Un Dia Mas de Vida

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    1/146

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    2/146

      1

    “Un día más de Vida”

    Rodas - Auschwitz - Buenos Aires

    La odisea de David Galante

    Martín Hazan, Junio de 2007

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    3/146

      2

    Este es el testimonio de la vida de David Galante, relatado por suahijado, Martin Hazan. De su particular relación surgieronmaravillosos momentos de vida compartidos. Y en un determinadomomento surgió también este libro. Pero hay mucha gente másdetrás de estas páginas y es justo reconocerles a todos el meritode haberlo hecho posible.

    DEDICATORIA

     A mis padres Abraham y Rebeca A mis hermanas Rosa, Juana, Sara yMatilde. A mi hermano Hiskiá y a su esposa Regina quienes noscobijaron e hicieron de padres en nuestra llegada a la Argentina. A mi

    hermano Moshé, que después de tanto sufrir en los campos deexterminio, formó una hermosa familia con hijos y nietos, y que por unaenfermedad se fue prematuramente de esta Vida. A mi querida esposaRaquel, que me ha apuntalado durante 50 años de silencio. A mis hijosSandra y Ezequiel, y a mi nuera Susy, que me apoyaronpermanentemente y siempre tuvieron la hidalguía de preservarme parano hacerme sufrir. A mis nietos Daniel y Yamit que me dan las fuerzaspara seguir adelante.

    DAVID GALANTE

     A Patricia y a Tiago quienes llenan mis horas, a pesar de haberlesrobado muchísimas para poder escribir este libro. A Bebu (mi mamá)porque todavía hoy es mi fuente de sabiduría (y por todo lo que sufriópara alcanzarla). A mi papá (Marcelo) por hacerme amar a los libros. ALaura y Claudio (mis hermanos) por aguantarme y quererme. Y a todosmis abuelos, Regina, Saúl, Malquita, Hazdai y Leonor por animarse a laaventura de cruzar el mundo para soñar con un futuro en esta Buenos

     Aires esperanzadora, enigmática y lejana.

    MARTIN HAZAN

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    4/146

      3

    AGRADECIMIENTO

    Quiero agradecer especialmente a mis cuñados Rita y Rubén, quecon amor y dedicación me ayudaron a dar mi primer testimonio en1995. A toda la Comunidad Chalom de Buenos Aires que me hizo

    sentir en mi casa, cuando más necesitaba una casa. A laFundación Memoria del Holocausto y al Museo de la Shoá, que medieron un grupo de pertenencia, y que junto a mis compañeros deinfortunio me brindaron la oportunidad de transmitir mi sufrimiento.

     Al Rabino Moti Maarabi por haberme impulsado a dar mi primertestimonio. Y a mi ahijado Martín, quien hizo posible este libro.

    DAVID GALANTE

    Gracias a todos los que de alguna manera me ayudaron a hacer

    realidad estas páginas. A Daniel Rafecas, José Menascé, SilvinaChague, Fernando, Norberto y Patricia Jazan, Mariela Ivanier, ,Hebe Uhart, Jorge Goldberg, Gerardo Young y Daniel Gutman.También a Marta Cruz, Andres Peluffo y Cecilia Crivaro por lapaciencia y la buena voluntad.

    Y fundamentalmente a David por abrir su corazón de par en par ypermitirme entrar en su vida, con la confianza y la calidez que solouna personalidad de su estatura humana puede brindar. Esperoque estas hojas sean un humilde testimonio de su imprescindibleexistencia.

    MARTIN HAZAN

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    5/146

      4

    Prologo – por el Juez Daniel Rafecas

    Conozco a David Galante desde hace unos años, puescompartimos actividades en el Museo del Holocausto deBuenos Aires. Siempre me impactó especialmente sutestimonio, transmitido en forma oral a los alumnos queacuden a escucharlo. Su mirada, propia de uno de loshombres más sabios que conozco, invitan a uno a poneren perspectiva, en una larga perspectiva, todos losproblemas cotidianos con los que cada uno estáacostumbrado a lidiar.

    Un joven vive, a mitad del siglo XX, en una Isla del Egeo,Rodas, que desde 1912 estaba bajo bandera italiana.Estudia, trabaja, se divierte, disfruta de la ternura y la

    contención de los suyos. Su vida transcurre bajo el soldel Mediterráneo, junto con sus padres y hermanos,perfectamente integrado a un medio social que pareceimitar la armonía del entorno natural. Los Galante y lasdemás familias de la comunidad sefardí de Rodas se loganaron tras casi cinco siglos de estancia en la isla. Hayincluso una academia rabínica que es su orgullo.Conviven en paz con turcos y griegos; cristianos ymusulmanes.Un día aparecieron las primeras nubes negras en elhorizonte. El fascismo italiano impone en 1938 leyesracistas que forzaban a los judíos a segregarse del

    medio social que lo rodeaba. Las nubes comenzaron aavanzar. En septiembre de 1939 se desencadena laguerra en Europa, que se transforma en las primerasdificultades económicas y en carestía de bienes básicos.En septiembre de 1943 los alemanes ocupan Rodas. La

    oscuridad no cesó en su avance, al contrario, la velocidad conla que todo lo cubrió tomó por sorpresa a esa comunidad. A mediados de junio de 1944 llegó a Rodas una comisión delas SS bajo las órdenes del obertsurmführer (teniente primero) Anton Burger, el mensajero del ángel de la muerte, AdolfEichmann. Burger era comandante del campo deconcentración más grande de Checoeslovaquia,Theresienstadt, y fue designado especialista en deportacionesdestinado en Grecia1. El director de la comunidad judíasuperviviente, Maurice Soriano, asegura que con ellos estabaen comisión el Oficial de inteligencia de grupo de Ejércitos E,Oberleutnant   (teniente coronel) Kurt Waldheim, quien antes ydespués de la deportación mantuvo informado al EstadoMayor del Ejército alemán acerca de los progresos en laevacuación  de los judíos de las islas griegas y de todas susimplicancias2. La historia de Waldheim se la refirió Soriano a

    Galante oralmente, pero también tuvo el tino de dejarconstancia de ello en septiembre de 1961 en Yad Vashem, elformidable archivo histórico sobre la Shoá existente enJerusalén3. Es que Waldheim, por aquel entonces un oscuropersonaje, “alto, flaco, ligeramente rengo”, se convertiríadécadas después, en Secretario General de la ONU y luego,en presidente de Austria.

    1 Cfr. Hilberg, Raúl: La destrucción de los judíos europeos, Ed.

    Akal, Barcelona, 2005, p.1214.2 Cfr. Cohen, Bernard-Rosenzwig, Luc: El misterio de KurtWaldheim , Ed. Gedisa, Buenos Aires, 1987, pp. 62-3.3 De allí se sirvió Hilberg, cit., p. 787. La cita de Soriano en Yad

    Vashem está registrada, según Hilberg, como “Historia Oral,

    1745/67”. Agrega el historiador, que Soriano escapó con su

    esposa en barco a Turquía.

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    6/146

      5

    La llegada de la comisión SS a Rodas coincidió con laconvocatoria para presentarse ante las autoridades deocupación con sus documentos. No lo sabían, pero erael prinicipio del fin para el colectivo judío de la isla. Susuerte ya estaba sellada. A mediados de julio, DavidGalante y toda la judería de Rodas, desde los bebéshasta los ancianos, fueron deportados sincontemplaciones al perfecto opuesto de aquella isla deensueño.Durante un calamitoso viaje de mil quinientos kilómetros,de alrededor de un mes de duración, fuerontransportados por mar y luego por tierra, a través deSerbia, Hungría y Checoeslovaquia hasta la fronterapolaca, en un ferrocarril de ganado -cuyo boleto sólo deida fue pagado por las SS al Reichsbahn  con dineroincautado a las víctimas-, hacia el sitio más espantoso

     jamás concebido por el hombre, el agujero negro de lamodernidad: Auschwitz-Birkenau.Las víctimas de las Islas griegas no iban a ser laexcepción, al contrario, la cercanía de la costa turca, laactividad en la zona de la Cruz Roja, sumado a lareticencia natural de la población local, forzaban másque nunca a mantener el máximo secreto acerca deldestino final de los deportados.El contraste entre el punto de partida y el de destino deeste viaje infernal pone en su exacta perspectiva lailimitada capacidad del hombre moderno en infligir dolory sufrimiento a sus semejantes, allí cuando se cruzan

    ciertos componentes: odio, deshumanización, poderbélico, discurso legitimante.Y que nadie se sorprenda de la racionalidad de estasdeportaciones. La endlösung, la solución final delproblema judío, tuvo una larga evolución en la que los

    nazis fueron impulsando medidas cada vez más radicales,acompañado de un frío cálculo de costo-beneficio. Había quereducir al mínimo la diseminación de rumores sobre lasmatanzas, la degradación psicológica de los perpetradores y elempleo de tropas y munición requeridos en el frente. Al mismotiempo, había que llevar el proceso de destrucción al mayorritmo posible. Así se engendró Auschwitz-Birkenau. YTreblinka. Y Sobibór. Y Belzec.Por otra parte, puede generar interrogantes el empeño en ladestrucción del pueblo judío a mediados de 1944, cuando losaliados ya habían desembarcado en Normandía, ascendíanpor la península italiana y, en el este, recuperaban territoriodesde el Báltico hasta las puertas de Budapest. Eso sólopuede ocurrir allí cuando se tenga una percepción incompletadel pensamiento de Hitler, para quien tan importante era laguerra total  en el frente externo, como en el interno, en cuyo

    seno desde siempre los judíos tuvieron un lugar de privilegioen calidad de enemigos del Reich. Por eso no huboexcepciones, ni demoras justificadas en prioridadeseconómicas o bélicas. Así, de los 1800 rodeslíes deportados, salvo unos 400 quefueron seleccionados para el trabajo esclavo, el resto, no másal bajar en el andén, fueron conducidos a las cámaras de gasy a los hornos crematorios. “Los chicos, a los viejos”, era elespantoso consejo que, en djudezmo, se oía en las tinieblas,proveniente de unos espectros vestidos con unos ridículostrajes a raya, entre tanto terror.De los restantes, sólo se salvaron poco más del centenar,

    quienes como Galante, fueron señalados por el destino conuna larga cadena de situaciones salvadoras, acompañado deun empeño indestructible por tratar de sobrevivir. De ambascosas se habla en este libro. El lector lo relacionará con losrelatos de otros sobrevivientes, Levi, Wiesel, Kertesz, pero

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    7/146

      6

    cada camino es distinto, las situaciones atravesadasnunca son las mismas.

    Pero el interés del relato de Galante no se detiene aquí.

