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san José 235 Pueblo Libre - Lima retf.: 51--( 0)1-463 -51,29

LIBRO ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTE. PADRE JOSE IGNACIO ALEMANI GRAU

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san José 235 Pueblo Libre - Lima retf.: 51--( 0)1-463 -51,29

José lgnqcio Alemony GrouObispo

DEDICATORIA

A los enferrnos de "Evangelízación Siempre"A ustedes los tenemos inscritos en nuestro "Libro de Oro"porque son nuestro tesoro escondido.Son los prin'leros de nuestro movimiento porque vancargando con la cruz,y al ofrecer sus dolores por la lglesiay de rnanera especial por Evangelización Síempr€, nosestán regalando lo mejor de ustedes mismos, el amor yla fe con que llevan su cruz.Para animarlos en su lecho de dolorl les dedico este librito.Estoy r.güro de que les va a ayudar a ustedes y tambiéna otros enfermos y personas ancianas que tengan laoportunidad de leerlo, para vivir con paz y alegría su

enfermedad.Quiero que sepan que ustedes están con Jesús y Jesús

está con ustedes de una manera muy especial:iComo grandes amigos!

José lgnacio, Obíspo

INTRODUCCION

En la cama del enfermo está Jesús-

El título del librito,que es una frase del Señor, "Estuve

enfermo y me visitaste", nos ofrece un horizonte mara-

villoso y consolador para enfermos y sanos:

iEstás enfermo?- Compórtate como lo haría Jesús, que está dentro de ti,

enriqueciéndote y compartiendo tu enfermedad-

iEstá enferma una persona a la que quieres mucho?

- Cuídala con tanto amor como cuidarías al mismo Je-

sús, porque la fe te dice que, a pe,sar de todas las limita-

cion€s, en esa cama está Jesús. ¡¡El está ahí!!

Jesús lo ha dicho y ofrece la mayor recomPensa a quien

lo atiende y cuida en la enfermedad.

Ésta es la promesa que Jesús ha hecho hablando del jui-

cio final, a quienes visitaron a los enfermos:.,Ven, bendito de mi Padre, a poseer el Reino que te

tengo preparado desde siempre... Porque estuve enfer-

mo y me visitaste".Los enfermos son la gran "cantera" de la lglesia y de :

toda la humanidad-Ellos son, €ñ efecto:- Pararrayos de la justicia divina'- Fuente de gracias Y santidad'- Medio de santificación personal que los enriquece para

ser felices eternamente.La déb¡l condición humana nos lleva a la enfermedad y

a la muerte, pero la fe nos ayuda a vivir en la esPeranza

porque Jesús es la resurrección y la vida.

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I. TU ERE$ UN TESOROEn nuestra sociedad, para los que tienen poder y dínero,lo que no produce, no sirve.Una máquin,a que no tiene arreglo se bota.Algo que pasó de moda se desecha.lncluso a una persona que no produce se la margina.No piensan que desgraciadamente un día los margina-rán también a ellos, cuando ya no produzcan ni para supropia empresa.Ellos actúan así porque no tíenen fe.El Evangelio enseña algo muy distínto.Jesús vino a decirnos que el sufrimiento y la cruz son unvalor muy g{'ande.

Que, para seguir a Jesús, hay que cargar con la cruz decada día.En la lglesia hay algo maravilloso:cNo te has fijado cuántos hombres y mujeres que estánen plenitud, se encierran de por vida en los conventospara cuidar ancianos y enfermos que no son ni sus fami-líares ni sus amigos?Son personas rnuy normales, e incluso con el pleno atrac-tívo de la bellezajuvenil, pero han descubierto el valorde los enfermos y renuncian a formar su propio hogarpara servir a esos desconocidos, en los cuales saben queestá el mismo Jesucristo.La Madre Teresa de Calcuta, por ejemplo, fundó una con-gregación de hombres y otra de muieres para que los másenfermos y nlarginados de nuestra sociedad puedan reci-bir consuelo y caríño por lo menos al final de su vida.El deseo de esta santa religiosa era que los hombres "queno vivieron como personas, al menos, puedan morircomo personas".iSabes por qué hay tantos en la lglesia dedicados a en-

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fermos y ancianos?Porque la lglesia es la Esposa de Jesús y, como todo elque ama, ella busca al Amado con ilusíón, con ansiedad.Sabe que un día lo verá cara a cara en el cielo, pero no Iebasta y ansía encontrarlo a diario, ya aquí en la tierra.La fe enseña a la lglesia que el Esposo Jesús está escondi.do en los pobres, ancianos, enfermos y en los más rnar-ginados de la sociedad.Ahora tú estás enfermo y la lglesia busca a Jesús en ti.Además, como buena Madre, quiere que tri tambíéntomes conciencia de esto:Al llevar a Jesús dentro, llevas un tesoro y tú mismo te:

has convertido en un tesoro maravilloso.Por otro lado conviene que tus familiares descubran quetener un enfermo en casa es como tener un sagrario:En el sagrario está Jesús escondido en la Hostia santa.En el enfermo está tambíén el Señor.

Reconoce, hermano, cuánto vales. Eres un tesoro.Eres importante:¡Te necesitamos!

2. LA HORA DE LA TENTACIÓNLos buenos cristianos aceptan la enfermedad y la ofre-cen a Dios. Tienen mucha fe.Sin embargo, siempre serán realidad las palabras de Jesús:"El espíritu está pronto pero la carne es déb¡l".Por eso de una u otra forma llega la hora de la tentación.Para una persona enferma los días se hacen largos y lasnoches eternas.Por un lado está el dolor que impide dormir."Sufro, sufro mucho".Por otra parte la imaginación comienza a maquinar, se

alborota y lo lleva por todas partes, pretendíendo des-

a n írnarlo; cl uizá hasta desesperarlo.He aquí algunos pensamientos que se le pueden ocurrir:- Jesús curaba a muchos, ipor qué no me cura a mí? ZEs

que ya no puede curar?- Hago tanta falta en casa y estoy aquí perdíendo el tiempo.- No sirvo para nada. 5ólo para estorbar y dar trabajo a

los que más me quieren y que tienen tantas cosas quehacer.- No puedo trabajar ni para ganar un poco de plata.Más bien estoy gastando el poco dínero de mis familia-res que están tan ajustados.

