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JEAN PETITOT : Morphologie et esthtique. La Forme et le Sens chez Goethe, Lessing, Lvi-Strauss, Kant, Valry, Husserl, Eco, Proust, Stendhal, Maisonneuve & Larose, Pars, 2004, 374 pgs. Por Antonio Jos Lpez Cruces.
El matemtico, filsofo y lingista Jean Petitot es uno de los
intelectuales ms brillantes del
pensamiento francs actual y cuenta
entre su extensa bibliografa con
trabajos tan potentes como
Morphogense du Sens. Pour un
Schmatisme de la Structure (1985);
Les Catastrophes de la Parole. De
Roman Jakobson Ren Thom (1985)
o Physique du Sens (1992).
Especialista en las teoras matemticas
de la forma y en la aplicacin a las
ciencias cognitivas y a la semio-
lingstica de los modelos
morfodinmicos, ofrece en la
coleccin Dinmicas del Sentido, que
dirigen I. Darrault-Harris y J-J. Vincensini el fruto ms granado de sus investigaciones
sobre el estructuralismo dinmico en pintura, escultura y literatura, realizadas desde el
inicio de los aos ochenta del siglo pasado hasta los primeros aos del actual. En la
introduccin el autor confiesa su deuda con pensadores de la talla de Ren Thom, Lvi-
Strauss, A. J. Greimas, C. Moraz o Umberto Eco y dedica el volumen a su mujer y a
su hija, Anne y Camille, ambas historias del arte. El libro consta de dos partes: De la
forma (11-139), sobre las teoras cientficas y filosficas de tipo morfolgico y su
implicacin en el campo de la esttica, y Estudios literarios, la ms extensa (141-342),
que presenta cuatro trabajos dedicados a Proust y a Stendhal. El autor advierte que no se
trata de estudios eruditos de crtica literaria o de historia del arte ni de ilustraciones ad
hoc de determinados argumentos tericos, sino de un homenaje hecho desde el lado de
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la ciencia a escritores que mostraron ser grandes pensadores de las relaciones entre la
Forma y el Sentido.
En el captulo I de la primera parte, Goethe y el Laoconte o el acta de
nacimiento del anlisis estructural (13-68), Petitot nos dice que, estando investigando
la genealoga de las teoras morfodinmicas de Thom, tropez con Goethe cuando Lvi-
Strauss confes la importancia que haban tenido para su formacin intelectual la
botnica del sabio alemn, autor de Metamorfosis de las plantas (1791) junto al
Tratado de la proporcin del cuerpo humano de Durero y On Growth and Form
(1917) de DArcy W. Thompson (que tanto influy en Thom). Entendi entonces
claramente que el estructuralismo no naci como un formalismo de inspiracin
logicista, sino como un naturalismo de inspiracin biolgica; que las estructuras fueron
concebidas como formas dinmicas en desarrollo, totalidades morfodinmicas (auto)-
organizadas y (auto)-reguladas; que el organicismo de los seres vivos fue el verdadero
modelo para el estructuralismo.
La unidad de estructuralismo y morfologa: el tringulo Goethe-Thom-Lvi-Strauss
de Petitot (p.14) Tras alabar las caractersticas principales de la Morfologa de Goethe, recoge Petitot las vicisitudes del admirable grupo escultrico del Laoconte desde su
descubrimiento en 1506, cita los principales pasajes del libro II de La Eneida sobre el
sacerdote de Apolo y sobre su muerte junto a sus hijos y pasa a estudiar con
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detenimiento un texto capital para la historia de la esttica, el Laoconte de Lessing
(1766), que rebate de manera revolucionaria para la historia de las artes plsticas las
Reflexiones sobre la imitacin de las obras griegas en pintura y escultura (1755) de
Winckelmann. La interesante teora del signo que en dicho trabajo se despliega permite
a Petitot dar a su autor el ttulo de creador de la semitica moderna.
