Hombre, Moral y Ciudadanía en Jean-Jacques Rousseau

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    Revista Intercontinental de Psicologa y

    Educacin

    ISSN: 0187-7690

    [email protected]

    Universidad Intercontinental

    Mxico

    Trujillo Reyes, Blanca Flor

    Hombre, moral y ciudadana en Jean-Jacques Rousseau

    Revista Intercontinental de Psicologa y Educacin, vol. 11, nm. 1, enero-junio, 2009, pp. 77-94

    Universidad Intercontinental

    Distrito Federal, Mxico

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80212412005

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    Resumen

    El objetivo de este artculo es mos-trar algunos argumentos de la teoratico-poltica y educativa de Jean-Jacques Rousseau que proporcioneninformacin acerca de la conciliacinentre su proyecto tico-poltico delContrato social y su proyecto educa-tivo del Emilio o de la Educacin. Enla primera parte, se revisa la concep-cin rusiana de hombre, que remite a

    dos formas de concebir la naturalezahumana: como estado primitivo uoriginario y como capacidad de per-feccionarse que, para Rousseau, es

    BLANCAFLORTRUJILLOREYES, Universidad Pedaggica Nacional, Mxico [[email protected]][[email protected]].

    Este artculo est encuadrado en las actividades del Proyecto PAPIITnm. IN400908-2: tica, educacin moraly cvica. Perspectivas tericas y problemas de enseanza.

    Revista Intercontinental de Psicologa y Educacin, vol. 11, nm. 1, enero-junio 2009, pp. 77-94.Fecha de recepcin: 6 de agosto de 2008 | fecha de aceptacin: 29 de agosto de 2008.

    Hombre, moral y ciudadana

    en Jean-Jacques Rousseau

    Blanca Flor Trujillo Reyes

    Abstract

    The aim of this article is to show

    some arguments of the ethical and

    political theory and educational of

    Jean-Jacques Rousseau that provide

    clues about the reconciliation between

    his ethical-political project of the

    Social Contract and its educational

    project of Emilio or education. In

    the first part, we review the design of

    mens French philosopher, which goes

    back to two ways of conceiving hu-man nature: as a primitive state or as

    originating and improved capacity,

    which for Rousseau is synonymous

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    Rousseau presenta a Emilio como un grito contra la prctica estableci-

    da. Es consciente de que presenta un constructo normativo y respondea quienes le invitaban a que convirtiera su libro en una reforma parcial

    de lo existente (propn algo realizable: es como si me dijeran propn

    hacer lo que se hace o, al menos, una reforma del mal existente Y

    aade significativamente: la reforma ha de ser radical, en todos los as-

    pectos (pblicos y privados).

    J. Rubio Carracedo

    Presentacin

    En este texto se abordan algunos elementos de la teora poltica y

    educativa de Jean Jacques Rousseau contenidos en tres de susprincipales obras: Sobre el origen y los fundamentos de la des-

    igualdad entre los hombres,Del contrato socialyEmilio o de la educa-cin. El propsito es explicar la continuidad de su pensamiento poltico yeducativo, adems de sealar lo que consideramos su principal aportacina las teoras actuales acerca de la ciudadana: el establecimiento de lamoral como el factor necesario para sostener la asociacin poltica sincontravenir las necesidades individuales.

    Son mltiples y diversas las interpretaciones sobre el pensamientopoltico y educativo de Rousseau. Algunos sealan sus contradicciones;

    sinnimo de racionalidad y libertad.En la segunda parte, se plantea cmoretoma tal concepcin en el diseo

    de su proyecto poltico; la tercera yltima parte describe el papel que laeducacin desempea en esa tarea.

    Palabras clave

    estado de naturaleza, estado civil,contrato social, educacin

    with freedom and rationality. In the

    second part, how we raise takes up

    this conception in designing their po-

    litical project and the third and finalpart is devoted to describing the role

    that education plays in this task.

    Keywords

    state of nature, civil status, social

    contract, education

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    otros ponen el acento en su obra como un proyecto republicano-liberal,mientras que otros ven en l, ms bien, a un republicano conocedor de y

    cautivado por los regmenes de la Antigedad. Pero no se abordar todoello en este texto, pues es una tarea que excede el propsito planteado. Noobstante, nos interesa llamar la atencin en un aspecto del pensamientode Rousseau poco difundido en nuestro medio pedaggico: la continui-dad de su pensamiento poltico y educativo y la necesidad de una educa-cin moral que aliente la participacin poltica. En nuestro medio, hansido ms difundidas las interpretaciones que califican de contradictoriaslas ideas de este filsofo, o bien, las que lo muestran como precedente delas explicaciones psicolgicas sobre el desarrollo del nio, mientras quelas que manifiestan cmo el proyecto educativo desarrollado en elEmilio

    complementa el proyecto poltico presente en Del Contrato social hansido menos atendidas.Segn sealan varios de sus intrpretes, las razones de estas visiones

    parciales se deben, en cierta medida, a las contradicciones que pueden lo-calizarse en las obras del autor, las cuales, para ser resueltas o afirmadas,requieren la revisin exhaustiva de su vasta y compleja obra.