Nadie me quiere... ni siento cariño por nadie.- Me dejan solo todo el día.

A veces reniego de mi enfermedad. Ya no puedo más.- Prefiero que Dios me recoj€I...(Antes de sqguir leyendo, piensa con sencillez si, a vecet, se

te ocurren estas cosas u otras parecidas.Te hará bien entrar en tu corazón y meditarlo para encon-trar después la respuesta a tus ínquíetudes.Si, gracias a Dios, llevas con paz la enfermedad, bendice alSeñor y tgue leyendo para fortalecer tu fe.)

3. RESPUESTA A LAS INQUIETUDESTus preguntas, si no tienes fe, no tienen una respuestaque convenza. Por mí parte no tendría que decirte másque esto:iAsí es Ia vida! ¡Qué le vamos a hacer! iTodo pasa! iTenpaciencia! ¡A lo mejor te curas del todo!Pero la fe nos da la respuesta que puede alegrar nuestrocorazón.El Concilio Vatícano Il enseña: "Mientras toda inragína-ción fracasa'ante la muerte, la lglesia, aleccionada por laRevelación divina, afirma que el hombre ha sido creado

por Dios para un destino feliz, situado más allá de las fron-

teras de la miseria terrestre... Ha sido Cristo resucitado el

que ha ganado esta victoria para el hombre, lit>erándolo

de la muerte con su propia muerte..." (CS 1B)'

Desde esa fe que va creciendo en tu cora zÓn de enfermo

(o de ese ser querido cuya vida se apoya en ti) vamos a

aclarar las cosas, respondiendo a algunas de r:stas ideas

que te salen tan espontáneas y casi sin pensar ni quererlas.

l" Jesús curaba, ipor qué no me cura a mí?

Es cierto que Jesús curó a müchos durante su vida (le-

prosos, ciegos, tullidos, etc)'

También ahora muchos se curan milagrosamente.por la fe sabes que Jesús tiene poder y tú puedes pedirle

que te curepídele mucho y pide con fe; a Jesús le gusta que cuentert

con Ér porque eso supone confianza en quien dio la vida

para demostrarnos su amor'... pero ten en cuenta que la

naturaleza hurnana, por su condición limitada, termina

con la muerte.Dios tiene su tiemPo Para cada uno.

De todas formas el tiempo pasa pronto y, aunque tuvie-

ras muchos años de vida, llegaría el fin'

Recuerda que lo importante no es vivir ni ucho ni poco-

Lo que importa es vivir bien y atesorar para el cielo-

En la lglesia hay santos de nueve u once años como

Jacinta y Francisco y ancianos de noventiún años como

San Alfonso María de Ligorio'

2" Me necesitanCiertamente, Peroa ti y a los tuYos.

ellos más que tú.

es parte del sacrificio que Dios te pide

Ten en cuenta que Dios los quiere a

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Haz lo que puedas por aliviar su trabajo y luego confía-los a la Providencia Divina.Déjalos al Señor y no olvides que ellos también se están

santificando con tu enfermedad. Toda enfermedad noes sólo del enfermo; de una u otra forma Ia enfermedades comunitaria y condiciona a la familia entera y todosdeben aprovecharla como un tiempo de gracia.

3o No sirvo para nadaNo es cierto.Dios es nuestro Padre y CÉeador y nos creó a todos conuna misíón en el mundo.Además como buen Padre nos quiere a todos.Quizá no valemos tanto como nuestro orgullo nos hacepensar, pero todos, sanos y enfermos, scrbios o analfabe-tos, con dinero o sin é1, todos servimos. Todos tenemosun lugar propio en el Reino de Dios.Cuando no podemos hacer trabajos en la casa, nuestraserenidad, nuestra paz, nuestros sacrifiqios e incluso lasonrisa que dedicamos a quíenes nos atienden, será unabendición de Dios para ellos.Cuando te van a visitar tú dices a tus amigos:"Recen por mí para que me sane".Está muy bíen.Pero ofréceles tambíén tus oraciones y sacrificios. Diles:"Voy a ofrecer esta enfermedad por t¡... por tushijos...para que encuentre trabajo tu esposo... para quetu híjo se aparte de la droga...."Desde la cama debes ser un intercesor. Es un trabajo muyimportante.Si sabes que rezas por ellos te pedirán muchas oracionesy llenarán tu tiempo.Además te sentirás muy útil. Santamente útil.

B

Recuerda, como te digo antes, que eres un tesoro y un

tesoro siempre sirve- '

4o No puedo hacer nadaNo hagas lo que no Puedes hacer-

Sin embargo no dejes de hacer las pequeñas cosas que te

sean posibles, para ayudarte en la enfermedad y para

ayudar a los demás.

Un día llevé la comunión a un enferrno que estaba en el

hospital. Subí a su habitación y no lo encontré. Eran las

doce del día y él llevaba tres horas animando a otros

enfermos y hablándoles de Dios'

Éf estaba feliz y la señora que le escuchaba en aquel mo-

mento, tenía los ojos clavados en é1, olvidada de su enfer-

medad.Colabora también con tus familiares, con las enferme-

ras, con los médicos-

Tu buen humor y buen carácter será, incluso, una ayuda

para recuperar la salud.

Recuerda lo que dice el Eclesiástico (30,24-25)t.Anímate y alegra tu corazón y echa lejos de ti lantristeza

porque a muchos mató la tri stezay no hay utilidad en ella".

5o Nadie me quiereA veces se te ocurre que nadie te quiere Pero debes dar-

te cuenta de que se trata de una tentación.

Las personas que te están ayudando en tu enfermedad te

quieren mucho y si a veces se cansan e incluso reniegan, es

porque todos somos débiles y podemos cansarnos.

Debes comPl:enderlos.si no te quisieran, no te cuidarían.piensa cuántas cosas hacen por ti cada día y dales siempre las

gracias por cada detalle que tengan contigo.