Los debates entre Lessing, Winckelmann y Herder en torno a lo sensible y lo
inteligible, la autonomizacin de lo sensible en las artes plsticas, su sentido y su valor
esttico, vieron enfrentarse dos concepciones del sentido de la forma: la trascendente de
Winckelmann y la inmanente de Lessing. Goethe, que supo profundizar en las
intuiciones del ltimo, estudia en su Sobre Laoconte (1798) al que Petitot considera
el primer anlisis inmanente y sistmico del pensamiento esttico occidental e hito
bsico de la morfosemitica estructural las relaciones entre el todo y las partes,
defiende una comprensin exclusivamente visual de la escultura, centrndose en el
esquematismo de la composicin, y se pregunta si existen relaciones espaciales
significativas pertinentes. Su respuesta es una interesante teora del signo que tiene que
ver con la sintaxis espacial propia de la pintura y la escultura y la sintaxis temporal
propia de la poesa; tambin intuye el principio de la no genericidad, que ser teorizado
en el siglo XX por Whitney y Thom. Este concepto geomtrico, absolutamente clave a
juicio de Petitot, proporciona con sus informaciones morfolgicas un origen no
conceptual del sentido para las artes plsticas. El sistema visual, mquina neuronal
probabilstica, detecta lo raro en el entorno y lo trata como intrnsecamente
significativo. La informacin suministrada por la no genericidad ser el soporte del
sentido interpretativo.
Halla Petitot que la esttica de Goethe realiza una ascensin morfo-semitica en
un recorrido generativo inverso al llevado a cabo por la semitica de Greimas: si ste
parte de niveles semiticos profundos para pasar a la semntica actancial y al
investimiento figurativo a nivel discursivo, Goethe parte de las estructuras originales de
la percepcin y de la objetividad natural para edificar por conversin de la forma
plstica y de su composicin mereolgica niveles semiticos sucesivos. Con su teora
de la estructura organizada Goethe explica a la vez las formas naturales y las obras de
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arte, y echa en cara a las ciencias fsicas mecanicistas haber alejado el conocimiento
objetivo de la complejidad organizacional de la Naturaleza. Petitot recuerda a este
propsito la oposicin moderna entre los filsofos naturalistas de las formas y las
estructuras auto-organizadas (Lessing, Kant, Goethe, Schiller o Wlfflin) y los filsofos
especulativos de una historia y una cultura teleolgicas (Winckelmann, Hegel,
Schelling, Schlegel o Warburg), que viven la ilusin de que la libertad puede sobrepasar
la finitud y de que el hombre puede ser el demiurgo de su historia. El autor se opone a la
oposicin Naturaleza (objetividad) / Libertad (voluntad) y, reaccionando frente a la
habitual caracterizacin de Goethe como reaccionario en ciencia y en poltica, asegura
que la aproximacin naturalista evolucionista es ms histrica que todos los
historicismos, pues el dominio de la organizacin y la complejidad, la morfologa y la
estructura de la realidad es comn a Naturaleza y Cultura, y transgredir esa unidad es el
pecado poltico por excelencia, la muerte de la libertad y la fuente de todos los
despotismos.
Completa Petitot el artculo sobre el Laoconte con tres interesantes anexos. En el
Anexo 1, La genealoga morfolgica del estructuralismo (69-74), se estudian las
claves morfolgicas de la obra de Claude Lvi-Strauss, buen aficionado a las ciencias
naturales: zoologa, botnica y mineraloga. El discurso del gran antroplogo est
atravesado por la coaparicin de los conceptos de estructura y forma natural, siendo
las formas naturales (la flor, el insecto o el mineral) uno de los ms altos lugares de la
esttica. El debate sobre la complementariedad de las relaciones sintagmticas y
paradigmticas en la narratividad mantenido entre Lvi-Strauss y el autor de Morfologa
del cuento, V. Propp, acab mostrando cmo ambos admiraban el naturalismo de
Goethe.