    Como lo mencionamos al principio, el presente ejercicio slo pretendeplantear las lneas generales de dos de las ms importantes contribucio-nes del autor al pensamiento tico y poltico: la idea de la moral como fac-tor que posibilita la asociacin poltica y la continuidad de sus proyectospoltico y educativo.

    La concepcin antropolgica. El estado de naturaleza

    En el pensamiento poltico y educativo de Jean-Jacques Rousseau se distin-guen dos formas de concebir el estado de naturaleza del hombre: como denecesidades puramente fsicas y como constituido por caractersticas que lepermiten vivir en sociedad. En este apartado, se revisarn ambos modos.

    En suDiscurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los

    hombres, Rousseau afirma que se propone separar lo originario de lo artificial en

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    la naturaleza del hombre, con el objetivo de mostrar que la desigualdad entre los

    seres humanos es consecuencia de la vida social.1

    La idea de la naturaleza humana es presentada por Rousseau comouna hiptesis de trabajo, pues, como asegura en el Discurso, no est encondiciones de mostrar que ese estado originario haya existido: Porqueno es liviana la empresa de separar lo que hay de originario y de artificialen la naturaleza actual del hombre ni concebir bien un estado que ya noexiste, que quiz no haya existido, que probablemente no existir jams,y del que sin embargo es preciso tener nociones precisas para juzgar biennuestro estado presente (Rousseau, 1980a: 221).

    Para juzgar el estado de la humanidad, primero ha de aclararse qudebe ser sta. En elDiscurso, Rousseau argumenta sobre algunos rasgos

    que constituyen la naturaleza humana tanto en su estado original comoartificial y los toma como parmetro para sealar los errores de la socie-dad de su poca.

    El filsofo parte de una situacin hipottica sobre la naturaleza delhombre para juzgar de acuerdo con ella las condiciones de la naturalezahumana en el momento histrico en el que escribe. Critica los fenmenosde corrupcin individual y social entre los hombres de su poca, la cual,se supone, ha progresado socialmente. Los compara con la situacin hipo-ttica del hombre primitivo quien slo necesita lo indispensable para viviry con el hombre natural que lleva en potencia la capacidad de perfeccio-narse a s mismo.

    De acuerdo con Jos Rubio Carracedo, contrario a algunas interpreta-ciones, Rousseau no proclama el regreso del hombre a un estado natural oprimitivo, sino que reclama mirar las facultades patentes en l y desarrollarsu perfectibilidad. Adems, a perfectibilidad del hombre slo puede desarro-

    1Al respecto, cabe sealar que autores como Ernst Cassirer, Jos Rubio Carracedo y Alain Touraine concibena Rousseau como crtico de la modernidad en tanto pone en la m ira a la sociedad de su poca, que se caracte-rizaba por un individualismo egosta. Por otro lado, de acuerdo con estos autores, Rousseau a rremete contra laidea moderna de fundar la igualdad y la justicia en el derecho natural. Por ejemplo, segn la interpretacin deA. Touraine, en elDiscurso sobre el or igen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres, Rousseau de-nuncia la desigualdad que, en su desarrollo en la sociedad moderna, impulsa a fundar un orden poltico opuestoa la sociedad civil. El concepto de voluntad general llega a ser en Rousseau un instrumento de lucha contra ladesigualdad (Touraine, 2007: 27).

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    llarse en el estado civil y no en su estado de naturaleza, el que, lejos de serun estado de perfeccin, es un estado de felicidad estpida, con todas las

    limitaciones del desarrollo intelectual, moral y poltico (Rubio, 1990: 39).El hombre primitivo o salvaje no depende ms que de sus instintos y

    esfuerzos dirigidos a su bienestar y conservacin. En estas circunstan-cias, no requiere comunicarse con los otros, no siente la necesidad de serreconocido ni desea lo de otros porque el sentido de la posesin no le esinherente. Adems, en el estado de naturaleza entendido de esta manera,el hombre ignora el vicio y es piadoso.

