27
LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de voir la bêtise et de ne plus la tolérer. (G. FLAUBERT, Bouvard et Pécuchet) PRÓLOGO No hace mucho recibí carta de un lector para mí desconocido, y luego copia de parte de una correspondencia que tuvo con un amigo suyo y en que éste le contaba el conocimiento que hizo con un Don Sandalio, jugador de ajedrez, y le trazaba la característica del Don Sandalio. “Sé —me decía mi lector— que anda usted a la busca de argumentos o asuntos para sus novelas o nivolas, y ahí va uno en estos fragmentos de cartas que le envío. Como verá, no he dejado el nombre lugar en que los sucesos narrados se desarrollaron, y en cuanto a la época, bástele saber que fue durante el otoño e invierno de 1910. Ya sé que no es usted de los que se preocupan de situar los hechos en lugar y tiempo, y acaso no le falte razón”. Poco más me decía, y no quiero decir más a modo de prólogo o aperitivo. I

La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

  • Upload
    others

  • View
    4

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

LANOVELADEDONSANDALIO,JUGADORDEAJEDREZ

MigueldeUnamuno

Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de voir labêtiseetdenepluslatolérer.(G.FLAUBERT,BouvardetPécuchet)

PRÓLOGONohacemuchorecibícartadeunlectorparamídesconocido,yluegocopiadeparte de una correspondencia que tuvo con un amigo suyo y en que éste lecontabaelconocimientoquehizoconunDonSandalio,jugadordeajedrez,yletrazabalacaracterísticadelDonSandalio.“Sé—medecíamilector—queandaustedalabuscadeargumentosoasuntosparasusnovelasonivolas,yahívaunoenestosfragmentosdecartasqueleenvío.Comoverá,nohedejadoelnombrelugarenquelossucesosnarradossedesarrollaron,yencuantoalaépoca,bástelesaberquefueduranteelotoñoeinviernode1910.Yaséquenoesusteddelosquesepreocupandesituarloshechosenlugarytiempo,yacasonolefalterazón”.Pocomásmedecía,ynoquierodecirmásamododeprólogooaperitivo.

I

Page 2: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

31deagostode1910

Yametienesaquí,queridoFelipe,enesteapaciblerincóndelacostayalpiede las montañas que se miran en la mar; aquí, donde nadie me conoce niconozco, gracias a Dios, a nadie. He venido, como sabes, huyendo de lasociedaddelosllamadosprójimososemejantes,buscandolacompañíadelasolasdelamarydelashojasdelosárboles,queprontorodaráncomoaquéllas.Me ha traído, ya lo sabes, un nuevo ataque de misantropía, o mejor deantropofobia,puesaloshombres,másquelosodio,lostemo.Yesquesemeha exacerbado aquella lamentable facultad que, según Gustavo Flaubert, sedesarrolló en los espíritus de su Bouvard y su Pécuchet, y es la de ver latonteríaynopodertolerarla.Aunqueparamínoesverla,sinooírla;noverlatontería—bêtise—,sinooírlastonteríasquedíatrasdía,eirremisiblemente,sueltanjóvenesyviejos,tontosylistos.Puessonlosquepasanporlistoslosquemástonteríashacenodicen.Aunque sé bien que me retrucarás con mis propias palabras, aquellas quetantasvecesmehasoído,dequeelhombremástontoeselquesemueresinhaberhechonidichotonteríaalguna.Aquíme tienes haciendo, aunque entre sombras humanas que seme cruzanalgunavezenelcamino,deRobinsónCrusoe,desolitario.¿Ynoteacuerdascuando leímosaquel terriblepasajedelRobinsóndecuandoéste,yendounavez a su bote, se encontró sorprendido por la huella de un pie desnudo dehombreenlaarenadelaplaya?Quedósecomofulminado,comoheridoporunrayo—thunderstruck—,comosihubieravistounaaparición.Escuchó,miróentornodesísinoírnivernada.Recorriólaplaya,¡ytampoco!Nohabíamásquelahuelladeunpie,dedos,talón,cadapartedeél.YvolvióseRobinsónasumadriguera,asufortificación,aterradoenelúltimogrado,mirandotrasdesíacadadoso trespasos,confundiendoárbolesymatas, imaginándosea ladistanciaquecadatroncoeraunhombre,yllenodeantojosyagüeros.¡Qué bien me represento a Robinsón! Huyo, no de ver huellas de piesdesnudos de hombres, sino de oírles palabras de sus almas revestidas denecedad,ymeaísloparadefendermedelrocedesustonterías.Yvoyalacostaa oír la rompiente de las olas, o almonte a oír el rumor del viento entre elfollajedelosárboles.¡Nadadehombres!¡Nidemujer,claro!Alosumoalgúnniño que no sepa aún hablar, que no sepa repetir las gracias que les hanenseñado,comoaunlorito,ensucasa,suspadres.

II

Page 3: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

5desetiembre

Ayeranduveporelmonteconversandosilenciosamenteconlosárboles.Peroes inútil que huya de los hombres: me los encuentro en todas partes; misárboles son árboles humanos. Y no sólo porque hayan sido plantados ycuidados por hombres, sino por algo más. Todos estos árboles son árbolesdomesticadosydomésticos.Mehehechoamigodeunviejoroble.¡Silevieras,Felipe,silevieras!¡Quéhéroe!Debedesermuyviejoya.Estáenpartemuerto.¡Fíjatebien,muertoenparte!, no muerto del todo. Lleva una profunda herida que le deja ver lasentrañas al descubierto. Y esas entrañas están vacías. Está enseñando elcorazón. Pero sabemos, por muy someras nociones de botánica, que suverdaderocorazónnoesése;quelasaviacirculaentrelaalburadelleñoylacorteza. ¡Pero cómo me impresiona esa ancha herida con redondeadosrebordes!Elaireentreporellayoreaelinteriordelroble,donde,sisobrevieneuna tormenta, puede refugiarse un peregrino, y donde podría albergarse unanacoretaounDiógenesdelaselva.Perolasaviacorreentrelacortezayelleñoy da jugodevida a las hojas queverdecen al sol.Verdecenhasta que,amarillas y ahornagadas, se arremolinan en el suelo, y podridas, al pie delviejohéroedelbosque,entrelosfuertesbrazosdesuraigambre,vanaformarel mantillo de abono que alimentará a las nuevas hojas de la venideraprimavera.¡Ysivierasquébrazoslosdesuraigambrequehundesusmilesdededos bajo tierra!Unos brazos que agarran a la tierra como sus ramas altasagarranalcielo.Cuando pase el otoño, el viejo roble quedará desnudo y callado, creerás tú.Perono,porque le tieneabrazadounahiedra tambiénheroica.Entre losmássomeros tocones de la raigambre y en el tronco del roble se destacan lasrobustas—oroblizas—venasdelahiedra,yéstatrepaporelviejoárbolylereviste con sus hojas de verdor brillante y perenne. Y cuando las hojas delrobleserindanalatierra,lesusurrarácantosdeinviernoelvendavalentrelashojas de la hiedra. Y aun muerto el roble verdecerá al sol, y acaso algúnenjambredeabejaspongasucolmenaenlaanchaheridadesuseno.Noséporqué,miqueridoFelipe,peroeselcasoqueesteviejorobleempiezaa reconciliarme con la humanidad. Además, ¿por qué no he de decírtelo?,¡hacetantotiempoquenoheoídounatontería!Yasí,alalarga,nosepuedevivir.Metemoquevoyasucumbir.

III

Page 4: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

10desetiembre

¿Notelodecía,Felipe?Hesucumbido.MehehechosociodelCasino,aunquetodavíamásparaverqueparaoír.Encuantohanllegadolasprimeraslluvias.Conmaltiempo,nilacostanielmonteofrecenrecursos,yencuantoalhotel,¿quéibaahacerenél?¿Pasarmeeldíaleyendoomejorreleyendo?Nopuedeser.AsíesqueheacabadoporiralCasino.Pasounratoporlasaladelectura,dondemeentregomásquealeerperiódicosa observar a los que lo leen. Porque los periódicos tengo que dejarlos enseguida.Sonmásestúpidosqueloshombresquelosescriben.Hayalgunosdeéstosquetienenciertotalentoparadecirtonterías,¿peroparaescribirlas?,paraescribirlas... ¡ninguno!Y en cuanto a los lectores, hay que ver qué cara decaricaturaponencuandoseríendelascaricaturas.Mevoyluegodelsalónenquetodosestoshombressereúnen;perohuyodelastertuliasopeñasqueforman.Lasastillasdeconversacionesquemelleganmehierenen lomásvivode laheridaque trajealvenira retirarme,comoaestación de cura, a este rincón costero ymontañés.No, no puedo tolerar latontería humana. Yme dedico, con la mayor discreción posible, a hacer eloficiodemirónpasajerode laspartidasde tresillo,de tuteodemus.Al fin,estasgenteshanhalladounmododesociedadcasisinpalabra.Ymeacuerdode aquella soberana tontería del seudopesimista Schopenhauer cuando decíaque los tontos, no teniendo ideas que cambiar, inventaron unos cartoncitospintados para cambiarlos entre sí, y que son los naipes. Pues si los tontosinventaron los naipes, no son tan tontos, ya que Schopenhauer ni aun esoinventó,sinounsistemadebarajamentalquesellamapesimismoyenquelopésimoeseldolor,comosinohubieraelaburrimiento,eltedio,queesloquematanlosjugadoresdenaipes.