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Goethe (Heinrich. Ch. Kolboe. Weimar, Museo Goethe)
De la Morfologa de Goethe se llega, pasando por la escuela formalista alemana kantiano-goetheana (Dolezel, Schaeffer y sobre todo Tchougounnikoy) al formalismo
ruso (1914-1930), funcional y evolucionista, para el que la forma interna es principio
trascendental, y desde ste, al Crculo de Praga y a los anlisis estructuralistas de
Jakobson y de Lvi-Strauss. As, el concepto morfologa de Goethe, relacionado
primeramente con la organizacin biolgica, acab siendo un concepto operatorio para
el conjunto de las disciplinas semio-lingsticas.
En el Anexo 2, La no genericidad en Piero della Francesca (75-80), Petitot
muestra el inteligente uso que hace de ella el pintor gemetra renacentista, y procede al
anlisis de varios de sus cuadros pertenecientes al gnero de la Anunciacin, en los que
Piero teologiza la geometra. El Petitot matemtico aparece en el Anexo 3,
Interpretacin cognitiva de la no genericidad y de las significaciones intrnsecas en
trminos de probabilidades (81-84). El fenmeno morfolgico y semitico (gestaltista)
de emergencia de significaciones intrnsecas se da desde los primeros niveles de la
percepcin, lo que hace posible una modelizacin, siempre difcil, de la significacin
intrnseca de las obras de arte basada slo en criterios morfolgicos. No se trata de
interpretar conceptualmente una forma dada, sino de extraer de manera no conceptual lo
que en ella haya de significante.
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Piero Della Francesca, Anunciacin (1455) Arezzo (Petitot, Tabla V).
En ciencias cognitivas, se trata de superar los mtodos clsicos descendentes. La teora de Bayes o de las probabilidades inversas, por ejemplo, no sirve a la hora de
definir significaciones no conceptuales, de extraer sin contar con ningn a priori las
caractersticas morfolgicas intrnsecamente significativas de las imgenes. Cabe usar
entonces una versin probabilstica de la oposicin genrico / no genrico. Jean-Michel
Morel y su equipo de tcnicas de tratamiento de imagen se basan en el principio
gestaltista de que una gran desviacin en relacin a una situacin estadsticamente
genrica engendra una saliencia perceptiva y una significacin independiente de todo
conocimiento a priori sobre la estructura de las imgenes. Cuanto ms improbable es
una situacin, ms intrnsecamente significativa es. Tales anlisis matemticos
permiten un acercamiento riguroso a las propiedades gestaltistas de la estructura
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morfolgica de las imgenes. Sobre los hechos intrnsecamente significativos
detectados podrn engancharse (saccrocher) significaciones de orden superior
(conceptuales e interpretativas).
El captulo II, Morfologa y esttica trascendental (85-114), uno de los nudos
filosficos del volumen, est dedicado a las teoras de Kant sobre la forma presentes en
la Crtica de la Facultad de Juzgar (1790) y en Opus Postumum (1796). La hiptesis
de Petitot es que el hilo director y principio unificante de toda la Crtica de la Facultad
de Juzgar es la teora de la forma. Dada la relacin indisoluble entre forma y sentido,
una Morfodinmica debe desembocar en una Morfosemitica y una Morfodinmica de
base fsica puede dar lugar a una Fsica del sentido o Semiofsica (Thom); al no
disponer Kant en su tiempo de una Morfodinmica, hubo de plantear una obstruccin
trascendental al ascenso de la teora morfolgica como ciencia de la forma (fsico-
matemtica), lo que haca imposible una Crtica del Juicio Fsico. Y es que el
mecanicismo de Newton no pareca permitir la elaboracin de una Fsica matemtica
morfolgica. Durante dos siglos el veredicto kantiano sobre los lmites de la facultad de
juzgar fue respetado y hasta muy recientemente no han nacido una matemtica, una
fsica, una qumica y una biologa de las formas naturales.
