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martes, 21 de abril de 2015 ISAAC ASIMOV SOBRE LA NOVELA DE ORWELL "1984" (1ª parte) Hace ya varios años que vengo escribiendo un artículo en cuatro partes, al comienzo de cada año, para Field Newspaper Syndicate; y en 1!", pensando en la apro#imaci$n del año 1!%, FNS me pidi$ que &iciera una crítica e#&austiva de la novela de 'eorge (rwell 1!%) *o era renuente) No recordaba casi nada del libro, y eso dile+ pero enison emac, la encantadora -oven que es mi contacto en el FNS, me envi$ simplemente un e-emplar y me di-o. /0 alo2) e modo que lo leí, y qued absolutamente pasmado por lo que leí) 3e pregunto cu4ntos de los que &ablan con tanta soltura sobre la novela la &abr4n leído alguna vez, y si lo &icieron qu ser4 lo que recuerdan) Sentí que tendría que escribir la crítica, aunque m4s no 5uera para e#plicarle a la gente c$mo son en verdad las cosas) 60o siento, me encanta mostrarle a la gente c$mo son en verdad las cosas)7

ASIMOV, Isaac - Sobre 1984 de Orwell

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Reflexiones de Isaac Asimov sobre la obra más conocida de George Orwell

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martes, 21 de abril de 2015ISAAC ASIMOV SOBRE LA NOVELA DE ORWELL "1984" (1 parte)

Hace ya varios aos que vengo escribiendo un artculo en cuatro partes, al comienzo de cada ao, para Field Newspaper Syndicate; y en 1980, pensando en la aproximacin del ao 1984, FNS me pidi que hiciera una crtica exhaustiva de la novela de George Orwell 1984.

Yo era renuente. No recordaba casi nada del libro, y eso dile pero Denison Demac, la encantadora joven que es mi contacto en el FNS, me envi simplemente un ejemplar y me dijo: Lalo.

De modo que lo le, y qued absolutamente pasmado por lo que le. Me pregunto cuntos de los que hablan con tanta soltura sobre la novela la habrn ledo alguna vez, y si lo hicieron, qu ser lo que recuerdan.

Sent que tendra que escribir la crtica, aunque ms no fuera para explicarle a la gente cmo son en verdad las cosas. (Lo siento, me encanta mostrarle a la gente cmo son en verdad las cosas.)

En 1949 se public un libro titulado 1984. Haba sido escrito por Eric Arthur Blair bajo el seudnimo de George Orwell.

El libro intentaba mostrar cmo sera la vida en un mundo dominado por el mal, donde los gobernantes se mantuvieran en el poder empleando la fuerza bruta, deformando la verdad, reescribiendo permanentemente la historia, hipnotizando al pueblo.

Este mundo fue situado slo treinta y cinco aos despus de la poca en que se escribi el libro, de modo que aun los lectores que ya estuvieran en la mitad de sus vidas en aquel momento todava podan vivir para verlo.

Yo, por ejemplo, era ya un hombre casado cuando apareci el libro, y ya estamos sin embargo a menos de cuatro aos de aquel ao (porque 1984 qued asociado al temor a causa del libro de Orwell), y es muy probable que yo viva para verlo.

En este captulo, analizar el libro, pero antes: Quin era Blair/Orwell y por qu fue escrito el libro?

Blair naci en 1903 como caballero britnico. Su padre trabajaba en la administracin pblica de la India, y l tambin llev la vida de un funcionario imperial britnico. Fue a Eton, desempe cargos en Burna, etctera.

Pero le faltaba dinero para ser un caballero ingls a carta cabal. Y adems, no quera pasarse el tiempo en trabajos de oficina, quera ser escritor. En tercer lugar, se senta culpable por pertenecer a la clase alta.

Y entonces hizo a fines de la dcada del veinte lo que muchos jvenes norteamericanos acomodados hicieron en la dcada del sesenta. Dicho brevemente, se convirti en lo que nosotros habramos llamado un hippie. Vivi en los barrios bajos de Londres y Pars, se vincul y se identific con sus habitantes y sus vagabundos, y se las ingeni para tranquilizar su conciencia y juntar, al mismo tiempo, material para sus primeros libros.

Tambin vir hacia la izquierda y se hizo socialista, y luch junto a los leales en la Guerra de Espaa. All se enred en las luchas sectarias entre las distintas facciones izquierdistas, y dado que crea en una forma inglesa del socialismo propia de un caballero, se encontr fatalmente del lado de los perdedores. En contra de l estaban los apasionados anarquistas, sindicalistas y comunistas espaoles que lamentaban amargamente que las necesidades de la lucha contra los fascistas de Franco les impidieran combatirse unos a otros con toda libertad. Los comunistas, que eran los que mejor organizados estaban, ganaron y Orwell tuvo que abandonar Espaa, porque estaba convencido de que si no lo haca lo mataran.

