti ' ic io, pues, sinoesponta nei dad ! na tural id ad en t odo < el ar ti 'i ci o es sinón im o deimper'ecc ión, es error# a verdad está en la senci l le(, e l *xi to, en laingenuidad#

Como los maestros taoístas comatían todo cuanto en la vida es exterior !arti ' ic ioso, denodados de'ensores de la simplicidad ! la 'rugalidad que laceremoniosa pompa de los > l itera tosA amena(aa con matar, tami*ntrataan de suprimir todo cuanto no 'uera natural, pretendiendo instaurar laespontaneidad de conducta, que es la respuesta inmediata de la internavo( del Tao que "ala en nosotros# Cuanto más en la mente tenemos loscri ter ios ! los detal les a seguir para que nuestra ora tenga *xi to, tantomás preocupados nos mostramos por el resultado a conseguir, cuanto másqueremos alardear de "ai l idad, tanto más emrol lados estamos+ cuantomás exper tos que remos parece r, tan to más segu ro es e l enga0o # 4'irmaciones son *stas que demuestran en los maestros taoístas unpro'undo conocimiento del a lma "umana ! una verdadera seguridad deindagación psicológica#

Proad a caminar por el orde de un aismo osesionado por el terror del

vacío ! con la más ansiosa atención para no poner el pie en 'also< la caídaserá inevitale# 3, tami*n, proad a atravesar un espacio vacío entre dos"ileras de personas que os miren< si os de)áis impresionar por las miradasque se ' i )an en vosotros, no sar*is mover un pie# o mismo suele suceder



en mil otras circunstancias de la vida, en que nuestra ora está destinadaa 'a l l i r , porque nuestro espír i tu "a estado distraído en el momento de laacción o preocupado o incierto# a seguridad en sí mismo ! laespontaneidad i r re ' lex iva en e l orar son por lo corr iente , los me)orescoe'icientes del *xito#

En C"uang-t(e se lee B-J que una ve( ie"-t(e se e)ercitaa al t iro de

arco en presenc ia de l maestro Pai -"um 8u-)en, dando prueas de unaextraordinaria valentía# Pero Pai-"un 8u-)en, que "aía alcan(ado el ei-u-ei 'amoso, del cual "alaremos dentro de poco, en ve( de elogiarlo, lov i tuperó# >Ese modo de t i rar e l arco es de quien estudia t i rar Bcon arte,pero no de quien t i ra como si no t i rase, naturalmente, s in re' lex iones# Siv in ieses conmigo a la c ima de aquel monte ! pusieses el p ie sore unapiedra pel igrosa, )unto a l orde de un a ismo pro'undo, Npodrías t i rar acaso como tiras a"oraOA

Entonces, seguido por ie"-t(e, 'ue a la cima de una monta0a ! se detuvosore una piedra peligrosa, )unto al orde de un precipicio pro'undo# Suspies soresalían dos tercios en el vacío# Se volvió "acia ie"-t(e, le "i(o

una reverencia ! lo invitó a que se pusiese a su lado# Pero ie"-t(e, presadel v*rtigo, estaa encogido en el suelo, sudando de la cae(a a los piesB invadido por e l miedo al vacío# Pai-"un 8u-)en le d i )o así< >El "omresuperior levanta la mirada "acia el cielo a(ul o escruta los aismos de lat ierra, o mira los puntos del espacio con la misma imperturale calma#Para mí t ienes a"ora el aspecto de quien está 'uera de sí por el espanto#NCómo podrás dar en el lancoOA 6emos l legado con esto al punto quemás controversias "a suscitado en el Taoísmo, ! contra el cual "an dirigidosus "ac"a(os los crí t icos indígenas ! europeos+ esto es, e l pr inc ip io delei-u-ei# NHu* signi'ican estas palarasO Traducidas literalmente re(an<"acer e l no "acer # & com/nmente "an s ido t raducidas a los idiomaseuropeos como orar e l no orar o la p ráct ica de la inacc ión, urdocontrasentido *ste, que repugna atriuir a mentes, en verdad, superiores,como 'ueron las de ao-t(e ! C"uang-t(e#

a acción - como dice la $"agavadgita, a'irmando un principio no del tododisímil del taoísta - no puede suprimirse, por el "ec"o simplícisimo de quela vida misma es acción# El mismo Tao, en el cual somos ! que, a l par, estáen nosotros mismos, Nno es, acaso, impulso, devenir , !, por lo tanto ,acción O Pues en tonces, Nqu* se de e entend er por e i-u-ei OPrecisamente, ese operar del Tao, que es un operar irre'lexivo, espontáneo! omnipotente, ! que en e l "omre será renunc ia a todo ar t i ' ic io + ese

en'rentamiento de las pasiones, esa ingenuidad natural, en suma, que "acede los "omres simples criaturas, como ni0os, de los ni0os que con tanta'recuencia se recuerdan ! son tomados como modelos en los escri tostaoístas# Mas le!es celestes ene'ician, pero no per)udican a nadie - dicenlas /lt imas palaras del Tao-te-%ing -# El camino del santo es operar, perono contender#

A Este i deal qu ie tí st ico ! asc* ti co puede repugna r a nuest ras másinveteradas convicciones, por las cuales el valor del "omre está estimadoen ra(ón d irec ta de su laor iosidad# E l =enac imiento, en e 'ecto, "a"a ituado a considera r a la "uman idad , no !a como esc lava de una

providenc ia suprema ! como una 'uer(a ru ta que oede(ca a le!esimperiosas ! necesarias, sino como una l ire actividad capa(, no sólo desu'rir la naturale(a, sino, me)or, de dominarla#



9adie de)ará de reconocer las innegales venta)as que una concepciónseme)ante "a t ra ído# 4 e l la se deen las conquis tas de la c ienc ia , e lme)oramiento de las condiciones de la vida# Pero por todo esto que "emosganado, Ncuánto no "emos perdidoO & los progresos t*cnicos o cientí' icosNrepresentan verdaderos progresos cuando no van acompa0ados de unare'i nada sensi i li dad *ti ca, un me )oram iento d e costum res, unreavivamiento del sentido rel igiosoO En el 'ondo, "a! más que temer de la

v iquiana arar ie de la re 'lexión que del p lác ido ascet ismo de l mon)eudista o taoísta# a cruel /lt ima guerra mundial demuestra cuán distintosson los caminos de la intel igencia ! del cora(ón ! cómo la ciencia, puestaal servicio de las malas causas, merece que se la desprecie antes que sela celere# Es ien cierto que "o! se va de =oma a Pe%ín en un t iempo por lo menos die( veces menor que en el pasado+ pero N"an me)orado por estolas almasO Por mi parte, lo dudo muc"o# Este correr, este a'anarse, estean"elar, no t iene, en el 'ondo, otro o)eto que "acer la cartera más pinge! la vida más cómoda ! a)o el "álito de ese craso materialismo que pareceamena(a r con a"ogar l os impulsos de toda no le ! desinteresadaideal idad, de la que el grupo de los poderosos está s iempre dispuesto areírse, pierde valor todo cuanto no tenga una util idad práctica e inmediata#