    Buena parte del final de esta obra está dedicada areconstruir su vida después de la toma del campo deexterminio por las tropas rusas, el 27 de enero de 1945,el relato de cómo participó pasivamente de la lucha en elfrente oriental, cómo pudo volver a Rodas, cómo dio consu hermano, sobreviviente de Bergen Belsen, enRoma…En especial, creo que la forma en la que estesobreviviente de Auschwitz, tuvo que ingresar en laRepública Argentina en la posguerra, de polizonte,escondido durante un penoso y larguísimo viaje en

    barco, para terminar preso en la cárcel de Devotomerced a la persecución implacable de las autoridadespoliciales y migratorias del Estado Argentino, nos dicemucho acerca del papel que cumplimos como paísdurante aquellos años.Un papel tristísimo y que deberíamos comenzar aasumir. La Argentina, al menos a partir de junio de 1943,estuvo gobernada por una dictadura militar favorable alEje4. Fue la última de las naciones americanas en cerrarsu embajada en Berlín, recién en 1944. Hacia finales dela guerra, todos los países americanos retiraron a susembajadores de Buenos Aires, en protesta por que

     Argentina no declaraba la guerra a Alemania. Recién lo

    4 Así por ejemplo, en la prestigiosa Enciclopedia del

    Holocausto , Director de redacción: Zadoff, Efraim, entrada

    correspondiente a Argentina , pág. 131.

    hizo el 27 de marzo de 1945 (cuando el frente ruso estaba amenos de 50 km. de Berlín) pues de otro modo la Argentina sequedaba afuera del concierto de las Naciones Unidas. Argentina recibió a los peores genocidas nazis. Son conocidaslas historias de complicidad y asimilación de personajessiniestros como Mengele y Eichmann. No por nada este último,al ser colgado en Jersualén en 1961, vivó a Alemania, a Austria y a Argentina antes de expirar 5.En fin, la historia de David Galante, en esta última parte, seentrelaza con este lamentable contexto, y permite comprenderun poco más de nuestra historia reciente.Sin embargo, a lo largo de estas cuatro décadas, la Argentinafue reivindicándose con David Galante. Desde aquel entonces,y tras aquel triste incidente que lo privó de su libertad duranteunas dos semanas, nunca más volvió a ser molestado operseguido. Al contrario, aquí echó raíces, construyó una

    familia y vive en paz.En definitiva, creo imprescindible conocer la vida de este judíode Rodas, sobreviviente de Auschwitz y refugiado en la Argentina.Su enorme sabiduría está plasmada en esta obra, condensadadespués de cuarenta años sin decir una sola palabra a nadie,ni siquiera a aquellos –como su hermano Moshe- con quienescompartieron la visión del infierno.Creo que conocer su historia constituye para nosotros un triplecompromiso: como miembros del género humano -pues elHolocausto atentó contra la humanidad toda-, como productosque somos de la cultura moderna y occidental -la misma que

    engendró Auschwitz-, y finalmente, como ciudadanos

    5 De ello se hace eco, entre muchos otros, Hannah Arendt, en su

    obra Eichmann en Jerusalén. Un informe acerca de la banalidad del

    mal. Ed. Lumen, Barcelona, 2001.

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    8/146

      7

    argentinos, no sólo en desagravio para con este noblesobreviviente, sino también en homenaje a la paz y a lademocracia que tanto nos costó recuperar.

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    9/146

      8

    La puerta en la nariz

    No terminé de preguntarle a David si estaba seguro deaceptar el desafío de hacer este libro, cuando alcanzó adeslizar una mueca reveladora de su afirmación altiempo que aprovechaba para atajarse: - Vos sabés queyo realmente quiero contarte todo lo que pasó. El problema es que no recuerdo la mayor parte de lascosas que me pasaron en Auscwitz. Son más decincuenta años y hay un gran vacío de tiempo en elmedio. Tené en cuenta que hasta hace diez años, yocasi no había hablado de este tema con nadie. Mihermano Moshe murió en el ´92 y jamás mencionamosuna palabra de lo que nos pasó en el campo. Era comoun secreto que no compartimos ni siquiera entrenosotros. No sé si es mi memoria, pero la mayor parte

    de las cosas que me sucedieron quedaron atrapadas enel campo. Aunque algunas veces pasa algo que, degolpe, despierta un recuerdo que estaba dormido. Y escomo desenterrar algo que estuvo escondido durantemucho tiempo. Como aquella noche cuando me golpeecon la puerta del baño en la nariz; te acordás…

    Hice un gesto de negación con la cabeza mientras lointerrumpía: - No David; recuerdo muchas anécdotasque me fuiste contando a lo largo de los años, peroninguna que se relacionara con una puerta en la nariz.

    Respiró sereno e hizo un ademán introductorio mientrasme decía: -Te cuento entonces.

    David se despertó de madrugada con ganas de ir albaño. Eran como las cuatro según el reloj de la mesa de

    luz y Raquel estaba durmiendo tranquila, así que intentódesplazarse en la oscuridad sin hacer ruido. Entrósigilosamente al baño y una vez allí giró su cuerporepentinamente sin darse cuenta que la puerta estaba a medioabrir. Sintió un fuerte golpe en la punta de la nariz, como unlatigazo involuntario. De repente y sin esperarla, una historiaque durmió durante cincuenta años en su memoria, despertóde improviso.

    David se vio formando una hilera frente a la barraca que le fueasignada en el campo de exterminio. Frente a él, un oficialalemán gritaba furioso, aguijoneando el aire helado de Auschwitz con sus insultos. Parecía estar descontrolado y losmotivos podían ser cientos: alguien que se fugó frente a susnarices, un temor que no lo dejaba dormir o simplemente sucuota diaria de morbosidad que no había sido satisfecha hasta

    el momento. Lo cierto es que el amenazante nazi, proferíaunos alaridos aterradores, tan indescifrables como elocuentes.Para acompañar esos gritos, enarbolaba al viento su revolver,haciéndolo girar entre sus dedos e intensificando entre losespectadores de turno, el temor angustiante por la proximidadde unas balas agazapadas en la recámara. Esa noche, un fríoatroz perforaba el intangible traje gris con el que Davidintentaba protegerse del invierno y parecía insensibilizar atodos los que allí esperaban angustiados el resultado de esafarsa. Auschwitz estaba tan helado como para comprobar encarne propia que no es de azufre sino de hielo de lo que estáhecho el infierno. “- Cuando el suplicio se extiende tanto

    tiempo, llega un momento en que ya no te importa quién es eldestinatario de la bala que amenaza asomar desde el revolver;lo único que te interesa es dejar de oír esa cadena de gritos eintimidaciones escupidas al aire, que alargan con perversainsanía el martirio innecesario de quien finalmente tiene que

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    10/146

      9

    caer” . Por fin, el verdugo de turno se decidió a dar porterminada su opereta y empezó a jugar con el dedosobre el gatillo, dibujando un horizontal columpio yapuntando con la punta del revolver hacia ambosextremos de la hilera. Pasó reiteradas veces por la carade los sentenciados a fin de hacerles sentir que podíamatarlos dos o tres veces a cada uno si aquel fuera suverdadero deseo. Aunque eso le robaría la diversión demañana, y la de pasado, y la de pasado…. La miradanunca sabe donde ocultarse en un momento así. Mirarlode frente puede ser tan letal como esquivarlo. Agachar lacabeza y rezar una y mil veces parece ser la únicaescapatoria para acelerar el fin de ese martirio. Derepente un alarido de fuego escapa del cañón y por uninstante, David sintió un latigazo seco y demoledor en lapunta de la nariz. “- Como cuando me choqué con la

     puerta del baño”.  

     Alzó instintivamente su mano derecha. Tocó la punta desu nariz. Todavía estaba allí, junto a un río de sangreque fluía incesante. Sus dedos se tiñeron de rojomientras su mirada, incrédula, se colgaba de ellos.Intentó detener el flujo de sangre haciendo presión condos dedos sobre la nariz mientras intentaba ayudarselimpiándose con el puño de la camisa. No sentía nada,más que el dulce sabor de la sangre filtrándose por entrelas comisuras de sus labios. Apretó bien fuerte con elpulgar y el índice, tratando de detener la hemorragia. No

    parecía ser tan grave. Miró a su alrededor y descubrió unmanojo de nieve cuya blancura contrastaba con elfurioso rojo de su mano. Aplicando un puñado de nievesobre la nariz – pensó - la hemorragia cedería. Por uninstante, la gente había comenzado a dispersarse a su

    alrededor esquivando su cuerpo como un bulto inoportuno. Seagachó con algún esfuerzo, tratando de llenar su puño dehielo. En un fugaz recorrido, su mirada alcanzó a divisar lafigura del hombre que segundos antes había estado parado asu lado. Recortado sobre la nieve blanca, un pálido yensangrentado rostro parecía haber encontrado la definitivabala que segundos antes apenas alcanzó a rozar su nariz. Sepuso de pié y retornó a la barraca.

    Nunca había recordado esa anécdota, hasta que una puertamal cerrada del baño se la devolvió de improviso, como unvendaval inclemente que tarda más de cincuenta años enllegar.

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    11/146

      10

    Nota del Autor

    El viaje de una lengua

    Toda vida es un viaje. Todo viaje está recorrido por innumerablesviajes. Y todos ellos tienen múltiples desviaciones que derivan enlos destinos más inesperados e inciertos. Hay un viaje que seinicia en España en 1492 cuando los Reyes Católicos no tienenmejor idea que invitar diplomáticamente  a todos los judíos aretirarse de España (con los moros no fueron tan diplomáticos), sopena de ser convertidos al cristianismo por las buenas o por lasmalas (más por la segunda que por la primera).

    El Sultán del Imperio Otomano enterado de este buen gesto de los

    Reyes Españoles, manda publicar y distribuir un edicto a fin deque sean bien recibidos los “sefaradím” (término que identifica alos judíos provenientes de España y cuya traducción exacta es“españoles” en Hebreo) en todos los puertos bajo su dominio.Enterados de esto, muchos sefaradím comienzan a dispersarsepor el Mediterráneo buscando la protección del Sultán Otomanocon la ilusión de construir un futuro mejor en tierras levantinas. Yesta procesión continuó con los años ya que poco a poco, lainquisición siguió expandiéndose por Europa y destinos seguroscomo Portugal e Italia comenzaron a convertirse en inhóspitospara los sefaradím que desearan conservar su judaísmo.