IV

14desetiembre

Empiezo a conocer a los socios del Casino, amis consocios—puesme hehecho hacer socio, aunque transeúnte—, claro es que de vista. Y meentretengo en irme figurando lo que estarán pensando, naturalmente quemientras que se callan, porque en cuanto dicen algo ya no me es posiblefigurarme lo que puedan pensar. Así es que enmi oficio demirón prefiero

Page 5: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

mirar las partidas de tresillo a mirar las de mus, pues en éstas hablandemasiado. Todo es barullo de ¡envido!, ¡quiero!, ¡cinco más!, ¡diez más!,¡órdago!,meentretieneunrato,peroluegomecansa.El¡órdago!,quepareceespalabravascuence,quequieredecir:¡ahíestá!,mediviertebastante,sobretodocuandoselolanzaelunoalotroenademándegallitodepelea.Meatraenmáslaspartidasdeajedrez,puesyasabesqueenmismocedadesdien ese vicio solitario de dos en compañía. Si es que eso es compañía. Peroaquí, en este Casino, no todas las partidas de ajedrez son silenciosas, ni desoledad de dos en compañía, sino que suele formarse un grupo con losmirones,yéstosdiscuten las jugadascon los jugadores,yhastametenmanoeneltablero.Hay,sobretodo,unapartidaentreuningenierodemontesyunmagistradojubilado,quees lomáspintorescoquecabe.Ayer,elmagistrado,quedebedepadecerdelavejiga,estabainquietoydesasosegado,ycomoledijeran que se fuese al urinario manifestó que no se iba solo, sino con elingeniero,portemordequeentretantoéstenolecambiaselaposicióndelaspiezas;asíesquesefueronlosdos,elmagistradoaevacuaraguasmenoresyel ingeniero a escoltarle, y entretanto los mirones alteraron toda lacomposicióndeljuego.Perohayunpobreseñor,queeshastaahoraelquemásmehainteresado.Lellaman—muypocasveces,puesapenashayquienledirijalapalabra,comoélnoseladirigeanadie—,lellamanosellamaDonSandalio,ysuoficiopareceserelde jugadordeajedrez.Nohepodidocolumbrarnadadesuvida,nienrigorme importagrancosa.Prefiero imaginármela.NovienealCasinomásque a jugar al ajedrez, y lo juega, sin pronunciar apenas palabra, con unaavidez de enfermo. Fuera del ajedrez parece no haber mundo para él. Losdemás socios le respetan,o acaso le ignoran, si bien, segúnhe creídonotar,conunciertodejodelástima.Acasoseletieneporunmaníaco.Perosiempreencuentra,talvezporcompasión,quienlehagalapartida.Lo que no tiene esmirones. Comprenden que lamironería lemolesta, y lerespetan.Yomismonomeheatrevidoaacercarmeasumesilla,yesoqueelhombremeinteresa.¡Leveotanaisladoenmediodelosdemás,tanmetidoensí mismo! O mejor en su juego, que parece ser para él como una funciónsagrada,unaespeciedeactoreligioso.“Ycuandonojuega,¿quéhace?”,mehepreguntado.¿Cuáleslaprofesiónconqueseganalavida?,¿tienefamilia?,¿quiereaalguien?,¿guardadoloresydesengaños?,¿llevaalguna tragediaenelalma?Al salir delCasino le he seguido cuando iba hacia su casa, a observar si alcruzarelpatio,comoajedrezado,delaPlazaMayor,dabaalgúnpasoensaltodecaballo.Peroluego,avergonzado,hecortadomipersecución.

Page 6: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

V

17desetiembre

HequeridosacudirmedelatractivodelCasino,peroes imposible; la imagendeDonSandaliomeseguíaatodaspartes.Esehombremeatraecomoelquemásdelosárbolesdelbosque;esotroárbolmás,unárbolhumano,silencioso,vegetativo.Porquejuegaalajedrezcomolosárbolesdanhoja.LlevodosdíassiniralCasino,haciéndomeunesfuerzoparanoentrarenél,llegandohastasupuertaparahuirenseguidadeella.Ayer fui por el monte; pero al acercarme a la carretera, por donde van loshombres, a ese camino calzado que hicieron hacer pormano de siervos, deobreros alquilados —los caminos del monte los han hecho hombres libres(¿libres?), con los pies—, tuve que volver a internarme en el bosque, meecharon a él todos esos anuncios con que han estropeado el verdor de lanaturaleza.¡Hastaalosárbolesdelosbordesdelacarreteraloshanconvertidoen anunciadores! Me figuro que los pájaros han de huir de esos árbolesanunciantesmás aún que de los espantapájaros que los labradores ponen enmediodelossembrados.Porlovisto,nohaycomovestiraunospalitroquesconandrajoshumanosparaquehuyandelcampo lasgraciosascriaturasquecosechandondenosembraron,laslibresavecillasalasquemantienenuestroPadreysuyo.Me interné por un monte y llegué a las ruinas de un viejo caserío. Noquedaban más que algunos muros revestidos, como mi viejo roble, por lahiedra.Enlaparteinteriordeunodeesosmurosmedioderruidos,enlapartequeformóantañoelinteriordelacasa,quedabaelrestodelquefuehogar,dela chimenea familiar, y en ésta la huella del fuegode leñaque allí ardió, elhollín que aún queda.Hollín sobre que brillaba el verdor de las hojas de lahiedra. Sobre la hiedra revoloteaban unos pajarillos.Acaso en ella, junto alcadáverdeloquefuehogar,hanpuestosunido.YnoséporquémeacordabadeDonSandalio,esteproductotanurbano,tancasinero.Y pensaba que pormucho que quiera huir de los hombres, de sustonterías,desuestúpidacivilización,sigosiendohombre,muchomáshombrede lo queme figuro, y que no puedo vivir lejos de ellos. ¡Si es su mismanecedadloquemeatrae!¡Silanecesitoparairritarmepordentrodemí!Está visto que necesito aDonSandalio, que sinDonSandalio no puedo yavivir.

Page 7: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

VI

20desetiembre

¡Por fin, ayer! No pude más. Llegó Don Sandalio al Casino, a su hora desiempre, cronométricamente, muy temprano, tomó su café de prisa ycorriendo, se sentó a sumesitade ajedrez, requirió laspiezas, las colocóenorden de batalla y se quedó esperando al compañero. El cual no llegaba.YDonSandalioconcaradeciertaangustiaymirandoalvacío.Medabapena.Tantapenamedaba,quenopudecontenerme,ymeacerquéaél:—Porlovisto,sucompañeronovienehoy—ledije.—Asíparece—mecontestó.—Puessiaustedleplace,yhastaqueélllegue,puedoyohacerlelapartida.Nosoyungranjugador,perolohevistojugarycreoquenoseaburriráustedconmijuego...—Gracias—agregó.Creíqueibaarechazarme,enesperadesuacostumbradocompañero,peronolohizo.Aceptómiofertaynimepreguntó,por supuesto,quiénerayo.Eracomo si yo no existiese en realidad, y como persona distinta de él, para élmismo.Peroélsíqueexistíaparamí...Digo,melofiguro.Apenassisedignómirarme;miraba al tablero.ParaDonSandalio, los peones, alfiles, caballos,torres, reinas y reyes del ajedrez tienenmás alma que las personas que losmanejan.Yacasotengarazón.Juega bastante bien, con seguridad, sin demasiada lentitud, sin discutir nivolver las jugadas,nose leoyemásque:“¡jaque!”. Juega, teescribíelotrodía,comoquiencumpleunservicioreligioso.Perono,mejor,comoquiencreasilenciosa música religiosa. Su juego es musical. Coge las piezas como sitañeraenunarpa.Yhastasemeantojaoírleasucaballo,norelinchar—¡estonunca!—,sinorespirarmusicalmente,cuandovaadarunjaque.Escomouncaballoconalas.UnPegaso.OmejorunClavileño;demadera,comoéste.¡Ycómoseposa en la tabla!No salta; vuela. ¿Ycuando tañe a la reina? ¡Puramúsica!Me ganó, y no porque jueguemejor que yo, sino porque no hacíamás quejugarmientasqueyomedistraíaenobservarle.Noséporquésemefiguraqueno debe de ser hombremuy inteligente, pero que pone toda su inteligencia,mejor,todasualma,eneljuego.Cuando di por terminado éste—pues él no se cansa de jugar—después deunascuantaspartidas,ledije:—¿Quéesloquelehabrápasadoasucompañero?—Nolosé—mecontestó.Niparecíaimportarlesaberlo.