as mismas le!es, que se "an "ec"o tan casuíst icas ! minuc iosas,atestiguan, en sustancia, que "a aumentado en nosotros la voluntad ! lacapacidad de pecar, las estadíst icas de la del incuencia prosiguen en uncrescendo aterrori(ador su ascensión, ! no "a! casi otro campo en dondelos "omres den muestra de su codicia ! de su re'inada astucia como en elarte de enga0ar al pró) imo# 9uestra sociedad, con todos sus ' i lantropismos! sus "umanitarismos, etc#, es, en el 'ondo, pro'undamente egoísta, ! lasvestiduras que asume son de pura "ipocresía# Cuando tanto preocupan losprolemas morales es que la moral 'alta+ cuando preocupa la 'orma, 'alta la

sustancia# Con la rectitud se goierna un estado - dice ao-t(e Bcap# V -+con las estratagemas se comate+ con re'renar toda actividad se otiene eldominio sore el mundo entero#

>Cuanto más numerosas son las le!es, más misera le es tá e l puelo +cuanto más aumentan las 'uentes de luc"a, más crece la corrupc ión#Cuanto más per'ectas son las artes ! la "ailidad práctica, con tanta ma!or 'recuencia se 'aricarán o)etos extra0os e in/ti les+ cuanto más le!es see lao ran , tan to más ' recuen tes son los de li tos# Por eso , el sa iorecomienda reducir a l mínimo toda act iv idad, para que el puelo puedal iremente educarse+ estarse quietos ! tranqui los, para que el puelo se

"aga virtuoso por si mismo+ no darse excesivo que"acer para que el puelopor sí mismo pueda enriquecerse+ reducir a l mínimo los propios deseos,para que e l puelo pueda mantenerse s incero #A & tami*n Bcap# W <>Cuando el Tao perdió entre los "omres su e'icacia, entonces se comen(óa "alar de 6umanidad ! de )usticia, ! cuando surgió la ciencia, nació elerror+ cuando los parientes de)aron de v iv ir de acuerdo, se inventaron lap iedad ' i lia l ! e l amor ' raterno+ cuando e l estado estuvo revuel to por desórdenes interiores, se predicó la lealtad de los ministrosA#

Por eso, de)ando a un lado la 'orma parado)al, queda del principio del ei-u-ei esta pro'unda verdad< que muc"o más que la inquieta act iv idadpráctica, la cual, arro)ándonos en el turión de la luc"a por la vida ! por el*xito, desarrol la en nosotros las tendencias egoístas ! consume la mismaresistencia 'ísica, así como deil i ta nuestro sentido rel igioso ! moral ! nosroa a nosotros mismos, vale la pena reconcentrarse en nuestro espíritu,



de)ar "a lar en nosotros las voces arcanas, de )ar l i re e l curso a lasinspiraciones naturales, que nunca saemos de dónde v ienen, pero quesue len valer más que cua lquier ponderado conse )o # & por lo demás ,despo)ada de sus exageraciones verales, resta o t ro lado posi t ivo !esencial ! moralmente /ti l en esta concepción< quiero decir ese espíritu demodestia, de moderación ! de tolerancia que ao-t(e llama sus tres gemas#a tolerancia, soretodo, una virtud casi rara en esta nerviosísima Europa,

que no es c iertamente la resignada inerc ia del 'ata l is ta# El "ado es una'uer(a ciega contra la cual c"oca ! se rompe toda voluntad "umana, es unacoerción que el "omre "a de su'r i r quiera o no por parte de una 'uer(aextrínseca ! necesaria#

Para el Taoísmo, por el contrario, el "omre es l ire artí' ice de su propia'el ic idad, si sae a"ogar las insanas pasiones ! acomodar su vida en losprincipios universales que rigen todas las cosas# Cuando esa con'ormaciónse "a!a real i(ado, será entonces completamente l ire+ poseedor de unal iertad que los taoístas, condescendiendo, acaso, con ese deseo de lomaravil loso ! lo legendario que tanto place a las muc"edumres, acaan

'recuentemente con con'undir con una milagrosa omnipotencia, con lo que"acen del adepto un taumaturgo# En camio, 'al tar a aquel las le!es,o 'ender e l orden cósmico, que, en sustanc ia , coincide despu*s con e lorden moral, s igni ' ica caer en la red de la in'e l ic idad< ! aquí sí que todoestá determinado, con una determinación tanto más dolorosamente sentidacuanto más el "omre, en su perniciosa ilusión, cree ser lire#

Tolerancia, pues, ! no amición de supremacía, ese pretender imponer elpropio !o a toda costa ! contra todos# En el patriarcal amiente con'uciano,estos pr inc ip ios de ao-t(e deían sonar como verdadera re'orma# 4 unescolar, quien verosímilmente, de ió "aer o ído "alar de los nuevospreceptos *ticos a'irmados por ao-t(e, ! le preguntaa si se deía pagar con el ien al que "aía cometido el mal, como precisamente se lee en elTao-te-% ing, Con'uc io responde que s i as í se " ic iese en la v ida, no sesaría !a cómo pagar a nuestros ene'actores+ se dee, pues, "acer e lien con quien "a "ec"o el ien, ! con )usticia castigar al que "a o'endido#Es, en suma, no !a el ' i lóso'o, que perdona ! asuelve sino el legislador,que, severo custodio del orden social , no conoce dei l idad ni exci tac iónpara castigar al culpale# a palara de ao-t(e es cálida, de amor, comola de $uda o la de Cristo, ! asta por sí sola para re'utar la opinión decuantos quieren ver en *l a un meta'ísico solamente# Cierto es que 'ue ung ran pensado r ! por eso , como $uda, no pod ía l im itarse a l a so la

enunciación de preceptos morales, sin "aer encontrado una )usti' icaciónen las le!es universales , s in antes "aer inten tado resolver e l g ranpro lema de l ser # Pero una ve( ante e l "omre, la ' r ía ! acompasadaprecept iva con 'uciana, que con 'unde ceremon ia li smo con moral , e limperativo *tico con las sanciones )urídicas, no le podía parecer aceptale#& la sustitu!e con un espíritu de 'raternidad ! de enevolencia que animala laconicidad nerviosa de las reves sentencias del Tao-te-%ing# 9o odio niluc"a, sino impulso de amor por todas las criaturas+ no guerra, sino pa(+ nosoeria, sino "umildad# & "e aquí que el mismo esti lo del precioso l iritose anima ! adquiere la expresiva elocuencia de algunas de las más ellassentencias del ."ammapada con el que el Tao-te-%ing ! C"uang-t(e tienen

muc"as analogías ! a 'in idades, no sólo de concepto, s ino tami*n deexpresión BCap# KJ# >El santo no t iene un alma particular ! su!a propia< elalma de todo el pu elo es su alma# &o pago el ien con el ien ! el mal conel ien# & otengo ondad# So! sincero con quien es# sincero ! con el que



no es s incero# & otengo s inceridad# El saio v ive quieto ! tranqui lo eneste mundo ara(ando a todos con su alma# El puelo t iene 'i )os en *l loso)os ! los oídos, ! *l lo trata como si t ratara a ni0os#