Sigue de cerca Petitot el hilo de las argumentaciones de Kant en la Crtica del
Juicio teleolgica con su equivalencia entre el problema mereolgico y la finalidad
morfolgica y la Crtica de la Facultad de Juzgar esttica, fundada en la cuestin de
las morfologas naturales como valores significantes. Segn Olivier Chdin (La Esttica
de Kant), su tercera Crtica, Opus Postumum, a la que el filsofo llega de la mano del
problema de los particulares como formas individuadas y estructuradas, es consecuencia
de la conquista de la presencia sobre la representacin; la esttica -capacidad de sentir
un placer por reflexin sobre las formas de las cosas- trata, en definitiva, de un
esquematismo de la composicin sin concepto que precede al de las categoras. Las
Ideas estticas son intuiciones sin concepto, a diferencia de las Ideas racionales, que son
conceptos sin intuicin. Finalmente, explica Petitot cmo al replantearse su teora de la
forma, Kant se vio obligado a regresar a conceptos como las formas sustanciales y las
entelequias de la metafsica sustancialista de Leibniz o al empirismo ptico de Hume (lo
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real no es racional sino sensible), cuando crea haberlos dejado atrs con su Crtica de la
Razn Pura.
En Opus Postumum Kant se supera a s mismo y se encamina desde la metafsica
hacia una fsica fundamental que debera dar acceso a un esquematismo de los
conceptos de la reflexin (interior/exterior, unidad/diversidad, forma/materia), a una
fsica de la fenomenalizacin, a una constitucin trascendental objetivante ya no de
fenmenos, sino del fenmeno del fenmeno. Se sabe que el filsofo buscaba aplicar
la Analtica trascendental a un nuevo objeto regional: el definido por el sistema de
fuerzas fsicas fundamentales concebidas como fuerzas primitivas motrices internas a la
materia, generadoras de percepcin.
Kant (Grabado de Hans Schanorr. Dresde. Gabinete de Estampas)
En el captulo III, El pensamiento morfolgico: de Peirce y Husserl a Valry y Eco (115-139), Petitot comienza alabando al pensador morfolgico que fue Paul
Valry. Aficionado a la ciencia y a la filosofa, el poeta gustaba de interrogarse sobre las
formas naturales (leyes que hablan a los ojos). Como Goethe, crea decisivas las
simetras y las correlaciones y daba prioridad a la forma sobre el sentido que en ella
arraiga. En genial anticipacin, lleg a proyectar una Morfologa generalizada que
deba estudiar los procesos fsicos de difusin y propagacin, la ocupacin espacial de
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las formas, las turbulencias, las formas animales y vegetales organizadas, etc.
En El hombre y la caracola (1937), Valry se enfrenta al enigma del aparecer
de una forma natural tan seductora de un modo parecido al Kant de la Crtica de la
Facultad de Juzgar. Al no poder formalizar el conocimiento visual intuitivo que tiene
de la caracola, puede describirla, pero no explicarla. Sin una geometra y una fsica
morfolgicas, se hace obligado filosofar. Parece obstaculizar la aparicin de una teora
cientfica de las formas la dramtica impotencia del lxico morfolgico de las lenguas
naturales y de los metalenguajes (matemticos y fsicos) a la hora de referirse a lneas,
colores y superficies de las ricas y variadas morfologas naturales.
Paul Valry Echa Valry de menos una morfologa, una dinmica y una fsica de la forma,
una teora, en fin, de la auto-organizacin. Y no puede evitar interrogarse sobre la
finalidad de la caracola: Quin ha hecho esto?.
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Desde hace treinta aos una revolucionaria aproximacin fisicalista y bioqumica a los fenmenos morfolgicos y morfogenticos macroscpicos ha logrado
explicar la poesa de las maravillas que dejaban perplejo al escritor. Ya existe esa
fsica cualitativa de las morfologas fenomnicas o Fsica de lo sensible que ste echaba
en falta. Qu habra dicho el creador de El cementerio marino ante las explicaciones
actuales sobre la morfognesis y teoras como la de las catstrofes y de bifurcaciones de
atractores; la de sistemas dinmicos no lineales; la de los fenmenos crticos y las
rupturas de simetra; la de los estados crticos autoorganizados; la de la termodinmica
no lineal y las estructuras disipativas?