6" Me dejan sotoTíenes que comprendercon otras ocupaciones yTú aprovecha el tÍempoConversa con Dios, convoción.Lee o recuerda la Palabra de Díos y medítala con paz.Escucha, a ratos, la radio y, si puedes, míra algún progra-rna interesante de televisión que te distraiga.Aprovecha también Para viajar con tu imaginación.El Padre Juan era un franciscano muy inquieto queevan§elizó el norte del perú.Al final de su vida que,có inválido y sólo se mov ilizaba enla silla de ruedas, Pero con mucha fe y buen humor decía:'Ahora

11íajo más que nunca. \á no necesito ni avíones, niómnibus, ni mulas para despl azarme. Mi imaginación melleva Por los lugares más bonitos del mundo e incluso alcíelo a donde espero llegar pronto.Gozo mucho recordando y iesperando!,,Aprovecha tú también los ratos de soledad para unírtemás y más al Señor.

7" Reniego de mi enferrnedadEs muy natural que te pelees con la enfermedad.A nadie le gusta estar enfermo y todos deseamos tenerbuena salud.Antes te 9ecía que la enfermedad puede y debe conver-r. Itrrse en un tesoro para ti.

que los demás deben cumplirtrabajo.Pa ra rezar.Ia Virgen y los Santos de tu de_

Santa Liduvina era una jovencita que a los quince añostenía preparado todo para su matrimonio.Sintió que Jesús le pedía que Ie consagrara su virginidady, dejándolo todo se entre gó a Jesús para siempre encuerpo y alma.Unos días rnás tarde se cayó y se hizo una herida muydolorosa en el pecho.Estuvo cuarenta años enfermer, sin levantarse de la carna.Mirando el Crucifijo, recobraba siempre las fuerzas paramantener la paz.Aquella cruz la santificó.Tú también contempla el Cru cifijo y estrechándolo, en-tre tus rnanos con amor, pídele paciencia y valentía.

Eso los hará más felices a tí y a ellos.Por otro lado sabes que Dios es tu Padr€, techo y te cuida siempre.Lo conversaremos en otro momento.

quiere mu-

8" Que Dios me recojaS¡ dices que "Dios me recoj€1", no loración.Piensa en el amor que Dios te tieneinfinita.A Dios se le puede pedir todo peropués de serenar tu corazón.Tú sabes que el otoño es el tiempo de la cosecha.Los campesinos se ponen muy felices cuando ven que lle-ga el tiempo de recoger los frutos del campo.Cuanto más cosechan, más felices se síenten. Es el frutode su trabajo.Si tienes una enfermedad grave o estás muy ancianito,puede ser que se acerque el tiempo de entregar a Dios lacosecha de tu vida.Jesús en el Evangelio enseña que, cuando darnos fruto,glorificamos al Padre Dios y nos enriquecemos nosotrosmismos.Un día verás cuánto te enriqueció cada minuto de enfer-

hagas con desespe-

y en su Providencia

hazlo con paz, des-

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medad.Piensa que eso te hará feliz eternamente.Por eso, cuando desees que Díos te recoja, añade tam-bíén con mucho, muchísimo amor:"Padre, que no se haga mi voluntad sino la tuya".O como has repetido tantas veces en tu vida:"Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo".

4. DIOSTEAMAATI CON UN AMORMUY ESPE-CIAL

Dios te quiere mucho.5í, a tí.Y sí además eres bueno y tíenes tu corazón limpío detodo pecado, tíene un amor todavía más grande hacia tiporque te parec€s a su Hijo Jesús, cuando estaba en lacruz dando vida.De todas maneras, si estás en pecado, Jesús también tetiene un amor muy especial.No lo invento yo. Lo dijo É1.

Escucha:"No he venido por los justos sino por los pecadores...No necesitan del rnédico los sanos sino los enfermos".Jesús ha venido al mundo de una manera especial por losgrandes pecadores. Recuerda el viernes santo. Jesús va amorir. Junto a Ét e.stá crucificado un pecador que ha come-tido muchos crímenes. El mismo ladrón lo reconoce:"Lo nuestro (la crucifixión) es justo porque recibimos elpago de lo que hicirnos..."Entonces se arrepiente y le hace una súplíca al Señor:'Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino".sólo dice esa frase y Jesús le regala el cielo:"Hoy estarás conmigo en el paraíso" . .

Sí estás en pecado , haz un acto de contricíón sincero,

pidiendo a Dios perdón por todos los pecados de tuvida.Luego pide a los tuyos que cuanto antes te traigan unsacerdote y confiésate.Estarás muy feliz al ver que has hecho las paces con Dios.Es bueno que además de estas ideas medites despacitoestas palabras de Ia Biblia.Medítalas ante un Crucifijo, para entenderlas mejor.El Señor las ha dicho hace mucho tiempo y las sigue repi-tiendo para que sepamos cuánto nos ama.

"Con amor eterno te he amado: por eso he reservadogracia para ti". (J r 31 ,3 b)

"Llámarne y te responderé y mostraré cosas grand€s,inaccesibles, que desconocías... he aquí que yo les apor-to su alivio y su rnedicina. Los curaréy les descubriré unacorona de pazy seguridad". (Jr 33,3.6)- "siervo mío eres tú, te he escogido y no te he recha za-do. No temas que contigo estoy yo; no receles, que yosoy tu Dios. Yo te he robustecido y te he ayudado, y tetengo asido con mi diestra justiciera". (ls 41 ,9b-1 0)

"He aquí a mi siervo a quien yo sostengo, mi eleg¡doen quien se cornplace mi alma". (ls 42,1)

"No temas yo te he rescatado, te he llamado por tunombr€, tú eres mío. Si pasas por las aguErs, yo estoycontigo, si por los ríos, no'te anegarán, sí andas por el

fuego no te quemarás, ni la llama prenderá en ti. Porqueyo soy el Señor, tu Dios, €l Santo de lsrael, tu salvador...dado que eres precioso a mis ojos, eres estimado y yo teamo". (ls 43, 1b-3a.4a)- "¿Acaso olvida una muier a su niño de pecho, sin corn-padecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ésas Ile-gasen a olvidar yo no te olvido". (ls 49,15)- "Te has acordado de mí, Dios mío, y no has abandona-

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do a los que te aman". (Dn 14,38)"El que os toca a vosotros a la niña de mis ojos toca".