A En este s ig lo, en que tanto nos a'erramos a la conquista de la v ida enuna luc"a que no siempre es leal, ! que está caracteri(ado por un egoísmodescarado , la moral de ao-t(e no puede ser, en verdad, 'ác ilmente

comprendida# Tal ve( nadie acepte "o! como uenas las a'irmaciones enque el vidente c"ino gusta insistir de pre'erencia+ es decir, que vale másser d*i l que 'uerte, ceder e l propio puesto antes que empe0arse en ir adelante a toda costa, ! así sucesivamente# Sin emargo, sería muc"ome)or para nosotros no ost inarse en ver en estas sentencias extra0asparado)as# Hue no son parado)as, s ino pro'undas verdades que la v idatormentosa ! extrínseca de nuestros días nos impide apreciar con )uste(a<no pocas veces la ira más 'ero( 'ue aplacada por la sonrisa de un ni0o, opor la mirada de una mu)er implorante, o por la serenidad de la víctima quese o'rece sin in)urias ! sin lamentos al arma del "omicida# En camio, esinnegale que cuanto más 'uer te se es, tanto más 'ác i l es la caída+ e l

v*rtice de la potencia es la iniciación de la ruina+ ! esto vale tanto para losindividuos como para los imperios# Tami*n, pues, el Taoísmo "a recordadoa las criaturas que se arruinan en los odios ! las luc"as+ que el "omre "asido "ec"o para amar ! no para odiar, casi contemporáneamente con $uda,insis tiendo igualmente en una verdad que "o! parece desconocida+ esdecir, que quien siemra odio recoge odio ! que la enemistad no se aplacacon la enemistad o con la represal ia, s ino con la enevolencia ! con elamor# & este amor lo extiende el taoísta a todas las cosas creadas#

Tami*n a los animales# Sin l legar a la exageración del mon)e Xaina, quepor temor de matar los microios eía sólo agua 'i l trada, o arría con unaescoil la, de la que siempre ia provisto, el terreno que atravesaa paraque su pie no aplastase a ning/n ser v iv iente# 4ntes ien, renovando laconcepc ión "erác li ta de la luc"a cósmica , como en e l pasa)e antesrecordado de ie"-t(e, está ' irmemente convencido de que la conservaciónde los individuos, por lo regular, l leva a una inevitale superaundancia,'atal neces idad por la que , med iante la muerte de los ind iv iduos, sedesarro lla e l e terno devenir del cosmos# 7as s i las mismas le!es deluniverso imponen con 'recuencia el sacri'icio de un individuo a otro, no por esto el "omre deerá proceder contra las Criaturas# Ese amor por lasestias, que es uno de los elementos característicos de las civi l i(acionesor ienta les , no 'a lta tampoco en e l Taoísmo# E l Cris tianismo, salvo la

sulime excepción de San :rancisco, parece no tener por el mundo animalmás que desd*n, ! por oca de uno de sus ' i lóso'os, 7aleranc"e, se nos"ait/a a creer que las est ias no son ni más ni me nos que cosas# & eslóg ico en cuanto se admita que . ios "a c reado a l "omre, se0or delUniverso, a su imagen ! seme)an(a, dotándolo de un a lma racional einmortal # as re l ig iones or ientales, por e l contrar io, aun aquel las que no"an aceptado la teoría de la transmigración de las almas - ! e l taoísmoestá entre el las - , no "an tra(ado nunca una l ínea de demarcación iende'inida entre el "omre ! la estia#

a c ienc ia moderna, con su p it"ecantropus .uois ! o t ras cr ia turasgemelas, parece que se acerca más a la concepción del taoísta que a la 'ec rist iana , a l "acer ent ra r la c reac ión del "omre en las v ías de unaevolución natural , extra0a a toda intervención div ina ! en poner así, a lmenos gen*ticamente, al mismo nivel los "omres ! los animales# En tanto,



l os 'amosos caal los de E ler 'ed, cua lquiera que sea la verdaderaexplicación del portento, siempre oscura en las contradictorias "ipótesis delos innumerales cientí'icos que les "an "ec"o o)eto de estudio, no puedenegarse que "an dado un solemne mentís a cuanto "asta a!er se creíasore la 'acultad intelectiva de las estias+ que no se reducenexclusivamente a simples impulsos instintivos, sino mu! 'recuentemente averdaderas cominaciones de e lementos d ispares con susigu iente

e lecc ión ! dec is ión# Por lo demás , s i ponemos en con tras te nuest rain te l igenc ia con la de un c"impanc*, la d i 'erencia nos podría parecer i nsupe ra le + pero l a di stancia di sm inui ría más si como t*rmino decomparación, no tomásemos al intel igente europeo del siglo DD, sino qu*s* !o, un pigmeo, un austral iano, un ant/, que tami*n, al menos "astapruea en contrar io , pertenecen a l g*nero >"omreA# 7as para i lus t rar me)or la posición tomada por el Taoísmo 'rente al mundo animal, creo quevale más que m is pa la ras este pasa)e del seudo ie"- t(e, "ar tocaracter ís t ico ! nota le para que !o me ca l le ! le ceda la pa lara< >E laspecto "umano no implica inteligencia "umana !, viceversa, la inteligencia"umana no implica que se dea tener necesari amente un cuerpo "umano# 4los sa ios impor ta sólo l a i ntel igencia, de se r c ie rto que dan pocaimportanc ia a las apar iencias, mientras que, a l contrar io , los "omresvulgares se atienen sólo al aspecto exterior ! no piensan en la inteligencia# 4quellos que tienen una apariencia seme)ante a la propia se aproximan !aman+ aquellos que se di'erencian, "u!en ! temen# lámese "omre a unser que tenga siete pies de alto, posea manos ! pies, tenga pelo ! dientes! camine sore dos piernas+ no está exclu ido, s in emargo, e l que tengaalma de ruto# Pero, aun en este caso, asta sólo su aspecto para querecia la simpatía a)ena#

Mos animales están provistos de plumas, de cuernos, de colmi l los o de

garras, vuelan por los espacios celestes, o se aga(apan, o corren+ no estáexcluido el que tengan inte l igencia "umana# & aun así, los "omres les"u!en igualmente, aterrados tan sólo por su aspecto exter ior# # # BSiguenalgunos e)emplos para demostrar la intel igencia en los animales# uego laintel igencia es com/n a los animales ! los "omres# Cierto es que por suaspecto ! los sones que emiten aqu*llos se di'erencian de *stos+ Npero noex is ten de l mismo modo medios para poderse entender con e l losO ossaios, que en todo tr iun'an, son capaces de atraerse ! amansar a losanimales#