Los vitalistas del XIX fracasaron al pensar en principios morfgenos de
naturaleza no fsica encarnndose en sustratos materiales. Por eso el enigma de las
formas y su desarrollo qued, en palabras de Petitot, como una espina en el cuerpo de
la ciencia. La nica reconversin positiva del vitalismo fue semitica y condujo de la
mano de Goethe hasta la fenomenologa y el estructuralismo.
Un hito importante en la reformulacin semitica del problema de las formas y
las estructuras fue Peirce. Ante el enigma de la diversidad y de la complejidad evolutiva
creciente de los seres organizados, admiti la posibilidad de interpretantes (minds)
naturales como causas finales. Fruto de la unin de una funcin y de una estructura, lo
vivo era para l una mquina semitica natural.
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Edmund Husserl Por su parte, Husserl cree imposible una Fsica morfolgica de la manifestacin como esttica trascendental para una eidtica formal de la forma: no cabe matematizar
los conceptos morfolgicos, ya que las las formas sensibles cambian continuamente. Se
precisaba, pues, otra eidtica: la fenomenolgica. En Ideas II teoriza sobre el objeto-
valor como forma evaluada y muestra que la capa significante del valor (el sentido) no
es autnoma, pues en la ontologa estratificada de su fenomenologa se funda, en
estrecha unidad ontolgica con ella, en la capa morfolgica correlativa de los actos de
percepcin. Al abordar el cuerpo como carne (Leibkrper) y afirmar que la carne est
estructurada como un lenguaje la articulacin del propio cuerpo es una articulacin
del sentido, funda Husserl, a juicio de Petitot, una Semitica morfolgica y una
Semiofsica del mundo sensible. Dicha aprehensin morfosemitica de la carne influir
decisivamente en la fenomenologa naturalista de Merleau-Ponty.
Como Husserl, Merleau-Ponty lleva a cabo una descripcin eidtica del flujo de
las morfologas sensibles y solicita una teora dinmica de las formas y de las
estructuras que explique, sobre bases sistmicas (fsicas, qumicas, biolgicas y
termodinmicas) los gradientes morfogenticos de las morfologas naturales. Es
necesaria una superacin de la fenomenologa gracias a una aproximacin topolgica y
dinmica de las formas a fin de fundar el sentido. Las formas nauturales y las Gestalten
perceptivas son intrnsecamente significativas, manifiestan figurativamente una
fuerza legible en una forma. El sentido se edifica sobre la capa de ser de la forma; la
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Semitica, sobre la Morfologa.
El DArcy Thompson de On Growth and Form (1917) se enfrenta al fascinante
enigma de la formacin biofsica de la geometra de lo vivo y se pregunta por el plan de
organizacin de las especies del que haban hablado Buffon, Saint Hilaire y Goethe y
por cmo morfologas de especies comparables se transforman unas en otras. Fue uno
de los fundadores de la morfometra usando el concepto de transformacin, que una
desarrollo y evolucin y permita categorizar las especies en gneros morfolgicos
reagrupndolas en clases morfolgicas recprocamente transformables, separables por
discontinuidades morfolgicas.
En trabajos como Las bases qumicas de la Morfognesis (1952), Turing vio
cmo diferentes motivos morfolgicos surgan de inestabilidades aparecidas en
procesos bioqumicos de reaccin-difusin que hacan interactuar diferentes sustancias
morfgenas. Adems, abri el camino hacia una fsica unitaria de las formas biolgicas
y las estructuras cognitivas.
Comenta luego Petitot diversos modelos morfogenticos como el del toplogo
Ren Thom, el primero en definir materialmente y de modo general una morfologa y
un proceso de morfognesis. Con su teora de las singularidades o de las catstrofes
aport un cuadro terico unitario para trabajos como los de Turing, los de Pierre Coullet
sobre los campos continuos de osciladores o los de Hans Meinhard sobre modelos para
motivos morfolgicos como los de las conchas y las caracolas, capaces de explicar
satisfactoriamente, por ejemplo, la pigmentacin de la especie Conus marmoreus.