    Por el contrario y lejos de advertirlos como una amenaza, lasrelaciones con los Otomanos (más conocidos popularmente comolos “turcos”) fueron mejorando y estrechándose con los años, loque permitió la constitución de comunidades pujantes ynumerosas en ciudades como Salónica, Estambul, Esmirna y

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    12/146

      11

    Rodas (uno de los puertos de mayor importancia de laGrecia antigua). Dos cosas fundamentales llevaron con elloslos sefaradím en su salida de España. Una era la llave de sucasa, testimonio de que se iban con la idea de volver. Laotra era su lengua: el castellano. Un idioma que atesoraroncon tanto orgullo durante los ocho siglos que estuvieron enla península, que ni la santísima inquisición ni los reyes delimperio en el que no se ponía el sol, pudieron obligarlos aabandonar. No existen muchos casos de conservación deuna lengua en el exilio por tantos años (más de 500 paraser precisos) siendo esta una lengua no propia (como elhebreo) y que perduró por los siglos enriqueciéndose yevolucionando sin perder su esencia. El “ladino” o“djhudezmo” también es el español que mis abuelos trajerona Argentina. Una lengua dulce y graciosa que aún resuenaen mi memoria asociado a las voces de Saúl, Reyina,

    Hazdai y Leonor. Aún recuerdo la anécdota que contaba mibisabuela Reyina cuando llegó al puerto de Buenos Airesprocedente de Esmirna en 1912. Emocionada y sorprendidale dijo a su madre apenas pisó tierra: - Al dió, cualo es esto¿todos hablan djhudezmo aquí? 

    Durante 500 años, los sefaradím conservaron al“djhudezmo” o “ladino” como su lengua madre aún enconvivencia con otros idiomas como el griego, el árabe, elturco o el armenio.

    “La lengua es la patria de un hombre” y también es refugio,

    identidad y conciencia. La historia de los sefaradim estáinevitablemente enlazada a la lengua de Cervantes. A sumodo y con perseverancia, los judíos “españoles” surcaronel mare nostrum, regando sus aguas de sufrimiento, pasióny sobre todo de un gran fervor por su cultura. Pero 500 años

    en Rodas parecen haber sido suficientes y el destino con su manotrágica quiso que este viaje tan rico y enriquecedor terminara muylejos del calor de las playas del soleado Egeo.

    Durante todo el tiempo que duró la investigación y la escritura deeste libro, hice un esfuerzo permanente por ingresar a un mundotan inexplicable como desconocido. A partir de cada relato, decada frase, de cada gesto, de cada silencio, intenté sumirme enese mundo que, con increíble serenidad y paciencia, desglosa ydescribe David Galante. Aún sabiendo que “nunca podré entrar en Auschwitz” hice el intento de asomarme a través de sus ojos yesto fue lo que vi.

    Martin Hazan

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    13/146

      12

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    14/146

      13

    Primera Parte: Rodas

    …¿como debía interpretar mi generación, la de los nacidos mástarde, la información que recibíamos sobre los horrores delexterminio de los judíos? No podemos aspirar a comprender loque en sí es incomprensible, ni tenemos derecho a comparar loque en sí es incomparable, ni a hacer preguntas, porque el que pregunta, aunque no ponga en duda el horror, sí lo hace objeto decomunicación, en lugar de asumirlo como algo ante lo que solo se puede enmudecer, presa del espanto, la vergüenza y laculpabilidad. ¿Es ése nuestro destino; enmudecer presa delespanto, la vergüenza y la culpabilidad? ¿Con que fin? … solo me pregunto si las cosas sólo deberían ser así: unos pocoscondenados y castigados y nosotros, la generación siguiente,enmudecidos por el espanto, la vergüenza y la culpabilidad.Bernhard Schlink - El Lector- Zurich 1995

    Rodas.

    David Galante nació en la isla de Rodas en 1925. Rodaspertenece al grupo de las Islas del Dodecaneso en el mar Egeo,próxima a la costa sudoeste de la península Turca su fama tienemás de 3.000 años. Su ciudad capital, también se llama Rodas.

    Bajo el dominio del Imperio Otomano, los Judios siempre fueron

    respetados en tanto que eran considerados “dhimmis” ya quepertenecían al Pueblo del Libro. Aunque no tenían los mismosderechos que el resto de los súbditos del imperio, debido a que noeran musulmanes, podían desarrollar sus tareas normalmente sinmayores limitaciones. Como todo súbdito del sultán debían pagar

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    15/146

      14

    capitación y hasta en algunos casos algún extra podía veniragregado, pero habitualmente tenían la libertad deadministrarse por leyes internas de la Comunidad y solo enmuy pocos casos debían recurrir a la Justicia Turca, la cualsolía tratarlos en igualdad de condiciones. Precisamente porestar tan bien integrados al resto de la sociedad, ladecadencia del Imperio se hizo sentir también en todos loshogares judíos por lo que luego de cinco siglos en tierrasotomanas, los jóvenes debieron partir en busca de nuevoshorizontes. También la guerra llegó por esta época.

    Durante la guerra Greco-Turca la isla fue ocupada por lasfuerzas italianas en 1912. En 1923 a raíz del “Tratado deLausana”, la isla quedó oficialmente bajo dominio italiano.Italia aprovechó a sentar sus bases en las islas Rodas y Cosen su afán expansionista para conquistar Libia.

    Contrariamente a lo que era la política habitual de los paísescolonialistas, los italianos llevaron la modernidad a Rodas,creando infraestructuras en obras de saneamiento, provisiónde agua potable, energía eléctrica, etc. Modificaron losplanes de enseñanza y llevaron educadores a la isla.En Rodas existían algunos colegios en el nivel primario yluego venía el “gymnasium”, que constaba de tres ciclos y seregía por las normativas de la famosa “l'Alliance IsraeliteUniverselle”. La “Alliance” como era conocida popularmente,era una institución educativa de excelencia al “estilo francés”que tenía escuelas en casi todas las ciudades donde habíagran cantidad de sefaradim. En muchos casos, cuando las

    familias debían mudarse a otras ciudades o países, sus hijospodían continuar normalmente con su educación, siguiendoel mismo programa de estudios.

    Quienes deseaban seguir sus estudios más allá de esa instancia,podían ir al colegio católico de los Santos Padres o al de lasMonjas Italianas que, si bien eran confesionales, ofrecían unrégimen muy liberal a sus estudiantes no cristianos. Sin embargo,estos colegios privados más costosos, limitaban de hecho suacceso a las clases más privilegiadas económicamente.

    Los colegios de “l'Alliance Israelite Universelle” tenían unexcelente nivel educativo, lo que era muy reconocido en toda laregión. Incluso se daba el caso que muchas familias de lacomunidad griega o musulmana, aún teniendo sus propioscolegios, decidían enviar a sus hijos al gymnasium de l'Alliancepor su mejor nivel de enseñanza. Después del Tratado deLausana el colegio paso a llamarse “Scuola Israelita Italiana” y elidioma francés paso a ser una asignatura más dentro del planescolar. El idioma oficial pasó a ser el italiano a pesar de que toda

    la gente la seguía llamando “l'Alliance”.

    En las primeras décadas del siglo veinte había en Rodas unos5000 judíos. En su gran mayoría vivían dentro de la ciudadamurallada. Sólo los pertenecientes a las clases más acomodadasvivían en el “Marash”, un barrio moderno y lujoso que seencontraba en las afueras de la ciudadela.

    Sin embargo, la crisis económica que padeció la isla provocó unagran emigración. La situación económica comenzó a empeorar dea poco y al no haber expectativas de desarrollo ni perspectivas

    que permitieran mirar con algún optimismo al futuro, más de lamitad de sus integrantes decidió partir hacia otros países deEuropa (solo cuando su situación económica lo permitía), en latercera clase de los barcos que partían hacia el continenteafricano o a Estados Unidos o Argentina que eran los destinos

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    16/146

      15

    más comunes para quienes nada tenían y soñaban con“hacerse la América”. Luego, cuando se avecinó la guerra,todos los que estaban en condiciones económicas y teníanla edad adecuada aceleraron la decisión. De los 5000 judíosexistentes en la comunidad a principio del siglo XX, solo1800 quedaban en la isla cuando la segunda guerraempezó.

    Los italianos

    Se puede decir que los habitantes de la ciudad comenzaron a vivirun “renacimiento” con la llegada de los peninsulares al gobiernode la isla. La sociedad italiana de Rodas, de pequeñasproporciones, pasó a ocupar los cargos de índole gubernamental ylos cargos directivos de las empresas que ellos mismos habíancreado.

    La convivencia entre los italianos y la judería se desarrollósiempre sin inconvenientes y en más de una oportunidad lasolidaridad acercó a todas las comunidades. Los jóvenes judíosincorporaron al italiano como su idioma y hasta se puso de moda juntarse en grupos a cantar, desde las canzonettas napolitanashasta las operas italianas. Quizás sea por ello que quienessobrevivieron a la guerra se dirigieron hacia Italia como primer

    destino. Muchos de los sobrevivientes de los campos deexterminio eligieron pasar por Roma o Bologna, pero al descubriren carne propia los estragos que la pobreza de la post guerra allíestaba provocando, decidieron continuar su viaje en busca denuevos rumbos.

    El bajo nivel de antisemitismo latente entre los italianos era algopalpable. El reducido porcentaje de judíos de este origen muertosdurante la Shoa, comparado con el que sufrieron otros paíseseuropeos, demuestra la actitud solidaria que tuvieron lospeninsulares hacia sus judíos frente a las órdenes de ladeportación. Las parodias que protagonizó el propio Mussolini

    para evitar deportar a los judíos hacia los campos de exterminiopese a su buena relación con el Reich, son una demostración deese sentir del pueblo italiano, más que un testimonio de las“cualidades humanitarias” del Duce. Pero en Rodas, la comunidaditaliana era demasiado pequeña y la judería demasiado grande

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    17/146

      16

    como para poder modificar las órdenes impartidas por el altomando alemán con el objetivo de evacuar a los judíos. Laspocas familias italianas que vivían en la isla tuvieron quecontentarse con derramar sus lágrimas detrás de laspersianas bajas, mientras asistían silenciosos a ladeportación del pueblo judío.

    La religión

    Rodas contaba con 4 sinagogas, una yeshivá (escuela religiosa) yun colegio rabínico de muy alto nivel fundado en 1928 bajo elauspicio del gobernador italiano Mario Lago, a instancias,llamativamente, del propio Benito Mussolini. Este colegio atrajoestudiantes de los Balcanes, Turquía, Palestina, Egipto y hastaEtiopía, y rápidamente adquirió un alto prestigio en toda la zona.El colegio rabínico, después de 9 años de estudio, otorgaba eltitulo de “Doctor en Filosofía”. Su currícula no se restringíasolamente a materias confesionales o teológicas judías, sino queabarcaba materias más generales como religiones comparadas(mono y politeístas), historia mundial, etc. En 1937 tuvo lugar laprimera y única promoción ya que al año siguiente comenzaronlas leyes restrictivas y el rabinato no tuvo otro remedio que cerrarsus puertas.