Page 8: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

SalídelCasinoadarunavueltahacialaplaya,peromequedéesperandoaversiDonSandaliotambiénsalía.“¿Pasearáestehombre?”,mepregunté.Alpocosaliómi hombre, e iba como abstraído. No cabría decir adóndemiraba. Leseguíhastaque,doblandounacalleja, semetióenunacasa.Seguramente lasuya. Yo seguí hacia la playa, pero no ya tan solo como otras veces; DonSandalioibaconmigo,miDonSandalio.Peroantesdellegaralaplayatorcíhastaelmonteymefuiaveramiviejoroble,elrobleheroico,eldelaabiertaherida de las entrañas, el revestido de hiedra. Claro es que no establecírelación alguna entre él y Don Sandalio, y ni siquiera entre mi roble y mijugador de ajedrez. Pero éste es ya parte de mi vida. También yo, comoRobinsón,heencontradolahuelladeunpiedesnudodealmadehombre,enlaarenade la playademi soledad;masnohe quedado fulminadoni aterrado,sino que esa huellame atrae. ¿Será huella de tontería humana? ¿Lo será detragedia?¿Ynoesacasolatonteríalamásgrandedelastragediasdelhombre?

VII

25desetiembre

Sigopreocupado,miqueridoFelipe,conlatragediadelatonteríaomásbiende la simplicidad. Hace pocos días oí, sin quererlo, en el hotel unaconversación que ésta sí que me dejó como fulminado. Hablaban de unaseñora que estaba a punto de morir, y el cura que la asistía dijo: “Bueno,cuandolleguealcielonodejededeciramimadre,encuantolavea,queaquíestamos viviendo cristianamente para poder ir a hacerla compañía”. Y estoparecequelodijoelcura,queespiadosísimo,muyenserio.Ycomonopuedopormenosquecreerqueelcuraqueasídecíacreíaenello,mediapensarenlatragediadelasimplicidad,omejorenlafelicidaddelasimplicidad.Porquehayfelicidadestrágicas.YdiluegoenpensarsiacasomiDonSandalionoesunhombrefeliz.Volviendoal cual, aDonSandalio, tengoquedecirteque sigohaciéndole lapartida.Sucompañeroanteriorparecequesemarchódeestavilla,locualhesabido no precisamente por Don Sandaliomismo, que ni habla de él ni deningúnotroprójimo,nicreoquesehayapreocupadodesabersisefueononiquiénera.Lomismoquenosepreocupadeaveriguarquiénsoyyo,ynoserápocoquesepaminombre.Como yo soy nuevo en la partida, se nos han acercado algunos mirones,atraídosporlacuriosidaddevercómojuegoyo,yacasoporquemecreenotronuevoDonSandalio,aquienhayqueclasificaryacasodefinir.Yyomedejo

Page 9: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

hacer. Pero pronto se han podido dar cuenta de que a mí me molestan losmironesnomenosqueaDonSandalio,siesquenomás.Anteayer fuerondos losmirones. ¡Yquémirones!Porqueno se limitaron amiraro a comentardepalabra las jugadas, sinoque sepusieron ahablar depolítica, de modo que no pude contenerme, y les dije: “Pero ¿se callaránustedes?”. Y se marcharon. ¡Qué mirada me dirigió Don Sandalio!, ¡quémiradadeprofundoagradecimiento!Lleguéacreerqueamihombreleduelelatonteríatantocomoamí.Acabamoslaspartidasymefuialacosta,avermorirlasolasenlaarenadelaplaya,sinintentarseguiraDonSandalio,quesefue,sinduda,asucasa.Peromequedépensandosimijugadordeajedrezcreeráque,terminadaestavida,seiráalcielo,aseguirallíjugando,portodaunaeternidad,conhombresoconángeles.

VIII

30desetiembre

LeobservoaDonSandalioalgunapreocupación.Debeserporsusalud,puesse lenotaquerespiracondificultad.Alasvecessevequeahogaunaqueja.Pero¿quiénseatreveadecirlenada?Hastaquelediounaespeciedevahído.—Siustedquiere,lodejaremos...—ledije.—No,no—merespondió—;pormí,no.“¡Jugadorheroico!”,pensé.Peropocodespuésagregué:—¿Porquénosequedaustedunosdíasencasa?—¿Encasa?—medijo—,¡seríapeor!Ycreo,enefecto,queleseríapeorquedarseencasa.¿Encasa?¿Yquéessucasa?¿Quéhayenella?¿Quiénviveenella?Abreviélaspartidas,pretextandocualquiercosa,yledejéconun:“¡Queustedsealivie,DonSandalio!”.“¡Gracias!”,mecontestó.Ynoañadióminombreporquedeseguronolosabe.EstemiDonSandalio,noelquejuegaalajedrezenelCasino,sinoelotro,elqueélmehametidoenelhondóndelalma,elmío,mesigueyaatodaspartes;sueñoconél,casisufroconél.

Page 10: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

IX

8deoctubre

DesdeeldíaenqueDonSandalioseretiródelCasinoalgoindispuesto,nohavueltoporél.Yestoesunacosatanextraordinaria,quemehadesasosegado.Alostresdíasdefaltarmihombremesorprendí,uno,coneldeseodecolocarlaspiezaseneltableroyquedarmeesperándole.Oacasoaotro...YluegomedicasiatemblarpensandosienfuerzadepensarenmiDonSandalionomehabía éste sustituido y padecía yo de una doble personalidad. Y la verdad,¡bastaconuna!Hastaqueanteayer,enelCasino,unodelossocios,alvermetansolitarioy,segúnéldebiófigurarse,aburrido,semeacercóadecirme:—YasabráustedlodeDonSandalio...—¿Yo?,no;¿quéesello?—Pues...queselehamuertoelhijo.—¡Ah!,¿peroteníaunhijo?—Sí,¿nolosabeusted?Eldeaquellahistoria...¿Quépasópormí?Nolosé,peroaloírestomefui,dejándoleconlapalabracortada,ysinimportarmeloqueporellojuzgasedemí.No,noqueríaquemecolocaselahistoriadelhijodeDonSandalio.¿Paraqué?Tengoquemantenerpuro,incontaminado,amiDonSandalio,almío,yhastamelehaestropeadoesto de que ahora le salga un hijo queme impide, con sumuerte, jugar alajedrez unos días.No, no, no quiero saber historias. ¿Historias?Cuando lasnecesite,melasinventaré.Yasabes tú,Felipe,queparamínohaymáshistoriasque lasnovelas.Yencuanto a la novela deDon Sandalio,mi jugador de ajedrez, no necesito desociosdelCasinoquevenganahacérmela.SalídelCasinoechandodemenosamihombre,ymefuialmonte,averamiroble.Elsoldabaenlaanchaaberturadesusvacíasentrañas.Sushojas,quecasiseleibanyadesprendiendo,sequedabanunrato,alcaer,entrelashojasdelahiedra.

X

10deoctubre

Page 11: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

HavueltoDonSandalio,havueltoalCasino,havueltoalajedrez.Yhavueltoelmío,elmío,elqueyoconocía,ycomosinolehubiesepasadonada.—¡Hesentidomuchosudesgracia,DonSandalio!—lehedicho,mintiéndole.—¡Gracias,muchasgracias!—meharespondido.Ysehapuestoa jugar.Ycomosinohubiesepasadonadaensucasa,ensuotravida.Pero¿tieneotra?He dado en pensar que, en rigor, ni él existe paramí ni yo para él. Y, sinembargo...Alacabarlaspartidasmeheidoalaplaya,peropreocupadoconunaideaquete ha de parecer, de seguro, pues te conozco, absurda, y es la de qué seré,cómoseréyoparaDonSandalio.¿Quépensarándemí?¿Cómoseréyoparaél?¿Quiénseréyoparaél?