De all en ms, y hasta el final de su vida, libr una guerra literaria privada contra los comunistas, decidido a ganar en palabras la batalla que haba perdido en los hechos.

Durante la Segunda Guerra Mundial, en la cual fue excluido del servicio militar, estuvo vinculado al ala izquierda del Partido Laborista britnico, pero no simpatiz mucho con sus posiciones, porque aun esa versin ftil del socialismo le pareca demasiado bien organizada.

Aparentemente, la variante nazi del totalitarismo no lo tena muy preocupado, porque en l slo haba lugar para su guerra privada con el comunismo stalinista. As, mientras Gran Bretaa luchaba por su vida contra el nazismo y la Unin Sovitica participaba como un aliado en la lucha sufriendo ms bajas y poniendo ms coraje que el que le corresponda, Orwell escribi Animal Farm (La granja de los animales, conocido en espaol como Rebelin en la granja), que es una stira de la revolucin rusa y sus resultados, donde todo es descripto en trminos de una revuelta de animales de corral contra sus amos humanos.

Termin de escribir Animal Farm en 1944 y tuvo dificultades para encontrar un editor, dado que no era un momento particularmente indicado para irritar a los soviets. Pero tan pronto como la guerra termin la Unin Sovitica pas a ser un blanco permitido y Animal Farm fue publicado. Fue recibido con ovaciones, y Orwell devino suficientemente prspero para retirarse y consagrarse a su obra maestra, 1984.

El libro describe a la sociedad como una vasta extensin a escala mundial de la Rusia stalinista de los aos treinta, con todo el veneno de un sectario rival de izquierda. Las otras formas de totalitarismo desempean un papel menor. Hay una o dos alusiones a los nazis y a la Inquisicin. Al comienzo mismo, se alude una o dos veces a los judos como si stos fueran a ser perseguidos, pero esto se diluye enseguida como si Orwell no quisiera que los lectores confundan a los villanos con los nazis.

Es un retrato del stalinismo y slo del stalinismo.

Por el tiempo en que apareci el libro, en 1949, la Guerra Fra estaba en su apogeo. El libro se hizo muy popular a causa de esto. En Occidente, era casi una cuestin de patriotismo comprarlo y hablar acerca de l, y quiz hasta leer algunas de sus partes, aunque mi opinin es que fueron ms los que lo compraron y hablaron acerca de l que los que lo leyeron, porque es un libro terriblemente aburrido, didctico, repetitivo y casi esttico.

Al comienzo se hizo ms popular entre la gente que se inclinaba por el bando ms conservador del espectro poltico, pues estaba claro que era antisovitico, y la pintura de la vida que proyectaba en el Londres de 1984 se pareca mucho a la imagen que los conservadores se hacan de la vida en el Mosc de 1949. Durante la era de McCarthy en los Estados Unidos, 1984 se volvi cada vez ms popular entre los que se inclinaban por el bando liberal del espectro poltico, pues a stos les pareca que los Estados Unidos de comienzos de la dcada del cincuenta estaban marchando hacia el control del pensamiento y que todas las perversidades que Orwell haba imaginado se estaban acercando a nosotros.

As, en un apndice a la edicin publicada en 1961 por New American Library, el psicoanalista y filsofo liberal Erich Fromm concluye como sigue:

Los libros como los de Orwell son severas advertencias, y sera lamentable que el lector interpretara presuntuosamente a 1984 como otra descripcin ms de la barbarie stalinista, y no viera que tambin est dirigida a nosotros.

Pero aun dejando de lado al stalinismo y al macartismo, cada vez ms norteamericanos estaban dndose cuenta de cmo creca el gobierno, cmo aumentaban los impuestos, cmo las reglas y regulaciones penetraban cada vez ms en los negocios y hasta en la vida corriente, cmo las informaciones sobre cada faceta de la vida privada ingresaban no slo en los archivos de las oficinas del gobierno sino tambin en aquellos de los sistemas privados de crdito.

1984 pas a representar entonces no al stalinismo, y ni siquiera a la dictadura en general, sino simplemente al gobierno. Aun el paternalismo gubernamental pareca ser estilo 1984 y la famosa frase El Gran Hermano est vigilndote pas a significar todo aquello que era demasiado grande para que un individuo pudiera controlarlo. No slo el gran gobierno y los grandes negocios eran presagios de 1984, tambin lo eran la gran ciencia, el gran movimiento obrero y todo lo grande, en general.