Caracola de la especie Conus marmoreus (Petitot, Tabla X)
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En el apartado Las races morfolgicas del sentido en Umberto Eco, celebra Petitot, puesto que una Morfodinmica de las estructuras deriva en una Morfosemitica,
que el semitico italiano que teoriz sobre la forma abierta y la apertura semitica
indefinida de las obras culturales tienda cada vez ms a admitir los constreimientos
morfolgicos del sentido, moderando la concepcin meramente cultural de la semiosis,
en giro realista que le lleva a hablar en Kant y el ornitorrinco (1997) de formas pre-
semiticas de la realidad.
Critica Petitot el idealismo semitico que llev a las aproximaciones formalistas
del sentido realizadas por el estructuralismo lgico-combinatorio, que creaba un sentido
desencarnado (disembodied) sin relacin con el mundo natural externo y la cpula
percepcin-accin, y lo dotaba de un poder mgico para estructurar el contenido amorfo
de la materia. La forma lgico-combinatoria haca perder as al sentido, de golpe, todo
estatus fenomnico observable, desacoplndolo de su gnesis.
Por ello, desde sus primeros estudios sobre el estructuralismo morfodinmico
quiso Petitot, dotar de algo de carne al eidos estructural naturalizndolo. Pronto, sus
intereses confluyeron con el cognitivismo (Talmy, Langacker, G. Lakoff) y con los
trabajos que desde las neurociencias cognitivas relanzaban la Fenomenologa y
defendan que la capa semitica del sentido no es anterior a la estructuracin
morfolgica del mundo natural y del propio cuerpo, la percepcin y la accin. Para que
el sentido dependa del mundo natural es preciso que exista una organizacin pre-
semitica y no conceptual de dicho mundo natural. Tal organizacin es, segn Petitot,
sinttica, perceptiva, dinmica y morfolgica (Gestaltista), lo que hace depender al
estructuralismo de las teoras de la forma y el sentido dinmico y morfolgico. Es
preciso, pues, reemplazar el concepto estructuralista de forma por el concepto
gentico de forma como auto-organizacin emergente: La forma es el fenmeno de
la organizacin de la materia, es el fenmeno de la sustancia.
En Kant y el ornitorrinco Eco admite que la libertad de nuestro discurso tiene su
lmite en el ser y cuestiona el dogma de la demiurgia ontolgica del lenguaje. Hay algo
dado antes que el lenguaje: el zcalo duro del ser lo llama. Se hace necesario invertir
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las relaciones culturales clsicas entre lenguaje y percepcin, pues el lenguaje original,
la lengua perfecta es el esquema perceptivo, morfolgicamente estructurado. Es la
percepcin la que estructura el lenguaje, de aparicin posterior en el curso de la
evolucin. Y entre la percepcin y el lenguaje existe un nivel intermedio y gestaltista en
el que se da la presentacin de lo sensible. El zcalo duro del ser es, por tanto, su
organizacin morfolgica y gestaltista. La frontera Espritu /Materia, Cultura
/Naturaleza deviene as una nueva frontera del conocimiento.
La segunda parte del volumen, Estudios literarios, se abre con el captulo IV,
Los 14 papeles de la pequea frase de Vinteuil en Un amour de Swann (143-176),
novela que Petitot considera un verdadero tratado de epistemologa sentimental. El fin
de este estudio era comprender cmo los niveles semiticos discursivos se edifican
sobre el nivel morfolgico a partir de los diferentes procesos de semiotizacin y de
simbolizacin que encadenan diversos niveles de sentidos heterogneos. Admira Petitot
la extraordinaria tematizacin terica de las operaciones morfo-semiticas que Proust
lleva a cabo. La pequea frase musical funciona en al menos 14 niveles diferentes:
desde una morfologa sensorial pre-semitica y una Gestalt perceptiva hasta una funcin
significante post-semitica en estructuras semio-narrativas y discursivas de nivel
superior. El tratado de esttica y de tica que es la novela puede ser visto como un
tratado de semitica fundamental que se centra en la oposicin entre un sentido
morfolgico y un sentido hermenutico. Siguiendo la ontologa de saliencias y
pregnancias de Thom, afirma Petitot que la esttica consiste en comprender cmo una
forma perceptivamente saliente puede investirse de pregnancias semnticas y, nimbada
de un aura de sentido, llegar a afectar al sujeto.