XI

12deoctubre

Hoyno sé,queridoFelipe,quédemonio tontomeha tentado,que semehaocurridoproponerleaDonSandaliolasolucióndeunproblemadeajedrez.—¿Problemas?—mehadicho—.Nome interesan losproblemas.Bastaconlosqueeljuegomismonosofrecesinirmásabuscarlos.EslavezqueleheoídomáspalabrasseguidasamiDonSandalio,pero¡quépalabras!NingunodelosmironesdelCasinolashabríacomprendidocomoyo.Apesardelocual,meheidoluegoalaplayaabuscarlosproblemasquesemeantojaquemeproponenlasolasdelmar.

XII

14deoctubre

Soy incorregible,Felipe, soy incorregible,puescomosino fuesebastante lalecciónqueanteayermedioDonSandalio,hoyhepretendidocolocarleunadisertaciónsobreelalfil,piezaquemanejomal.Lehedichoqueelalfil,palabraqueparecequieredecirelefante,lellamanlosfrancesesfou,estoes:loco,ylosinglesesbishop,osea:obispo,yqueamíme

Page 12: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

resulta una especie de obispo loco, con algo elefantino, que siempre va desoslayo, jamás de frente, y de blanco en blanco o de negro en negro y sincambiardecolordelpisoenqueleponenyseacualfueresucolorpropio.¡Yquécosaslehedichodelalfilblancoenpisoblanco,delblancoenpisonegro,delnegroenpisoblancoydelnegroenpisonegro!¡Lasvirutasquehehechocon esto! Y él, Don Sandalio, me miraba asustado, como se miraría a unobispoloco,yhastacreíqueestaapuntodehuir,comodeunelefante.Estolodijeenunintermedio,mientrascambiábamoslaspiezas,puesturnamosentreblancas y negras, teniendo siempre la salida aquéllas. La mirada de DonSandalioeratal,quemedesconcertó.Cuando he salido del Casino iba pensando si la mirada de Don Sandaliotendría razón, si no es queme he vuelto loco, y hastame parecía si, enmiterrordetropezarconlatonteríahumana,enmiterrordeencontrarmeconlahuelladelpiedesnudodelalmadeunprójimo,noibacaminandodesoslayo,comounalfil.¿Sobrepisoblancoonegro?Tedijo,Felipe,queesteDonSandaliomevuelveloco.

XIII

23deoctubre

No te he escrito, mi querido Felipe, en estos ocho días, porque he estadoenfermo,aunqueacasomásdeaprensiónquedeenfermedad.Yademás,¡meentreteníatantolacama,semepegabantanamorosamentelassábanas!Porlaventanademialcobaveo,desde la camamisma, lamontañapróxima, en laque hay una pequeña cascada. Tengo sobre la mesilla de noche unosprismáticos,ymepasolargosratoscontemplandoconelloslacascada.¡Yquécambiosdeluzlosdelamontaña!Hehechollamaralmédicomásreputadodelavilla,eldoctorCasanueva,elcualhavenidodispuesto,ante todo,acombatir la ideaqueyo tuviesedemipropiadolencia.Ysólohaconseguidopreocuparmemás.Seempeñaenqueyovoydesafiandolasenfermedades,ytodoporquesueloirconfrecuenciaalmonte.Haempezadopor recomendarmequeno fume,ycuando lehedichoquenofumonunca,nosabíayaquédecir.Nohatenidolaresolucióndeaquelotrogalenoque, encasoanálogo, ledijo al enfermo: “¡Puesentonces, fumeusted!”.Yacasotuvoésterazón,pueslocapitalescambiarderégimen.Casitodosestosdíasheguardadocama,yno,enrigor,porqueellomehicierafalta, sino porque así rumiaba mejor mi relativa soledad. En realidad, hepasadolomásdeltiempodeesosochodíastraspuestoyenunestadoentrela

Page 13: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

vela y el sueño, sin saber si soñaba lamontaña que tenía enfrente o si veíadelantedemíaDonSandalioausente.PorqueyatepuedesfigurarqueDonSandalio,quemiDonSandalio,hasidomiprincipalensueñodeenfermedad.Meilusionabapensarqueenestosdíassehayadefinidomás,queacasohayacambiado,quecuandolevuelvaaverenelCasinoyvolvamosajugarnuestraspartidasleencuentreotro.Y entretanto, ¿pensará enmí?, ¿me echará demenos en el Casino?, ¿habráencontradoenésteaalgúnotroconsocio¡consocio!—quelehagalapartida?,¿habrápreguntadopormí?,¿existoyoparaél?Hastahetenidounapesadilla,yesquemehefiguradoaDonSandaliocomoun terrible caballo negro—¡caballo de ajedrez, por supuesto!— que semeveníaencimaacomerme,yyoeraunpobrealfilblanco,unpobreobispolocoyelefantinoqueestabadefendiendoalreyblancoparaquenoledieranmate.Aldespertarmedeestapesadilla,cuando iba rayandoelalba, sentíunagranopresión en el pecho, yme puse a hacer largas y profundas inspiraciones yespiraciones,asícomogimnásticas,paraverdeentoncesentonarestecorazónque el doctor Casanueva cree que está averiado. Y luego me he puesto acontemplar,conmisprismáticos,cómolosrayosdelsolnacientedabanenelaguadelacascadadelamontañafrontera.

XIV

25deoctubre

Nomásquepocaslíneasenestapostal.Heidoalaplaya,queestabasola.Mássolaaúnporlapresenciadeunasolajovenquesepaseabaalbordedelasolas.Lemojabanlospies.Laheestadoobservandosinservistodeella.Hasacadouna carta, la ha leído, ha bajado sus brazos teniendo con las dosmanos lacarta; loshavueltoaalzaryhavueltoa leerla; luego laha rotoencachitosmenudos, doblándola y volviéndola a doblar para ello; después ha idolanzandounoauno,cachitoacachito, al aire,que los llevaba—¿mariposasdelolvido?—alarompiente.Hechoesto,hasacadoelpañuelo,sehapuestoasollozar, y se ha enjugado los ojos. El aire de la mar ha acabado deenjugárselos.Ynadamás.

Page 14: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

XV

26deoctubre

Lo que hoy tengo que contar,mi querido Felipe, es algo inaudito, algo tansorprendente, que jamás se le podría haber ocurrido al más ocurrentenovelista.Loque teprobarácuánta razón teníaaquelnuestroamigoaquienllamábamos Pepe elGallego, que cuando estaba traduciendo cierto libro desociología, nos dijo: “No puedo resistir estos libros sociológicos de ahora;estoy traduciendouno sobre elmatrimonioprimitivo, y todo se le vuelve alautorquesilosalgonquinossecasandetalmanera,loschipenaisdetalotra,los cafres de este modo, y así los demás... Antes llenaban los libros depalabras,ahoralosllenandeestoquellamanhechosodocumentos;loquenoveoporningunapartesonideas...Yo,pormiparte,sisemeocurrierainventaruna teoría sociológica, la apoyaría enhechosdemi invención, seguro comoestoy de que todo lo que un hombre puede inventar ha sucedido, sucede osucederáalgunavez”.¡QuérazónteníanuestrobuenPepe!Perovamosalhecho,o,siquieres,alsuceso.Apenasmesentíaalgomásfuerteymesacudídelabrigodelacama,mefui,¡claro es!, al Casino. Me llevaba, sobre todo, como puedes figurarte, elencontrarmeconmiDonSandalioyelreanudarnuestraspartidas.Lleguéallá,ymihombrenoestabaallí.Yesoqueerayasuhora.Noquisepreguntarporél.Alpocoratonopuderesistir,requeríuntablerodeajedrez,saquéunperiódicoenqueveníaunproblemaymepuseaversiloresolvía.Yenestollegóunodeaquellosmironesymepreguntósiqueríaecharunapartidaconél.Tentadoestuveunmomentoderehusárselo,puesmeparecíaalgoasícomounatraiciónamiDonSandalio,peroalfinacepté.Este consocio, antesmirón y ahora compañero de juego, resultó ser uno deesos jugadores que no saben estarse callados. No hacía sino anunciar lasjugadas, comentarlas, repetir estribillos, y, cuando no, tararear algunacancioncilla. Era algo insoportable. ¡Qué diferencia con las partidas graves,recogidasysilenciosasdeDonSandalio!(Alllegaracásemeocurrepensarquesielautordeestascartaslastuvieraqueescribirahora,en1930,compararíalaspartidasconDonSandalioalcinepuro,gráfico,representativo,ylaspartidasconelnuevojugador,alcinesonoro.Yasíresultaríanpartidassonorasozumbadas).Yoestabacomosobreascuasysinatrevermeamandarlequesecallase.Ynosésilocomprendió,peroelcasoesquedespuésdedospartidasmedijoqueteníaqueirse.Masantesdepartirmeespetóesto:—Yasabráusted,porsupuesto,lodeDonSandalio...