MHue la inte l igencia de los animales sea igual a la de los "omres, que

tami*n ellos aman igualmente la vida, es cosa de todos advertida< el amor de la "emra ! el mac"o, e l a'ecto entre madre e "i )o, e l uscar lugarestranqui los donde "aitar, e l ev i tar e l ' r ío ! desear c l imas templados, e lunirse en grupos, el caminar seg/n un determinado orden, los peque0os enel centro ! los grandes a los lados, el andar )untos en cantidad para eer,el reunirse voceando para comer#

>En la más remota antigedad, los animales v ivieron )untos con los"omres# Cuando *stos se crearon emperadores ! re!es, comen(aron aatemori(arse ! ale)arse# En las edades sucesivas, en ' in, se escondieronpara sustraerse a los peligros con que el "omre les amena(aa#

A Pues ien+ todo esto no es retórica solamente# 9o puede negarse que "a!allí elementos 'antásticos, como sucede siempre en los inicios de las másdispares construcc iones c ient í' icas+ pero tami*n es verdad que en e l3ccidente antiguo son rarísimas oservaciones tan agudas sore la vida de



los animales ! su a' in idad con los "omres# & es que el taoísta no mirasolamente con la 'ría mirada del naturalista, sino con esa tierna simpatíaque t iende a estal ecer a rca nas r elaci ones ent re *l ! la cr ia turacontemplada, ! que es la /nica que puede permitirnos la más completa eíntima comprensión#

9o se diga que es poco decoroso para nosotros el que se nos ponga en

tan a)o lugar, a l par de las est ias, pr ivadas del or igen div ino, de queotros sistemas rel igiosos se urlan# El "omre, que, para el Taoísmo, nogo(a de especiales pre'erencias, no t iene por qu* avergon(arse s i se leparangona con los demás seres, aun los más "umil des ! más deseme)antesa *l, que el Tao "a l lamado a la vida, como a *l# Es, por el contrario, "artoverdad que muc"os de sus pretendidos privi legios se suelen convertir ensu da0o ! en su vergen(a#

9o 'al tan en la " is to ria dolorosos excesos que p ruean con cuánta'recuencia esta criatura de .ios, como gusta l lamarse el "omre, "ace tanp*s imo uso de su ra(ón, que resu l ta muc"o más desprec ia le que losrutos# legados a este punto, alguien podría o)etar que la moral taoísta

no d ice nada acerca de los imperat ivos categór icos que las d ist intasescuelas ' i losó'icas ! rel igiosas codi' ican asumiendo en ellos las normas*ticas consideradas como esenciales, !a para la estail idad de los grupossoc ia les como para nuestra sa lud esp i r i tua l # Pero esta o )ec ión no meparece )usta# Cierto es que en los textos taoístas no encontramos los die(mandamientos cristianos ni las cinco >restriccionesA del $udismo# Pero !a"emos v isto qu* al to contenido *t ico existe en el con)unto de la doctr inatao ís ta ! cómo se p resenta en muc"os aspectos super io r, aun noocupándose ex pro'eso de seme)antes prolemas, a la demasiado 'r ía,'ormalíst ica ! minuciosa moral con'uciana# El Taoísmo no enumera lasacc iones que no se deen cometer, n i con una casuís t ica minuciosaprescrie cómo "a! que comportarse en las varias c ircunstancias de lavida# & es lógico# a moral es muc"o más vasta que un l imitado n/mero deimperativos, los cuales, por 'undamentales que sean, )amás podrán acotar e l campo# 4ntes ien, son el los de una tan evidente general idad, que denormas morales acaan por ser, con el t iempo, sanciones )urídicas, cu!aviolación en los órdenes sociales importa, con da0o para los transgresores,serias e inevitales consecuencias# Pero cuántas personas que no caena)o las penas conminadas por los códigos no son por eso de indudalemoral idad Q 7 iles ! miles son las ocasiones de la v ida d ia ria en quenuestras re laciones con la sociedad ponen a pruea nuestra rect i tud !

nuest ra s ince ridad# & es p reci samen te e l con )unto de estos actossingulares, de estas continuas reacciones 'rente al amiente, lo que "aceaparecer como persona de ien o no# Pero estos actos ! estoscomportamientos son tantos ! tantos, que un catálogo que quisiese intentar el moralista no los aarcaría nunca+ ! tan dependientes de las más variascircunstancias de lugar ! de t iempo, tan distintos seg/n los individuos, tanmudales, tan elást icos, tan re lat ivos son, que se escapan a cualquier de'inición# 4quello que "o! es para mí apropiado ! )usto, ma0ana, o parao t ro , no lo se rá !a # Por eso no c reo que !er ren los tao ís tas , s i no sepreocupan de legis lar en materia de moral# Sólo ins isten en una cosa !nunca se cansan de volver sore el la< en la necesidad de ser due0o de sí

mismo para no ser esclavo de los sentidos ! de las pasiones# Porque por muc"as vueltas que se den, siempre volvemos al mismo punto< 'uera de laspasiones, 'uera del desen'reno de los sentidos, no existe pecado ni existemal# a virtud es, pues, la YZ[\ í]*á , que l iertando al individuo de todo





Se a'ana por comatir este tradic ional ismo que considera asurdo, por cuanto se ost ina en mantener en v ida inst i tuc iones ! príncipes que "anl legado a ser inactua les por no estar de acuerdo con la mudan(a deespír i tu de los t iempos# En c ier to modo, aunque más extensa ! menosgenial, en 6an :ei-t(e se anuncia la crítica ! el sarcasmo de 8ang C"1ung,ese 2oltaire de la C"ina antigua que no escatimó los mordaces golpes a laescuela con'uciana# a " istoria p ierde e l carácter moral i(ador que le

"aían impreso los con'ucianos ! se trueca en sencillas narraciones de los"ec"os "umanos, en los cuales no "a! que ver !a la ora de la Providenciao del T^ien, o cielo, como quiera decirse, sino la espontánea, contradictoria! con 'recuencia tami*n irracional explicación del insondale misterio quees nuestra alma# a "istoria, pues, como todo en el equil irado ! conexoorganismo universa l , deviene tami*n necesar iamente< es e l espíri tu"umano actuando a trav*s de los siglos siempre mudale en sus 'ormas,pero sustanc ia lmente id*nt ico en sus motivos# N.e qu* s irve que loscon'ucianos "alen de sus modelos, de esa< legendaria edad de oro quepasó para s iempre ! que nunca más podrá vo lverO El mundo s igue sucamino ! es vano pretender detenerle# a ora del saio no consiste tantoen coartar la propia act iv idad para oedecer a categorías extrínsecas,cuanto en acomodar su conducta a la espontánea naturale(a, que nuncapuede 'allir, puesto que es la vo( misma del Tao#