En realidad, tanto ha penetrado la fobia al 1984 en la conciencia de muchos que no leyeron el libro y no tienen idea de lo que dice, que uno se pregunta qu puede llegar a pasarnos despus del 31 de diciembre de 1984. Cuando llegue el Da de Ao Nuevo de 1985 y los Estados Unidos existan todava y estn enfrentando problemas muy similares a los que enfrentan hoy, cmo expresaremos nuestros miedos a cada aspecto de la vida que nos llena de aprensin? Qu otra fecha podemos inventar para reemplazar a la de 1984?

El propio Orwell no vivi para ver el xito que alcanz su libro. No fue testigo de cmo l mismo convirti al 1984 en un ao que obsesionara a toda una generacin de norteamericanos. Orwell muri de tuberculosis en un hospital de Londres en enero de 1950, apenas unos meses despus de que el libro fue publicado, a la edad de cuarenta y seis aos. El conocimiento que tena de que su muerte era inminente pudo haber influido en el tono encarnizado del libro.

"1984" COMO CIENCIA-FICCIN

Mucha gente cree que 1984 es una novela de ciencia ficcin, pero quiz el nico aspecto de 1984 que puede llevarlo a uno a pensar tal cosa es el hecho de que supuestamente transcurre en el futuro.

No es as! Orwell no tena ninguna percepcin del futuro, y el desplazamiento de la historia es mucho ms geogrfico que temporal. El Londres donde transcurre la historia no est tan desplazado treinta y cinco aos hacia adelante en el tiempo, como lo est miles de millas hacia el este hasta Mosc.

Orwell imagina que Gran Bretaa pas por una revolucin similar a la de Rusia y por todos los perodos de desarrollo por los que pas la Unin Sovitica. No se le ocurre casi ninguna variacin sobre el tema. La Unin Sovitica pas por una serie de purgas en la dcada del treinta, y el Ingsoc (Socialismo Ingls) pas tambin por una serie de purgas en la dcada del cincuenta.

La Unin Sovitica convirti a uno de sus revolucionarios, Len Trotsky, en un villano, dejando a su rival, Jos Stalin, como hroe. El Ingsoc convierte por lo tanto a uno de sus revolucionarios, Emmanuel Goldstein, en un villano, dejando a su rival, que tiene bigotes igual que Stalin, como hroe. Ni se tiene siquiera la sagacidad de introducir cambios menores. Goldstein, como Trotsky, tiene un delgado rostro judo, con una gran corona de pelo canoso y ondulado y una chivita.

Aparentemente, Orwell no quiere sembrar pistas falsas dndole a Stalin otro nombre, as que lo llama simplemente Gran Hermano.

Al comienzo mismo de la historia, se deja en claro que la televisin (que naci por la misma poca en que fue escrito el libro) es utilizada como un medio de adoctrinamiento constante del pueblo, porque los aparatos no pueden apagarse. (Y, aparentemente, en un Londres derruido donde nada funciona estos aparatos nunca fallan.)

La gran contribucin de Orwell a la tecnologa del futuro es que los televisores funcionan en los dos sentidos, y los que estn obligados a or y ver la pantalla de televisin pueden a su vez ser vistos y odos y estn bajo vigilancia constante, aun cuando duermen o estn en el bao. De ah la frase El Gran Hermano est vigilndote.

ste es un mtodo terriblemente ineficaz para controlar a todo el mundo. Que una persona est vigilada todo el tiempo supone que otra persona la est vigilando todo el tiempo (al menos en la sociedad orwelliana), y muy de cerca, ya que en esa sociedad el arte de interpretar los gestos y las expresiones faciales est muy desarrollado.

Una persona no puede vigilar atentamente a ms de una persona, y slo puede hacerlo durante un perodo de tiempo relativamente corto hasta que su atencin se distraiga. En resumen, creo que haran falta cinco personas para vigilar a una sola persona. Y adems, los que vigilan deben tambin ser vigilados, porque nadie est por encima de toda sospecha en el mundo orwelliano. Por consiguiente, el sistema de opresin por medio de la televisin de doble sentido no puede funcionar.

El propio Orwell se da cuenta de esto, y por eso limita los alcances de la vigilancia a los miembros del Partido. Los proles (el proletariado), hacia los cuales Orwell siente un desprecio de aristcrata ingls que no puede ocultar, casi no son controlados, porque se los considera subhumanos. (En algn punto del libro, dice que todo prole que muestra tener alguna capacidad es matado: un trato calcado de aquel que los espartanos daban a sus ilotas hace dos mil quinientos aos.)