Page 15: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

—No;¿qué?—Puesquelehanmetidoyaenlacárcel.—¡Enlacárcel!—exclamécomofulminado.—Puesclaro,¡enlacárcel!Yacomprenderáusted...—comenzó.Yyoatajándole:—¡No,nocomprendonada!Melevanté,ycasisindespedirmedeélmesalídelCasino.“¡Enlacárcel—meibadiciendo—,enlacárcel!¿Porqué?”Y,enúltimocaso,¿quéme importa?Lomismoquenoquise saber lode suhijo, cuando se lemurió éste, no quiero saber por qué le han metido en la cárcel. Nada meimportabadeello.Yacasoaélnoleimportemuchomássiescomoyomelefiguro, comoyome le tengohecho, acáparamí.Mas, apesarde todo, estesucesoimprevistocambiabatotalmenteelgirodemividaíntima.¿Conquién,en adelante, voy a echar mi partida de ajedrez, huyendo de la incurabletonteríadeloshombres?Aratospiensoaveriguarsiesqueestáonoincomunicado,ysinoloestáysisemepermitecomunicarmeconél,iralacárcelypedirpermisoparahacerleadiariolapartida,claroquesininquirirporquélehanmetidoallínihablardeello.Aunque, ¿sé yo acaso si no echa a diario su partida con algunode loscarceleros?Comopuedesfigurarte, todoestoha trastornadotodos losplanesdemisoledad.

XVI

28deoctubre

HuyendodelCasino,huyendodelavilla,huyendodelasociedadhumanaqueinventacárceles,meheidoporelmonte,lomáslejosposibledelacarretera.Y lejosde lacarretera,porqueesospobresárbolesanunciadoresmeparecentambiénpresos,uhospicianos,queescasiigual,ytodasesasvallasenqueseanunciantodaclasedeproductos—algunosdemaquinariaagrícola;otros,losmás, de licores o neumáticos para automóviles de los que van huyendo detodas partes—, todo ello me recuerda a la sociedad humana, que no puedevivirsinbretes,esposas,grillos,cadenas,rejasycalabozos.Yobservodepasoqueaalgunosdeesos instrumentosde torturase les llamaesposasygrillos.¡Pobresgrillos!,¡pobresesposas!Heidoporelmonte,saliéndomedelossenderostrilladosporpiesdehombres,evitando, en lo posible, las huellas de éstos, pisando sobre hojas secas —empiezanyaacaer—ymehe idohasta las ruinasdeaquelviejocaseríode

Page 16: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

queyatedije,al restodecuyachimeneadehogarenhollinadaabrigahoyelfollajedelahiedraenqueanidanlospájarosdelcampo.¡Quiénsabesicuandoelcaseríoestuvovivo,cuandoenélchisporroteabalaleñadelhogaryenéstehervía el puchero de la familia, no había allí cerca alguna jaula en que detiempoentiempocantabaunjilgueroprisionero!Mehesentadoallí,enlasruinasdelcaserío,sobreunapiedrasillar,ymehepuestoapensarsiDonSandaliohatenidohogar,sierahogarlacasaenquevivía con el hijo que se lemurió, qué sé yo si con algunomás, acaso conmujer.¿Latenía?¿Esviudo?¿Escasado?Perodespuésdetodo,¿amíquémeimporta?,¿aquéproponermeestosenigmasquenosonmásqueproblemasdeajedrezydelosquenomeofreceeljuegodemivida?¡Ah,quenomelosofrece...!Túsabes,miFelipe,queyosíquenotengo,haceyaaños,hogar;quemihogarsedeshizo,yquehastaelhollíndesuchimeneasehadesvanecidoenelaire,túsabesqueaesapérdidademihogarsedebelaagruraconquemehierelatonteríahumana.UnsolitariofueRobinsónCrusoe,unsolitariofueGustavoFlaubert,quenopodíatolerarlatonteríahumana,unsolitario me parece Don Sandalio, y un solitario soy yo. Y todo solitario,Felipe,miFelipe,esunpreso,esunencarcelado,aunqueandelibre.¿Qué hará Don Sandalio, más solitario aún, en la celda de su prisión? ¿Sehabrá resignado ya y habrá pedido un tablero de ajedrez y un librito deproblemas para ponerse a resolverlos? ¿O se habrá puesto a inventarproblemas? De lo que apenas me cabe duda, o yo me equivoco muchorespectoasucarácter—ynocabequemeequivoqueenmiDonSandalio—,esdequenoseledaunbledodelproblemaodelosproblemasqueleplanteeeljuezconsusindagatorias.Y¿quéharéyomientrasDonSandaliosigaenlacárceldeestavilla,alaquevinearefugiarmedelaincurablepersecucióndemiantropofobia?¿QuéharéyoenesterincóndecostaydemontañasimequitanamiDonSandalio,queeraloquemeatabaaesahumanidadquetantomeatraealavezquetantomerepele?YsiDonSandaliosaledelacárcelyvuelvealCasinoyenelCasinoalajedrez—¿quévaahacersino?—,¿cómovoyajugarconél,nicómovoysiquiera a podermirarle a la cara sabiendo que ha estado encarcelado y sinsaber por qué? No, no; a Don Sandalio, le hanmatado con eso de haberleencarcelado.Presientoqueyanovaasalirdelacárcel.¿Vaasalirdeellaparaserelrestodesuvidaunproblema?,¿unproblemasuelto?¡Imposible!Nosabes,Felipe,enquéestadodeánimodejélasruinasdelviejocaserío.Ibapensando que acaso me convendría hacer construir en ellas una celda deprisión,unaespeciedecalabozo,yencerrarmeallí.O¿noserámejorquemelleven,comoaDonQuijote,enunajaulademadera,enuncarrodebueyes,viendoalpasarelcampoabiertoenquesemuevenloshombrescuerdosquesecreenlibres?Oloshombreslibresquesecreencuerdos,yeslomismoenelfondo.¡DonQuijote!¡OtrosolitariocomoRobinsónycomoBouvardycomo

Page 17: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

Pécuchet, otro solitario, a quien un grave eclesiástico, henchido de toda latonteríadeloshombrescuerdos,lellamóDonTonto,lediputómentecatoyleechóencarasandecesyvaciedades!Y respecto a Don Quijote, he de decirte, para terminar de una vez estedesahogo de cartas, que yo me figuro que no se murió tan a seguido deretirarse a su hogar después de vencido enBarcelona por SansónCarrasco,sinoquevivióalgún tiempoparapurgarsugenerosa,susanta locura,coneltropel de gentes que iban a buscarle en demanda de su ayuda para que lesacorrieseensuscuitasylesenderezasesustuertos,ycuandoselesnegabaseponíanaincreparleyaacusarledefarsanteodetraidor.Yalsalirdesucasa,sedecían:“¡Seharajado!”Yotrotormentoaúnmayorqueselecayóencimadebió de ser la nube de reporteros que iban a someterle a interrogatorios o,comohandadoendecirahora,encuestas.Yhastamefiguroquealguienlefueconestapregunta:“¿Aquésedebe,caballero,sucelebridad?”Ybasta,basta,basta.¡Esinsondablelatonteríahumana!