En el captulo V, Un memorialista de lo visible. La bsqueda de lo real en
Proust (177-222), tras resumir el planteamiento de Gilles Deleuze en Proust et les
signes, Petitot aborda, desde la semitica de Greimas y los trabajos de Jacques
Fontanille sobre la esttica de Proust enfocada como epistemologa y teora del
conocimiento, el modo en que el escritor francs da forma a sus dos lados (cts) de
Msglise y de Guermantes en el Combray de su infancia; el sorprendente mecanismo
figurativo que mezcla el cdigo natural y el cdigo cultural (nobiliario) en la
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descripcin de la primera epifana de la duquesa de Guermantes en la iglesia de
Combray, as como por el complejo dispositivo semitico del clebre pasaje de los
campanarios de Martinville de La Recherche, que decide al joven Marcel a dedicarse
a la literatura.
El Anexo 1, Movimientos aparentes y percepcin de la intencionalidad (223-
224) profundiza en el decisivo descubrimiento epistemolgico del joven Marcel en el
episodio de los campanarios de Martinville, una experiencia del realismo lingstico
de la percepcin que le ayuda a fundar la ley de su esttica: la interpretacin lingstica
espontnea de los movimientos de los objetos espaciales inanimados en trminos de
verbos de desplazamiento introduce una percepcin directa de acciones intencionales y
conduce a atribuir espontneamente a los objetos, sobre la base de inferencias
perceptivas, roles semnticos de sujetos animados e intencionales. Para profundizar en
este importante descubrimiento de la psicologa cognitiva de la segunda mitad del XX,
recomienda Petitot la destacable tesis de M. E. Zibetti Catgorisation contextuelle et
comprhnsion dvnements visuellement perus et interprets comme des actions
(2001, Universidad de Pars VIII).
Marcel Proust
El Proust impresionista, admirador de Turner, Monet o Czanne, se halla en el corazn del anlisis de las relaciones entre percepcin y lenguaje y muestra cmo una
parte importante de la semntica verbal de las lenguas enraza en las Gestalten
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perceptivas. Es de este enraizamiento fundamental del lenguaje en la fenomenologa de
la percepcin de lo que el escritor francs tuvo precozmente la experiencia y de la que
dio narrativamente testimonio.
El Anexo 2, El anlisis greimasiano de la novela Dos amigos de Maupassant
(225-228), aborda el funcionamiento de la axiologa figurativa y del estatuto esttico del
sujeto semitico en esta novela ambientada en el Pars de 1870 asediado por las tropas
prusianas.
En el Anexo 3, Proust y la Naturphilosophie segn Anne Henry (229-238)
muestra Petitot cmo la esttica del autor francs, filosficamente profunda, procede de
la Naturphilosophie de Schelling y de El mundo como voluntad y como representacin
de Schopenhauer. La Recherche expone, bajo la mscara del autobiografismo y el
egotismo estetizante, la filosofa del arte de Schelling, que el autor explica en sus lneas
generales. El sistema del idealismo trascendental se ve metamorfoseado en la historia de
una conciencia personal y revestido de un magnetismo novelesco. Proust logra, quizs
mejor que Mann o Musil, identificar literatura y filosofa, consiguiendo convertir en
novela el lenguaje del idealismo especulativo. En la esttica del vitalista Proust, desde
Jean Santeuil, el recuerdo mira a una Naturphilosophie y no a una memoria subjetiva;
la memoria es filosfica, no psicolgica: se trata de encarar la fulguracin de la
Identidad y no lde una invocacin sentimental del ayer. El autor analiza luego el debate
entre Proust y Ruskin, que trata en el fondo sobre la toma de conciencia de que la
fenomenalidad del mundo natural es, en definitiva, una semitica del mundo natural,
siendo por eso inseparable de la instancia del sujeto de la enunciacin. Proust se
encuentra, segn Petitot, en el centro del debate entre vitalismo, fenomenologa y
estructuralismo. El saber fenomenolgico de La Recherche proviene de que es un
desarrollo novelesco dirigido por una filosofa del arte, la transposicin narrativa y
discursiva de un sistema esttico.