Adems hay un sistema de espas voluntarios en el que los nios delatan a sus padres, y los vecinos se delatan entre s. Esto jams podra funcionar bien, porque finalmente todo el mundo delatara a todo el mundo y el sistema tendra que ser abandonado.

Orwell fue incapaz de imaginar computadoras o robots, si no habra puesto a todo el mundo bajo vigilancia artificial. Nuestras propias computadoras hacen hasta cierto punto eso en las oficinas de recaudacin de impuestos, en los archivos de crditos, etc.; pero esto no nos acerca a 1984, excepto para las imaginaciones febriles. Computadoras y despotismo no van necesariamente de la mano.

Muchas dictaduras funcionaron lo ms bien sin computadoras (pinsese en los nazis) y las naciones del mundo que tienen hoy ms informacin almacenada en computadoras son tambin las menos despticas de todas.

Orwell no tiene la capacidad de ver (o inventar) pequeos cambios. A su hroe le resulta difcil en su mundo de 1984 conseguir cordones para los zapatos u hojas de afeitar. A m me pasara lo mismo, en este mundo real de la dcada del ochenta, porque hay demasiada gente que usa zapatos sin cordones y afeitadoras elctricas.

Adems, Orwell tena la fijacin tecnofbica de que cada avance tecnolgico era un desliz cuesta abajo. As, para escribir, su hroe: puso una pluma en el portaplumas y la chup para sacarle la grasa. Esto lo hizo porque: sinti que el bello y cremoso papel mereca ser escrito con una verdadera pluma en vez de ser raspado con un lpiz a tinta.

Debemos suponer que el lpiz a tinta es el bolgrafo que estaba empezando a usarse en la poca en que se escriba 1984. Esto significa que para Orwell una verdadera pluma escribe mientras que un bolgrafo raspa. Pero esto es precisamente lo opuesto de la verdad. Si usted tiene suficiente edad para acordarse de las plumas de acero, recordar que raspaban terriblemente, y usted sabe que los bolgrafos no lo hacen.

Esto no es ciencia ficcin, sino una nostalgia deformada de un pasado que nunca existi. Me sorprende que Orwell se haya detenido en la pluma de acero y no haya hecho escribir a Winston con una hermosa pluma de ganso.

Tampoco tuvo Orwell una visin particularmente acertada de los aspectos estrictamente sociales del futuro que estaba prediciendo, con el resultado de que el mundo orwellaino de 1984 parece increblemente anticuado comparado con el mundo real de la dcada del ochenta.

Orwell no imagina nuevos vicios, por ejemplo. Sus personajes son todos esclavos del gin y adictos al tabaco, y parte del horror del cuadro que pinta del 1984 es su descripcin elocuente de la baja calidad del gin y el tabaco.

No prev nuevas drogas ni la marihuana ni los alucingenos sintticos. Nadie pretende que un escritor de ciencia ficcin sea exacto y preciso en sus predicciones, pero, sin duda, uno espera que invente algunas diferencias.

En su desesperacin (o su ira), Orwell olvida las virtudes de los seres humanos. Todos sus personajes son, de un modo u otro, dbiles o sdicos o ruines o estpidos o repelentes. Quiz la mayora de la gente es as, o quiz Orwell nos quiere mostrar cmo ser todo el mundo bajo el despotismo, pero a m me parece que aun bajo el peor de los despotismos siempre ha habido hasta ahora hombres y mujeres valientes que se opusieron a los dspotas hasta la muerte y cuyas historias son llamas luminosas en medio de la oscuridad general. Y aunque ms no fuera porque en 1984 no hay el menor indicio de esto, su mundo no se parece al mundo real de los aos ochenta.

Tampoco previ ninguna diferencia en el rol del hombre y la mujer ni un debilitamiento del estereotipo femenino de 1949. Slo hay dos personajes femeninos de importancia. Uno es una mujer prole robusta y estpida que se lo pasa lavando y cantando una cancin popular con una letra como las que eran comunes en los aos treinta y cuarenta (cancin ante cuya psima calidad tiembla quisquillosamente, en una alegre falta de anticipacin del rock duro).

El otro es la herona, Julia, que es promiscua sexualmente (pero por lo menos es arrastrada a actitudes de coraje por su inters por el sexo) y tonta. Cuando Winston, el hroe, le lee el captulo dentro de un libro que explica la naturaleza del mundo orwelliano, reacciona quedndose dormida, pero dado que el tratado que Winston le lee es pasmosamente soporfero, esto puede ser una indicacin de la sensatez de Julia en vez de lo contrario.