    No necesita ms artefactos para vivir que los proporcionados por supropia anatoma. Sus enemigos no son otros hombres, sino las bestiasque habitan su medio, los achaques naturales, la infancia, la vejez y las

    enfermedades de toda especie (Rousseau, 1980a: 239). Las diferenciasentre los individuos estriban en la resistencia corporal a los embates dela naturaleza.

    La desigualdad que genera luchas entre los hombres es instituida porellos mismos al entrar en contacto unos con otros, al crear lazos de depen-dencia. La interdependencia origina pasiones y sentimientos los cualesprovocan que el amor a uno mismo prevalezca sobre la piedad, virtud que,por excelencia, segn Rousseau, precede a toda reflexin y a la cual defi-ne como repugnancia innata a ver sufrir a su semejante [] disposicinconveniente a unos seres tan dbiles y sometidos a tantos males comosomos; virtud tanto ms universal y tanto ms til al hombre cuanto que

    precede en l al uso de toda reflexin, y tan natural que las bestias mis-mas dan a veces signos sensibles de ella (Rousseau, 1980a: 263). Estesentimiento impide al hombre comportarse como una bestia: los hombres

    jams habran sido otra cosa que monstruos si la naturaleza no les hubieradado la piedad en apoyo de la razn (Rousseau, 1980a: 265).

    El hombre natural en su estado originario es autosuficiente; el amor as mismo es el sentimiento que lo motiva a subsistir; no mantiene relacio-nes con otros individuos, no tiene moralidad.

    La segunda manera de entender la naturaleza humana se caracterizapor asignar al hombre la capacidad de perfeccionarse y posibilita el pro-

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    ceso civilizador. ste es el sentido tico de la naturaleza humana, a la queles es propia, esencial, la libertad.

    Se trata de una forma de entender la naturaleza humana completamen-te distinta de la originaria, pues mientras en sta predominan los instintosy las pasiones, en aqulla, entendida como capacidad de perfecciona-miento, como racionalidad, se conforma, necesariamente, el vnculo conuna ley estricta e inquebrantable a la que el individuo se compromete aobedecer y que tiene lugar en lavoluntad general.

    La cualidad de agente libre distingue al hombre de los animales: Lanaturaleza da una orden a todo animal, y la bestia obedece. El hombreexperimenta la misma impresin, pero se reconoce libre de asentir, o deresistir; la segunda cualidad, an ms definitiva, especfica que los dis-

    tingue sobre la cual no puede haber rplica: es la facultad de perfeccio-narse; facultad que, con la ayuda de las circunstancias, desarrolla sucesi-vamente todas las dems, y reside entre nosotros tanto en la especie comoen el individuo (Rousseau, 1980a: 246-247).

    Un elemento primordial en el pensamiento rusoniano2para compren-der la naturaleza libre del hombre son los sentimientos de piedad y amor auno mismo, que, trastocados por la vida social, degeneran en amor propio;acompaados por su capacidad perfectible, en cambio, tienden a conver-tirse en virtudes.

    El sentimiento de piedad como se seal lneas arriba cumple lafuncin de moderar el amor a uno mismo. Gracias a l, el hombre logra

    conservarse como especie, pues evita, por obra de la repugnancia de ver aotro sufrir, que los hombres se hagan dao.

    Sin embargo, la piedad natural, sostn del hombre en el estado denaturaleza, se debilita cuando entra en conflicto con el amor a uno mismo.Esto es provocado al establecerse la propiedad privada, pues, a partir deello, se desarrolla la sociabilidad, ciertas facultades humanas y, en conse-cuencia, la desigualdad moral o poltica. Segn Rousseau, el primero al

    2Este neologismo fue introducido por Jos Rubio Carracedo, en su libro Democracia o representacin? Poder ylegitimidad en Rousseau.

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    que, tras haber cercado un terreno, se le ocurri decir esto es moy encon-tr personas lo bastante simples para creerle, fue el verdadero fundador de

    la sociedad civil (Rousseau, 1980a: 276).Con el surgimiento de la propiedad privada tambin nacieron la previ-

    sin y la necesidad de ser mirado por otros y el deseo de talentos y habili-dades de quienes aumentaban sus posesiones.

    Entonces, la piedad es suprimida por obra de las relaciones conflicti-vas y necesidades ficticias que los hombres se han creado. En el lugar deese sentimiento surgen pasiones y vicios que atentan contra la paz impe-rante en el estado de naturaleza. Quienes desarrollan ms sus facultades,tienden a aprovecharse de los dems; el amor a uno mismo se trastocaen amor propio, un sentimiento egosta, alentado por la exaltacin de los

    talentos personales. Los seres humanos se envidian mutuamente; los msfuertes utilizan a los ms dbiles; germina la avaricia, la envidia, la com-petencia, la rivalidad. As, debe establecerse una moral sustentada en unaautoridad reconocida que determine cules son los deberes del hombre yque tenga como resorte el sentimiento de piedad.