XVII

30deoctubre

Los sucesos imprevistos y maravillosos vienen, como las desgracias, aventregadas,segúndicelagentedeloscampos.¿Aquenotefigurasloúltimoquemehaocurrido?Puesqueeljuezmehallamadoadeclarar.“Adeclarar...¿qué?”, te preguntarás. Y es lo mismo que yo me pregunto: “A declarar...¿qué?”Mellamó,mihizojuraroprometerpormihonorquediríalaverdadenloquesupiere y fuere preguntado, y a seguida me preguntó si conocía y desdecuándo a Don Sandalio Cuadrado y Redondo. Le expliqué cuál era miconocimientoconél,queyonoconocíamásquealajedrecista,quenoteníalamenornoticiadesuvida.Apesardelocual,eljuezseempeñóensonsacarmeloinsonsacableymepreguntósilehabíaoídoalgunavezalgoreferenteasusrelacionesconsuyerno.TuvequecontestarlequeignorabaqueDonSandaliotuviese o hubiese tenido una hija casada, así como ignoraba hasta aquelmomento que se apellidase, de una manera contradictoria, Cuadrado yRedondo.—Pues él, Don Sandalio, según su yerno, que es quien ha indicado que sellame a usted a declarar, hablaba alguna vez en su casa, de usted—me hadichoeljuez.—¿Demí?—lehecontestadotodosorprendidoycasifulminado

Page 18: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

—¡Perosimeparecequenisabecómomellamo!,¡siapenasexistoyoparaél!—Seequivocausted,señormío;segúnsuyerno...—Pues le aseguro, señor juez—le he dicho—, que no sé deDon Sandalionadamásqueloquelehedicho,yquenoquierosabermás.Eljuezparecequesehaconvencidodemiveracidadymehadejadoirsinmásenquisa.YaquímetienestodoconfusoporloqueseestáhaciendomiDonSandalio.¿VolveréalCasino?¿Volveréaquemehieranastillasde lasconversacionesque sostienen aquellos socios que tan fielmente me representan a lahumanidadmedia,altérminomediodelahumanidad?Tedigo,Felipe,quenoséquéhacer.

XVIII

4denoviembre

¡Yahorallega,Felipe,lomásextraordinario,lomásfulminante!YesqueDonSandaliosehamuertoenlacárcel.Nisébiencómolohesabido.Loheoídoacaso en el Casino, donde comentaban esa muerte. Y yo, huyendo de loscomentarios,hehuidodelCasino,yéndomealmonte. Ibacomosonámbulo;no sabía lo quemepasaba.Yhe llegado al roble, ami viejo roble, y comoempezabaalloviznarmeherefugiadoensusabiertasentrañas.Mehemetidoallí,acurrucado,comoestaríaDiógenesensutonel,enlaanchaherida,ymehepuestoa...soñarmientraselvientoarremolinabalashojassecasamispiesyalosdelroble.¿Qué me ha ocurrido allí? ¿Por qué de pronto me ha invadido una negracongojaymehepuestoallorar,asícomolooyes,Felipe,allorarlamuertedemi Don Sandalio? Sentía dentro de mí un vacío inmenso. Aquel hombre aquien no le interesaban los problemas forjados sistemáticamente, losproblemas que traen los periódicos en la sección de jeroglíficos, logogrifos,charadasycongéneres,aquelhombreaquienselehabíamuertounhijo,quetenía o había tenido una hija casada y un yerno, aquel hombre a quien lehabíanmetidoenlacárcelyenlacárcelsehabíamuerto,aquelhombresemehabía muerto a mí. Ya no le oiría callar mientras jugaba, ya no oiría susilencio. Silencio realzado por aquella única palabra que pronunciaba,litúrgicamente,algunavez,yera:“¡jaque!”Ynopocasveceshastalacallaba,puessiseveíaeljaque,¿paraquéanunciarlodepalabra?Y aquel hombre hablaba alguna vez de mí en su casa según su yerno.¡Imposible!Eltalyernotienequeserunimpostor.¡Quéibaahablardemísi

Page 19: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

nomeconocía! ¡Siapenasmeoyócuatropalabras! ¡Comono fueraquemeinventócomoyomededicabaainventarlo!¿Haríaélconmigoalgodeloquehacíayoconél?El yerno es, de seguro, el quehizoque lemetieran en la cárcel. ¿Peroparaqué?Nome pregunto “¿por qué?”, sino “¿para qué?” Porque en esto de lacárcelloqueimportanoeslacausa,sinolafinalidad.¿Yparaquéhizoqueeljuezme llamaseadeclararamí?,¿amí?,¿como testigodedescargoacaso?¿Perodescargodequé?¿Dequé se leacusabaaDonSandalio?¿Esposibleque Don Sandalio, mi Don Sandalio, hiciese algo merecedor de que se leencarcelase?¡Unajedrecistasilencioso!ElajedreztomadoasícomolotomabamiDonSandalio,conreligiosidad,leponeaunomásalládelbienydelmal.Pero ahora me acuerdo de aquellas solemnes y parcas palabras de DonSandaliocuandomedijo:“¿Problemas?Nomeimportanlosproblemas;bastacon los que el juegomismo nos ofrece sin irmás a buscarlos.” ¿Le habríallevado a la cárcel alguno de esos problemas que nos ofrece el juego de lavida?¿PeroesquemiDonSandaliovivió?Puesquehamuerto,claroesquevivió.Masllegoalasvecesdedudardequesehayamuerto.UnDonSandalioasí no puedemorirse, no puede hacer tan mala jugada. Hasta eso de hacercomoquesemuereenlacárcelmepareceuntruco.Haqueridoencarcelaralamuerte.¿Resucitará?

XIX

6denoviembre

Mevoyconvenciendopocoapoco—¿yquéremedio?—delamuertedeDonSandalio,peronoquierovolveralCasino,noquierovermeenvueltoenaquelzumbante oleaje de tontería mansa —y la mansa es la peor—, en aquellatonteríasocietariahumana,¡figúrate!, la tonteríaque leshaceasociarsea loshombres los unos con los otros. No quiero oírles comentar la muertemisteriosadeDonSandalioenlacárcel.¿Aunqueparaelloshaymisterio?Losmássemuerensindarsecuentadeello,yalgunosreservanparaúltimahorasus mayores tonterías, que se las transmiten en forma de consejostestamentariosasushijosyherederos.Sushijosnosonmásquesusherederos:carecendevidaíntima,carecendehogar.Jugadoresdetresillo,detute,demus,jugadorestambiéndeajedrez,perocontarareosyestribillosysinreligiosidadalguna.Nomásquemironesaburridos.¿Quiéninventóloscasinos?Alfinloscaféspúblicos,sobretodocuandonosejuegaenellos,cuandonoseoyeeltraqueodeldominósobretodo,cuandose

Page 20: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

dalibrecursoalacharlasueltaypasajera,sintaquígrafos,sonmástolerables.Hastasonrefrescantesparaelánimo.Latonteríahumanasedepurayafinaenellosporqueseríedesímisma,ylatonteríacuandodaenreírsedesídejadesertaltontería.Elchiste,elcamelo,lapega,laredimen.¡Peroesoscasinosconsureglamento,enelquesuelehaberaquel infamanteartículode“Seprohíbenlasdiscusionesdereligiónydepolítica”—¿ydequévanadiscutir?—,yconsubibliotecamásdesmoralizadoraaúnquelallamadasaladelcrimen!¡Esabiblioteca,quealgunavezseleenseñaalforastero,yenlaquenofaltaelDiccionariodelaRealAcademiaEspañolapararesolverlasdisputas,conapuesta,sobreelvalordeunapalabraysiestámejordichaasíodelotromodo...!Mientrasqueenelcafé...Masnotemas,queridoFelipe,quemevayaahoraarefugiar,paraconsolarmedelamuertedeDonSandalio,enalgunodeloscafésdelavilla,no.Apenassiheentradoenalgunodeellos.Unavez,atomarunrefrescoenunoqueestabaa aquella hora solitario. Había grandes espejos, algo opacos, unos frente aotros,yyoentreellosmeveíavariasvecesreproducido,cuantomáslejosmásbrumoso,perdiéndomeenlejaníascomodetristeensueño.¡Quémonasteriodesolitarios el que formábamos todas las imágenes aquellas, todas aquellascopiasdeunoriginal!Empezabayaadesasosegarmeestocuandoentróotroprójimoenellocal,yalvercruzarporelvastocampodeaquelensueñotodaslasreproducciones,todossusrepetidos,mesalíhuido.Yahoravoyacontarte loquemepasóunavezenuncafédeMadrid,enelcualyoestabasoñandocomodecostumbrecuandoentraroncuatrochulosquesepusieronadiscutir de toros.Yamímedivertíaoírlesdiscutir, no loquehabían visto en la plaza de toros, sino lo que habían leído en las revistastaurinasdelosperiódicos.Enestoentróunsujetoquesepusoallícerca,pidiócafé,sacóuncuadernilloyempezóatomarnotasenél.Nobienlevieronloschulos,parecieronrecobrarse,cesaronensudiscusión,yunodeellos,envozalta y con cierto tono de desafío, empezó a decir: “¿Sabéis lo que os digo?Puesqueese tíoque sehapuestoahí con sucuadernilloycomoa tomar lacuenta de la patrona, es uno de esos que vienen por los cafés a oír lo quedecimosyasacarnosluegoenlospapeles...¡Quelesaqueasuabuela!”Yporeste tono, y con impertinenciasmayores, la emprendieron los cuatro con elpobrehombre—acasonoeramásqueunrevisterodetoros—,detalmaneraquetuvoquesalirse.Ysiesqueenvezderevisterodetoroseraunodeesosnoveladores de novelas realistas o de costumbrismo, que iba allí adocumentarse,entoncestuvobienmerecidalalecciónqueledieron.No,yonovoyaningúncaféadocumentarme;alomás,abuscarunasaladeespejos en que nos juntemos, silenciosamente y a distancia, unas cuantassombrashumanasquevanesfumándosealolejos.NivuelvoalCasino;no,novuelvoaél.Podrás decirme que también elCasino es una especie de galería de espejos