(Zac 2,12b)aa t---En paz me acuesto y en seguída me duermo, porque

tú solo, Señor, me haces vivír tranquilo". (Sal 4,9)"Espera en el Señor, esfuérzate, ten valor y firme tu

corazón, espera en el Señor"--(Sal2Z,14)- " En ti Señor me cobíjo. . . sé para mí una roca de refu-gio... mi destino está en tus manos, líbrame... que turostro resplandezca sobre tu siervo isálvame por tuamor!... bendito sea el Señor, Ét me mostró su arnor enel momento del pelígro". (Ver 5al 3l)

"En ti se cobija mi alma, a la sombra de tus alas merefugio". (Sal 57,2b)"Hijo mío si caes enfermo no te ímpacientes, ruega al

Señor y Ét te sanará". (Eclo 38,9)Recuerda también cómo decía Jesús que debemos fíar-nos de Ia Providencia Divina:"No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréís,ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale másla vida que el alimrento y el cuerpo que el vestido?Mirad las aves del cielo: no siembran ni cosechan, nirecogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta.¿No valéis vosotros más que ellas?". (Mt 6,25-26)

5. LAS CURACIONES EN LA BIBLIAEn la Biblia hay multitud de curaciones mílagrosas tantoen el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Recuerdaalguna:- María, la hermana de Moisés, murmuró contra é1. Diosla castÍgó con Ia lepra.Moisés rezó por ella con esta herrnosa oración, tan sim-ple y confiada:

"Cúrala, por favor". (Nm 12,1 3)Dios escuchó en seguida la oración del santo Moisés peroquiso que, para escarmíento de ella, se retrasara ochodías su curación.- También Naamán era leproso y el profeta Elíseo lo curóhaciendo que se bañara siete veces en el río Jordán. (Ver2R 5,10)Por su parte Jesús curaba todos los enfermos que le traían.Curaba su cuerpo y su alma.

Recuerda a la hija de la cananea.5u madre venía gritando. Jesús se hizo de rogar paraprobar su fe pero ella seguía pidiendo hasta que Jesús,

conmovido, le dijo:"Mujer grande es tu fe, que te suceda como deseas".(Mt 15,28)- La hemorroísa se curó con sólo tocar la orla del mantodel Señor. (Ver Lc B,44ss)- Bartimeo, con sus gritos confiados, le arrancó a Jesús el

milagro de recuperar la vista. (Ver Mc 10.46ss)- El centurión pidió la curación de su siervo.Jesús le dijo que iría a su casa. ,

Para no comprometer a Jesús, porque la ley prohibíaentrar en la casa de paganos, el centurión Ie dijo:Basta que digas una palabra porque a ti las enfermeda-des te obedecen, como obedecen rnis órdenes los ciensoldados que tengo a mi cargo. Si tú mandas se curarámi siervo.Jesús, admírado, dijo:"En lsrael no he encontrado una fe tan grande"curó desde lejos al siervo (ver Mt B,sss).

Pero aunque estos milagros son muy grandes,hay otros que llaman más la atención yresurrecciones en las que manifestó su po,Cer

. Y Jesús

todavíason Ias

sobre la

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enfermedad y la muerte. Recordemos.- Un día salió un cortejo fúnebre de la ciudad de Naím:Una viuda iba llorando detrás del cajón en que llevabana su hijo único.Jesús se compadeció y dijo acercándose al muerto:'Joven, a ti te ciígo: Levántate".EI muchacho resucitó (ver Lc 11,15).- Otro día fue a casa de Jairo. Mandó sacar a los quelloraban diciendo que la niña estaba dormida. 5e reíande Ét porque sabían que estaba bien muerta.Jesús la resucitó y todos quedaron admirados (ver Mc5,39ss).

Y aún hay más: el mílagro más grande de la vida deJesús fue la resurrección de Lázaro, un hombre que hacíacuatro días que había muerto. En medio de las lágrimasde todos, también Jesús lloró... Luego se acercó a latumba y gritó:"Lázaro, sal fuera".Y el muerto resucitó (ver Jn 11 ,43-44).iCuánta alegría trajo Jesús con sus milagros!Pero Jesús ante todo tenía que demostrar con su poderque era el Salvador del mundo.Jesús hoy sigue teniendo el mismo poder y cuando Iocree conveniente hace milagros también en nuestros días.

Lo único que pide para curar es la fe.Pídele tú también con fe.Pero confíate síempre a su Providencia que tiene sus pla-nes sobre ti. Dile con mucho amor:- Ya sé que puedes curarm€... cúram por favot'... peroque se haga tu voluntad y no la mía.Díselo muchas veces con paz.

6. ELVALOR DTVINO DEL DOLOR

EI día 24 de enero de 1998 Juan Pablo II dijo a los enfer-mos unas frases muy hermosas que quíero compartircontigo para que las medítes:Queridos hermanos, todo ser humano experirnenta, deuna forma u otra, el dolor y el sufrimiento en Ia propiavida y no puede menos que interrogarse sobre el mismo.

*EI dolor es un místerío, muchas veces inescrutable parala razón.Forma parte del misterio de la persona hurnana, quesólo se esclarece en Jesucrísto, quien revela al hombre supropia identidad.5ólo desde Jesús podemos encontrar el sentído a todolo humano...EI hombre percibe la respuesta salvífíca del sufrimientoen la medida que participa de los sufrimientos de Cristo.La respuesta que llega rnediante esta participación es...una llamada: "síguem€", "ven", toma parte con tu sufri-miento en esta obra de salvación del mundo que se rea-liza a.través de mi sufrimiento. Por medio de mi crl)Z.Éste es el verdadero sentido y el valor del sufrimiento,de los dolores corporales, morales y espirítuales.Ésta es la buena noticia que les quiero comunicar.A la pregunta hurnana, el Señor responde con una lla-mada, con una vocación especial que, como tal, tiene su

base en el amor.Cristo no llega hasta nosotros con explicaciones y razo-nes para tranquilizarnos o para alienarnos.Mas bien viene a decirnos: Vengan conmigo. Síganmeen el camino de la cruz. La cru z es sufrímiento. "Todo elque quiera seguirme niéguese a sí mismo, cdrgue con su

cru z y sígame" (Lc 9,23).Jesucristo ha tomado Ia delantera en el camíno de lacruz: Él ha sufrído primero. No nos empuja al sufrimíen-