    Pero la piedad, en tanto puro sentimiento o pasin, es inicua, porque sinel concurso de la razn y del conocimiento deriva en desprecio hacia el quees compadecido, degenera en compasin por el otro al que, lejos de tenerseen consideracin como un igual, se le mira en una posicin inferior.

    Los sentimientos o pasiones amor a uno mismo y piedad constitu-yen el resorte de la razn y, con ello, de la perfectibilidad humana. Con

    el concurso de sentimientos y razn, el hombre, quien ha integrado unasociedad, es un ser moral, por lo cual necesita la virtud para construirrelaciones justas.

    Hay cierto orden moral en todas partes donde hay sentimiento e inteli-

    gencia. La diferencia estriba en que el bueno se ordena por relacin al todo

    y el malvado ordena el todo por relacin a l (Rousseau, 1990: 436).[Para Rousseau,] a pesar de lo que digan los moralistas, el entendi-

    miento humano debe mucho a las pasiones que, a la recproca, le de-

    ben mucho tambin; es gracias a su actividad por lo que nuestra razn

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    se perfecciona; slo tratamos de conocer porque deseamos gozar, y no

    es posible concebir por qu quien no tenga deseos ni temores ha de

    darse la molestia de razonar. Las pasiones, a su vez, extraen su origende nuestras necesidades, y su progreso de nuestros conocimientos;

    porque slo se puede desear o temer las cosas por las ideas que de

    ellas se puedan tener o por el simple impulso de la naturaleza (Rous-

    seau, 1980a: 248).

    Los sentimientos se corresponden tanto con la naturaleza primitivacomo con la naturaleza perfectible del hombre; en este segundo sentido,antecede y acompaa a la razn en la elaboracin de juicios y de lasdecisiones morales del hombre. La palabra 'sentimiento' tan pronto com-porta un sesgo puramente naturalista como uno idealista; unas veces se

    utiliza en el sentido de la mera sensacin, mientras que otras es utilizadoen el sentido del juicio y de la decisin moral [] Elsentimientoes paraRousseau ora una mera afeccinanmica, ora una caracterstica y esencialaccindel alma (Cassirer, 2007: 136).

    La bondad natural va ms all del puro sentimiento y supera la con-cepcin del estado primitivo. Consiste en la direccin de la voluntad deacuerdo con un juicio razonado, de acuerdo con la ley moral a la que elhombre somete su libertad individual.

    Habra que agregar, por su importancia para desarrollos posteriores eneducacin y por su contribucin propia, la caracterstica de la plasticidad

    que Rousseau asigna al hombre. Como seala Cassirer, lo que Rousseaureconoce ahora es que el hombre no es ni bueno ni malo de suyo, porquesu ser y su forma no estn dados rgidamente, sino plsticamente. Y lafuerza plstica ms importante y esencial est depositada en la comuni-dad (Cassirer, 2007: 83).

    El estado civil

    El estado civil es un estado artificial, pues la conformacin de una socie-dad no responde a las necesidades naturales del hombre; se trata, ms

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    bien, de una creacin de ste en cuanto ha entrado en contacto con otroshombres y se han organizado para vivir juntos.

    Este paso del estado de naturaleza al estado civil produce en el hom-

    bre un cambio muy notable, sustituyendo en su conducta el instinto

    por la justicia, y dando a sus acciones la moralidad que les faltaba

    antes [] Sea que una inclinacin natural haya llevado a los hombres

    a unirse en sociedad, sea que hayan sido forzados a ello por sus ne-

    cesidades mutuas, lo cierto es que de este comercio han nacido sus

    virtudes y sus vicios, y en cierto modo todo su ser moral. All donde

    no hay sociedad no puede haber ni justicia, ni clemencia, ni gene-

    rosidad, ni modestia, ni sobre todo el mrito de todas estas virtudes

    (Rousseau, 1980b: 43).

    Instituido un estado de desigualdad y conflicto permanente entre loshombres y capaces de las peores pasiones y vicios, resulta imposible quela sociedad civil pueda fundarse en el derecho natural. La naturaleza delhombre slo atiende a su propio inters, lo que, aunado a la exacerbacinde las pasiones y vicios, impide que sea capaz de vivir en orden.