En suma, si 1984 tiene que ser considerada como una obra de ciencia ficcin, entonces es de muy mala ciencia ficcin.

EL GOBIERNO DE "1984"

1984 es una descripcin de un gobierno todopoderoso, y ha ayudado a que la idea de un gran gobierno resulte terrible.

Tenemos que recordar, sin embargo, que en el mundo de fines de la dcada del cuarenta, que fue cuando Orwell escribi el libro, haba habido, y todava haba, grandes gobiernos con verdaderos tiranos: individuos cuyos meros deseos, por ms injustos, crueles o perversos que fueran, eran ley. Y lo que es ms, pareca que esos tiranos slo podan ser destituidos por una fuerza exterior.

Benito Mussolini, despus de veintin aos de reinado absoluto sobre Italia, fue derribado, pero esto slo fue posible porque su pas estaba sufriendo una derrota militar.

Adolf Hitler de Alemania, un tirano mucho ms poderoso y brutal, gobern con mano de hierro durante doce aos, pero ni siquiera la derrota militar pudo por s misma posibilitar su derrocamiento.

A pesar de que el rea sobre la cual gobernaba se achicaba cada vez ms, y aun cuando los ejrcitos imponentes de sus adversarios lo encerraban desde el este y el oeste, sigui siendo siempre un tirano absoluto sobre el rea que le iba quedando; aun cuando sta qued reducida al bunker donde se suicid. Hasta que se destituy a s mismo nadie se atrevi a destituirlo. (Es cierto que hubo complots contra l, pero siempre fracasaron, y muchas veces por caprichos del destino que aparentemente slo podan explicarse suponiendo que alguien all abajo lo quera.)

Pero Orwell no tena tiempo para Mussolini ni para Hitler. Su enemigo era Stalin, y en el tiempo en que 1984 fue publicado, Stalin haba gobernado la Unin Sovitica durante veinticinco aos en un abrazo de oso capaz de quebrarle a uno las costillas, haba sobrevivido a una guerra en la que su pas sufri enormes prdidas y sin embargo era entonces ms poderoso que nunca. A Orwell le debe de haber parecido que ni el tiempo ni la fortuna podan desplazar a Stalin, y que ste vivira eternamente incrementando cada vez ms su poder. Y as fue como describi al Gran Hermano.

Pero las cosas no ocurrieron as, por supuesto. Orwell no vivi lo suficiente para verlo pero Stalin muri slo tres aos despus de que 1984 fue publicado, y no haba pasado mucho tiempo despus de esto cuando ya su rgimen era denunciado como una tirana por a que no adivina! los dirigentes soviticos.

La Unin Sovitica sigui siendo la Unin Sovitica, pero ya no era estalinista, y los enemigos del estado ya no eran liquidados (Orwell usa vaporizados en vez de esta palabra, siendo estos pequeos cambios los nicos que l puede imaginar) con el mismo desenfreno.

Por otra parte, Mao Tse-Tung muri en China, y aunque l mismo no fue denunciado abiertamente, sus colaboradores ms estrechos fueron rpidamente condenados como la Banda de los Cuatro, y aunque China sigue siendo China, ya no es maosta. Franco muri en su cama, hasta su ltimo aliento sigui siendo el lder incuestionado que haba sido durante casi cuarenta aos; pero inmediatamente despus de su muerte el fascismo retrocedi en Espaa, como lo haba hecho en Portugal despus de la muerte de Salazar.

En suma, los Grandes Hermanos mueren, o al menos lo han hecho hasta ahora, y cuando mueren, el gobierno siempre se torna ms blando.

Esto no significa que no puedan surgir nuevos tiranos, pero ellos tambin morirn. Por lo menos en la dcada del ochenta del mundo real, tenemos la certeza de que lo harn; el Gran Hermano inmortal no es todava una amenaza real.

En realidad, los gobiernos de los aos ochenta parecen peligrosamente dbiles. El avance de la tecnologa ha puesto armas poderosas explosivos, ametralladoras, autos veloces en las manos de terroristas urbanos que pueden raptar, asaltar, matar y tomar rehenes con impunidad mientras los gobiernos contemplan impotentemente.

Adems de la inmortalidad del Gran Hermano, Orwell presenta otras dos maneras de mantener una dictadura eterna.

Primero: ofrezca algo o a alguien para odiar. En el mundo orwelliano, Emmanuel Goldstein era el objeto de un odio orquestado a travs de dramatizaciones de masas robotizadas.