El extenso captulo VI, Waterloo: mito, escena y decorado en La Cartuja de
Parma (239-321) desmonta concienzudamente, desde la semitica narrativa y
discursiva de Greimas, el chocante dispositivo morfo-semitico presente en los pasajes
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en que al inicio de la novela Stendhal recrea la batalla de Waterloo con tcnicas de
composicin pictricas que estudi a fondo para aplicarlas a su literatura. El escritor-
pintor codifica sabiamente en los rasgos figurativos del decorado hileras de rboles,
caballos, surcos, balas de can, lo que no desea atribuir a la psicologa del
inexperto y exaltado Fabrizio del Dongo que ansa luchar al lado del Emperador en el
elato de iniciacin y formacin (BildungsRoman) que constituye Waterloo.
Napolen (leo de J. L. David)
Destaca Petitot cmo por medio del mtodo estructural inmanente lleg a parecidas conclusiones sobre la novela a las logradas por otros autores como el Gilbert
Durand de las estructuras antropolgicas del imaginario (Le dcor mythique de La
Chartreuse de Parme) o Michael Nerlich (Apollon et Dionysos ou la science
incertaine des signes), que utilizaron mtodos proyectivos o trascendentes para desvelar
el fondo mitolgico encriptado en la obra. E insiste en que es la estructura semitica
profunda del episodio la que permite, en un segundo tiempo, operaciones hermenuticas
ms complejas, como la de buscar homologaciones con mitos ya repertoriados, pues el
sentido se engancha a la estructura.
En el captulo VII, El fondo melusiniano de La Cartuja de Parma o el Eros y
Psiquis de Stendhal (323-338), Petitot se admira de cmo la novela reescribe el mito
de Eros y Psiquis (mito que se incluye en la clase tipolgica de los relatos
melusinianos por haber sido recogido en obras como Mlusine de Jean dArras o Le
Roman de Mlusine ou Histoire de Lusignan de Coudrette). El investigador recoge el
Noticia y Critica de Libros
Eikasia. Revista de Filosofa, ao II, 10 (mayo 2007). http://www.revistadefilosofia.org
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mito tal como lo exponen Apuleyo en El asno de oro y La Fontaine en Les amours de
Psych et Cupidon a fin de ver cmo funcionan sus componentes en La Cartuja de
Parma. La relacin entre Fabricio del Dongo y Clelia es una inversin perfecta de la
existente entre Eros y Psiquis. En la novela es esta ltima la que exige a su amante que
nunca la quiera ver a la luz del da, pues ha hecho voto a la madonna de no verlo ms.
Petitot se centra luego en la muerte de Sandrino, el hijo de ambos, siguiendo de cerca el
artculo La quimera ausente de M-R. Guinard-Corredor, que trata sobre la muerte del
hijo de Napolen. La reapropiacin de una dimensin mitolgica del relato forma parte
del arte potico de Stendhal, para el que supone una especie de ascensin desde la
existencia hacia la esencia. La asuncin de lo mtico se identifica con la realizacin
espiritual de los hroes sublimes ms all de las contingencias de su interioridad
psicoafectiva y de su contexto socio-histrico vulgar.
Henri Beyle (Stendhal) El Anexo El Eros y Psiquis de Canova (339-342) presenta la historia de esta
hermosa pieza de mrmol y establece una analoga entre la obra de Antonio Canova
(1757-1822) que junto al Laoconte merece el honor de figurar en la portada del libro
y la reescritura que de la fbula de Eros y Psiquis lleva a cabo Stendhal en La Cartuja
de Parma. Esta novela sera a la mitologa griega lo que la escultura de Canova a la
escultura griega, pues ambos autores supieron revitalizar desde su romanticismo
artstico unos valores de la Antigedad ya caducos para su poca, entendiendo a la
perfeccin los nuevos gustos de sus contemporneos.