    Rousseau ve en el vnculo poltico un asunto complejo, al tratar deconciliar la voluntad individual con la general. Cmo pueden los sereshumanos comprometerse polticamente para conseguir la libertad civil,sin renunciar a la libertad natural, entendida como autonoma de la razn?La libertad del hombre se ve realizada en tanto se constituya una formade asociacin que proteja al individuo, porque conserva en ella misma, entanto que asociacin de individuos libres, la ley de la autonoma. EnDelcontrato socialseala que la constitucin de la sociedad civil consiste enencontrar una forma de asociacin que defienda y proteja de toda la fuer-za comn la persona y los bienes de cada asociado, y por la cual, unin-dose cada uno a todos, no obedezca, sin embargo, ms que a s mismo yquede tan libre como antes (Rousseau, 1980b: 38).

    La respuesta, afirmaba, est en el contrato social, cuya propuesta esla elevacin de la libertad natural de los hombres a la libertad cvica

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    garantizada por un rgimen de igualdad, pues sus leyes tienen la mismavigencia en cualquier lugar, lo cual impide que sean violentadas, porque

    la ley es tal para todos.La unin bajo el cuerpo poltico demanda, segn Rousseau, no slo

    dispositivos jurdicos y polticos, sino un componente moral: la voluntadgeneral, tendiente a la bsqueda del bien comn. El concepto puede en-tenderse como el compromiso que los hombres adquieren con los interesespblicos y generales, por encima de los privados y particulares. EnDelcontrato socialqueda claro que el bien del individuo se reconcilia con elbien comn (Rubio, 1990: 26). Cmo es que se da esta reconciliacin?Rousseau indica enDel contrato social:

    En el mismo instante, en lugar de la persona particular de cada con-tratante, este acto de asociacin produce un cuerpo moral y colectivo

    compuesto de tantos miembros como votos tiene la asamblea, el cual

    recibe de este mismo acto su unidad, su yo comn, su vida y su vo-

    luntad. Esta persona pblica que se forma de este modo por la unin

    de todas las dems tomaba en otro tiempo el nombre de ciudad, y

    toma ahora el de Repblica o cuerpo poltico, al cual sus miembros

    llaman Estado cuando es pasivo, Soberano cuando es activo, Poder

    al compararlo con otros semejantes. Respecto a los asociados, toman

    colectivamente el nombre de Pueblo, y en particular se llaman Ciuda-

    danos como partcipes en la autoridad soberana, y Sbditos en cuanto

    sometidos a las leyes del Estado (Rousseau, 1990b: 40).

    El problema de la asociacin poltica no es slo una cuestin jurdica,sino tambin tica. Si el soberano es el pueblo que en lo particular sonlos ciudadanos y si el soberano tiene un papel activo, slo se puede serciudadano, en tanto se es miembro del soberano en sentido estricto, esdecir, en tanto se lleva a cabo la participacin de los individuos en laasamblea pblica para constituir la ley por representacin directa. Lejosde tratarse de un sometimiento a las leyes del Estado, se trata de la cons-titucin de una ciudad por individuos que, por participar de la voluntadgeneral, son partcipes de la promulgacin de la ley. La voluntad general,

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    a su vez, sera ni ms ni menos que el ejercicio de las virtudes, las cuales,gracias a la intervencin de la razn, se han perfeccionado. La virtud

    no es ms que la conformidad de la voluntad particular con la general(Economa poltica, citado en Durkheim, 2000: 145).

    La fuerza sobre la que descanse la sociedad y el contrato social debeser la naturaleza en el segundo sentido en que se describi en el aparatadoanterior. La base para la constitucin de la sociedad es la racionalidadhumana. Al respecto, E. Durkheim expresa:

    He aqu cmo es posible para Rousseau concebir, de una manera ge-

    neral, que el medio social, aunque sea diferente del medio primitivo,

    no sea sin embargo ms que una forma nueva de l. As los hombres

    podrn salir del estado de naturaleza sin violar la ley de naturaleza, a

    condicin de que puedan reunirse en sociedades bajo la dependencia

    de una fuerza o de un mismo sistema de fuerzas que domina a todos los

    particulares estando fundada en la razn (Durkheim, 2000: 138).

    Con relacin a las leyes que el Estado necesitaba, Rousseau argu-mentaba que podran no ser enunciadas nunca de manera formal, puestoque los actos hablaran por s mismos y, en consecuencia, legitimaran oecharan por tierra la ley. La unin bajo el cuerpo poltico demandabano slo dispositivos jurdicos y polticos, sino el componente tico de la

    voluntad generaltendiente a la bsqueda del bien comn y que, segn l,

    se vera reflejado en las costumbres.Se trata no tanto de conservar intacta la libertad natural, sino msbien de transformarla en libertad cvica, con un real enriquecimiento yuna ulterior expansin de la personalidad (Abbagnano y V., 1964: 391).Es decir, los individuos, a cambio de contar con ciertos derechos, dejanen manos del Estado parte de su libertad externa, pero ganan en un bienmaterial la ley, fundada en el inters comn que les permite un mayordesarrollo de sus potencialidades.