Esto no es nada nuevo, por supuesto. Todas las naciones del mundo han utilizado a varios de sus vecinos como objeto de odio. Esto es tan fcil de lograr y acta tanto como una segunda naturaleza de la humanidad que uno se pregunta por qu tiene que haber campaas de odio organizadas en el mundo orwelliano.

No hace falta ningn astuto movimiento psicolgico de masas para hacer que los rabes odien a los israeles, y los griegos a los turcos, y los catlicos irlandeses a los protestantes irlandeses, y viceversa respectivamente. Es cierto que los nazis organizaron delirantes mtines de masas que parecan entusiasmar a todos los participantes, pero esto no tuvo ningn efecto permanente. Una vez que la guerra entr en suelo alemn, los alemanes se rindieron tan mansamente como si nunca hubiesen gritado Sieg Heil! en sus vidas.

Segundo: reescriba la historia. Casi todos los individuos, entre los pocos que podemos encontrar en 1984, se dedican a reescribir la historia, a cambiar las estadsticas, a recomponer los diarios como si alguien se preocupara en prestar atencin al pasado.

Esta preocupacin orwelliana por los detalles nimios de la prueba histrica es tpica del sectario poltico que siempre est citando lo que se ha dicho o hecho en el pasado para probar algo o alguien que est del otro lado y que se las pasa citando algo que ha sido dicho o hecho en el pasado para probar lo contrario.

Como todo poltico sabe, las pruebas jams son necesarias. Basta hacer una aseveracin cualquier aseveracin con suficiente energa para que un pblico la crea. Nadie quiere confrontar la mentira con los hechos, y quien lo haga no creer que los hechos sean verdaderos. Usted cree que el pueblo alemn en 1939 finga que crea que los polacos lo haban atacado y haban as iniciado la Segunda Guerra Mundial? No es as! Puesto que a los alemanes les decan que eso haba ocurrido as, ellos lo crean tan seriamente como usted y yo creemos que fueron ellos los que atacaron a los polacos.

Es cierto que los soviticos publican cada tanto una nueva edicin de su Enciclopedia en la cual algunos polticos que haban merecido largas notas biogrficas en las ediciones anteriores son eliminados de golpe, y esto es sin duda el origen de la idea orwelliana, pero las posibilidades de que esto sea llevado tan lejos como en 1984 me parecen nulas; no porque est ms all de la maldad humana, sino porque sera totalmente innecesario.

Orwell da mucha importancia al "neolenguaje" como rgano de represin: la transformacin del ingls en un instrumento tan limitado y abreviado que desaparece el propio lxico del disenso. Tom en parte la idea del innegable hbito de abreviar. Da los ejemplos de Communist International (Internacional Comunista), que devino Comintern, y Geheime Stautspolizei (Polica Secreta del Estado), que devino Gestapo, pero esto no es un moderno invento totalitario. Vulgus mobile devino mob (chusma, en ingls), taxi cabriolet devino cab (taxi, en ingls), quasi stellar radio source (fuente cuasi estelar de ondas) devino quasar, y light amplification by stimulated emission of radiation (amplificacin de la luz por emisin de radiacin) devino laser, etc.

No existe el menor indicio de que tales condensaciones hayan jams debilitado al lenguaje como medio de expresin.

En realidad, el fanatismo poltico ha tendido siempre a usar muchas palabras en vez de pocas, palabras largas en vez de cortas, y a extenderse en vez de abreviar. Todo lder con poca educacin o inteligencia limitada busca esconderse detrs de una exuberante embriaguez de palabras.

Por eso, cuando Winston Churchill propuso que se estableciera el Ingls Bsico como idioma internacional (algo que contribuy indudablemente a la idea del "neolengua") la propuesta naci muerta.

Por lo tanto, no estamos acercndonos de ninguna manera al Newspeak en su forma condensada, aunque siempre hemos tenido el Newspeak en su forma extensa, y seguiremos tenindolo.

Tambin tenemos un grupo de gente joven que dice cosas como: As, hombre, ya sabes. Es como que lo hizo todo de golpe, ya sabes, hombre. Quiero decir, como que ya sabes y as sucesivamente durante cinco minutos, cuando, en realidad, la palabra que el joven busca es: eh?.

Pero esto no es "neolengua", y tambin est con nosotros desde siempre. Es algo que en Oldspeak (Vieja Habla) se llama incapacidad de expresarse, y no es a esto a lo que apuntaba Orwell.

