l /fE-N' -rS A(-~ -L' JJl~l It II] DIRIGIDO POR

EL EXMO. SENOR PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DE GUATE~![ALA.

GAPITAN GENERAL DON RAFAEL CARRERA. A LA

CAMARA DE R.EPRESENTANTES; Elt LA APERTURA DE SUS CUARTAS SESIONES,

DEL SEGUNDO PERIODO CONSTITUCIONAh

GUATEMALA. IMPRENTA DE LA PAZ, EN EL PALACIO DEL GOBJERNO.

SENORES REPRESENTANTES.

UESTRA reunion actual se verifica en medio de la mas perfecta paz y en ocasion en que un senti­miento general de contento da testimonio del bienestar de que afortunadamente goza la Re­publica. Me complazco sobremanera en felicitaros cuando en tan favorables circunstancias venis a

prestarme el importante apoyo de vuestra esperiencia y vuestro pa­triotismo, y a ayudarme a promover el adelanto y la prosperidad de nuestro pais. .

Ningun suceso notable ha ocurrido desde que terminasteis vuestras deliberaciones en principios del presente ano. Nuestras relaciones este­rio res se conser van en un estado satisfactorio; y puedo decir con entera confianza que el pais y el Gobierno ganan en la opinion de las naciones estrangeras, por su conducta prudente y moderada, y por el espiritu de lealtad y de justicia que guian todos los aetos de la administracion publica.

Se ha terminado recientemente la antigua cuestion sobre los Iimi­tes entre la Republica y el . Establecimiento briUmico de Belice. Des­pues de haber estado este arreglo pendiente muchos afios, durante los cuales permanecieron indefinidos los linderos, y los territorios desier­tos contiguos a aquel E stablecimiento espuestos a sec oeupados de hecho; el Gobierno, deseando poner termino a ese estado de inse­guridad, promovi6, hace algun tiempo, la conclusion definitiva de aquel arreglo. Siendo ademas notorio que esta cuestion constituia parte de

-2-las complicacionesquehabian ocasionado graves dificultades entre dos grandes naciones, el Gobierno tuvo .un nuevo motivo paraadoptar co­mo base del arreglo el reconocimiento de los limites que tiene ac­tualmente y desde muchos afios el Establecimiento briUmico, a efec­to de que cese . en este punto toda ocasion de disentimiento. Al ce­Iebrarse la Convencion de limites, que se pondra en conocimiento de Ia Camara, se propuso pOl' nuestra parte Ia apertura de una via faeil de comunicacion entre Ia Capital y Ia costa del Norte, con el concur­so de los dos Gobiernos; y ~doptada esta idea, qued6 inc1uida entre las estipulaciones de dicha Cotlvencion. EI Gohierno de S. M. B. se ha mostrado satisfecho del espiritu amistoso y franco que nos anim6 en esta negociacion, y ha acojido con la mejor voluutad la estipulacion referente al camino entre la costa del Norte y esta Capital, que se pondni en ejecucioll, y de Ia cualespero grandes beneficios para nues­tra agricultura y nuestro comercio. La negociacion para el R;juste de un Tratado con S. M. C. se prosigue en Madricl; habiendosc alla­nado ya algunas de las dific~Itades que se oponian a SIl terminaeion. Se continuaba negociando sobre las que aun quedaban en pie; habien- . do pOl' una y otra parte el deseo sincero de 11egar a un termino sa­tisfactorio, 10 que no puedo dudar sucedera, cuando los puntas pen­dientes reciban mayor esclarecimiento.

La paz reina tambi~n en los demas Estados de Centro-America, que prosperan vi sible mente a su sombra. EI sentimiento de interes pOl' la suerte de aquellos pueblos hermanos, es general en Guatemllla; y no solamentese mantiene con sus Goblernos la mas cordial y fran­ca inteligencia, sino que, siempre que se presenta ocasion, procuro pres­tarIes todos aquellos buenos oficios que son naturales entre paises ve­einos y ligados pOI' tantos vinculos. En principios de este ana crei necesario, para que la paz se conservase, intervenir eficazmente con el objeto de impedir que se trastornase el orden interior del Salvador desde las fronteras del Departamento de Chiquimula y del territorio de Hondu­ras. Con el mej or exito me diriji al Gobierno de esta ultima Republica, ha­ciendo valeI' nuestra amistad con ella para evitar toda mala inteligencia en Ia cuestion que con aquel motivo se habia suscitado con el Salvador; 10-gran do restablecer Ia confianza entre ambos Estados y alejar los disenti­mientos que comenzaban a turbar la tranquilidad de que tanto necesita­mos todos para grangearnos alguna consideracion en el esterior y conser­val' en el interior el bienestar actual. En Costa-Rica tuvo lugar una alteracion . del 6rden establecido, a consecuencia de Ia cual, el Go­bierno que ejercia el Sr. Fresidente Mora, fue sllstituido por una ad­ministracion provisional; verificandose eilte cambio, peligroso por Sll

naturaleza, sin que haya habido hasta ahora trastornos ni desgracills.