    Si bien este contrato es una convencin, un pacto, un arreglo entre loshombres, su legitimidad debe estar fundada en un principio universal y

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    superior que rija al conjunto: la libertad, que en el estado civil significael desarrollo de la razn y la moralidad de que el hombre es capaz en sus

    acciones. Se trata de una convencin que, por sustentarse en un principio decarcter universal, mueve al hombre a tener por deseable para l lo que pue-de ser deseable para los dems. La conservacin de su propio inters lo haceobligarse para con los dems y, en consecuencia, desarrollar sus virtudes.

    Los derechos que guiaran el cuerpo poltico tendran que ser de ca-rcter universal; no dependientes de normas legales, como el derecho po-sitivo, sino fundados en capacidades naturales del hombre. Lo natural enel estado social se habra identificado como se ha anotado con la racio-nalidad; capaz de ordenar su conducta conforme a las normas provistaspor su razn, el hombre sera el nico autorizado para valorar sus acciones

    y ningn ordenamiento de tipo jurdico podra coartar esta libertad. Sibien Rousseau admita la fundacin de la comunidad poltica medianteun contrato, ste implicara el reconocimiento por parte de la autoridadde que la soberana radica en el pueblo, conformado por el conjunto delibertades individuales. El establecimiento de un contrato social significel respeto a un pacto por el cual los hombres aceptan la regulacin desus intereses en el espacio pblico por parte del Estado, sin violentarla libertad individual. Por su parte, la educacin sera la encargada deinternalizar la conveniencia del pacto social y desarrollar al mximo laspotencialidades de cada individuo.

    La libertad se realiza en la voluntad general, pues, al adherirse el indivi-

    duo a las leyes que emanan del soberano, se vincula a una ley erigida sobres mismo, sobre sus intereses particulares. La naturaleza racional de loshombres es el vnculo para la constitucin del Estado, concebido no comouna institucin coactiva, sino que los mismos individuos han instituidopor una obligacin que consideran vlida. Como interpreta Cassirer:

    No se trata de emancipar al individuo en el sentido de liberarlo de

    la forma y el orden de la comunidad, sino que se trata ms bien de

    encontrar una forma de comunidad que proteja a la persona de cada

    individuo con la fuerza globalmente unida al vnculo estatal, de suer-

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    te que cada individuo, al asociarse con todos los dems, slo se obe-

    dezca a s mismo en esa asociacin (Cassirer, 2007:7)].

    En modo alguno ve l en el Estado una mera asociacin, una comu-nidad de intereses y un equilibrio de los intereses de las voluntades

    individuales. Segn Rousseau, el Estado no es un mero compendio

    de determinadas inclinaciones e impulsos, de ciertas veleidades,

    sino la forma de la voluntad en general como voluntad moral, la nica

    manera en que puede consumarse el trnsito del simple arbitrio hacia

    la voluntad. La ley en su sentido estricto no es un vnculo que abarque

    exteriormente a las voluntades individuales e impida su dispersin; se

    trata ms bien de su principioconstitutivo, lo que las fundamenta y

    justifica inmaterialmente. A decir verdad, la ley slo pretende impe-

    rar sobre los ciudadanos en tanto que al mismo tiempo, en cada acto

    individual, haga y eduqueciudadanos (Cassirer, 2007: 81).

    Con el paso del estado de naturaleza al estado civil se origina la morali-dad. Una vez constituida la sociedad, el deber y el derecho adquieren sentidopara los hombres, porque deben dejar de mirar slo sus necesidades e inte-reses para obligarse a actuar segn los principios de la voluntad general.

    El papel de la educacin

    En elEmiliose sostienen varias de las ideas expuestas en el segundoDis-cursoy Del contrato social. Entre las ms importantes podemos mencio-nar la idea de felicidad, el desarrollo de la facultad de imaginacin comofactor que desencadena la creacin de necesidades ficticias, el papel delcastigo para hacer respetar la ley, la moralidad y el ejercicio de la virtudcomo condiciones para entrar en el estado civil.

    En esta obra, Rousseau establece algunos elementos que, desde nues-tro punto de vista, se corresponden con su teora poltica. Del mismo modoque en elDiscursoy enDel contrato social, el punto de arranque enEmi-lioes el hombre en estado de naturaleza, bueno por s mismo, cuya bondadhay que mantener incorruptible el mayor tiempo posible.