LA SITUACIN GEOESTRATGICA DEL MUNDO DE "1984"

Si bien Orwell pareca en general ser incapaz de tomar distancia alguna respecto del mundo de 1949, al menos en un aspecto revel ser muy presciente: previ la divisin tripartita del mundo de la dcada de 1980.

El mundo internacional de 1984 es un mundo de tres super potencias: Oceana, Eurasia, Estasia. Y esto concuerda aproximadamente con las tres superpotencias reales del mundo de 1980: los Estados Unidos, la Unin Sovitica y China.

Oceana es una combinacin de los Estados Unidos y el Imperio Britnico. Parece que Orwell, que era un ex funcionario del Imperio Britnico, no se daba cuenta de que, en la dcada del cuarenta, el Imperio estaba en las ltimas y a punto de disolverse. De hecho, parece suponer que el Imperio Britnico es la fuerza dominante de la combinacin anglo-norteamericana.

Al menos, toda la accin se desenvuelve en Londres y rara vez se menciona a los Estados Unidos o a los norteamericanos. Pero tambin es cierto que esto es muy tpico de la novela de espionaje britnica, en la cual, a partir de la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaa (que actualmente es aproximadamente la octava potencia militar y econmica del mundo) siempre es presentada como el gran adversario de la Unin Sovitica o de China o de alguna conspiracin internacional imaginaria, mientras que los Estados Unidos no son mencionados, o tienen que conformarse con una breve aparicin de cortesa de un ocasional agente de la CIA.

Eurasia, desde luego, es la Unin Sovitica, que, segn supone Orwell, habr absorbido a todo el continente europeo. Por lo tanto, Eurasia incluye toda Europa, ms Siberia, y el 95% de su poblacin es europea, cualquiera sea el criterio que se tome. Sin embargo, Orwell describe a los eurasianos como hombres fornidos con rostros asiticos inexpresivos. Dado que Orwell todava vive en una poca en que europeo y asitico son equivalentes a hroe y villano, le es imposible vituperar a la Unin Sovitica con la energa apropiada si ella no es presentada como asitica. Esto puede ponerse bajo la rbrica de lo que el Newspeak orwelliano llama doble-pensar, algo en lo que Orwell, como todo ser humano, se destaca.

Es posible, desde luego, que Orwell no est pensando en Eurasia ni en la Unin Sovitica, sino en su gran bte noire, Stalin. Stalin era georgiano, y Georgia, que queda al sur del Cucaso, es parte de Asia, segn un criterio estrictamente geogrfico.

Estasia, desde luego, es China junto con otras naciones dependientes.

Y esto es presciencia. Cuando Orwell escriba 1984, los comunistas chinos todava no haban conseguido dominar el pas, y muchos (especialmente en los Estados Unidos) estaban haciendo todo lo posible para que el anticomunista Chiang Kai-Shek conservara el poder. Una vez que los comunistas ganaron, en Occidente se dio por descontado que los chinos estaran bajo dominio sovitico, y que China y la Unin Sovitica formaran una potencia comunista monoltica.

Orwell no slo previ la victoria comunista (en realidad l vio esa victoria en todas partes) sino que tambin previ que Rusia y China no formaran un bloque monoltico sino que seran enemigos mortales.

En esto pudo haberlo ayudado su propia experiencia como sectario de izquierda. l no tena prejuicios derechistas que lo llevaran a considerar a los izquierdistas como villanos unidos e indistinguibles. Saba que stos podan pelearse por las minucias doctrinarias ms insignificantes con tanta furia como los cristianos ms piadosos.Tambin previ un estado de guerra permanente entre los tres, una situacin de equilibrio permanente donde las alianzas cambiaran indefinidamente pero siempre uniran a los dos ms dbiles contra el ms fuerte. ste era el viejo sistema de equilibrio del poder usado en la antigua Grecia, en la Italia medieval y en los primeros tiempos de la Europa moderna.

El error de Orwell resida en pensar que haca falta una guerra autntica para mantener funcionando el carrusel del equilibrio del poder. Y en una de las partes ms ridculas del libro se explaya interminablemente sobre la necesidad de la guerra permanente como medio de consumir la produccin mundial de bienes para mantener la estratificacin social en clases baja, media y alta.

Esto se parece mucho a la explicacin izquierdista de la guerra como producto de una conspiracin urdida con gran dificultad. En los hechos reales, el mundo ha estado mucho ms libre de la guerra despus de 1945 que antes. Ha habido una proliferacin de guerras locales, pero ninguna guerra general. Pero adems, no es cierto que la guerra sea necesaria como ltimo recurso para consumir las riquezas mundiales. Esto puede lograrse a travs de otros mtodos como el de incrementar indefinidamente la poblacin y el consumo de energa, ninguno de los cuales son considerados por Orwell.