El Con'ucianismo "a dado a la literatura c"ina las crónicas ! los anales+ elTaoísmo "a creado la verdadera ! propia "istor ia# & no es c iertamentecasual idad que, además, de 6an :ei-t(e, de quien !a se "i(o mención,Sse- ma Tan, que escri ió la pr imera gran "istor ia de C"ina, seguida !completada por su i lustre "i )o Sse-ma Ts1 ien, 'uese un 'erv iente taoísta+aunque no "ic iese otra cosa, su crí t ica documenta a las demás escuelascontemporáneas ! el capítulo CDDD del S"e %i está consagrado a celerar

la meta'ís ica ! la moral taoístas# Taoístas 'ueron los alquimistas c"inos,quienes, en edades más recientes, se a'anaron tanto en "allar el el ix ir delarga v ida ! la p iedra ' iloso'al como en especular sore los s ignossomáticos, que se creía podían presagiar e l porvenir ! la 'ortuna de los"omres# Pues a estas investigaciones, que la ortodoxia con'uciana no vecon uenos o )os en teo ría, puesto que en la p ráct ica recur re a l asconsu ltas del on(o , del Tao-sse ! del geomante, a pesar de tan toselementos 'antásticos, a pesar de las vulgares supersticiones ! los puerileserrores, se dee el descurimiento de muc"os pr inc ip ios c ientí ' icamenteexactos# & la ciencia no puede ignorar que si no lograron si empre a'irmarsecon un valor independiente, quedaron asegurados como 'ines prácticos !rel igiosos# a alquimia c"ina - nacida en amientes ! escuelas taoístas -está con respecto a la ciencia en la misma relación que nuestra alquimiamedieval, a trav*s de cu!as aerraciones ! 'antasías se 'ueron lentamentedesarrollando ! preparando la química ! la 'ísica de los tiempos modernos#9o cae duda de que cuando se puede "acer un vas to sonda )e en lainmensa mole del canon taoísta, aun casi completamente inexplorado, nosencontraremos con muc"as sorpresas# 9o !a la l imitada concepción delT1ien-"ia que en los escritos con'ucianos es casi universalmente sinónimode C"ina, s ino una v is ión muc"o más vasta ! c ientí ' ica# os con' ines seamplían ! el T^ ien-"ia se trueca en el Universo, el Universo constituido por

una in' in idad de mundos eternamente existentes, aunque su)etos a unacont inua evo luc ión# B ie t -t(e, cap# # >Tang Bant iguo emperador de ladinastía &in preguntó a 6ia-%o< ?N7ás allá de los cuatro mares, qu* "a!O@?o mismo que ent re nosot ros@ , responde T ^ang # ?NCómo lo puedes







di' íc i l de conseguir, puesto que presupone el desapego de las cosas delmundo ! de los a'ectos, que mu! pocos de nosotros sar ía reali(ar#

Por l o dem ás, ese ll ama do desa pego no si gni 'i ca, com o ante sse0aláamos, aandono ! renuncia a las cosas de este mundo, no+ s inosólo esa 'irme convicción, que es 'ruto de mu! meditadas re'lexiones ! derepet idas exper ienc ias , de que nada sore la t ie rra nos per tenece, en

real idad, para s iempre+ de que personas ! cosas, aun las más queridas,están su)etas a dest inos casi s iempre mu! dist intos a los nuestros, ! deque e l a 'ec to más grande que podamos dedicar les no puede "acernosolvidar que podemos perderlas de un momento a otro+ porque todo transitaen este eterno río del ser, mediante el cual ! en el cual el Tao se reali(a !es# Pero me)or que mis palaras, p ienso que para i lustrar la act i tud deltaoísta 'rente a la muerte, valdrá un pasa)e )ustamente 'amoso de C"uang-t(e Bcap# DII I < MCuando se murió la mu)er de C"uang-t(e, 6oei-t(e 'ue averle, ! lo encontró sentado en t ierra, a l lado del cadáver, cantando almismo t iempo que daa golpes rí tmicos sore una escudi l la# ?Tu mu)er v iv ió cont igo muc"o t iempo - le d i )o - # El ma!or de los "i )os que con el la

tuviste está !a a las puertas de la ve)e(# 4"ora está muerta# Hue l lores, loadmito+ pero que cantes ! toques, me parece inoportuno#@

>?Te equivocas respondió C"uang-t(e# 4penas murió, no pude por menosde entristecerme# Pero luego re'lexion* sore su origen, ! reconocí que sederivaa de un estado anter ior a la v ida, especulando sore el cual intuíque esto 'ue precedido a su ve( de un estado de incorporeidad ! esto de lainmateria l idad# Por una mutación inconmensurale e in' in i ta, e l la reci ióuna sustancia, ! por sucesivas evoluciones, un cuerpo ! una vida# 4"ora,por una u lter io r metamor 'osis, "a muerto< no o tra cosa ocurre en lav ic is i tud de las cuatro estaciones# Cuando un ser "umano reposa en laeternidad, s i !o gimiese ! l lorase, demostraría no conocer las le!es quepresiden el devenir universal#

& por eso canto@A#

Pero Nqu* sucede con los individuos una ve( muertosO a respuesta delTaoísmo, si mis conocimientos iológicos no son inexactos, no está en grandesacuerdo con los resu l tados de la c iencia moderna, contra la cua lesgrimen sus armas teólogos ! ' i lóso'os# 9o me corresponde )u(gar de qu*parte está la ra(ón en este eterno deate entre naturalistas !esp ir i tual istas+ me asta sólo con se0alar que e l Taoísmo no sostienecosas antit*ticas con lo que está a'irmando la ciencia del siglo DD ! paraproarlo asta con remitirse a los mismos textos taoístas, aunque "o! sonpocos los accesiles en uenas traducciones europeas#

Todo ser está compuesto de materia atómicamente divisile ! de energías! 'uer(as que ning/n cuc"il lo podrá nunca seccionar ! ning/n instrumentomedir < mater ia ! 'uer(as por las que nace ! v ive e l un iverso in ' in i to !eterno, en el que se desarrol la el Tao ! son, por el lo, el Tao mismo# Todoindividuo, por lo tanto, no es más que una onda en este oc*ano sin ori l las,una onda de la misma agua de que están "ec"as las demás ondas in'initasque encrespan la super'icie del oc*ano, que se di'erencian sólo en 'orma !duración+ 'orma ! duración impresas por e l v iento, que de ve( en ve( lassusc i ta ! las "ace desaparecer# Con la muerte la mater ia re torna a la

materia, la energía a la energía, para emanar de nuevo nuevas existenciaseternamente#



