Beaudet, P - Charlie Hebdo y Colonialismo

03/02/2015 Francia:LamatanzadeCharlieHebdo.LacivilizacinoccidentalylapesadaherenciadelcolonialismoObservatoriodelLaicismoEuropaLaica

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Francia: La matanza de Charlie Hebdo.La civilizacin occidental y la pesadaherencia del colonialismoPOR: PIERRE BEAUDET FUENTE: ARGENPRESS 14 ENERO, 2015

La matanza del 7 de enero en Pars quedar en la memoria como un actocriminal contra la libertad de expresin. Charb, Cabu y los dems animadoresde Charlie-Hebdo nos haban hecho reflexionar durante muchos aos con suhumor corrosivo. Hoy, cuando la derecha y la extrema derecha les santificancomo vctimas de los enemigos de la civilizacin, deben estar contemplandocon una sonrisa forzada cmo, habiendo denunciado el colonialismo, resultanestar tan defendidos por los nostlgicos del colonialismo.

Esas mismas vctimas se revolveran tambin en su tumba leyendo a ChristianRioux (Le Devoir, 9 de enero) que lanza un llamamiento, en nombre de Moliere,en defensa de la civilizacin francesa, por no decir occidental, amenazadaen su opinin por el islam radical. La Francia moderna es la hija de varioscentenares de aos de depredacin colonial, que comenzaron con eltringulo de la muerte impuesto a frica y a las Amricas a partir del sigloXVII. Los regmenes franceses, incluyendo los que aparecieron despus de larevolucin de 1789 esclavizaron a millones de africanos. Perpetrarongenocidios olvidados en las Amricas. El capitalismo moderno tom formaen aquellas horribles plantaciones que hicieron la fortuna de los mercaderesfranceses. Luego, en el siglo XIX, Francia se lanz a otras espantosas aventurascoloniales, en frica del Norte y en Vietnam en particular, en las que centenaresde miles de personas fueron muertas, despojadas, transformadas ensemiesclavas. En esos pases, se recuerda an al ejrcito francs que tomabacomo rehenes a las poblaciones en las zonas llamadas rebeldes para asfixiarlascon humo hasta la muerte. Recordemos tambin que el estado francspracticaba estas depredaciones en nombre de la civilizacin y del progreso,



para salvar a los colonizados de la barbarie. Hasta en los aos 1960, laFrancia colonial hizo y deshizo a su antojo, a pesar de la oposicin en la propiaFrancia, por parte de resistentes uno de cuyos herederos es Charli-Hebdo.

Hay que decir finalmente que las prcticas coloniales se han reproducido en lapropia Francia. Los habitantes de las colonias hambrientas y desposedas hanafluido a Francia para ocupar los empleos con bajos salarios y condicionesmiserables. Han contribuido con el sudor de su frente a esta Franciamoderna y capitalista, sufriendo la represin cotidiana e incluso lasmatanzas, como el asesinato por la polica de decenas de manifestantespacficos en la calle para reclamar la independencia de Argelia, el 17 deoctubre de 1961. An hoy, la discriminacin es sistmica en esta Franciacivilizada. El establecimiento de perfiles raciales contra los jvenes deascendencia rabe o africana est bien documentado, aunque no guste aalgunos contadores de historias, lo que no quiere decir que de los 4-6 millonesde inmigrantes en Francia todos conozcan malos tratos. Pero, plantearos lapregunta: quin vive en las viviendas protegidas de los alrededores de Pars,Marsella y de los grandes centros urbanos? Id a ver. En muchas ocasiones,movimientos populares franceses, no solo los de la inmigracin, han pedidocambios radicales, ms all de las bellas promesas.

Desde hace algn tiempo, Francia, desde Sarkozy a Hollande, ha decididoalinearse totalmente con la guerra sin fin orquestada por los Estados Unidosen nombre de la lucha contra el terrorismo. La Francia civilizada parecepreferir defender sus inversiones en su coto cerrado postcolonial,particularmente en frica, a la vez que participa en el apoyo de las dictadurasde Irak, Afganistn o Arabia Saudita. Para los socialistas franceses, se aadeque todo esto se hace una vez ms en nombre de la civilizacin, para salvara los indgenas. En realidad, las exacciones del Estado Islmico o de Al Qaedason an plidas si se comparan a lo que hacen los aviones americanos y susayudantes locales sobre el terreno, matando, violando y torturando a miles deiraques, de sirios, de palestinos, yemenitas o afganos

Excusa esto a los partidarios del Estado Islmico? Ciertamente no. Adems de



violar los derechos con prcticas sectarias y criminales, estos movimientos, afin de cuentas, hacen el juego a las potencias, puesto que les permitenpretender actuar para salvar a los afganos, por retomar un ejemplo bienconocido. Ahora bien, organizaciones populares en esa regin del mundoluchan y resisten. Luchan en condiciones de una increble adversidad a la vezcontra regmenes podridos apoyados por los Estados Unidos y sus aliados-subalternos como Francia y Canad, y contra organizaciones terroristas que sereclaman del islam poltico. No se las oye, no se las apoya. Por qu?

Traduccin: Faustino Eguberri (VIENTO SUR)

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