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to sino que lo comparte con nosotros y quiere que ten-gamos vida y la tengamos en abundancia (ver Jn 10,10).El sufrimiento se transforma cuando experimentamos ennosotros la cercanía y la solidaridad del Dios vivo: "yosé que mi Redentor vive y al fin... yo veré a Diosl' (Job19,25-26).Con esa certez¿t se adquiere la paz interíor y de esa ale-gría espiritual, sosegada y profunda que brota del "Evan-gelio del sufrínriento" se adquiere la concíencia de lagrand eza y dignidad del hombre que sufre generosamen-te y ofrece su dolor "como hostia viva, consagrada yagradable a Dios" (Rm 12,1).Así, el que sufre ya no es una carga para los otros, sinoque contribuye a la salvación de los demás con su sufri-miento...La dimensión cristiana del sufrimiento no se reduce sólo asu significado profundo y a su carácter redentor. El dolorIlama al amor, es decir, ha de generar solidaridad, entrega,generosidad en los que sufren y en los que se sienten lla-mados a acompañarlos y a ayudarlos en sus penas...Amados herrnanos y hermanas, en los momentos durosde nuestra vida personal, familiar o social, las palabrasde Jesús nos a)'udan en la prueba:"Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz: sinembargo no se haga como yo quiero sino como quierestú" (Mt 26,39).El pobre que sufre encuentra en la fe la fuerza de Cristoque le dice por boca de Pablo:"Te basta mi gracia" (2Co 12,9),No se pierde ningún sufrimiento, ningún dolor cae ensaco roto: Dios lo recibe todo como acogió el sacrificiode su hijo Jesucristo.

7. LOS REGALOS DE DIOS PARA EL ENFERMOToma conciencia de que Jesús va cargando la crr)zcontigo...y tú con É1.

Tú llevas la cruz de Jesús y Ét lleva la tuya.Jesús díjo: "EI que quiera venir conmigo que tome sucruz de cada día y que me siga".Es muy duro cargar la cruz pero es mucho peor tlevarlasolo o Ilevarla renegando.Lo mismo que'Simón ciríneo ayudó a Jesús a llevar Iacruz hasta el Calvario, ahora el mismo Jesús quiere ayu-darte a cargar la tuya.No vayas solo.Todo dolor compartído con un amigo cambia las cosas.Precisamente, para ayudarte, te ha regalado unos mediosextraordinarios que debes aprovechar en tu enfermedad.Son los sacramentos de la Reconciliación, Víático y Un-ción de los enfermos.Hablemos brevemente de ellos y pídelos con tiempo parapoder recibirlos con fervor.

l" La Reconciliación '

Emplea tu tiempo en recordar todos tus pecados.Haz un buen examen de conciencía luego píde que lla-men al sacerdote.Confiesa tus culpas, pide perdón, recibe con fe la abso-l,ución y caminarás feliz de la mano de Jesús.El purificará tu corazón y hará maravillas en ti.

2" El ViáticoLa Eucaristía se puede recíbir muchas veces cuando unoestá enfermo Pero se llama "viátíco" a la Eucarístía quele llevan a uno cuando tiene una enfermedad grave.El nombre de viático quiere decír que Jesús víene como

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"compañero de camino'r.En la Tradición de la lglesia se daba mucha importancia a

la procesión que se hacía para llevar el Santísimo a losenfermos.Todó el pueblo acompañaba al sacerdote que iba, bajopalio, entre las velas prendidas y los cantos de los fieles,casa por casa,'visitando a los enfermos.Ahora no es tan fácil hacerlo solemnemente, pero lomás importante sigue siendo realidad:Jesús, en el Santísimo Sacramento, como Dios y hombreverdadero, presente en la Hostia Santa, visita a los en-fermos.Cuando puedEs, comulga.Recibe a Jesús con fervor.Conversa con Él largamente y con paz Olvídate en esos

momentos de todos y de todo.Cuéntale tus cosas a Jesús.

Es el momento más importante del día.Sí estás en un sitio donde hay capellán, pídele la comu-nión a diario.Ver.ás c§mo la compañía de tu mejor amigo te llena deconsuelo y de paz.

3o La Unción de Ios enfermosEs un sacramento especial para pedir la salud a Dios.El sacerdote unge la frente y las manos con el "óleo delos enfermos" que es un aceite bendecido por el Obispoel día de Jueves Santo y que luego se lleva a todas las

parroquias.Míentras se unge al enfermo dice:"Por esta santa Unción y por su bondadosa misericordiate ayude el Señor con la gracia del Espírítu Santo".Ar,nén."Para que, libre de tus pecados, te conceda la salvación

y te conforte en tu enfermedad". Amén.No retrases el sacramento de la Unción de los enfermos.Algunos lo retrasan e incluso le tienen miedo. No se dancuenta de que se trata de un sacramento fruto del amorde Jesús Redentor.Su finalidad es devolverte la salud física, si te conviene, ydarte la fortaleza espiritual que necesítas en la enferme-dad.Jesús quiere hacerte fuerte en los momentos difíciles ysobre todo al fínal de la vida.

La Comunión espiritualCuando puedas, recibe la comuníón sacramentalmente,pero hay otra que se llama "Comunión espiritual".Es un deseo muy grande de recibir a Jesús. Es un acto ,Ce

amor a Jesús sacramentado.Eso Io puedes hacer muchas veces al día y te conseguirámuchas bendiciones del Señor.La Comunión esPiritual Ia puedes hacer de muchas nra-neras.San Alfónso nos enseña ésta:"Oh Jesús mío, creo que estás presente en el SantísimoSacramento. Te amo sobre todas tas cosas y deseo reci-birte en mi alrna. Ya que ahora no puedo hacerlosacramentalmente, ven al rnenos espiritualmente a micorazón. Como si ya hubieses venído, te abra zo y meuno todo a ti. No Permitas, Señor, que vuelva jamás aabandonarte".O haz esta otra más corta:'Jesús te amo. Creo que estás en la Hostía Santa. Te nercesíto. Ven esPiritualmente a mí cora zón ¡Gracias! Queni,¡nca me separe de tí".