Por eso se desarrol la una eterna trans'ormación en el cosmos, ! estatrans'ormación es el Tao, cu!a 'uer(a arrastra las cosas de impulso enimpulso , de estado en estado, e te rnamente # os seres nacen de laindistinta materia del todo para asumir 'ormas más o menos transitorias !e ' ímeras ! , por lo tan to , para vo lve r a en t ra r en e l todo # o que los"omres l lamamos muerte no es otra cosa que un retorno para los o)os delsereno taoísta , e l cua l gusta de parangonar es ta cont inua v ic isi tud de

mani'estaciones ! reasorciones en el Tao, en el eterno movimiento de un'ue l le # 4 quien le p la(can las con'rontac iones p iense en e l conceptoniet(sc"eano del retorno# Pero !o no recuerdo "aer encontrado en ning/nescrito taoísta algo que se aseme)e a la 'amosa intuición que en Sils-7aríatuvo 9iet(sc"e, en WW# & es explicale< si la materia es in'inita, eterno eldevenir del Tao, que no su're interrupciones, como ocurre, por el contrario,en la teoría de los 5alpa indianos o del _*`*[\ * de la ' i loso'ía griega,en los cua les se insp i ró qu i(á 9ie t(sc"e, e i l imi tadas son tami*n las'ormas que la materia puede asumir, no podrá nunca retornar e l mismoind ividuo# Como ocurre en los contrar ios , sucede en los seres+ entreind iv iduo e ind iv iduo no existe, en e 'ecto, más que una d iversidadpuramente imaginaria ! aparente+ es decir , que puede parecer desde unpunto de vista "umano ! su)etivo cuando, en realidad, son uno en el Tao,porque son el Tao mismo# Concepto *ste que, por analogía con la 'amosa>convers ión de los contrar iosA, como se int i tu la uno de los más el los !pro'undos capítu los de C"uang-t(e, podríamos l lamar >convers ión de losseresA, que el mismo grande taoísta tan ingeniosamente expresó en el cap#II de su 9an-"oa-C"en-%ing# MSo0* una ve( que era mariposa que volaatranquilamente sin tener en asoluto conciencia de C"uang-t(e# .e prontome despert* ! me encontr* C"uang-t(e, con la imposii l idad de decidir siso0* que e ra mar iposa o s i e ra una mar iposa que "a ía so0ado ser

C"uang-t(e ###A Por eso, en este perenne mudar de 'ormas, en este devenir ! ' luctuar queno tiene 'in, la vida individual no tiene ma!or consistencia que un sue0o# Elpensamiento del ' i lóso'o taoísta se encuentra con algunas voces solitariasque tami*n en 3ccidente "alaron un lengua)e que parece la revelaciónde arcana saiduría, inaccesile al com/n de los mortales# Es el áí\0bíá0 *á de Píndaro, que encuentra su eco en el 3riente le)ano casi almismo tiempo que la "ierática musa del poeta teano entonaa sus cantosór'icos, ! al que, a distancia de siglos, deía responder la angustiosa dudade 6amlet# >a ella 5i, de i, era "i)a de un vasallo# Cuando el príncipe deTsin la raptó para "acerla su mu)er, ella lloró, ! sus lágrimas "umedecieronsus vest idos# 7as apenas l legó a la corte del re! ! compart ió con *l lasdelicias del amor ! de la mesa, se arrepintió de su l lanto# NCómo podemossaer si los muertos no se arrepienten de "aer un día insultado a la vidaOHuien sue0a con alegrarse, al ala puede l lorar ! su'rir+ quien sue0a estar tr iste ! l lorar, al ala puede con'ortarse con la ca(a# 4lgunos sue0an, perono saen so0ar+ otros, aun prosiguiendo en so0ar, pueden ra(onar soresu sue0o, ! una ve( despiertos, reconocer que "an so0ado# Solamentedespu*s del gran despertar podremos reconocer s i esta v ida 'ue sólo ungran sue0o# Creemos estar s iempre despiertos ! saerlo todo# Hui*n esre!, qui*n es un pore "omre### So mos neciosQA

Tal se nos muestra en sus l íneas generales el Taoísmo ant iguo, que,ciertamente, t iene mu! poco en com/n con las posteriores degeneracionesmágicas que lo inundaron ! acaaron por a"ogarlo cuando aqu*l las sea liaron con las superst ic iones populares # ;stas , cuando no pod ían



encontrar acogida en e l Con 'ucian ismo, estaan en con tacto con e lTaoísmo, por lo mismo que *ste, desde sus comien(os, 'ue penetrado por el sentimiento de lo maravil loso ! de lo sorenatural, que no de)amos deadvert ir tampoco en sus principales maestros , !, en tanto, se estaaelaorando en los amientes ! escuelas taoístas la doctrina del s"en ! delp1o, del alma celeste ! del alma terrestre, de la racional ! de la vegetativa,sore la cual se apo!an las más extra0as pretensiones de las práct icas

mágicas ! superst ic iosas poster iores# & así se inst igó a los crí t icos delTaoísmo para que pusieran en r idículo las asurdas a' i rmaciones ! lasevidentemen te c"a rlatanescas degenerac iones, que rindaan laoportun idad de exp la!arse a sus anc"as ! aun de conquis tar 'uer(a !rique(a a los verdaderos emusteros ! emrollones, que tanto pulularon entiempos del emperador 8u, de la dinastía 6an# ;ste, como !a se "a dic"o,'ue enga0ado por una muc"edumre de pretendidos ! astutos ru)os, quese )actaan de "aer 'undido en sus alamiques un oro tan puro, que conservi rse de * l en los usos dom*s ticos podría p ro longarse la v ida, onarraan sus pel igrosos v ia )es a is las remotas ! sus ascensiones a lascumres más a l tas de las monta0as sagradas, en donde, )unto con losseveros conse)os de los inmortales, les 'ue comunicada la 'órmula secretacapa( de l i rar de la muerte a las cr ia turas, ! tan dominado estuvo e lemperador por ellos, que no titueó en matar a su propio "i)o siguiendo lasinstigaciones de tales emaucadores# Pero nadie podrá ac"acar la culpa deestas aerraciones a ao-t(e ! sus discípulos inmediatos# Eso sería, por lomenos, tan in)usto como atriuir a Cristo las culpas "arto 'recuentes de laIglesia de =oma, o a $uda, las groseras ru)erías del Tantrismo o el vacíoceremonial de la iglesia amaís tica# Cuando examinamos e l carácter originario de la doctrina, encontramos un concepto de la vida, que no dudoen proclamar como superior a l con'uciano, ! que ien poco cont iene que