Page 21: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

empañados,quetambiénenélnosvemos,pero...RecuerdaloquetantasveceshemoscomentadodePíndaro,elquedijolode“¡hazteelqueeres!”,perodijotambién—y en relación con ello— lo de que el hombre es “sueño de unasombra”.Puesbien:lossociosdelCasinonosonsueñosdesombras,sinoquesonsombrasdesueños,quenoeslomismo.YsiDonSandaliomeatrajoallífueporquelesentísoñar,soñabaelajedrez,mientrasquelosotros...Losotrossonsombrasdesueñosmíos.No,novuelvoalCasino;novuelvoaél.Elquenosevuelvelocoentretantostontosesmástontoqueellos.

XX

10denoviembre

Todosestosdíasheandadomáshuidoaúndelagente,conmáshondotemordeoírsustonterías.Delaplayaalmonteydelmontealaplaya,deverrodarlasolasaverrodarlashojasporelsuelo.Yalgunaveztambiénaverrodarlashojasalasolas.Hastaqueayer,pásmateFelipe,¿quiéncreesquesemepresentóenelhotelpretendiendo tenerunaconferenciaconmigo?PuesnadamenosqueelyernodeDonSandalio.—Vengo a verle —empezó diciéndome— para ponerle al corriente de lahistoriademipobresuegro...—Nosigausted—leinterrumpí—,nosigausted.Noquierosabernadadeloqueustedvaadecirme,nomeinteresanadadeloquepuedadecirmedeDonSandalio.Nomeimportanlashistoriasajenas,noquierometermeenlasvidasdelosdemás...—Peroesquecomoyoleoíahablartantoamisuegrodeusted...—¿Demí?, ¿y a su suegro?Pero si su suegro apenasme conocía..., siDonSandalioacasonisabíaminombre...—Seequivocausted.—Puessimeequivoco,prefieroequivocarme.YmechocaqueDonSandaliohablasedemí,porqueDonSandalionohablabadenadieniapenasdenada.—Esoerafueradecasa.—Puesdeloquehablasedentrodecasanosemedaunpitoche.—Yo creí, señormío—me dijo entonces—, que había usted cobrado algúnapego,acasoalgúncariñoaDonSandalio...—Sí —le interrumpí vivamente—, pero a mi Don Sandalio, ¿lo entiendeusted?,almío,alque jugabaconmigosilenciosamentealajedrez,ynoalde

Page 22: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

usted,noasusueño.Podráninteresarmelosajedrecistassilenciosos,perolossuegrosnomeinteresannada.PorloqueleruegoquenoinsistaencolocarmelahistoriadesuDonSandalio,queladelmíomelaséyomejorqueusted.—Peroalmenos—mereplicó—consentiráustedaun jovenque lepidaunconsejo...—¿Consejos?,¿consejosyo?No,yonopuedoaconsejarnadaanadie.—Demodoqueseniega.—Meniegoredondamenteasabernadamásdeloqueustedpuedacontarme.Mebastaconloqueyomeinvento.Me miró el yerno de una manera no muy diferente a como me miraba susuegro cuando le hablé del obispo loco, del alfil de marcha soslayada, yencogiéndose de hombros, seme despidió y salióse demi cuarto.Y yomequedépensandosiacasoDonSandaliocomentaríaensucasa,antesuhijaysuyerno, aquella mi disertación sobre el elefantino obispo loco del ajedrez.Quiénsabe...Y ahora me dispongo a salir de esta villa, a dejar este rincón costero ymontañés.Aunque¿podrédejarlo?,¿noquedosujetoaélporel recuerdodeDonSandaliosobretodo?No,no,nopuedosalirdeaquí.

XXI

15denoviembre

Ahoraempiezoahacermemoria,empiezoaremembraryareconstruirciertososcurosensueñosquesemecruzaronenelcamino,sombrasquenospasanpordelante o por el lado, desvanecidas y como si pasasen por una galería deespejosempañados.Algunavez,alvolverdenocheamicasa,mecrucéenelcaminoconuna sombrahumanaque seproyectó sobre lomáshondodemiconciencia,entoncescomoadormilada,quemeprodujounaextrañasensacióny que al pasar a mi lado bajó la cabeza así como si evitara el que yo lereconociese.YhedadoenpensarsiesqueacasonoeraDonSandalio,perootroDonSandalio,elqueyonoconocía,elnoajedrecista,eldelhijoqueselemurió, el del yerno, el quehablaba, según éste, demí en su casa, el que semurió en la cárcel. Quería, sin duda, escapárseme, huía de que yo lereconociera.Pero ¿es que cuando asíme crucé, o seme figura ahora queme crucé, conaquella sombra humana, de espejo empañado, que hoy, a la distancia en elpasado,semehacemisteriosa,ibayodespierto,odormido?¿Oesqueahorasemepresentancomo recuerdosdecosaspasadas—yocreo,ya lo sabes,y

Page 23: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

vayadeparadoja,quehayrecuerdosdecosasfuturas,comohayesperanzasdecosaspasadas,y esto es la añoranza—, figuracionesqueacabodehacerme?Porquehedeconfesarte,Felipemío,quecadadíameforjonuevosrecuerdos,estoyinventandoloquemepasóyloquemepasódelantedemí.Yteaseguroquenocreoquenadiepuedaestarsegurodequéesloqueleocurrióyquéesloqueestádecontinuoinventandoquelehabíaocurrido.Yahorayo,sobrelamuerte de Don Sandalio, me temo que estoy formando otro Don Sandalio.Pero¿metemo?,¿temer?,¿porqué?Aquella sombra que seme figura ahora, a trasmano, a redrotiempo, que vicruzarporlacalleconlacabezabaja—¿lasuyaolamía?—,¿seríaladeDonSandalio que venía a topar con uno de esos problemas que nos ofrecetraidoramente el juego de la vida, acaso con el problema que le llevó a lacárcelyenlacárcelalamuerte?

XXII

20denoviembre

No,no te canses,Felipe; es inútil que insistas enello.Noestoydispuesto aponermeabuscarnoticiasdelavidafamiliareíntimadeDonSandalio,nohedeirabuscarasuyernoparainformarmedeporquéycómofueapararsusuegroa lacárcelnideporquéycómosemurióenella.Nomeinteresasuhistoria,mebastaconsunovela.Yencuantoaésta,lacuestiónessoñarla.Yencuantoaesaindicaciónquemehacesdequeaverigüesiquieracómoesocómofue lahijadeDonSandalio—cómofuesielyernodeésteestáviudoporhabersemuerto talhija—ycómosecasó,noesperesdemí talcosa.Teveo venir, Felipe, te veo venir. Tú has echado de menos en toda esta micorrespondenciaunafigurademujeryahoratefigurasquelanovelaqueestásbuscando,lanovelaquequieresqueyotesirva,empezaráacuajarencuantosurjaella.¡Ella!¡Laelladelviejocuento!Sí,yasé,“¡buscadaella!”PeroyonopiensobuscarnialahijadeDonSandalioniaotraellaqueconélpuedatenerrelación.YomefiguroqueparaDonSandalionohubootraellaquelareinadelajedrez,esareinaquemarchaderecha,comounatorre,deblancoynegro y de negro y blanco y a la vez de sesgo como un obispo loco yelefantino,deblancoenblancoodenegroennegro;esareinaquedominaeltablero,peroacuyadignidaddeimperiopuedellegar,cambiandodesexo,untristepeón.Estacreoquefuelaúnicareinadesuspensamientos.No sé qué escritor de esos obstinados por el problema del sexo dijo que lamujeresunaesfingesinenigma.Puedeser;peroelproblemamáshondodela