-'3-EI Gobierno Jc Guaterilala, que Jesearia "cr en todas partes estingui. das las discordias y basad a la confianza en un 6rden de cosas re· gular y estable, no ha podido men os que deplorar aquel suceso, ha· ciendo al mismo tiempo los mas sine eros votos porque el cambio ve. rificado pueda asegurar la suerte de aquella interesante y pr6spera Re­publica. En Nicaragua, no obstante las grandes dificultades que han rodeado al Gobierno, no se ha alterado la paz y va restableciendose la confianza. EI comercio y el trato cntre los habitantes de esta Re­publica y Ia del Salvador son cada dia mas intimos y provechosos; con· tribuy',mdo a esto no poco la franca y estrecha amistad que existe en':' tre los dos Gobiernos, fundada en Ia identidad de los principios poli­t.icos y en el interes comun de los dos paises. Considero, Senores ' Representantes, que os sera sumamente grato, como 10 es para mi, el observar que la tranquilidad reina de un estrcmo a otro de Centro-' America, situacion que acaso nunca se habia presentado antes de ahora; y que las relaciones entre Guatemala y los demas Estados, y especial. mente con el Salvador, son hoy tan estre.chas y amistosas, como no 10 habian 8ido jamas desde la independencia.

En el interior de nuestra Republica el Gobierno se esfuerza, favo­recido por la paz y apoyado por el publico, en mejorar Ia adminis­tracion de que esta encomendado. Contribuyendo en tan gran mane­ra al buen gobierno y bienestar de los pueblos, Ia buena administra­cion de las parroquias, he dado una atencion preferente a los negocios eclesiasticos. El Santo Padre acoji6 benignamente mi solicitud para que se diesen dos auxiliares al Muy Reverendo Arzobispo, a fin de que su celo pastoral pueda ejercerse en toda la estension de la Di6cesis, y acudir con el remedio a donde la necesidad sea mayor. Habiendo elejido para tan delicado cargo ados eclesiasticos respetables, se hall an ya inves­tidos con la dignidad episcopal, y tengo cntera confianza en que se· cundado pOI' ellos nuestro virtuoso Prelado, se llenaran las miras y deseos del Gobierno, que son la mejora de las costumbres y el ali­vio que deben sentir los pueblos teniendo parrocos ejemplares. Espe. 1'0 tambien que mejorandose diariamente la condicion del clero, se provean al fin en propiedad las parroquias, pues asi se estrecharan los vinculos que deben uuir a los fieles con sus parrocos.

LOf; establecimientos de educacion y ensenanza continuan en e1 mejor pie, dirijidos pOI' el ardiente celo de las personas respetables a quienes esUin confiados. Ellos son la esperanza de la patria, pues que estan inspirando la virtud y ensenando las ciencias a los que' deben sustituirnos en el servicio publico.

Faltaba un establecimiento para la educacion de las nilias, tanto () mas importante que la de los ninos, y va a fundarse pOl' ]os cui-

-4-dados y esfuerzos del Muy Reverendo Arzobispo. En el momenta en que abris vuestras sesiones deben estar llegando a nuestra costa al. gunas religiosas respetables, que por amor al bien y guiadas pOl' un sentimiento de piedad, han abandonado su pais para venir a ejercer en el nuestro el noble ministerio de formar para la virtud el corazon de nuestras j6vcnes. EI Gobierno favorecera eficazmente este establecimiento.

La suerte de los pobres desvalidos mejora tambien visiblemente. Con el sentimiento religioso y las buenas costumbres, se restableci6 el espiritu de beneficencia y de compasion, que ha hecho nncer y mantiene los asilos para los desgraciados e indigentes, que hemos visto aparecer y croceI' en poco tiempo, y que nos honran hoy como sign os seguros de una sociedad cristiana y culta.