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    En el estado de naturaleza, la felicidad es un momento en donde existeequilibrio entre los deseos, las necesidades y el desarrollo de las faculta-

    des humanas para satisfacerlos. El hombre todava no es objeto de las in-justicias sociales ni del sentido de previsin que comienza a desarrollarsecon el surgimiento de la propiedad. Una vez que la imaginacin aparece,el hombre comienza a elaborar una percepcin equivocada de s mismo,de lo que realmente requiere y de lo que es capaz para satisfacerse. Poresto es tan importante que no se introduzca al nio antes de tiempo alestado civil, pues aumentan sus necesidades y, en consecuencia, su fla-queza, ya que las necesidades creadas por la vida civil exceden la fuerzade que es capaz. Si se le exige al nio lo que la naturaleza no le pide, nose respeta su libertad.

    Cuando el hombre depende slo de las cosas de la naturaleza, no seengendran vicios en l y es libre. Lo que se d a un nio debe ser por-que lo pida y no debe hacer nada por obediencia, sino slo por necesi-dad. Acceder a sus reclamos o hacerlo que obedezca puede tener comoconsecuencia convertirlo en un nio imperioso que cree poder ordenar ointroducirlo demasiado temprano en la servidumbre civil, aspectos quelimitaran la posibilidad de formarlo en la virtud llegado el momento. Porsu parte, el maestro debe abstenerse del ensear preceptos y procurar queel nio los encuentre por s mismo.

    La renaturalizacin del hombre en el estado social slo puede conse-guirse por medio de la educacin. Si para el hombre primitivo su libertad

    estaba anclada en la satisfaccin de sus instintos, en el hombre civil loest en el desarrollo de su razn y en su moralizacin. Para Rousseau, laobra maestra de la educacin es formar un hombre racional; pero la raznno puede ser usada como mtodo para educar. Debe dejarse al nio apren-der conforme a su naturaleza y no a un plan de enseanza que pretendeprepararlo para un futuro que tal vez no viva.

    Sin embargo, llegado el momento, es inevitable que Emilio se enfrentea las instituciones sociales y, si bien la educacin deber atender en prin-cipio a las disposiciones primitivas, se presenta el conflicto entre formara un hombre o formar a un ciudadano. Rousseau confa en que si la edu-

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    cacin atiende el desarrollo de las disposiciones naturales, sern buenasinstituciones las encargadas de hacer compatible la personalidad de cada

    sujeto con la comunidad.Esto se logra por la va negativa, lo cual en Rousseau significa no pro-

    porcionar al nio castigos ni motivaciones conducentes al conocimientotemprano de la moralidad. Emilio no debe obtener nada porque lo pida,sino porque lo necesite, ni hacer nada por obediencia, sino slo por necesi-dad. Esto se debe a que, sin la razn, sin la capacidad de formular juicios,tampoco se puede tener ideas de seres morales ni de relaciones sociales.

    Para Rousseau, el hombre nacido en sociedad es dbil, desprovisto delo ms bsico para subsistir y de juicio, y todo lo que necesita le es dadopor la educacin, la cual, como seres humanos, nos viene de la natura-

    leza, de los hombres o de las cosas. La meta de las tres educaciones esla naturaleza, lo cual sera posible si no fueran contradictorias y slo fue-ran diferentes. Rousseau se pregunta qu hacer cuando son opuestas?,cundo en lugar de educar un hombre para l mismo se le quiere educarpara los dems? Entonces el acuerdo es imposible. Forzado a combatirla naturaleza o las instituciones sociales, hay que optar entre hacer unhombre o un ciudadano; porque no se puede hacer uno y otro al mismotiempo (Rousseau, 1990: 41).

    sta es una de las mayores oposiciones sealadas en el pensamientorusoniano: formar al hombre o al ciudadano. Se deriva que hay una ruptu-ra entre el hombre como individuo, como hombre natural y el ciudadano,

    entendido como miembro de la comunidad poltica del contrato social.Desde nuestro punto de vista, la oposicin se resuelve si atendemos a

    la compleja concepcin de naturaleza humana planteada por el filsofo: loque es natural en el estado originario o salvaje los instintos y las pasio-nes o sentimientos sin el concurso de la razn y lo que es natural en elorden civil la capacidad de juicio, la libertad del individuo. Recurdesetambin el carcter hipottico de la concepcin rusoniana de hombre y elpapel que l mismo le asigna como instrumento de anlisis de la sociedad.Se trata de concebir lo que la sociedad debiera ser, por la formacin de loque en el hombre debiera ocurrir.