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8. LA VOLUNTAD DE DIOSLo más importante que tenemos es nuestra voluntad.Con ella amarnos y con ella podemos hacer la voluntadde Dios.Precisamente todo el camino de la perfección consisteen hacer la voluntad de Dios Padf€, como lo hizo Jesús

cuando estaba en este mundo.5i en estos momentos Dios ha dispuesto tu enfermedad,en ella tienes un medio insuperable para ser santo.Aprovecha este tiempo de gracia.Cuando todo va bíen, es fácil aceptar la voluntad deDíos, pero cuando las cosas se ponen feas, todo cambia.Pero es precisamente entonces cuando se conoce quié-nes son las personas de fe que aman a Dios de verdad.Desde ahora repite muchas veces:"H ágase tu voluntad en la tierra"."H ágase tu voluntad y no la mía".Señor, yo quiero lo que tú quieres.Cuando uno acepta así la voluntad de Dios puede repe-tir lo que decía San Pablo:"Estoy lleno de consuelo y sobreabundo d e gozo en to-das nuestra tribulaciones" (2Co 7 ,4). '

9. ACTITUD DE SAGRARIOReaviva tu fe, hermano.Cada uno de nosotros somos un templo del Espíritu San-

to, por la gracia que recibimos en el Bautismo. Esto quie-re decir que Dios vive en nosotros.Pero el enferrno es alguien muy especial.Jesús mismo dijo qug todo lo que hagamos a un enfer-mo se lo hacemos a El mismo.Recibe con paz la voluntad del Señor y piensa que lollevas dentro;de tu corazón. Es el "tesoro escondidó" a

los ojos del cuerpo pero muy visible para el alma.

Dios está contigo. No te deja solo ni un momento.Tú tienes lo más grande que existe en el cielo y en latierra. Tú tienes a Dios.Adóralo, háblale, aprovecha su compañía.Adopta una actítud consciente. Piensa:Soy un sagrario de Dios, con heridas, operaciones, in-movilidad...Soy un sagrarío para los demás y quiero que encuentrena Jesús en mí.Me esforzaré por cuidar mí cuerpo y mi alma, lo mismoque la lglesia cuida de que los sagrarios estén bien, por-que dentro guardan a Jesús eucaristía.

IO. SANTTFICADO POR LA ENFERMEDADYa te das cuenta de que la enfermedad sirve parasantificarse.Así nos enseña la historia de los santos.Algunos vivieron una vida de enfermedades y resultaalentador el conocer la paciencia y el amor con que lasobrellevaron.Otros terminaron su vida con grandes ejemplos para losque convivieron con ellos. Leer sus últímos capítulosayuda mucho a todos. Ojalá puedas leer la vida de esossantos.Anímate a irnitarlos.Te doy unas pinceladas:- San C,erardo vivió toda una vida muy delicada de sa-lud.Los últimos dÍas de sufrimiento y soledad las pasó soloen su habitación.A Ia puerta mandó colocar este letrero:'Aquí se hace Ia voluntad de Dios como Dios quiere yhasta cuando Dios quiera".- Un amigo tenía un cáncer avan zado. Le habían dado

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seis meses de vida. Seguía evangelizando por distintospaíses con el Flosario en la mano y solía decir:"Ya tengo el Lloleto para el cielo. No quiero que nadieme lo quite".- M¡ hermano me escribió desde Áfr¡ca:"La enferrnedad me vino muy bien pues he estado po-cas veces enfermo en mi vida. Ahora desde mi pequeñadolencia creo que he aprendido a comprender y com-padecer más a los que sufren y saber el mérito que tie-nen, sobre todo si lo llevan bíen, y encuentran el cami-no de ofrecer, junto a Jesús, para purificación de sus vi-das y de las de los demás".Es conocido de todos lo que la Biblia cuenta de Job:Era muy feliz. Tenía de todo. Pero Dios lo Probó y lerobaron todo, le mataron a los suyos y una enfermedadrepugnante cubrió su cuerpo. Aquel hombre herido sólotuvo una oración de admirable paciencia:"Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo re-gresaré allí. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó.Bendito sea el nombre del Señor" (ver Job 1,21).

Pide al Señor que te ilumine para aprovechar la enfer-medad como todos éstos lo han hecho.

II. SI ERES MUY ANCIANO"El tiempo vuela".Así se dice y tú sientes que eso mismo te ha pasado a tí.La vída se te escapa.

Ya tienes muchos años.¿Qué puedes hacer?

Me gustaría que meditaras todo lo que digo a los enfer-mos porque tú también llevas la cruz del sufrimiento.Al mismo tiempo, no dejes de hacer, con amor, las cosas

que te permitan las pocas fuerzas que sientes en tu cuer-po cansado. Ayúdate a ti mismo y ayuda a los demás.Y ahora medita con mucha Paz esta comParación:

I

Cada día se va el sol.La despedida suele ser hermosa, porque llena el cielo decolores, arreboles tan bellos que invitan a meditar en lagrand eza de Dios.El sol se va, pero no nos entristecemos, porque sabemosque mañana volverá a " nacer".La "vida" del sol no puede ser más bella que la vida deun hijo de Dios.Medita esa comparación y procura que tu ancianidadsea cada día más bella:Llena de cariño y agradecimiento a quienes te acofnpa-ñan por lo que hacen por tí.

,

Sé un ejemplo de paz y serenidad.Comparte la experiencia que te dieron los años. Ten pre-sente lo que dice el Eclesiástico (25,6): "La corona de losancianos es su rica experiencia y el temor del Señor es sugloria".Sin embargo, no pretendas imponer nada.Ayúdales a ver en ti un ejemplo de alegría, porque, lejosde entristecerte por la muerte, manifiestas el gozo gran-de que te da la fe:Tú también como el sol amanecerás a un nuevo día enlos brazos del Padre Dios.