    Durante la época del Imperio Otomano era costumbre que lasautoridades de la Isla saludaran a los integrantes de las diferentescomunidades en las fechas de sus altas fiestas, yendo a sussinagogas, mezquitas e iglesias a presentar sus salutaciones. Eraun gesto de tolerancia y pluralismo muy valorado por todos, por loque Mario Lago (primer Gobernador Italiano de la isla) continuóhaciéndolo anualmente hasta 1938 cuando fue reemplazado porCesare María De Vecchi Conte de Val Cismon (nada más y nadamenos). El nuevo enviado pretendió que los representantesprincipales de cada comunidad fueran a saludarlo a él en susdiferentes festividades a fin de no tener que tomarse tantas

    molestias. De ser un gesto valorado y respetuoso, el rito pasó aconvertirse en una demostración del poder del nuevo gobernadory de su poca tolerancia hacia los distintos credos.

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    18/146

      17

    La familia

    - “Mi familia estaba compuesta por mi padre AbrahamGalante, mi madre Rebeca Israel Benditcha, mis cuatrohermanas: Sara, Rosa, Juana y Matilde, y finalmente losvarones: Hiskiá y Moshe y yo. Me eduqué en el colegio judío patrocinado por la Alliance Israelite Universelle, ya entoncesllamado Scuola Israelita Italiana y estaba dirigido por elProfesor Gattegno de la judería italiana, que junto con sufamilia se establecieron en Rodas. La enseñanza en laescuela primaria y en el gymnasium tenía un excelente nively era muy reconocida no solo entre todas las comunidadesde la isla, sino también en toda la zona del dodecaneso.Teníamos una educación de doble turno y nos enseñabanfrancés, italiano y hebreo. Por lo tanto además deldjhudezmo que hablábamos naturalmente todos los

    sefaradim, más algunos conocimientos de griego y turco queteníamos por nuestros amigos en la isla, podíamosdefendernos en muchos idiomas. Eso es algo que nos ayudóbastante durante el tiempo que estuvimos en Auschwitz yluego de la guerra, aun cuando la mayoría de las lenguasque allí se hablaban eran las del norte de Europa. Completélos estudios del segundo nivel a los 15 años y después medediqué al trabajo. La guerra había empezado; comenzamosa sentir el desabastecimiento, hubo tarjetas deracionamiento y muchos hábitos alimenticios tuvieron queser dejados de lado. Éramos una familia religiosa; en micasa se comía casher, se iba al templo los viernes y luego

    festejábamos el Kabalat Shabat en familia. Mi mamá era laque hacía la comida y mis hermanas le ayudaban aorganizar la cena. Recuerdo que los sábados mi abuela ibaal templo y a la salida todos los nietos salíamos a suencuentro para besarle la mano. Ella vivía con nosotros, era

    una mujer alta y fuerte, lamentablemente en una caída en el bañose fracturó la cadera y, después de estar un tiempo en camafalleció. También vivía con nosotros una prima que se llamabaDiana. Mi hermana Rosa se había transformado en el pilar de lacasa, ella trabajaba en una librería. Era la mayor. Mi hermanaJuana se había enfermado tras haber tenido un accidente; alderrumbarse la baranda del balcón del primer piso cayófracturándose la columna. Mi hermana Matilde era la más chica,tendría 9 ó 10 años para esa época. Mi hermano Moshe trabajabacomo empleado en un negocio de bonetería; con el tiempo seindependizó y se dedicó a la compra y venta de mercadería textil.Durante la noche y para incrementar nuestros ingresos, toda lafamilia se reunía en torno a la mesa y nos dedicábamos a fabricarsobres para cartas que luego mi hermana Rosa vendía en lalibrería donde trabajaba.

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    19/146

      18

    Rodas durante la Guerra

    David y su familia, al igual que toda la comunidad judía deRodas pasaron toda la guerra en la isla. Padecieron laslimitaciones económicas propias de un estado de guerra.Escaseaban los productos de todo tipo, pero lo más duro fuela falta de comida. Las raciones eran pequeñas y cadafamilia tenía que ingeniárselas para hacerla durar. Sinembargo, el mediterráneo favorecía a la isla con un climaideal. Días cálidos y noches frescas que permitían afrontarcon mayor tranquilidad la falta de combustible. Lacombinación del frío y el hambre es uno de los mayoresazotes que padeció Europa durante la guerra. El frío enRodas nunca se hace notar, y el hambre siempre se puedepaliar con algunas de las maravillosas especies acuáticasdel Dodecaneso.

    Si bien a partir del ´39 era imposible irse de allí, hay quienescoinciden en sostener que Rodas era un refugio de lujo. Laguerra no se hacía sentir de otra manera que no fuera conlas restricciones económicas. No hubo allí bombardeoshasta que llegaron los alemanes en 1943. No circulabantropas, no había requisas ni persecuciones. El trato de lacomunidad judía con las autoridades italianas era bastantecordial a pesar de que Mussolini formaba parte del Eje. Nohubo allí ningún Kristalnacht (ni se enteraron que hubieraexistido). No había leyes en contra de los judíos y si bienpodría haber alguna clase de desavenencias con el emisario

    del Duce o con parte de la comunidad griega en la isla, estano podía ser mayor que la que suele existir entre dospueblos con cierta rivalidad, como hay miles en el mundo.No existieron ningún tipo de agresiones hasta que lositalianos se retiraron con la caída de Mussolini y los

    alemanes decidieron ocupar su lugar. Ese clima de acoso queagobiaba a los judíos de toda Europa, no se hacía sentir enRodas. Las noticias de la guerra, eran seguidas por algunosradioaficionados que por las noches se enganchaban a la señal dela BBC de Londres. Ellos transmitían las novedades que se ibanproduciendo, lo que no alteraba el normal funcionamiento de laapacible vida que suelen llevar las islas del mediterráneo y por loque hoy se han convertido en unas de las mayores atraccionesturísticas del mundo. Aguas verdes y cálidas, arenas suaves y doradas, una brisaapacible, noches frescas, y callejuelas angostas con pequeñascasas blancas. Sin embargo la ciudad de Rodas cuenta ademáscon un pasado de esplendor. Es una de las grandes ciudades dela Grecia antigua mencionada en los libros clásicos. Memnon deRodas fue el gran general griego con el que Alejandro Magno seenfrentó en varias de las más grandes batallas de la historia. Su

    ciudad amurallada con sus grandes puertas y su foso tiene unafigura imponente que sorprende a primera vista al viajero quearriba a sus costas. “El Coloso de Rodas”, la figura de un granguerrero de 18 metros de altura construido en bronce con ambaspiernas apoyadas a cada lado de la entrada del puerto es nadamenos que una de las “Siete Maravillas del Mundo”. Y en el centrode su ciudad antigua se encuentra el “Gran Fuerte de losCaballeros de San Juan” (conocido como el Fuerte de losCruzados),  quienes habían construido allí uno de susasentamientos de mayor importancia en su camino a Jerusalén.Este fuerte, es aún hoy el edificio de mayor imponencia de la isla ysigue siendo visitado con gran asombro por turistas de todo el

    mundo. No por nada David conserva fresco el recuerdo de losgrandes barcos con turistas (antes de que el turismo sea esta granindustria sin chimeneas en la que se ha convertido), quienes seacercaban a la isla en busca de historia, aventura yfundamentalmente para disfrutar sus inigualables playas. Quien ha

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    20/146

      19

    visitado Rodas sabe que no se puede exigir más de undestino turístico. Y no es difícil imaginar que la infancia deDavid allí debe haber sido tan plácida, cálida y gratificantecomo el clima tan especial que allí se respira. O que por lomenos, se respiraba antes del fin.

    Las monedas en el mar.

    Las aguas turquesas del Egeo eran el hábitat natural del cuerpopequeño y tostado de David al finalizar la jornada escolar. Junto asus compañeros de l’alliance, abandonaban furtivamente ladjhudería en dirección al puerto de Rodas atravesando laimponente muralla medieval que protegió a sus habitantes durantevarios siglos de los ataques extranjeros. Sedientos de diversión,David y sus amigos zigzagueaban entre las piedras de la murallasin considerar tal vez que esas rocas desde las que se gozaba deuna vista privilegiada del puerto de Mandraki y que antañoestuviera dominada por el Coloso, era un verdadero privilegio paralos ojos de cualquier mortal. En esa temprana edad, es difícilaprehender el valor de lo que se tiene frente a los ojos, aúncuando las constantes visitas de barcos rebosantes de turistas

    debería darles alguna idea del magnetismo que la isla tiene paralos viajeros del mediterráneo desde hace más de dos mil años.

    Las tardes eran plácidas y amenas. Los cuerpos de los niños serevolcaban al descuido sobre una fina arena regada de almejas ycaracoles, y cada tanto encontraban alguna victima para caerleencima y sepultarlo bajo una montaña de cuerpos inocentes queexplotaban a carcajadas. Entre las actividades que mayoratracción despertaban, la competencia por encontrar los mejorescaracoles en las profundidades del mar se fue convirtiendo en lapreferida; y las contiendas por alcanzar las piezas más preciadasse fueron volviendo cada vez más extremas y desafiantes. El solo

    hecho de nacer a pocos metros de esas seductoras playas,convertía a todos ellos en verdaderos expertos en el arte decontener la respiración para sumergirse en las profundidades deese mar cristalino y descubrir objetos de lo más curiosos. Laincreíble transparencia de sus aguas hacía de cada juego un

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    21/146

      20

    deleite para los sentidos. A menudo, estas competencias noeran más que una excusa para aguardar la llegada de unbarco con turistas: uno de esos lujosos cruceros queatracaban en el puerto con extranjeros ávidos de playas ehistoria, impacientes por degustar algunas de sus exquisitascriaturas marinas. Los barcos atracaban en el puerto ymuchos viajeros elegían permanecer en sus camarotes paraevitar descender con sus pertenencias y alojarse en laciudad.

    Nunca pudieron descubrir quien hacía correr la voz, pero erasabido entre los visitantes que el arrojar monedas al marpara que sean buscadas por los jóvenes buceadores erauna afición bastante común entre los turistas de aquellaépoca. Como un valiente Cousteau, David se zambullía juntoa sus amigos al ver que una delgada moneda plateada caía

    girando sobre si misma desde la cubierta de un modernoyate y se perdía apenas por unos segundos entre lospliegues del oleaje. No era difícil encontrarlas aún antes detocar fondo o apenas hurgando en el pedregullo. Losarrojados buceadores, emergían victoriosos de las aguasllevando a sus casas un trofeo generoso y de un valorincalculable para sus modestas pretensiones.

    Para los turistas no era más que invertir unos centavos endiversión, observando a los jóvenes nativos mostrar sushabilidades acuáticas entre las cristalinas aguas en las quealguna vez reposara sepultado el mayor coloso de la historia

    de la humanidad. Para David, apenas uno de los tantosentretenimientos que alegraban sus horas y lo preparabansin saberlo en el difícil arte de la lucha por la supervivencia. A veces, los juegos de la infancia tienen esa extraña virtudde recrearnos un escenario ilusorio o lúdico que nos

    adelanta sin premeditación para los acontecimientos que un futuroinexplicable nos puede llegar a deparar.