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    En elEmilio, Rousseau plantea el procedimiento por el que, gracias ala educacin privada, es posible pasar, de manera individual, del cons-

    tructo natural al constructo social (Rubio, 1990). En el plano privado eindividual hace el mismo movimiento que sigue el modelo del contratosocial en el plano pblico y colectivo. En elEmilio, en el plano individualy privado se desarrolla la perfectibilidad humana a travs de la mediacineducativa, mientras que en el plano colectivo y pblico la legitimidad delas formas de gobierno se da por la mediacin poltica de la voluntad ge-neral en la asamblea pblica.

    Renaturalizacin de Emilio,si conservamos el significado de la na-turaleza racional del hombre, o desnaturalizacin, si partimos de la ideade que el hombre primitivo no puede conservarse tal en cuanto entra en

    contacto con otros hombres y debe abandonar su individualidad para con-vertirse en miembro de la colectividad y tomar conciencia de los mandatosde la tica civil. Como seala Rubio Carracedo:

    Todo parece indicar, sin embargo, que la voz interior de la concien-

    cia juega enEmileel mismo papel que la voluntad general enDu

    contrat social, siguiendo el paralelismo plano privado-plano pblico.

    Porque la conciencia no se opone a la razn pblica, sino a la seduc-

    cin de la sociedad corrupta con su razn contaminada, que puede

    llegar a sofocar su voz, pero nunca a extinguirla. Lejos de contrapo-

    nerse a la voluntad general, sta ha de entenderse como una voz co-

    lectiva de la razn que gua a la sociedad poltica como la concienciagua al individuo frente al antimodelo de la sociedad histrica (Rubio,

    1990: 32).

    Desde nuestro punto de vista, la nocin de libertad propuesta por Rous-seau en su obraEmilioes rigurosa, contiene un alto componente disciplina-rio por la formacin y ejercicio de las virtudes, indispensable para que,llegado el momento, el hombre se incorpore al estado civil con atencin almantenimiento de la voluntad general, lo cual exige, al mismo tiempo, nodejar de lado la individualidad y respetar en cada uno lo que es comn a

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    todos: la libertad, que radica en la razn y cuya manifestacin en el ordensocial se dar en la capacidad de participar en la elaboracin de la ley.

    Rousseau legitima as un modelo de autoridad basado en la personalidadautnoma, virtuosa, que no necesita de la fuerza, pues se internaliza desdela infancia. Gracias al proceso educativo se estructura la conciencia delnio de tal forma que establezca los lazos sociales benficos y respete laautoridad como producto de sus deseos. Su vida como ciudadano se posi-bilita gracias a su educacin como hombre, al desarrollo de una persona-lidad autnoma, a slo querer lo que puede y hacer lo que le conviene.

    Rousseau respondi con su modelo terico de contrato social a la ex-plicacin y comprensin racional de la relacin que los hombres libresy autnomos pretendan como modo ideal del vnculo entre ellos y el

    Estado, del tipo de asociacin poltica ideal en que haba que socializaral hombre moderno.As como el contrato social opera en el plano colectivo y pblico para

    que los sujetos se comprometan con el bien comn, consideramos queen el planteamiento de Rousseau la educacin resulta fundamental paradesarrollar en el hombre la capacidad de razn aunada al ejercicio deldiscernimiento de sus opciones morales y del desarrollo de las virtudesnecesarias para actuar en sociedad.

    La internacin de la voluntad general supone el ejercicio de una mayorautonoma por parte del hombre, es decir, que se responsabilice de susdecisiones tanto en el plano pblico como en el privado; que comprenda

    la necesidad del vnculo poltico para mantener un estado de equilibrioentre lo que quiere y lo que puede, como garante a la autoridad legitimadapor l mismo, en tanto producto de su razn expresada pblicamente.

    El componente moral de la voluntad general introducida por Rousseaucomo factor indispensable del contrato social es un referente ineludibleen las teoras de la ciudadana ms recientes. La moral es una dimensinque no slo concierne a los asuntos privados del ser humano, sino que lepermite el respeto al orden legal y la participacin comprometida en elespacio pblico. En el pensamiento rusoniano los espacios del hombre yel ciudadano mantienen una relacin de complementariedad.

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    Por ltimo, si bien coincidimos con Rubio Carracedo en que el plan-teamiento poltico de Rousseau difcilmente tendra un potencial crtico

    til para la oposicin poltica en nuestro tiempo, s nos recuerda que unamejor forma de vida social se posibilitar en tanto los ciudadanos asumansus responsabilidades pblicas, que no puede haber ciudadana sin parti-cipacin poltica. El estado de naturaleza racional del hombre permanececomo una utopa y, en la medida en que nos acerquemos a ella, la refor-ma ha de ser radical, en todos los aspectos (pblicos y privados).

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