Los diferentes ramos de la administracion mejoran aunque lentamen· te, porque es obI' a del tiempo el formal' los elementos que nos faltan. La adrninistracion de justicia, el mas importante de elIos, distn mucho, asi como el Iegimen municipal, el sistema de rentas y la organizacion del ejel;cito, del grado de adelanto a que todos deseariamos que lIegasen. El Gobierno da toda su ate"ncion a la reforma y correccion de los abusos, y , espero que con la cooperacion de los funcionarios, el buen espiritu del publico y su perseverante cuidado, se lograra mi ardiente deseo de que todo mejore y adelante.

Grato es, en medio de las dificultades del Gobierno, contemplar ~l cuadro que presenta la Republica. La unidad de sentimie~tos y Ia concordia reinan en todos los animos, asegurando la confianza y el Qien~stnr, impulsando el espiritu de empresa y el deseo de esplotar nuestro fertil suelo. Los frutos que la Providencia concede al trabajo honesto y que solo pueden recojer~e a la sombra de la paz, estan ya produciendo un aumento rapido de In riqueza publica, y de la prosperidad de que gozan proporcjonalmente todas las clases. N uestra hacienda y n,uestro credito participan de esa prosperidad general, y no solo cubren los gastoi de la administracion, sino que disminuyen considerablemente I!J, deuda, y permiten destinar algunas sumas a objetos de ornato y de beneficencia. Cierto es que este movimiento de espansion encuentra obstaculos naturales que no es dado remover desde luego; pero no se deja de trabajar para allanarlos. La agricultura y el comercio, que se esfuerzan para de~arrollarse en nuestra costa del Sur, necesitan de una via facil y poco dispendiosa para trasportar sus productos. El Gobierno da toda su atencion a este pun to, y prosigue con empeiio el proyecto de establecer un desembarcadel'o c6modo en nuestro puerto y un camino s61ido que conduzca a el los productos de la agricultura y tra~porte los efectos del comercio. Habiendose dismi. ouido la actividad 'en los Departamentos situados sobre las costas del

-5-· AtUintico desde que se abri0 al comcrcio el mar Jel SUI', comienzan a fOl'marse en ellos empresas de agricultura, qu e seran poderosa­mente fomentadas porIa carretera que va a abrirsc proximamentc desde dicha costa del Atlantico hasta esta Capital.

Vosotros, Senores, esperimentais como yo la profunda sensaeion de contento que produce esta situacion prospera, y este bienestar pOl' el cual todos hemos trabajado y que ahora mas que nunea esta­mos animados a afianzar. Bendigamos al Todo-Poderoso que ha per­O1itido comencemos a gozar de bienes que parecia no alcanzaria a disfrutar la actual generacion; y no olvidcmos que son el resultado y el premio de nuestra cordura y de los sanos principios en que estan flln­dad as nuestras instituciones.

Los Ministros del despacho daran conocimiento a la Camara de los negocios que merezcan su atencion, y presentaran la cuenta de la admini~tracion del arlO ultimo, asi como el presupuesto y dilcu­los que deben servirle para decretal' los gastos del ana pr6ximo.

Cuento, Senores, con el celo y patri6tica cooperacion de los Re­presentantes para continuar IIenando los deberes que Dios y la vo­luntad publica me han impuest? La obra en que estamos trabajando es ardua y dificil; pero tambien es grata y honrosa pOI' el noble objeto a que se dirije. No es este tan solo nuestro bien presente. Si consideramos, no ya la riqueza y las mejoras materiales, que estfm it la vista, sino mas bien la mejora moral de nuestra sociedad, ese trabajo lento y que solamente se hace conocer pOl' sus resulta­dos, que ha mejorado las costumbres, que ha estinguido los odios, que nos ha devuelto la confianza, el respeto y la adhesion a la alltoridad, que nos ha hechoamable nuestra condicion, que nos ilustra, que mul­tiplica nuestros goces y nuestros puntos de contacto con la civiliza­cion y la cultura, podemos lisongearnos, sin vanidad, de que traba­jamos para las generaciones venideras y que estamos poniendo los cimientos de un 6rden estable y que llegara it ser grandioso.

Emplead, pues, Senores, vuestro celo y vuestra larga y fructuosa esperiencia en bien de nuestra Patria. yo pido hllmildemente a la Providencia Divina que os de acierto, y que nos continue su po de­rosa proteccion.

Palacio del Gobierno, Guatemala, Noviembre 11 de 1859.