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    22/146

      21

    El conflicto parece inevitable

    La mayor parte los jóvenes de Rodas fueron emigrando amedida que avanzaba la década del ’30 y los temores delinicio de la guerra se incrementaban. Todos ellos al irse,

    auguraban el sueño de una vida mejor, con posibilidades demayor prosperidad que la que se auguraba para la EuropaMediterránea. Sus padres habían vivido los padecimientosque trajo aparejada la primera guerra mundial (conocida enese momento como “La gran guerra”, que adoptó sunombre actual una vez iniciada la “Segunda”), y la mayoríade ellos no quería enfrentarse a una situación similar. Detodas formas, el peor horizonte imaginable hasta esemomento incluía serias restricciones económicas y algunaque otra batalla en el mediterráneo que podría tenerloscomo más cercanos o lejanos protagonistas. No mucho más.

    Por eso la salida de Rodas generalmente se hacía con algúngrado de planificación. Casi siempre había algún parientelejano o cercano instalado en el lugar de destino (Rhodesia yel Congo Belga eran los lugares más elegidos aunque Argentina era otra de las posibilidades a tener en cuenta)que gestionaba los permisos de ingreso, algún contrato detrabajo y proveía alojamiento y comida hasta que elinmigrante encontraba la manera de mantenerse por simismo. En el caso de las mujeres, lo mejor era encontrar unpretendiente con el cual casarse y entrar a la nueva tierracomo “la esposa de”. No todas tenían la posibilidad de elegiral candidato, y aún cuando la tuvieran no había mucho

    tiempo para pensarlo ni muchas alternativas para elegir. Hayque tener en cuenta que en el caso de la Argentina, debíanrealizar un viaje de casi 15.000 Km. con una parada en unpuerto europeo (como mínimo) para cambiar de barco.Generalmente estos puertos solían ser los de Génova o

    Marsella. El costo del viaje, estaba a cargo del viajero en el casode los hombres y a cargo del novio o de la familia de la novia(según quien estuviera en mejores condiciones) en el caso de lasmujeres. Lo común era que los hijos emigraran, los padres sequedaran y recibieran del exterior el dinero necesario para

    mantenerse. Esto era un hecho común y podía verse conregularidad en muchas familias de Rodas.

    Dos de los hermanos de David pudieron emigrar de Rodas antesde la guerra. Hiskyá Galante vino a la Argentina en el año ´33,atraído por un primo de la familia que se había asentado enBuenos Aires a principios del siglo. La otra hermana, Sara Galantese fue a Rhodesia (cuyo nombre no posee ninguna relación con laisla sino con el célebre explotador de diamantes y de negros, elinglés Willam Rhodes) donde en el año ´35 se casó y tuvo un hijo.

    En algún momento existió el proyecto de que David y Moshe,pudieran seguir los pasos de Hiskyiá y emigraran también a la Argentina, pero este todavía no se había asentado en el país (noera fácil conseguir un permiso para ingresar) y la crisis del ’30dificultaba la tarea de encontrar un trabajo digno. Con estepanorama el viaje de los hermanos Galante se vio postergado demanera indefinida y cuando en 1938 partió el último barco quesalió de Rodas con destino a América, la guerra estaba enciernes. Todos tenían conciencia de que no habría otraoportunidad para salir de allí.

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    23/146

      22

    También las piedras

    Las tardes en Rodas eran apacibles y cálidas. Una suavebrisa acariciaba la isla desde el mar y en la ciudad loscomercios cerraban sus puertas mientras los rodeslíes se

    dedicaban con parsimonia a la tarea de la siesta. Un solinmenso y abrasador dejaba caer sus rayos de maneraperpendicular sobre la piedra rocosa, y las lagartijascorreteaban entre los arbustos que les ayudaban aesconderse de los pequeños humanos que intentaban darlescaza a fin de enarbolarlas en una varilla de madera cualtrofeo de guerra.

    David y sus amigos mataban el tiempo en esos menesteresmundanos y recorrían la muralla de un lado al otro en buscade diversiones pasajeras mientras la ciudad reposaba. Una

    tarde de mucho calor, las pequeñas piedras que sedesprendían de esa gran pared se convirtieron en suprincipal entretenimiento. Comenzaron a arrojarlas desde loalto de las almenas intentando alcanzar el destino máslejano posible, que en esta ocasión era el verde mar. Losque arrojaban sus proyectiles en dirección al poniente yalcanzaban el oleaje, demostraban estar capacitados paraejercer tareas temerarias tales como escalar una montaña otripular un barco. Quien no conseguía tan ansiado destinopara sus rocosos misiles y apenas lograba hacerlos avanzara los tumbos entre las arenas de la playa, podía serconsiderado un candidato al fracaso.

    Los brazos se contraían y estiraban con destreza tratandode brindarles a las piedras toda la potencia y la direcciónpara que atravesaran el aire con singular aerodinamia yalcanzaran a zambullirse con elegancia entre los pliegues

    del oleaje del Egeo. La competencia comenzó a ganar enintensidad y color. Los contendientes se sacaban chispas y cadacual juraba que su proyectil había logrado mayor distancia que losotros. Cuando los contendientes empezaron a perder interés en lacontienda, alguien hizo referencia a la carretera que bordeaba la

    muralla y a los pocos vehículos (mayoritariamente carros ybicicletas) que circulaban por ella. Definir que piedra había llegadoun metro más lejos o más cerca en el mar no parecía ser losuficientemente interesante a esas horas de la tarde, peroacertarle a un conductor desprevenido a la carrera, adoptaba uncariz estimulante. Alguien mencionó que podría ser peligroso ytodos coincidieron.- Sin embargo, -dijo Aarón Franco – si arrojamos piedras máspequeñas podremos continuar con nuestra competencia sin poneren riesgo la vida de nadie.La propuesta entusiasmó al grupo y corrieron alborozados en

    búsqueda de esos pequeños tozos de roca, aptos para serarrojados a conductores desprevenidos. En un momento, todos seencontraban dispuestos a atormentar al primer advenedizo que seasomara por la carretera. Apenas unos minutos después, alguiendio la señal de alerta y un hombre joven a bordo de unamotocicleta comenzó a aproximarse en dirección a la djhudería.Cuando se acercó a una distancia prudente, las piedras surcaronel aire en dirección al bólido en movimiento. Algunas alcanzaron aimpactar en el vehículo, pero una de ellas arrojada con singulardestreza, pegó en la cabeza del desprevenido conductor que frenóde golpe y mientras hurgaba perplejo en los confines de sucabeza, alcanzo a divisar en lo alto de la muralla a un grupo de

    chicos que se dispersaba con algarabía.

    Las risas duraron hasta avanzada la noche. El grupo en pleno sereunió en una de sus callejuelas predilectas y el recuerdo delimpacto fue el tema central de la jornada. A medida que

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    24/146

      23

    avanzaban las horas, el disparo fue ganando en velocidad ydirección. Raro era que el hombre permaneciera todavía convida a juzgar por la intensidad y violencia que alcanzó elpiedrazo en el recuerdo a esas horas del atardecer.Se iba poniendo el sol y David sabía que tenía que volver a

    casa para cenar. Mamá Rebeca lo estaría esperando y suhermana Rosa le recordaría que todavía tenía que terminaruna tarea pendientes de la noche anterior. Acelerando elpaso David entró a la casa atraído por el olor de de la undelicioso manjar con el que estaba ocupada mamá y que yaamenazaba con alegrarle la noche. Sin embargo el impulsoy el buen humor que lo embargaba, se vieron interrumpidospor la mirada severa de Papá Abraham que lo observaba ensilencio desde un viejo sillón. David se detuvo de inmediatosorprendido mientras Abraham se incorporaba vehemente ysosteniéndolo de un brazo comenzaba a descargar con

    intensidad unas palmadas en su trasero. El grito de “AQUIEN SE LE OCURRE ANDAR TIRANDO PIEDRAS PORLA MURALLA” le confirmó a David que el conductor de lamotocicleta era un conocido de su padre y que habíaalcanzado a identificarlo. Por cinco días, el dolor de no poderencontrarse con sus amigos se sintió como el de laspalmadas sobre las nalgas. Esas que lo disuadieron demanera certera sobre la inconveniencia de elegir al“lanzamiento de piedras sobre personas” como un inocente juego de niños.

    Rodas 1939/42

    Trece años y a trabajar

    Los judíos consideran que a los trece años, llega el momento de

    abandonar la infancia y afrontar la vida adulta. El acontecimientoque marca este límite entre los juegos callejeros y lasresponsabilidades sociales es lo que comúnmente se conocecomo Bar Mitzvah. A los trece años, los chicos judíos debenestudiar una parashá (un salmo de la Torah) que deben leer en elservicio matutino del Shabat en la sinagoga, la que debe estarcompuesta por un mínimo de diez hombres. También en esosdías, los hombres se colocan por primera vez el talit (especie dechal con cuentas de hilo cárdeno) y los tefilim con los preceptosque guiarán sus vidas, uno en el brazo izquierdo (junto al corazón)y otro en la cabeza. Para la mayoría de los chicos judíos de hoy el

    Bar Mitzvah es un acontecimiento ritual con un gran valorsimbólico, que dista de modificar sustancialmente sus hábitos devida cotidianos: siguen yendo al colegio, se mantienen bajo laresponsabilidad de sus padres y están todavía lejos de cualquierfunción procreadora. La hora de convertirse en “hombres” seencuentra todavía lejos. Sin embargo, en la vida de David,probablemente como en la de pocos chicos, el paso de la infanciaa la adultez se produjo más por factores externos que por motivosrituales. A los pocos días de hacer su Bar Mitzvah, las tropasNazis invadían Polonia y empezaba la guerra en Europa. Si bienla paradisíaca isla de Rodas estaba sumamente alejada de la fríaPolonia, las consecuencias de la guerra se hicieron sentir en todos

    los rincones del planeta. Comenzó a haber escasez de víveres eimportantes restricciones en la circulación de productos. Dejaronde llegar a la isla las prendas femeninas que papá Abrahamcomercializaba en su local de ropa y su trabajo se hizo

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    25/146

      24

    innecesario. A los pocos meses del inicio de la guerra se vioobligado a cerrarlo.

    La vida se iba tornando cada vez más difícil para los Galantepor lo que todos los hermanos tuvieron que salir a buscar

    trabajo. Moshe, consiguió un puesto como dependiente enuna mercería importante, para la que le había servido suexperiencia en el negocio de papá. Rosa entro a trabajar enuna librería, donde aprendió a amar a los libros a los quedescubría con curiosidad y pasión.

     A David le tocó una tarea muy particular. Consiguió untrabajo como vendedor de flores. Los italianos, instalados enla isla desde hacía mucho tiempo, se preocupaban porembellecer sus casas y dejar contentas a sus esposas conun ramo de flores. Estas flores eran comercializadas por un

    ente gubernamental cuya sede se encontraba en losedificios de la administración central de la isla.