pueda estar en aso lu ta ant ítes is con nues tra p ropia men ta li dadoccidental# En e'ecto, el Taoísmo "ala más a la mente que al cora(ón< esuna re l ig ión, como la de $uda, acces i le só lo a los espír i tus cu l tos !educados# 9o quiere la ' ides qua c redi tu r, s ino la inves tigación ! lailuminación# 4nte todo, el conocimiento del Tao, que sólo se alcan(a con elestudio, la contemplación ! el recogimiento< despu*s nos correspondemodelar nuestra conducta seg/n las verdades que se nos "an revelado#Per'ecta coordinación, pues, de c iencia ! práct ica+ entender es para eltaoísta la ase del "acer# a ' i loso'ía inv iste al "omre ! le in'orma detodos los aspectos de la v ida# Conviene que detengamos la atención eneste aspecto del Taoísmo, que es casi su característica 'undamental, ! lo

que t iene de com/n con o tras rel ig iones del 3rien te , e l $ud ismo por e )emp lo # Como es saido , *stas son a l m ismo t iempo rel igiones !'iloso'ías, ! una ! otra cosa están tan íntimamente unidas ! 'undidas, que a )uicio de los estudiosos occidentales no se sae nunca discernir cuál de losdos aspectos es el que prevalece# Proalemente, ninguno de los dos, por cuanto seme)antes religiones se apo!an sore concepciones que son, en el'ondo , "ar to d is tintas a las nuest ras, aparte de que los l ím ites ent re'i loso'ía ! rel igión no son tan claramente distinguiles en el pensamientodel oriental como entre nosotros# Pero eso no impide que la ciencia sirva ala 'e, como ocurrió en nuestro 7edievo ! por lo que su'rió el =enacimientocon sus mártires ! sus audaces reeliones# Ciencia ! 'e pueden actuar en

3riente al unísono< ! puede demostrarlo el "ec"o de que tanto C"ina comola India no "an conocido, salvo contados casos, esas persecuc ionesre lig iosas con las que otras iglesias se manc"aron de sangre# 4partemotivos más pro'undos que corresponden a una mentalidad distinta ! a una



diversa concepción de la rel igión por parte de los puelos orientales, "a!un "ec"o importante que no se puede olvidar# .ic"os sistemas rel igiosos,como el Taoísmo ! el $udismo , no son revelaciones d e un ser divino veni doal mundo para predicar una verdad de salvación que se contrapone por suorigen sagrado a la ciencia de los "omres, sino simples doctrinas dictadaspor ' il óso'os ! sa ios, l os cua les pa rten del supuesto, 'ác ilmenteexperimentale, a!Q, de que la 6umanidad, por lo regular, por su propia

cu lpa, es incapa( de encaminarse por las v ías de l ien, ! por eso seresuelven a uscar para sí mismos ! para sus seme)antes una posii l idadde me)oramiento ! un medio de l ierac ión# 7edio de l ierac ión que nopuede ser otro que una ciencia, esto es< la ciencia del alma "umana ! de larea l naturale(a de este mundo en que v iv imos ! de las causas queprovocan nuest ro dolor ! nuest ra in'el ic idad # E l ' in del "omre es laeatitud, ! esta eatitud sólo se podrá conseguir cuando la ciencia que se"a logrado l legue a trocarse en norma de v ida de nuestra conducta+ esdecir , que se l leve a la práct ica# Por lo tanto, e l summum onum, o, enotras palaras, la 'el ic idad, no es !a una prolemática gracia divina ni el'avor de un dios aplacado por nuestras plegarias ! nuestros sacri ' ic ios,sino exclusiva ora nuestra, el 'ruto de nuestra saiduría# El "omre quepor su propia culpa "a caído en el su'rimiento se redime por sí mismo conlas 'uer(as /n icas de su ra(ón ! de su vo lun tad # 9o se d iga que e lTaoísmo, en / l timo anál is is, es talece e l suic id io del espíri tu, por asídec i r lo # 9i más n i menos que en e l $udismo, la v ía de la sa lvac ión eslarga< la ciencia es la ase de nuestras edi' icaciones espiri tuales# Sin el la,no se podrá nunca alcan(ar la intu ic ión, porque solamente despu*s de"aer ra(onado ! discutido sore las mani'estaciones 'ragmentarias, sorelas apariencias e'ímeras ! materia les, sore re' le )os, en suma, del Tao,podrá ! deerá e l esp ír itu aca llar ! adorar, s in tiendo que todas las

palaras serían incapaces de decir esa suprema entidad que es el universo! más que el universo# & esta eat i tud a que los "omres "an aspiradosiempre ! que todas las rel igiones "an prometido a sus 'ieles,' recuen temente a cos ta de mar ti rios o de macerac iones penosas , e lTaoísmo no la pone en un ultratuma misterioso, en prolemáticos CamposElíseos en donde las almas, l ires de los cuerpos, viven al lado de su diosuna eterna 'el ic idad# Como podemos ver, esto es 'antasía de poetas, 'rutodel pro'undo te rro r que la 6uman ida d "a sent ido sie mpre por e laniquilamiento ! que la l levó a crearse estas i lusiones de inmortal idad, encompensación por su e ' ímera ! t ransi tor ia exis tenc ia # a l ierac ión eslieración de las pasiones ! del mal+ por eso es cosa de este mundo, ! por

conseguir lo más pronto posile, en este reve curso de a0os que nos "aas ignado e l dest ino# & co inc ide con la t ranqui l idad de espír i tu - con laáá0á*á , podríamos decir , tomando en pr*stamo la palara a Epicuro,cu!o s is tema t iene tan tas ana logías con el pensamien to tao ís ta - ,tranquilidad de espíritu que es la /nica ! la suma 'elicidad deseale para elsaio#

.e igual 'orma que ao-t(e de'inió la virtud como una no-virtud, es decir,una v ir tud que no está dentro de los esquemas *t icos de los moral is tasusuales , así sus d iscípu los, C"uang- t(e ent re e llos , a 'i rman que la'el ic idad del taoísta no es ninguna de esas 'el ic idades que los "omres se

'ingen ! desean# Na rique(aO Es un ien extrínseco ! 'rágil, 'atuo, como elcapric"o de la 'ortuna# Causa de cont inuos traa)os del espír i tu ! de unasiduo desgaste del cuerpo, "asta que no se "a conseguido+ 'uente deeno)osas preocupaciones, cuando se la posee, por el deseo de aumentarla