Orwell no previ ninguno de los cambios econmicos significativos que tuvieron lugar despus de la Segunda Guerra Mundial. No previ el rol del petrleo, o su disponibilidad decreciente, o el aumento constante de su precio, o el poder creciente de las naciones que lo controlan. No recuerdo que mencione la palabra petrleo.

Pero quiz podamos reconocer la presciencia orwelliana tambin aqu, si sustituimos guerra por Guerra Fra. Hubo, efectivamente, una guerra fra ms o menos continua que sirvi para mantener elevado el ndice de ocupacin y resolver algunos problemas econmicos a corto plazo (al precio de incrementar aquellos que son a largo plazo). Y esta guerra fra es suficiente para disminuir las riquezas.

Adems, las alianzas cambiaron tal como lo previ Orwell, y con sorprendente rapidez. Cuando los Estados Unidos eran todopoderosos, la Unin Sovitica y China expresaban a gritos su oposicin a los norteamericanos y mantenan una especie de alianza. Cuando el poder de los Estados Unidos disminuy, la Unin Sovitica y China se separaron, y durante cierto tiempo, cada una de las potencias reparti sus insultos con ecuanimidad entre las otras dos. Luego, cuando la Unin Sovitica comenz a parecer particularmente poderosa, surgi una especie de alianza entre los Estados Unidos y China, pues ambos cooperaban en denostar a la Unin Sovitica, y cada cual hablaba con suavidad del otro.

En 1984, cada cambio en las alianzas implicaba una orga de reescritura de la historia. En la vida real, tal insensatez es innecesaria. El pblico cambia de bando muy fcilmente, sin preocuparse en lo ms mnimo por el pasado. Por ejemplo, en la dcada del cincuenta, los japoneses se haban transformado de villanos infames en amigos, mientras que los chinos lo estaban haciendo en la direccin contraria sin que nadie se tomara la molestia de borrar Pearl Harbor. Pero, caramba, si a nadie le importaba!

Las tres grandes potencias de Orwell se abstienen voluntariamente de usar bombas nucleares, y, efectivamente, esas bombas no han sido usadas en ninguna guerra desde 1945. Pero esto ltimo pudo haberse debido a que los Estados Unidos y la Unin Sovitica, las nicas dos potencias con grandes arsenales nucleares, evitaron entrar en guerra entre s. Si hubiese guerra de verdad, es extremadamente improbable que ninguno de los dos bandos se sienta finalmente obligado a apretar el botn. En este punto, quizs Orwell se quede corto respecto de la realidad.

Sin embargo, Londres sufre de vez en cuando un ataque con misiles que se parecen a los V-1 y V-2 de 1944, y est en ruinas estilo 1945. Orwell no puede mostrar un 1984 muy diferente de 1944 en este punto.

De hecho, Orwell deja en claro que en 1984 el comunismo universal de las tres superpotencias ya ha ahogado a la ciencia y la ha reducido a la inutilidad excepto en las reas exigidas para la guerra. No cabe duda de que los pases prefieren invertir en la ciencia cuando hay claras aplicaciones blicas en perspectiva, pero lamentablemente no hay manera de separar la guerra de la paz en lo que se refiere a las aplicaciones.

La ciencia es una unidad, y todo lo que hay en ella puede ser aplicado a la guerra y la destruccin. Y por eso la ciencia no ha sido destruida sino que sigue desarrollndose, no slo en los Estados Unidos, en Europa Occidental y en Japn, sino tambin en la Unin Sovitica y en China. Los avances de la ciencia son demasiado numerosos para ser enumerados, pero basta con pensar en los rayos lser y en las computadoras como armas de guerra con infinitas aplicaciones pacficas.

Resumiendo, entonces: en 1984, a mi juicio, George Orwell se ocup en librar una guerra privada con el stalinismo antes que en pronosticar el futuro. No tena el don del escritor de ciencia ficcin que prev un futuro plausible; y, en los hechos reales, el mundo de 1980 (Nota del blogger: se trata de la fecha de publicacin de este anlisis) no tiene, en la mayora de los casos, la menor relacin con el de 1984.

El mundo puede volverse comunista, si no en 1984, al menos mucho ms tarde; o puede ser testigo de la destruccin de la civilizacin. Si esto ocurre, sin embargo, ocurrir de un modo completamente diferente del que se muestra en 1984, y si tratamos de impedirlo imaginando que 1984 es correcto, estaremos defendindonos contra una direccin de ataque equivocada, y perderemos.