    El cultivo principal era de Rosas, que eran típicas de Rodas(de allí su nombre) y se comercializaban en toda la región.Rodas era famosa por sus Rosas y venían de otras islas yhasta del continente para llevarlas. Había variedades detodo tipo y color: rosas, blancas, amarillas y rojas. La islaestaba repleta de rosales que surgían a veces naturalmenteal costado de una ruta, en los canteros de las calles o en elmedio del campo, al cuidado de la naturaleza. Por eso, enprimavera, Rodas festejaba a las miradas con su mejor color

    y exaltaba los ánimos de los isleños con la fragancia de susaromas.

    Tan famosas eran estas Rosas, que el gobierno italianohabía enviado ingenieros agrónomos para mejorar laproducción. Sin embargo, al iniciarse la guerra, esas Rosas

    quedaron sólo para consumo interno. A pesar de la frágil situaciónen la que los tenía la guerra, los Italianos no reparaban en gastosa la hora de agasajar a sus mujeres, aún cuando algunas de ellaseran además sus esposas. Para David, este trabajo era unabuena forma de llevar algo de dinero a su casa y además podía

    relacionarse e interactuar con otras personas de distintos orígenescomo los griegos, los turcos y los italianos. Esto tambiénimplicaba aprender algunas palabras de cada una de esaslenguas lo que sería de un valor incalculable años después en loscampos de exterminio.

    - “Yo tuve que hacerme mayor de golpe”. “Los hermanos teníamosque salir a trabajar para mantener la casa y yo sentía que teníaque ser responsable por el destino de mi familia. Era una cargaalgo pesada para un chico de apenas trece años, pero en esemomento, no teníamos otra alternativa”.

    En la época de la ocupación italiana, el negocio de las flores eramanejado directamente por el gobierno. David hacía allí todo tipode tareas. Recibía las flores de madrugada, las ordenaba en unviejo galpón y muchas veces se encargaba de repartirlas, canastaen mano, siguiendo un recorrido marcado por su jefe, en unlistado donde constaban las direcciones de los clientes y el detalledel pedido. No siempre recibía una propina por estos transportes(el delivery no se había popularizado todavía) pero cuando lequedaban unas monedas en el bolsillo, se permitían el lujo deagregar un pedazo de pan en la mesa familiar o alguna confiturade esas que tanto le gustaban y que últimamente se habían vueltoinaccesibles.

    David pasó unos meses encargándose de las flores cuandoalguien le comentó que había una oportunidad de trabajar en unaempresa petrolera. Allí la paga era mejor y su jefe era un conocido

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    26/146

      25

    de la familia llamado Moris Soriano. Luego de una entrevistade cortesía, David empezó su nueva tarea con muchoentusiasmo y con la expectativa de llevar más dinero a casa,aliviando la situación del hogar. Se sentía más importantepor esto y pensaba que sus padres estarían orgullosos de él.

    La cara de preocupación de papá Abraham se ibaacentuando y esto también preocupaba a David que todavíano creía entender muy bien cómo podía ayudarlo.

    En la petrolera, David era el chico de los mandados. Seencargaba de llevar y traer papeles, encargos, pedidos yotros asuntos menores. Pero Moris Soriano tenía reservadapara él una actividad muy particular, además de llevar y traera sus hijos del colegio. Durante la guerra, las restricciones alconsumo de pan eran importantes y tenían un límite porfamilia. Sin embargo, Moris había hecho un arreglo con elitaliano encargado de manejar el horno y se hacía traer unaspiezas de pan extra muy temprano por la mañana. David erael encargado de llevar esas piezas a la casa de Moris consigilo sin que nadie lo descubriera. Si la operación se llevabaa cabo sin problemas, le correspondía una pieza de panpara llevar a casa como recompensa por la eficiencia en susservicios. David pasó a ser el responsable de llevar el “pan”a la casa y eso lo hizo sentir “un hombre”. Con obligaciones,responsabilidades y con una familia a la cual defender. Papá Abraham no se sentía conforme dependiendo de sus hijospara sostener la casa, pero aceptaba que con ese aporte,las restricciones de la guerra se hacían un poco más

    llevaderas. No eran tiempos como para que su orgullo heridoentorpeciera la tarea de reorganizar el funcionamiento de lafamilia; tarea que los más jóvenes demostraban hacer conmucha responsabilidad y empeño.

    El Barco de refugiados

    En 1939, cuando estalló la guerra, David tenía 13 años. Apenashabía hecho su Bar Mitzvah y hasta ese momento los efectos del

    conflicto bélico solo se sentía en las restricciones al comercio y alconsumo que afectaban a la economía de la familia Galante.Pocas y escasas noticias llegaban de la guerra a las costas deRodas y David tenía un escaso conocimiento de ellas. Sinembargo, a veces surgía un acontecimiento que trastocaba laparsimonia cotidiana de la isla y los hacía tomar contacto con elresto del mundo, abandonando el aislamiento temporal yconfrontándolos con la cruda realidad.

     A mediados del año 1940, llegó a las costas de Rodas un barcocon refugiados judíos que se escapaban de Europa. Habíanintentado desembarcar en Palestina pero el gobierno británico queestaba al mando de la zona les impidió descender argumentandoque excedía el cupo de judíos que podían ingresar allí cada año.En el barco venían judíos checoslovacos, polacos, rumanos y deotros países del este de Europa. Jóvenes con la ilusión dealcanzar Eretz Israel y hacer realidad el sueño de la tierraprometida.

     Al tomar conocimiento de que en Rodas, una isla relativamentecercana a las costas de Palestina, había una gran comunidad judía (donde seguramente podrían ser bien recibidos), sedirigieron allí y solicitaron ayuda, esperando encontrar el momento

    oportuno para volver. Sin embargo, apenas arribó el barco a suscostas, las autoridades italianas impidieron su desembarco, talcomo era de esperar. No hubo gestión que modificara esta actitudde las autoridades, por lo que los integrantes del barco sesintieron atrapados y sin salida. Cautivos en el “mare nostrum”,

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    27/146

      26

    eran los parias de un mundo en el que ya no tenían lugar eintentar seguir escapando parecía una fórmula ineficaz quelos conduciría a la nada. Se sucedieron una serie dedebates respecto a la orientación a tomar. Ningún destinoparecía ser seguro. En medio de los acalorados debates y

    presos de una situación que no tenía retorno, alguienlamentó por un segundo el haber abandonado el continenteeuropeo, con toda esa inexplicable crueldad de la seguridadconocida. Atrapados en un laberinto y convencidos de queno tenían muchos más lugares adonde ir, decidieronincendiar el barco frente al puerto, tirarse al agua y llegarnadando hasta las costas. Con este sencillo acto, pasaronde ser refugiados a ser rescatados.

    Desbordados por esta inesperada situación, las autoridadesitalianas no tuvieron más remedio que detenerlos yaceptarlos en su nueva condición, exigiendo que lacomunidad judía se hiciera cargo de su mantenimientodurante el tiempo que permanecieran en la isla. Les armaronunas carpas en el estadio de fútbol y los más jóvenes fueronlos encargados de llevarles ropa, comida, frazadas y todo loque pudieran necesitar. David formó parte de ese grupo yrecuerda las ilusiones que animaban a esos jóvenes queveían al futuro con optimismo y estaban seguros de llegar ala tierra de Israel para allí ser libres y fundar su propianación.

    El grupo de refugiados permaneció algunos meses en la isla,

    cantando, bailando y soñando con un mañana mejor. Perolas autoridades italianas no podían retenerlos por muchotiempo, así que mandaron a traer un barco de la península ylos enviaron a un campo de refugiados en Sicilia. Sinsiquiera imaginarlo, ese incómodo acontecimiento les salvó

    la vida, porque una vez que cayó Mussolini, el sur quedó liberadoy al terminar la guerra pudieron dirigirse finalmente a Palestina yhacer allí realidad sus sueños.  – “Si se hubieran quedado enRodas, hubieran terminado en Auschwitz como todos nosotros –cuenta David. Como le pasó a  Adolfo y Sidney Foh, junto a la

    esposa de este último, Feldora Sonne, y su pequeño hijo Alex,todos de Bratislava. Como excepción y debido a que erancurtidores de cueros, profesiones altamente valoradas por suimportancia en la elaboración de guantes, camperas y botasindispensables para aprovisionar al ejército, se les permitióquedarse en la isla. Adolfo se casó posteriormente con SilviaRozío que era una chica amiga de la familia Galante.

    Ellos creyeron que así salvarían sus vidas. La historia posteriordemostró lo contrario. “Finalmente como a todos los rodeslíes, aellos también les tocó Auschwitz como destino y murieron en lascámaras de gas, tan lejos de Eretz Israel”. 

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    28/146

      27

    Una línea de contacto con el mundo

    La calidad de la convivencia entre las distintas comunidadesen la isla, turca, griega, italiana y judía, era de una razonabletolerancia. No existía discriminación racial a nivel oficial,

    aunque al estallar la guerra y con el nombramiento deVecchi Conte como nuevo representante del Ducecomenzaron a sufrir las mismas leyes segregacionistas quehabían sido impuestas en Italia por el gobierno fascista.Todos los aparatos de radio fueron confiscados tanto a los judíos como a los musulmanes. Sin embargo, por lasnoches, David y un grupo de amigos se congregaban en lacasa de Tonino di Giambattista, un entrañable amigo italianocuyo padre era marechal   (mariscal), quien albergaba eseahora extraño y codiciado aparato que por decisión delgobierno de turno se había convertido en una valiosa joyatan deseada como peligrosa. La información se habíaconvertido en un bien de alto valor, que otorgaba poder aquien la poseía. Acurrucados y en silencio, se reunían enuna pequeña habitación de la casa, aislada del exterior.David y sus amigos sentían palpitar fuertemente su corazónal escuchar los primeros acordes de la Quinta Sinfonía deBeethoven que precedían a la edición italiana del informativode la BBC de Londres. A través de ella podían mantenerseactualizados y enterarse de las novedades de lo quesucedía en el mundo por boca de la voz oficial de losaliados. Eran noches reveladoras, aun cuando lainformación era escasa y ocultaba lo más importante: el

    destino trágico de los judíos europeos. La voz del locutoritaliano invadía todo el espacio y descubría las novedadespoco alentadoras sobre el avance de las tropas nazis. Eltemor comenzaba a ganar espacio entre los presentes y alfinalizar cada edición se sucedían los más acalorados

    debates respecto al futuro de la isla y a su impredecible destino.Poco a poco un sentimiento de temor fue apoderándose del grupocuando se enteraron que los alemanes tomaron Grecia y que conla caída de Mussolini se inició la batalla entre el eje y los aliadospor alzarse con las islas del Mediterráneo que habían pertenecido

    al gobierno italiano. Si bien nunca oyeron hablar de un campo deexterminio, la perspectiva de que los nazis pudieran tomar bajo supoder la isla de Rodas se hacía intolerable para todos. Y eso fueprecisamente lo que terminó sucediendo.