Page 24: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

novela,oseadel juegodenuestravida,noestáencuestiónsexual,comonoestáencuestióndeestómago.Elproblemamáshondodenuestranovela,delatuya, Felipe, de la mía, de la de Don Sandalio, es un problema depersonalidad,deseronoser,ynodecomeronocomer,deamaroseramado;nuestranovela,ladecadaunodenosotros,essisomosmásqueajedrecistasotresillistasotutistasocasineros,o...laprofesión,oficio,religiónodeportequequieras, y estanovela se la dejo a cada cual que se la sueñe comomejor leaproveche,ledistraigaoleconsuele.Puedeserquehayaesfingessinenigma—y éstas son las novelas de que gustan los casineros—, pero hay tambiénenigmassinesfinge.Lareinadelajedreznotieneelbusto,lossenos,elrostrodemujerde laesfingequesesientaalsolentre lasarenasdeldesierto,perotienesuenigma.LahijadeDonSandaliopuedeserquefueseesfíngicayelorigendesutragedia,íntima,peronocreoquefueseenigmática,y,encambio,lareinadesuspensamientoseraenigmáticaaunquenoesfíngica: lareinadesuspensamientosnoseestabaasentadaalsolentrelasarenasdeldesierto,sinoque recorría el tablero, de cabo a cabo, ya derechamente, ya de sesgo.¿Quieresmásnovelaqueésta?

XXIII

28denoviembre

¡Y dale con la colorada!Ahora teme vienes con eso de que escriba por lomenos lanoveladeDonSandalioel ajedrecista.Escríbela tú siquieres.Ahítienestodoslosdatos,porquenohaymás,quelosqueyotehedadoenestasmiscartas.Sitehacenfaltaotros,invéntalosrecordandolodenuestroPepeelGallego.Aunque,entodocaso,¿paraquéquieresmásnovelaquelaquetehecontado? En ella está todo.Y al que no le baste con ello, que añada de sucosecha lo que necesite. En esta mi correspondencia contigo está toda minoveladelajedrecista,todalanovelademiajedrecista.Yparamínohayotra.¿Que te quedas con la gana demás, de otra cosa?Pues,mira, busca en esaciudadenquevivesuncafésolitario—mejorenlosarrabales—,perouncaféde espejos, enfrentados y empañados, y ponte enmedio de ellos y échate asoñar.Yadialogarcontigomismo.YescasiseguroqueacabaráspordarcontuDonSandalio.¿Quenoeselmío?¡Yquémásda!¿Quenoesajedrecista?Sería billarista o futbolista o lo que fuere. O será novelista. Y tú mismomientrasasílesueñesyconéldialoguesteharásnovelista.Hazte,pues,Felipemío, novelista y no tendrás que pedir novelas a los demás.Un novelista nodebe leer novelas ajenas, aunque otra cosa digaBlasco Ibáñez, que asegura

Page 25: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

queélapenasleemásquenovelas.Ysiesterriblecaercomoenprofesiónenfabricantedenovelas,muchomásterribleescaercomoenprofesióndelectordeellas.Ycréemequenohabríafábricas, comoesas americanas, enque seproducenartículos en serie, sinohubiese una clientela que consume los artículos seriados, los productos conmarcadefábrica.Yahora,paranotenerqueseguirescribiéndoteyparahuirdeunavezdeesterincón donde me persigue la sombra enigmática de Don Sandalio elajedrecista,mañanamismosalgadeaquíyvoyaésaparaquecontinuemosdepalabraestediálogosobresunovela.Hastapronto,pues,yteabrazaporescritotuamigo.

EPÍLOGOHevueltoarepasarestacorrespondenciaquemeenvióunlectordesconocido,lahevueltoaleerunaymásveces,ycuantomáslaleoylaestudio,másmevaganandounasospecha,yesquese trata,siquieraenparte,deunaficciónparacolocarunaespeciedeautobiografíaamañada.OseaqueelDonSandalioes el mismo autor de las cartas, que se ha puesto fuera de sí para mejorrepresentarseyalavezdisfrazarseyocultarsuverdad.ClaroestáquenohapodidocontarlodesumuerteylaconversacióndesuyernoconelsupuestocorresponsaldeFelipe,oseaconsigomismo,peroestonoesmásqueuntruconovelístico.¿OnoseráacasoqueelDonSandalio,elmiDonSandalio,delepistolero,noes otro que el mi querido Felipemismo? ¿Será todo ello una autobiografíanovelada del Felipe destinatario de las cartas y al parecer mi desconocidolector del mismo? ¡El autor de las cartas! ¡Felipe! ¡Don Sandalio elajedrecista!¡Figurastodasdeunagaleríadeespejosempañados!Sabidoes,porlodemás,quetodabiografía,históricaonovelesca—queparaelcasoesigual—,essiempreautobiografía,quetodoautorquesuponehablardeotronohabla en realidadmásquede símismoy,pormuydiferentequeeste símismo sea de él propio, de él tal cual se cree ser. Losmás grandeshistoriadores son los novelistas, los que más se meten a sí mismos en sushistorias,enlashistoriasqueinventan.Yporotraparte, todaautobiografíaesnadamenosqueunanovela.NovelaslasConfesiones,desdeSanAgustín,ynovelaslasdeJuanJacoboRousseauynovelaelPoesíayverdad,deGoethe,aunqueéste,yaaldarleeltítuloquelesdio a susMemorias, vio con toda suolímpica clarividenciaquenohaymásverdad verdadera que la poética, que no haymás verdadera historia que la

Page 26: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

novela.Todo poeta, todo creador, todo novelador —novelar es crear—, al crearpersonajes se está creandoa símismo,y si lenacenmuertos esque él vivemuerto.Todopoeta,digo, todocreador, inclusoelSupremoPoeta,elEternoPoeta, inclusoDios,quealcrear laCreación,elUniverso,alestarlocreandodecontinuo,poematizándolo,nohacesinoestarsecreandoaSímismoensuPoema,ensuDivinaNovela.Portodolocual,ypormuchomásquemecallo,nadiemequitarádelacabezaqueelautordeestascartasenquesenosnarralabiografíadeDonSandalio,eljugadordeajedrez,eselmismoDonSandalio,aunqueparadespistarnosnoshabledesupropiamuerteydealgoquepocodespuésdeellapasó.Nofaltará,apesardetodo,algúnlectormaterialista,deesosaquieneslesfaltatiempo material—¡tiempo material!, ¡qué expresión tan reveladora!— parabucearen losmáshondosproblemasdel juegode lavida,queopinequeyodebí,conlosdatosdeestascartas,escribirlanoveladeDonSandalio,inventarlaresolucióndelproblemamisteriosodesuvidayhacerasíunanovela,loquese llama una novela. Pero yo, que vivo en un tiempo espiritual, me hepropuestoescribirlanoveladeunanovela—queesalgoasícomosombradeunasombra—,nolanoveladeunnovelista,no,sinolanoveladeunanovela,yescribirlaparamis lectores,para los lectoresqueyomehehechoa lavezqueellosmehanhechoamí.Otracosanimeinteresamuchonilesinteresamuchoamislectores,alosmíos.Mislectores,losmíos,nobuscanelmundocoherentedelasnovelasllamadasrealistas—¿noesverdad,lectoresmíos?—;mislectores,losmíos,sabenqueunargumentonoesmásqueunpretextoparauna novela, y que queda, ésta, la novela, toda entera, y más pura, másinteresante,másnovelesca,siselequitaelargumento.Porlodemás,yoyaninecesito que mis lectores —como el desconocido que me proporcionó lascartasdeFelipe—,losmíos,meproporcionenargumentosparaqueyolesdénovelas,prefiero,yestoysegurodequeelloshandepreferirlo,quelesdéyolasnovelasyelloslesponganargumentos.Nosonmislectoresdelosquealiraoírunaóperaoverunapelículadecine—sonoroono—comprananteselargumentoparasaberaquéatenerse.

Salamanca,diciembre1930

¿Tegustóestelibro?

Page 27: La novela de Don Sandalio, jugador de ajedrez LA NOVELA DE DON SANDALIO, JUGADOR DE AJEDREZ Miguel de Unamuno Alors une faculté pitoyable se développa dans leur esprit, celle de

Paraobtenermáse-BooksGRATUITOSvisitaFreeditorial.com