12. tA CLAVE DE TODO: 1A RESURRECCTÓNAl leer las historias espeluznantes de los mártires quemurieron torturados bajo el régimen de Hitler o del co-munismo, uno se estremece.Son cientos de miles los que murieron por la fe, sólo porel hecho de ser sacerdotes, religiosos o simplemente porser cristíanos.Uno se pregunta cómo puede Dios permitir unas injusti-cias tan terriblesMeditando, también, los sacrificios que se imponían los

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pastorcítos de Fátima, Jacinta y Francisco, y sobre todolos grandes sufrimientos de su última enfermedad, consólo nueve y once años respectivamente, uno piensa iesposible tanto dolor en niños tan pequeños?Leer en el Evangelio el martirio de los niños inocentes,estremece.Nos hacemos muchas preguntas que no tienen respues-

ta...No tienen respuesta hasta que nuestros ojos se cruzancon un Crucil'ijo que nos hace exclamar:iJesús era más inocente que todos ellos!ZPor qu é el Padre Dios permitió que las pasiones huma-nas lo destruyeran en la cruz?

ZNo amaba Dios Padre a Jesús?

El dolor por el dolor y el sufrimiento por el sufrimientono tienen ningún sentido.La muerte no puede ser el fin de las obras maravillosasde Dios en la humanidad.¿Dónde está, pues, el secreto del sufrimiento y de lamuerte?El secreto de todos los

centes, lo mismo que elestá en la resLtrrección:

Dios nos resucitará tam-Dios resucitó a su hijo amado Ybién a todos nosotros.El misrno Espíritu que resucitó a Jesús vive en nosotrosdesde el bautismo.Ésta es la espera nza cierta:"5i morimos con Cristo resucitaremos con É1".

Amigo, ten paciencia. Sufre con resignación y ten la cer-

teza de qLte tú y yo y todos resucitaremos como el SeñorJ esús.

Renueva un a,iez más la profesión de fe con las Palabrasdel Credo:"Creo en la resurrección de los muertos y en la vida

sufrimientos de los mártires ino-martirio de Jesús en el Calvario,

etgrna ".¡5í!

iCreo!iAmén!

\

13. MARíA AL PIE DE LA CAMAEl Evangelio de San Juan nos díce que"junto a la cruzdeJesús estaba su Madre María".Ella no pudo hacer nada por su Híjo.Pero estaba allí.En silencio.Cercana.Compartiendo el dolor.Animándolo internamente por Ia fe en su Padre que nopodía fallarle.a Ét ni a ella, que era su Madre dolorida.Como estuvo al p¡e de la cruz de Jesús, nuestro herma-no mayor, también está junto a tu cama con su protec-ción de Madre buena, con su Perpetuo Socorro.Desde el cielo ella, que es tu Madre espiritual, te aníma yte dicer ,-.

Sé fiel, sé valiente. Confía. Todo pasa pront'o. Dios tedará una recompensa que no puedes imaginar.Aprovecha tu enfermedad para santificarte. Es tu cr:)z,

como la de Jesús.

Ét nos redimió a todos con sus sufrimientos.Tú puedes santificarte, pero además puedes ofrecer tus

dolores y tu vida por la lglesia, por la conversión de los

pecadores y para completar lo que falta a la pasión queJesús sufre en su cuerpo místico hasta el fin de los tiempos.Y tú hermano que cuidas al enfermo, pídele a la VirgenMaría que te dé los mismos sentimientos y actitudes queella tuvo velando a Jesús al pie de la Cruz para que tucompasión ayude a los enfermos a vivir su eriferrnedadcon paciencia y así puedan atesorar riqu ezas para el cielo.

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14. ORACIONES BIBLICAS PARA PEDIR LASALUDUna de las cosas más importantes que puedes y debeshacer en tu cama es rezar.Siempre que tengas tiempo reza.Puedes rezar el Rosario a la Virgen. El Rosario te santificaporque mientras lo rezas recuerdas la vida de Jesús desde elcorazón de la Virgen, y al mismo tiempo repites las oracio-nes más linda¡, el Padrenuestro, el Avema ría y el Cloria.Puedes hacer otras muchas oraciones largas y breves.A continuación te presento algunas oraciones breves to-madas de la Santa Biblia.Escoge la que más te guste y repítela con fe, meditándola.También tú puedes inventar pequeñas oraciones, pararepetirlas mLrchas veces al día.Verás que cuanto más las repítas les sacarás el gusto y tellenaÉás de paz.

l" Pof uno mismo"Señor, si quieres puedes limpiarme". (Lc 5,12)

- "Señor,'no soy digno de que entres en mi casa pero diuna sola palabra y me sanaré". (Ver Mt B,B)- ")esús, hijo de Davíd, ten compasión de mí". (Lc 18,38)

"Cúratn€, Señor, y seré curado; sálvame y seré salvo,porque tú eres mi esperanza". (Jr 17,14)- "Dame fortaleza, Dios de Israel, en este momento".(Jd 13,7)- 'Acuérdate rJe mí, Dios mío, para mi bien". (Ne 13,31b)- "Señor, que yo vea". (Mc 10,51b)

"Señor mío y Dios mío". (Jn 20,28)"Ten piedad de nosotros, hijo de Dav¡d". (Mt 9,27b)

- "Mi Dios y mi todo".

2 Por otros- "Cúrala, por favor". (Nm 12,1 3)

"Seño[ aquel a quien tú quieres está enfermo". (Jn 11,3)

15. ORACTÓN EN LA ENFER,MEDAD"Señor, el que tú amas está enfermo"."S¡ quieres puedes curarme"."Pero que no se haga mi voluntad sino la tuya".Me pongo en tus manos y acepto esta cnJzque me cuesta. Te

la ofrezco por mí mismo y por mis familíares.