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    29/146

      28

    Los Alemanes toman Rodas 

    - Así estuvimos viviendo hasta 1943, fecha en que elgobierno italiano firmó el armisticio con los Aliados. Comoconsecuencia, los alemanes ocuparon la isla y desde esemomento comenzaron los bombardeos aéreos y navales.Las baterías antiaéreas alemanas fueron colocadas encimade los techos de nuestras casas que daban al mar. El barrio judío fue elegido por su posición estratégica frente a laentrada del puerto y por lo tanto, se convirtió en el principaldestinatario de las bombas aliadas que atacaban las posiciones alemanas. El trato que tenían los soldadosalemanes con nosotros, que éramos apenas unos jóvenesde pantalones cortos, era hasta se podría decir cordial: nosconvidaban chocolate, pan y otras cosas que pudieranrecibir. Recuerdo muy bien el primer día de Pesaj de 1944,

    cuando la aviación inglesa bombardeó la isla. Los alemanesnos habían avisado que nos fuéramos de la judería porqueel enfrentamiento se avecinaba encarnizado. Esa nochemurieron unos 30 judíos, quienes decidieron permanecer enla ciudadela por no tener otro lugar adonde refugiarse.Nuestra familia se había retirado al interior de la isla, cercade donde comenzaba la zona montañosa. Allí mi padre teníaun amigo turco que nos hizo un lugar en su casa que erabastante grande. En realidad fuimos unos 40 ó 50 judíos quenos refugiamos en el establo de la finca hasta que pasaranlos bombardeos. La familia turca que nos alojó en su granjase mostró muy atenta y solidaria, y nos ayudaron todo lo que

     pudieron, aún cuando no estaban preparados para recibir atanta gente. Cuando regresamos encontramos parte de la judería y la muralla destruidas. Nuestra casa que estabadebajo de una batería antiaérea alemana se había salvadomilagrosamente aunque se encontraba bastante dañada.

    Como pudimos y con algún esfuerzo, tratamos de ordenar todo loque había sido dañado y nos arreglamos para instalarnosnuevamente, pensando que tal vez lo peor de la guerra ya había pasado.

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    30/146

      29

    Una fuga inconclusa

    La idea de abandonar la isla en bote para tratar de alcanzarlas costas turcas era una ilusión lejana para todos, pero eldevenir de los acontecimientos fue tornando esta

    descabellada idea en una alternativa probable y tentadora.Cuando los Nazis tomaron finalmente la isla, todos en elgrupo de amigos de David empezaron a evaluar seriamenteesta posibilidad y solo parecía ser cuestión de tiempoponerla en práctica. Asesorados por pescadores turcos,algunos comenzaron a organizar sus expediciones y apreparar un programa de escape. Los ingleses habíanminado gran parte del mar egeo (sobre todo la entrada almar negro) y los alemanes controlaban las costas de la isla.La única alternativa parecía ser abandonar la costa deRodas apenas caída la noche en un pequeño bote, con lamisión de remar con todas las energías y rezar para que lamarea acompañe, intentando que el alba encontrara a lapequeña embarcación a mitad de camino. Desde allí podríandivisar la costa turca surcada por suaves montañascercanas a la ciudad de Marmaris. Logrado ese objetivo,llegar a Turquía no era difícil. Una vez alcanzado elcontinente sólo era necesario dirigirse a alguna de lasmuchas ciudades costeras en las que también abundabanlas comunidades judías donde podrían refugiarse. Turquíaera neutral en ese momento y los alemanes no parecíantener intención de poner sus garras allí.

     Algunos amigos del grupo intentaron la aventura con todoéxito. Junto con su amigo Rafael Menasché, David coincidióque a ellos también les había llegado su turno. Durantevarios días se reunieron con amigos y pescadores, tratandode averiguar las mejores épocas para pasar, evitando

    cualquier percance y aprovechando el curso de las mareas. Unavez que el plan estuvo avanzado, David se lo comentó a suhermana Rosa, hermana mayor y en ese momento motor principaldel sustento en el hogar. Rosa se enfureció cuando escuchó suplan. Le dijo que estaba loco. Que no podía arriesgar de esa

    manera su vida, pero que mucho menos podía abandonar a supadres en esa situación: - Mamá y Papá nos necesitan más quenunca y no podemos dejarlos librados a su suerte. Pase lo que pase en la isla, necesitamos unirnos en torno a ellos para proteger los. Tu contribución a la economía familiar es importante,no importa la cantidad de dinero que puedas conseguir. No podésirte David. Todos te necesitamos.

    No lo pensó dos veces. Con pesar, pero seguro de su decisión,David se reunió esa noche con Rafael Menasche y le comunicó sudecisión. Abandonaba el plan de fuga porque su familia lonecesitaba. Rafael lo entendió y abortó él también toda intenciónde dejar la isla en bote. Al igual que David, Rafael ingresó unoscuro día y a paso firme en el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, pero nunca lo abandonó con vida.

    Otros integrantes del grupo, partieron para la isla de Cos creyendoestar más seguros ya que esta isla estaba en poder de losingleses y de los italianos que después del armisticio se pasaronal bando aliado. Desgraciadamente y luego de una feroz batallacon los alemanes donde ambos bandos sufrieron una fuertecantidad de bajas, la isla también quedó en poder de las tropas

    germanas y sus judíos fueron deportados hacia Auschwitz juntocon los de Rodas. Los ingleses de la isla fueron tomadosprisioneros y los italianos fusilados, por haber traicionado a susantiguos aliados del tercer Reich.

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    31/146

      30

    La Comisión Rosenberg

    En Julio de 1944, llega a la isla de Rodas la tristementefamosa Comisión Rosenberg quien llegaba con la misión deejecutar su parte en la “Solución Final”. Una vez instalada

    en la isla, el 2 de julio de 1944, una ordenanza del comandomilitar alemán promulgó un edicto en el que ordenaba atodos los judíos de Rodas presentarse en el edificio de laaviación (una gran construcción moderna edificada por lositalianos y que se encuentra emplazada frente al puerto deRodas) con todo su dinero, joyas y objetos de valor. Algunos judíos sospecharon la mención de “dineros, joyas y objetosde valor” en el pedido por lo que se apresuraron y losenterraron en el jardín de sus casas incluyendo monedas deoro y hasta billetes. Otros se presentaron en el edificio de laaviación con todo lo que poseían.

    El miércoles 19 de julio de 1944, un oficial del comandosuperior alemán se presentó a las 3 de la tarde en la casade Moris Soriano (el jefe de David) creyendo que era elpresidente de la comunidad judía. Moris se ofreció paraacompañarlo a la casa de Jacob Franco, en ese momento,presidente de la comunidad. Una vez allí, el oficial lesinformó que por orden del comandante general alemán,todos los judíos debían presentarse a la mañana siguientesin excepción en el edificio del comando aeronáutico. Era elprincipio del fin. Los alemanes (como habían hecho ya entoda Europa) encargaban la tarea de organización y

    persuasión a los dirigentes de la comunidad a fin de juntar yencolumnar sin dilación a todos los judíos con dirección aldestino que tenían prefijado: las cámaras de gas.

    La comisión puso en ese momento a disposición de Jacob Francoun automóvil en el que iría acompañado por un oficial de laGestapo y un intérprete griego llamado Costa. Franco fue elencargado de recorrer la isla para decirles a los judíos cuál era ladecisión de la comisión. Todas las familias debían presentarse

    además de con sus pertenencias y valores, con provisiones para10 días. Los que no se presentaran espontáneamente seríanbuscados en sus casas. En caso de demora, el padre de familiadebía ser inmediatamente fusilado y así sucesivamente hasta quese dirigieran al edificio de la aeronáutica. Costa, el griego que alprincipio solo parecía oficiar de intérprete y hablaba muy bien el judeo-español, comenzó a desplegar todo su arte de intrigas,mentiras y amenazas con el objetivo de hacer afluir la mayorcantidad de valores posibles hacia las arcas nazis de las queevidentemente se había asegurado alguna clase de rédito encompensación por los servicios prestados.

     Años después, Moris Soriano le aseguró a David que en el grupode oficiales nazis que lideraba la comisión, se encontraba KurtWaldheim, quien posteriormente fuera Secretario General de laONU y presidente de Austria. Eso lo recordó cuando Waldheimera ya un personaje público y las sospechas de que habíaintegrado el ejército alemán durante el nazismo eran mucho másque sospechas. David y Moris, volvieron a encontrarse algunasveces más después de que todo aquello terminó.

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    32/146

      31

    Telegrama de Buenos Aires 

     A más de 10.000 kilómetros de distancia, Hiskyá Galante secasaba con Regina Capeluto el 17 de Julio de 1944 en eltemplo de la comunidad Chalom en la calle Olleros entreConesa y Cramer del barrio porteño de Colegiales. Lanoticia no permitió grandes festejos en la isla. El día quellegó el telegrama informando de la buena nueva a la familiaGalante, su casa acababa de ser destruida por unbombardeo y el cartero encontró a todos sus integrantesrevolviendo los escombros y preparando sus valijas. Enunas horas más debían presentarse en el edificio de laaviación ubicado en Tchemenlik, junto al puerto de Rodas,para esperar el momento de la deportación. No hubosonrisas ni lágrimas para celebrar el casamiento de Hiskyá.Una extraña sensación recorrió la garganta de todos los

    integrantes de la familia Galante. - Camino al edificio de laaviación nos topamos con unos carteles junto a la playa queen italiano decían claramente “PROHIBIDA LA ENTRADA APERROS Y JUDÍOS”.