! e l temor de perder la # E l sa io , pues, no sae qu* "acer con e l oro ,porque el oro está en su espíritu, ! como no conoce deseos, su rique(a notiene 'in# N6onores ! poderO 9o otra cosa que palaras ! promesas vanascon las que se complacen las almas vulgares, tr iun'os e'ímeros a los que,por lo regular, sucede la caída ! que no es raro que cuesten la vida# NalongevidadO Es cosa que depende del destino ! no de nosotros+ !, por lodemás, es locura desearla cuando se vive, como los más de los "omres

viven, gastando sus energías de mi l modos !, por lo tanto, apresurandoinevitalemente la muerte# Na 'amaO NHu* ut i lidad podrá acarrearnoscuando !a no seamosO Por lo demás , la 'ama in te resa más a cuan to"acemos que a nosotros mismos, pues a)o el ala del t iempo, que todo lodevora, ien pocos "a! cu!o nomre al revisar cualquier siglo no sea másque una curiosidad "istór ica# >Cuatro son las cosas por las que no t ienepa( la gente - dice &ang-c"u, un ' i lóso'o taoísta, que sostiene puntos devista algo personales !, por lo tanto, "eterodoxos-, a saer< la longevidad,la 'ama, la dignidad, la rique(a# Huien posee el deseo de estas cosas temea muertos ! vivos, príncipes ! castigos, ! no tiene un minuto de pa(# NPeroqui*n que no se reele contra el curso natural de las cosas puede desear vi vi r l argo t iempoO Huienes no t ienen en cuen ta l os "onores no sepreocupan de la 'ama# Huienes no t ienen amic ión de poder no uscancargos p/licos# Huienes no saen qu* "acer con la rique(a no acumulanoro # Solamente *stos se puede dec ir que v iven seg/n las naturalesinclinaciones# 9o "a! quienes les igualen en esta vida, puesto que regulanla su!a internamenteA#

9o se diga que de esta manera se quiere suprimir la emulación de nolesamic iones que ponen en evidencia el valor real de los competidores !permiten esa selección de las 'uer(as me)ores sin la que no sería posilela v ida soc ia l # NPara qu* o )e ta e l taoís ta a 'anarse por superar a los

demás, ir adelante a cualquier costa, >arriarA, como "o! se dice, cuandotodo se convier te en per )u ic io de los m ismos ind ividuos , quienes ,arrastrados por el orgullo o por las amiciones, acaan por vivir una vidade continuas aprensiones ! ansias, en con traste completo con el ideal deserena act iv idad deseado por e l tao ís ta , ! a limentan las tendenc iasegoístas que tan 'atalmente perniciosas son tanto para el los como para lacolectividadO

El verdadero m*r i to - es cuest ión de t iempo - no puede de )ar de ser reconoc ido# E l mismo orden de las cosas así lo ex ige, ! no "a! 'uer(a"umana que lo impida# Huien con in t r igas o v io lenc ias "a ocupado un

puesto que no le pertenece, deerá en día más o menos próximo retirarseante el más merecedor, aunque *ste nada pida ni nada quiera# El saio -dice ao-t(e - podrá vivir en la somra, ignorado por todos, "umildementesometido, ser considerado un "omre menos que mediocre+ pero "o! oma0ana, de un modo 'atal, deerá imponerse de'init ivamente ! preceder atodos#

BCap# LV# >Todo el mundo me dice que so! un grande "omre, aunquepare(co persona carente de m*ritos+ pero precisamente porque so! grande,pare(co persona carente de m*ritos# Por el contrario, quien parece nole,es "arto mediocre#

A BCap# VW# >9ada "a! en el mundo más leve que el agua+ pero tampoco"a! cosa, por dura ! 'uerte que sea, que pueda resistirla# o tierno vence alo duro+ lo d*il vence a lo 'uerte#



A 9o contender, s ino de)ar "acer# El verdadero tesoro que el saio no secansa de amicionar está en nosotros mismos, ! consiste en sentirse ! ser superior a todo el en'ermi(o mundo de deseos ! pasiones quein 'a l i lemente engendran angust ias ! dolores para nosotros, poresmortales, vanamente i lusionados con poder l legar por el los a una 'el ic idadque tanto más se ale )a cuanto más, creemos "aerla a lcan(ado# ;ste -como !a se "a dic"o - es el punto culminante de toda la doctrina taoísta#

Hue no por eso reniega de la v ida+ antes ien, desea el goce más pleno,porque es natura l, ese sano ! regu lado desarro l lo de todas nuestrasact ividades ' ísicas ! mentales que cuadran ! coinciden con las le!esuniversa les # .e aquí esa superioridad serena que caracter i(a a l sa iotao ís ta + que vi ve en este mundo, desempe0a ent re sus i nqu ie tosseme)antes las 'unciones más "umildes o los o'icios más importantes conigual natural idad, s in perder la calma, esa pa( sonriente que la p inturac"ina, por mano de sus maestros, "a saido representar tan ien en susc*leres cuadros inspirados en asuntos taoístas#

4sí considerado, resu lta evidente la super ior idad de l Taoísmo sore

muc"as otras 'ormas rel igiosas# 9o conoce la asurda teoría respecto delugares de eat i tud ! pena eterna que arro )an una dudosa lu( sore lapretendida )usticia del dios de las gentes# 9o "a! ninguna relación entre la revedad de la v ida "umana ! la e te rn idad del p remio o del cas tigo #C uá nto más agu do ! r aciona l es el $ud ism o, que , r econo ciend o )ustamente que no "a! ning/n "omre tan malo que no "a!a "ec"o alg/nien ! n inguno tan ueno que no "a!a comet ido o pensado a lg/n mal ,concie la teoría del 5arma, que es maduración en destinos 'uturos de loque a"ora se reali(a, ! al mismo tiempo, liertad de determinaciónQ

os ant iguos doctores taoístas, que son los más ' i lóso'os entre los'undadores de rel ig iones, ignoran por completo esta v ida ul traterrena enque se descuenta el mal ! se go(a del ien real i(ado en la t ierra# Paraellos, como !a se "a dic"o, la personalidad "umana acaa en la muerte# ElTaoísmo posterior sí t iene su in'ierno ! su paraíso< el primero, pintado enmiles de compilaciones piísimas con tan negros colores, que nada tienenque envidiar a nuestras visiones medievales+ el segundo, imaginado comol a cel este asam lea de l os in mor tale s# Pero * stos so n a0 adi dosposteriores, deidos, sin duda, al in'lu)o que por tanto t iempo e)erció soreel Taoísmo el $udismo, introducido en C"ina, como se sae, en el siglo Idespu*s de Cristo, s i no antes# 4 mi parecer, no es magro indic io de lasuperioridad del Taoísmo el "ec"o de que no admita ning/n dios personal#

Tiene una idea demasiado pura ! pro'unda de lo divino como para con'inar en los angostos l ímites de una pro!ección de nuestro imper'ecto !o, e lin'inito e ine'ale misterio que el espíritu puede tácitamente adorar, peroque la ra(ón no podrá nunca anatomi(ar#

NSe puede decir por eso que el Taoísmo es pura ! s imple ' i loso'ía másien que una rel ig iónO 4caso sea verdad, pero sólo "asta c ierto punto+pues si comen(ó por una indagación 'ilosó'ica, acaa por ser algo más queuna s imple especulac ión teor* tica # os p resupues tos ' ilosó' icos delTao ísmo no sólo s irven para sat is 'acer la inago tale cur iosidad delintelecto "umano, sino para l irar a nuestra alma de todo lo que es 'also !vano ! para "acer pos i le a nuest ro esp ír itu la serena ea ti tud, queconstitu!e la an"elada meta de todas las escuelas#

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