Yo sé que mi vida es mortal y que un día tendré que ir ati que eres mi Creador y mi Dios.Desde ahora acepto tu voluntad, pero, si entra en tusplanes, devuélveme pronto la salud para que pueda de-dicarme nuevamente a mí trabajo y ganarme la vidahonradamente y atender a los míos.iYo quiero vivir!De todas formas, "aquí estoy para hacer tu voluntad".Ayúdame a llevar esta crL)Z.

Te la ofrezco, Padre, junto con la pasión y muerte deJ esucristo.

Que mi enfermedad sea fecunda para santíficarme yomismo y para extender tu Reino en el mundo.Te ofrezco todos mis sufrimientos.iBendito seas por siempre, Señor!Madre mía María, ayúdame a ofrecer mi enfermedad a

J esús.

16. ORACTÓN PARA PEDIR LA SALUD DE OTROSeñor Jesús, mira a mi hijo (hermano, amigo....) queestá enfermo.Él sufre y yo también sufro cuando veo que no puedohacer más por é1.

Pero yo sé que tú eres Dios y lo quieres aún más que yo.Por eso lo pongo en tus rnanos.

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Te pido que le devuelvas la salud para que pueda hacer CONCIUSIÓNsus labores y lrabajos de cada día. Hermano enfermo:M¡entra, tanto, haz que aproveche los sufrimientos de Estás en Gettemaní. Sf. Como Jesris estuvo aquella no-su enfermedad para hacer en todo tu Janta voluntad. che en el hueño de los Olivos tú padeces esta pruebaEso será una fuente de santidad para él y para toda la que Dios permite Para tu bien.

familia. Poco a poco. a través de este librito, has ido aclarando láPor mi parte yo también te ofrezco lo que haSo por él respuesta a muchas tentaciones que te h¡eren el corazón y,

para gloria tuya y bien de mi alma. que es muy normal que te vengan a la cabeza.

Virgen María, salud de los enfermos, ruega por todot 5¡n embargo es muy importante que tomes en serio tunosotros. vida.

Estás en el momento máJ importante de tu exiitencia.t7. HIMNO DE VÍSPERAS Esa enfermedad grave te coloca en el Calvario como a

En esta tarde, Cristo del Calvario, JesúJ.

vine a rogarte por mi carne enferma: O, por lo menos, como te decfa antes, te coloca enpero al verte, mis ojos van y vienen GetsemanÍ, en el huerto de la lucha.

de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza. Es un tesoro maravilloso que no puedes desperdiciar ni¿Cómo queiarme dé mis pies cansadoJ Por un momento.cuando veo los tuyos destrozados? De tu cama. como desde los Olivos o sobre la roca del¿Cómo mostrarte mis manos vacías, Calvario, brota "redención abundante", si sabes adop-cuando las tuyas están llenas de heridas? tar esa actitud de "ofrenda" que te enseñó Jesús.

¿Cómo expl¡carte a ti mi soledad En tus manof débilef está la bendición para tu familia ycuando en la cruz alzado y solo estás? la santificación de la lglesia y tu santidad personal.

iCómo explicarte que no tengo amor No te desanimes ante la prueba y repite muchas veces

cuando t¡enes ralgado el corazón? con Jerls:Ahora ya no me acuerdo de nada, "Padre, s¡ es posible, quítame esta enfermedad; pero quehuyeron de mítodat mis dolencias. no se haga m¡ voluntad rino la tuya".El fmpetu del ruego que trafa , Otra vez... y otra..'se me.ahoga en la boca ped¡güeña. Y la paz se irá adentrando en tu corazón y podrás repe-Y rólo pido no pedirte nada, tir Jereno:

estar aquíjunto a tu ¡magen muerta, isf, Padrel ¡Está bienlir aprendiendo que el dolor e; sólo lHá8ase tu voluntad y no la mía!

la llave santa de tu santa Puerta. Amén.iJESUCRIsTO E5 EL PRIMERO EN TODO!

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TNDICE

DgdiCatOfia .....o...................................................... 2

'"i:?t::t;"r;';;;;;;' ...:'........................................ '"'.1

2. La hora dg la tgntación..........................'.......... 5

3. Rgspuesta a las inquietudgs ...-.-....-.--....----...--... --6

4. Dios te ama a ti con un amor muy especia ......--12

5. Las curaciones en la Biblia ....-..-.--o...--....-..... -----14

6. El valor clivino del dolor .........r..?....-........o..-. --.16

7. Los regalos dg DiOS para gl gnfgrmo .................19B. La Voluntad,Cg Dios ..........o........o.................. ..22g . Actitud dg Sagrario . o.. . .. ... ..... . o. .. . .... ... ...... ... . ....22

lO.Santificadcl Por la enfermgdad ................o..--.. -.-.23

11,Si grgs muy anCianO .......o...o...........o................ ...2412.La ClaVg dg tOdO: la ReSUrrecCión .......................2513.María al pie dg la cama .......................o............. 27

l4.Oraciones bíblicas para pedir la salud ..........-..- --.28

l5.Oraci ón en la enfgrmgdad ...-----.-.---.-....-..-.-.- ----29

16.Oración para pedir la salud dg otro o.................2917 .HimnO dg víSperaS ...................................-........ 30

COnCIUSión .. ................. o........................................ 31

COLECCIÓNJESUCRISTO ES EL

PRIMERO EN TODO

1. Eucaristía, Pan de Vida2. ¿Conoces e[ Secreto de Fátima?3. Visitas a[ Santísimo Sacramento4. Det Trato Famitiar con Dios5. Fetiz Navidad con Jesús6. La Conformidad con [a votuntad de Dios7. La Madre de Jesús8. Novena a[ Espíritu Santo9. Et Santo Rosario - Historia y cómo rezarto. (lnctuye

documento de Juan Pabto ll R.V.M. con Misterios Luminosos)

10. Conviértanse y crean11. Estuve enfermo y me visitaste17. Y yo te venceré13. Corona de Adviento y Novena de Navidad14. La Santísima Trinidad Conoce a tu Señor15. Novena a [a Santísima Trinidad16. Oremos por los enfermos graves y los difuntos17. EL Espíritu Santo Dios y amigo

18. Devocionario::,y publicacione,s, dB',A ',G¡au,, '.

.

ciÓh.:...'.l.i...:.',.:......

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