    El edificio de la aviación 

    - Cuando llegamos al edificio de la aviación en Rodas, los Nazisnos dijeron que el motivo por el que estábamos ahí era que nosiban a llevar a todos a un campo de trabajo. Las familias

     podríamos permanecer juntas en el campo si trabajábamos paraellos. Como el viaje era muy largo, nos obligaron a entregarlestodas nuestras pertenencias “a punta de pistola”. Joyas, dinero ytítulos de propiedad se fueron por los inodoros de los baños deledificio de la aviación, porque en un momento de desesperación,muchos decidieron que era mejor perderlo todo, antes queentregarlo a los enemigos. Los esfuerzos de toda una vida se ibande viaje sin escalas a través de las cloacas de un edificio públicoconstruido por la aviación italiana. Recuerdo haber visto por laventana del edificio, un camión lleno de bolsas con joyas y dineroque los nazis le habían confiscado a todos los que se presentaban.Para nosotros, escapar era imposible e impensable. Siencontraban a un judío escondiéndose en casa de un griego o unturco, lo fusilaban. Si alguno protestaba o intentaba incitar algúnacto rebelde del resto de la comunidad, era eliminado deinmediato. Nadie tenía armas. Nadie necesitaba armas en Rodas por el tipo de vida que allí llevábamos. Estábamos tan lejos deEuropa que nunca pensamos que la guerra llegaría hasta nuestraisla. Pasamos tres días dentro del edificio de la aviaciónesperando la llegada de los barcos. Esos tres días fueron eternosy angustiantes. Una sensación de incredulidad, incertidumbre ydesamparo se fue apoderando de todos. Nadie entendía lo que

    estaba pasando. Nadie podía imaginar lo que estaba por pasar.Finalmente alguien alcanzó a divisar tras un ventanuco del baño,la llegada de unas barcazas. Habían llegado por nosotros y noimaginábamos adonde nos llevarían. Cuando nos hicieron salir deledificio en dirección a los barcos, nos hicieron caminar con la

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    33/146

      32

    cabeza agachada, mirando el piso. Papá abrazó a mamá ylos cinco hermanos tratamos de mantenernos juntos. Yomiraba hacia el piso sin poder articular ningún pensamiento.Los habitantes no judíos de la isla, griegos, turcos eitalianos, tenían prohibido abrir las ventanas para seguir

    nuestro paso hacia la muerte. Estaba prohibido mirar ynuestro futuro era una pregunta que no parecía tenerrespuesta.

    El viaje en barco

    - El 23 de Julio de 1944 nos subieron en tres barcos. Eran tresbarcazas cargueras y nos llevaban abajo en las bodegas, dondesolían transportar animales u otro tipo de cargas. Podíamos salir a

    cubierta a tomar aire cada tanto y hasta alguna noche en que hizomucho calor, nos permitieron salir para dormir al aire libre. Comidano teníamos mucha y el hambre empezaba a hacer estragos entrenosotros. A los tres días de viaje cuando el barco se detuvo en laIsla de Cos, donde subieron los 100 judíos que allí vivían, elcomandante alemán de la isla nos hizo enviar comida, lo quecalmó un poco nuestra ansiedad. También recogimos algunos judíos de la isla de Leros. Algunas veces veíamos pasar a los aviones aliados por arribanuestro. Ellos sabían perfectamente adonde nos llevaban. Dehecho los aliados tenían el control del mediterráneo y no dejaban pasar barcos alemanes. Sin embargo nadie se opuso a que nosllevaran a nosotros en camino al campo de exterminio. No hubodurante esos siete días un solo intento por detener el avance denuestros barcos. Y a los aviones aliados los veíamos a diariovolando sobre nuestras cabezas. Años después cuando volví aRodas me encontré con un amigo griego que espiaba para losingleses. El me confirmó que los ingleses siempre supieron quenos llevaban y hacia dónde. De hecho él había informado todo loque nos estaba pasando y ellos ya estaban al tanto.Tardamos siete días en total en llegar al puerto de El Pireo en Atenas. En estos siete días muchos fallecieron. Ya sea porhambre o enfermedades, algunos integrantes del grupo fueron

    muriendo y sus cuerpos tuvieron que ser arrojados al mar. Cuando por fin pusimos nuestros pies en el continente europeo, sentimosque algo extraño estaba por pasar. Los peores temores seapoderaron de nosotros y ya nadie se animaba a ensayar una

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    34/146

      33

     palabra de aliento. Europa se extendía a nuestros pies ynuestros cuerpos ya estaban cansados de ella.

    Los barcos “judíos” en el mediterráneo

    Sobre el control de los barcos en el mediterráneo ha habido ungran debate y unas cuentas polémicas respecto a la actitud quelas fuerzas aliadas debían tomar frente al transporte de judíos en

    dirección a los campos de exterminio.

    Luego de apoderarse de la isla de Creta, los alemanesprocedieron a la deportación de los judíos como estabaestablecido en su procedimiento de rutina, en una situación similaral que vivieron los judíos de Rodas, solo que algunos mesesdespués. Eran cuatrocientos los hijos de Israel transportados endos modestas barcazas que se dirigían con alguna prisa hacia elcontinente europeo. Los aliados detectaron este movimiento ydado el control que tenían del mediterráneo, los intimaron adetenerse y a entregarse. Ambas embarcaciones prosiguieron sumarcha como si no hubieran recibido orden alguna. Dos avionesdel mando aliado sobrevolaron las naves a fin de disuadirlos en sunegativa a acatar la orden de rendición. El avance de las navescontinuó tal como estaba previsto. Finalmente la aviación aliadaabrió fuego destruyendo las dos pequeñas barcazas y eliminandoa todos aquellos que viajaban en ellas.

    Desde el lado alemán estaba todo muy claro. Iban a exterminar alos judíos y los aliados les hicieron el favor   de eliminarlos porellos. Toda la compleja operación de traslado en territorio europeoquedó abortada y podían continuar su búsqueda de judíos porotras islas. Por otro lado los aliados, en su intento por detener las

    naves quedaron como “victimarios” de los judíos, quienes de unaforma u otra (salvo algunas excepciones, de las que David es unode los mejores ejemplos) encontrarían su destino final en lascámaras de gas.

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    35/146

      34

    Luego de este incidente, los aliados desistieron de cualquieroperación de detención de los contingentes de judíostrasladados por vía marítima en el mediterráneo en funcióndel costo operativo que les generaba, perofundamentalmente debido al poco interés demostrado por

    los nazis en la materia  prima allí transportada.

    Último tren a Aushwitz

    - Grecia nos recibió con sigilo. Nadie quería vernos y cuanto másrápido nos fuéramos, sería mejor. Todo estaba preparado paranuestra salida, aunque durante tres días nos tuvieron en el campo

    de prisioneros de Haidari. Un típico campo de prisioneros de lasegunda guerra.

    Parecía un lugar de espera; nada en especial para temer, másque la espera. Después de estar tres días en el campo de Haidari(del 1 al 4 de Agosto de 1944), los llevaron a una estación detrenes donde esperaban para iniciar, de todos los viajes posibles,el que peor destino podría tener. Los vagones llevaban unainscripción en el exterior que decía 8 Caballos/80 Personas.Todos notaron esa inscripción. Nadie atinó a comentar nada: -lasescenas violentas que vivimos antes de subirnos al tren meaterraron y fueron el prólogo perfecto de todo lo queempezaríamos a vivir.

     A los ancianos y enfermos que no se podían subir por sí solos altren, la familia tenía que empujarlos y ayudarlos a subir. Aquellosa los que la tarea les resultaba compleja, directamente eranejecutados en el lugar por los Nazis, a fin de despejar la puerta deacceso y agilizar el proceso de carga. Los cuerpos baleadosquedaban tendidos junto a las vías y si los parientes insistían paraquedarse junto a ellos o protestaban por el disparo, un armacargada sobre su sien los disuadía de cualquier intento endesacuerdo. No hubo el más mínimo prolegómeno antes de

    disparar sobre los ancianos o enfermos. Ninguna advertencia. Losnazis disparaban sus pistolas con la misma diligencia queestampaban una firma en un formulario. Las mismascontemplaciones se tomaban con los parientes. Subir al tren omorir. Esa era la consigna, aunque en esta situación el grado de

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    36/146

      35

    locura y perversión demostrado por los alemanes era mayoral de la isla.

    - Estas escenas se repitieron a lo largo de la mañana junto alos vagones y todos los sobrevivientes que allí estuvieron las

    recuerdan muy vivamente por el dramatismo con el que sesucedieron. Familias enteras tenían allí la más amargadespedida de sus seres queridos. Fue en ese precisomomento, al ver la ferocidad con la que nos subieron a lostrenes, en que muchos comenzamos a darnos cuenta haciadonde nos llevaban. Nadie podía poner tanto sadismo parallevarnos simplemente a un “campo de trabajo”. Nadie ya podía pensar que nuestro destino sería distinto de los quequedaban tendidos junto a las vías.

    El ascenso a los trenes fue un momento de ruptura. Estabanen continente europeo y allí todo estaba mucho más clarosobre los que les sucedería. Los gritos aterradoresproferidos por los nazis eran disparos en si mismos, o lo quesucedía con mayor regularidad, su más previsible prólogo.La familia Galante subió con mucho temor al vagónasignado, tratando de mantener a Abraham y Rebecca asalvo de los golpes y sobre todo del desgarradorespectáculo de sus amigos y parientes acribillados en unincomprensible andén. También se preocuparon por ayudara Juana, que aún con su dificultoso andar pudo subirse altren sin inconvenientes demostrando que aún con la caderadañada conservaba cierto grado de agilidad y pericia.

    - Los trenes de carga a los que nos subieron, apenascontaban un balde con agua, una pieza de pan y algunascebollas. La comida no duró para más de uno o dos días.Había un barril en el medio del vagón para que hiciéramos

    nuestras necesidades. “Un vagón con 80 personas y en el medioun barril para que los 80 hiciéramos nuestras necesidades”. Elvagón estaba tan cerrado que apenas unos pequeños ventanucosnos permitían sacar un poco la cabeza para poder respirar. Lasensación allí era tan asfixiante que la gente se peleaba para

     poder asomar la cabeza aunque más no sea para respirar un rato.

    David se esforzaba para que la estancia de la familia Galante enel vagón se mantuviera alejada de los focos de conflicto que lasprivaciones y limitaciones que un viaje de estas característicasimponían. Por un motivo que nadie recuerda bien, Moshe hizo casitodo el trayecto del viaje en otro vagón, por lo que las principalestareas de protección familiar se repartieron entre David y Rosa. Abraham y Rebeca estaban tan exhaustos como anonadados.Juana, apenas podía moverse (el accidente del balcón parecíahaberse potenciado con la asfixiante situación del vagón y el pocosutil tratamiento de los bastones nazis) y Matilde se veíasumamente perturbada sin terminar de comprender lo que detodas maneras nadie comprendía, en esa inocente edad en dondelos pensamientos solo parecen estar guiados por las alas de lasmariposas.

    Cada tanto, el tren detenía su marcha en medio del campo parapoder vaciar el barril de excrementos. La ocasión también erapropicia para bajar los cuerpos de los que habían muerto desde laúltima parada. Al arrancar nuevamente, varias decenas de

    cadáveres quedaban tendidos a los costados de las vías. Lasparadas eran cada tres días y el clima se iba poniendo cada vezmás denso. En un momento, la formación pasó por Bratislava y lasorpresa invadió a cada uno de los ocupantes del tren. La mayoríanunca había estado en una ciudad así. Pero el clima que se

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    37/146

  • 8/19/2019 Un Dia Mas de Vida

    38/146

      37

    La deportación de los judíos de Rodas hacia Auschwitzdesde Atenas, fue una de las últimas medidas que los N